Bible Commentaries
Salmos 77

Comentario Bíblico de SmithComentario de Smith

Versículos 1-20

Clam� a Dios con mi voz, s�, a Dios con mi voz; y me prest� o�do ( Salmo 77:1 ).

Ahora observe en el salmo setenta y siete c�mo la primera parte se centra alrededor de yo. Puede que le resulte beneficioso subrayar cada vez que se refiere a mi o yo. Toda la primera parte se centra en yo. "Clam� a Dios con mi voz, a Dios con mi voz. Y �l me escuch�".

En el d�a de mi angustia busqu� a Jehov�: mi llaga corri� de noche, y no ces�: mi alma rehus� ser consolada. Me acord� de Dios, y me turb�; me quej�, y mi esp�ritu se angusti�. T� sostienes mis ojos despiertos: estoy tan turbado que no puedo hablar. He considerado los d�as de anta�o, los a�os de la antig�edad. Llamo a la memoria mi canto en la noche: comulgo con mi propio coraz�n: y mi esp�ritu busca diligentemente.

�Desechar� el Se�or para siempre? �Y no ser� m�s favorable? �Ha desaparecido para siempre su misericordia? �Falla para siempre su promesa? �Se ha olvidado Dios de ser misericordioso? �Ha cerrado con ira sus tiernas misericordias? ( Salmo 77:2-9 )

Cuando mi atenci�n est� siempre en m� mismo, pierdo esa conciencia de Dios y parece que estoy separado de �l.

Y dije: Esta es mi enfermedad; pero me acordar� de los a�os de la diestra del Alt�simo. Me acordar� de las obras de Jehov�: Ciertamente me acordar� de tus maravillas de anta�o. Meditar� tambi�n en todas tus obras, y hablar� de tus obras ( Salmo 77:10-12 ).

Y ahora se da la vuelta en el vers�culo Salmo 77:12 , cuando comienza a referirse a Dios, "Tu obra y tus hechos". Y as�, el salmo termina con una nota m�s brillante de lo que comienza, porque ahora el �nfasis se quita de m� y se pone en Dios.

Cu�ntas veces dicen que la oraci�n cambia las cosas, y yo lo creo, pero cu�ntas veces la oraci�n me cambia a m� y cambia mis actitudes. Mientras estoy en oraci�n, Dios est� obrando y cambiando mi coraz�n y mi actitud.
Ten�amos un amigo en Huntington Beach que era alcoh�lico. Y la familia siempre estaba alborotada. Empezar�a a beber y todo se desmoronar�a. Y siempre estaban las amenazas de divorcio y las amenazas de todo.

As� que una noche, son� el timbre. Fui a la puerta, y aqu� estaba �l. Y �l dijo: "Necesito ayuda. Mi esposa me va a dejar. Mi familia no me quiere. Y acabo de tener una gran pelea, arranqu� el tel�fono de la pared y todo. Y necesito ayuda. Necesito Dios, pero no hay nadie que me ore. Bueno, yo no sab�a por lo que �l quer�a orar, por lo que �l estaba tratando de orar. �l dijo: "Nadie rezar� conmigo el tiempo suficiente.

Entonces lo acept� como un desaf�o. As� que dije: "Vamos a la iglesia". Viv�amos justo al lado en ese momento. Y dije: "Orar� contigo siempre que puedas". necesita oraci�n".
As� que se acerc�, fuimos juntos, en realidad, y por supuesto ol�a como una cervecer�a. Y nos arrodillamos y �l comenz� a orar. Me arrodill� a su lado y comenc� a orar. Pero estaba escuchando. a su oraci�n.

Y fue: "Oh Dios, sabes c�mo no me han tratado bien. T� sabes, Se�or, c�mo son tan malos conmigo y no me entienden". Era simplemente: "Se�or, T� los conoces y lo mal que han estado", y as� sucesivamente. Y anduvo una hora dici�ndole al Se�or lo mal que estaba la familia y lo maltratado que estaba y lo desgraciado y todo. Y despu�s de una hora not� que hubo un cambio en la oraci�n.

"Dios, mi vida est� realmente arruinada. Se�or, no te he estado sirviendo. S� que debo servirte. Dios, lamento no haberte estado sirviendo y haberte fallado, Dios. Y Me arrepiento, Se�or, y lo siento". Y pens�: "Muy bien, ahora estamos llegando a alguna parte". Finalmente hemos orado y descubr� lo que estaba orando a trav�s de toda la basura que ten�a en su coraz�n hacia la familia.

Ahora comenz� a lidiar con los problemas de su propio coraz�n. Y despu�s de aproximadamente una hora de orar de esta manera, sus oraciones cambiaron nuevamente, y eran como: "Oh Se�or, te agradezco por tu ayuda. Se�or, te agradezco que me ames. Se�or, te agradezco. Padre". , gracias." Y luego, muy pronto, estaba durmiendo.
As� que volv� a la oficina y tom� una manta, lo cubr� y me fui a casa. Y cuando llegu� a casa, mi esposa dijo: "Bueno, �c�mo te fue?" Y yo dije: "Bueno, no lo s� con certeza, pero lo dej� durmiendo en el Se�or.

"Y le cont� c�mo hubo un cambio obvio en todo el tono de su oraci�n que sonaba bien. A la ma�ana siguiente fui a la iglesia y �l ya se hab�a ido, as� que todav�a no sab�a c�mo fue. Pero eso A las cinco de la tarde, el timbre son� de nuevo, y all� estaba �l, con un traje arreglado, luciendo muy bien, y dice: "�A qu� hora empieza la iglesia esta noche?" Dios hizo una obra real, un cambio en su vida.

Pero fue cuando apart� los ojos de s� mismo y los puso en Dios que Dios comenz� a obrar.
Y eso siempre es cierto. Necesitamos quitar la vista de nosotros mismos, de nuestra situaci�n, de nuestro problema. Somos tan egoc�ntricos. Y generalmente se refleja mucho en nuestras oraciones, "yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo". Pero cuando podemos dejar de mirarnos a nosotros mismos y comenzar a enfocarnos en Dios, es cuando Dios realmente puede obrar.


Antes de que yo naciera, mi primo muri� de meningitis espinal, quien viv�a a solo dos cuadras de mi familia en Ventura, o de donde mi familia estaba construyendo su nuevo hogar. Y mi hermana evidentemente fue expuesta por su prima, y ??ella tambi�n ten�a meningitis espinal, y por todas las se�ales aparentes hab�a muerto. Hab�a entrado en convulsiones, los ojos en blanco, la mand�bula cerrada, dej� de respirar. Mi madre hab�a sido bautista de toda la vida.

Pero de camino a la iglesia bautista, pasaba por una iglesia pentecostal donde sol�a detenerse a veces y disfrutar de sus servicios y no siempre llegaba a la iglesia bautista, porque estaba dos cuadras m�s adelante. Y cuando vio a su hijita acostada all� en esa posici�n r�gida, supo que era demasiado tarde para que los m�dicos la ayudaran, y sali� corriendo por la calle a esta iglesia pentecostal, porque sab�a que realmente sab�an c�mo orar.

La casa parroquial estaba al lado de la iglesia y ella subi� y llam� a la puerta, y cuando lleg� el ministro, sosten�a a su hija. Estaba hist�rica y dijo: "Mi beb�, mi beb�. Necesito que Dios sane a mi beb�". As� que coloc� el cuerpo r�gido de mi hermana en el piso y mientras ella realmente clamaba hist�ricamente al Se�or, el pastor, el Dr. Mitzner, le dijo: "Jovencita, quita los ojos de tu beb� y quita los ojos de tu beb�". en Jes�s, y simplemente comenzar a adorar a Jes�s y alabar al Se�or.


Mi pap� hab�a entrado del sal�n de billar, donde pasaba la mayor parte de su tiempo. Y cuando mi mam� no estaba� estaban viviendo en un hotel mientras se constru�a su casa, el Fasno Hotel all� en Ventura. Les dijo a algunas personas en el vest�bulo: "�Han visto a mi esposa?" Y una enfermera dijo: "S�, Sr. Smith. Su hijita, creo, est� muerta, y sali� corriendo por la calle, creo, hacia la iglesia.

"Y entonces mi pap� se fue a la iglesia, con la intenci�n de golpear al pastor y agarrar a su hija y llevarla a una ayuda competente. Pero cuando la vio acostada all�, se dio cuenta de que ella estaba m�s all� de la ayuda del hombre, y simplemente cay� de rodillas y comenz� a clamar a Dios. El pastor segu�a alentando a mi madre: "Qu�tale los ojos de encima a tu ni�a. Pon tus ojos en el Se�or.� Y ella comenz� a poner sus ojos en el Se�or.

Comenz� a adorar al Se�or y dijo: "Se�or, si me devuelves a mi hijita, te dar� mi vida. Te servir� el resto de mi vida. Ministrar�, har� cualquier cosa que me pidas que haga, Dios. Ser� tu sirviente el resto de mi vida, pero devu�lveme a mi hija". Y con eso, mi hermana recuper� la conciencia, se cur� instant�neamente por completo. La llevaron a su casa, y ella solo se re�a y estaba completamente bien.


Dos meses despu�s, nac� en el Hospital Big Sisters en Ventura. Cuando los m�dicos entraron y le dijeron a mi madre: "Tienes un beb�", ella cerr� los ojos y dijo: "Se�or, cumplir� mi voto a Ti a trav�s de mi hijo". Mi pap� recorri� el pasillo del hospital diciendo: "Alabado sea el Se�or. �Es un ni�o!". Y as� crec� en un ambiente piadoso.
Pero la importancia de quitar los ojos de ti mismo y ponerlos en el Se�or.

C�mo cambia toda la situaci�n. Te dir�, te pones los ojos en ti mismo y en las circunstancias que te rodean y puedes caer r�pidamente. No hay forma m�s r�pida de hundirse que poner los ojos en las olas y en las circunstancias que te rodean, en ti mismo. Pero pones tus ojos en el Se�or y puedes caminar sobre el agua.
As� comenz� el salmista, con los ojos puestos en s� mismo. "Yo, yo, yo, mi, yo, yo, yo". Pero luego se vuelve a la mitad del salmo y ahora la atenci�n se dirige al Se�or. Y as�, el salmo termina con una nota de victoria.

T� eres el Dios que hace maravillas: has declarado tu poder entre los pueblos. Redimiste con tu brazo a tu pueblo, los hijos de Jacob y de Jos�. Las aguas te vieron, oh Dios, las aguas te vieron; tuvieron miedo; tambi�n los abismos se turbaron. Las nubes derramaron agua: los cielos emitieron un sonido: tus saetas tambi�n se esparcieron. La voz de tu trueno estaba en el cielo: los rel�mpagos alumbraron el mundo: la tierra tembl� y se estremeci�.

Tu camino est� en el mar, y tu senda en las muchas aguas, y tus pasos no son conocidos. Condujiste a tu pueblo como a un reba�o por mano de Mois�s y de Aar�n ( Salmo 77:14-20 ).

As� que darle la vuelta a la situaci�n. Aparta tus ojos de ti mismo y pon tus ojos en el Se�or, y llegar�s a la victoria. "

Información bibliográfica
Smith, Charles Ward. "Comentario sobre Psalms 77". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/psalms-77.html. 2014.