Bible Commentaries
Salmos 95

Comentario Bíblico de SmithComentario de Smith

Versículos 1-11

Venid, cantemos a Jehov�: aclamemos con j�bilo a la roca de nuestra salvaci�n. Acerqu�monos ante su presencia con acci�n de gracias, y aclam�mosle con salmos. Porque el SE�OR es Dios grande, Rey grande sobre todos los dioses. En su mano est�n los abismos de la tierra: Suya es tambi�n la fortaleza de los montes. El mar es suyo, �l lo hizo: sus manos formaron la tierra seca. Venid, adoremos e inclin�monos: arrodill�monos ante el SE�OR nuestro Hacedor. Porque �l es nuestro Dios; y nosotros somos el pueblo de su prado, y las ovejas de su mano ( Salmo 95:1-7 ).

As� que el hermoso salmo nos anima a cantar al Se�or, haciendo un ruido gozoso de alabanza a �l, viniendo a Su presencia con acci�n de gracias. Es un hermoso salmo, realmente, de acci�n de gracias y de alabanza a la grandeza de Dios.
Ahora ah� est� la advertencia. �Porque �l es nuestro Dios; nosotros somos el pueblo de su prado, y las ovejas de su mano�.

Si oyereis hoy su voz, no endurezc�is vuestro coraz�n, como en la provocaci�n, como en el d�a de la tentaci�n en el desierto, cuando me tentaron vuestros padres, y me probaron, y vieron mi obra. Cuarenta a�os estuve afligido con esta generaci�n, y dije: Pueblo que yerra en su coraz�n, y mis caminos no han conocido; a los cuales jur� en mi ira que no entrar�an en mi reposo ( Salmo 95:7-11 ).

Aqu� se nos advierte que no endurezcamos nuestro coraz�n contra Dios o la obra de Dios. El ejemplo que se nos da es el de los hijos de Israel en el desierto. Hab�an llegado a la frontera de la tierra que Dios les hab�a prometido. Hab�an venido a Cades Barnea. Est�n a punto de entrar a la tierra que Dios les hab�a prometido. Ahora bien, Dios hab�a hecho algunas promesas maravillosas. �l dijo: "Expulsar� al enemigo de delante de ti.

Ir� delante de ti y expulsar� a tus enemigos. Y todo lugar donde pongas tu pie, te lo he dado por herencia". Todas estas promesas gloriosas.
Mois�s dijo: "Bueno, enviemos esp�as para que reconozcan la tierra, para que sepamos qu� clase de una tierra a la que vamos a entrar. Y entonces eligieron a un hombre de cada tribu para que entrara y espiara el territorio. Y cuando regresaron, diez de los esp�as trajeron un informe desalentador.

"Las ciudades son grandes, los muros son altos, las personas que habitan en ellas son como gigantes. �ramos como saltamontes antes de ellos. Nos devorar�n".
Josu� y Caleb trajeron un informe alentador. Dijeron: "Ah, seguro que son gigantes, pero son pan para nosotros. Entremos y com�moslos. Sus defensas se han apartado de ellos. Entremos ahora mismo y tom�moslo". Pero el pueblo se desanim� por los diez compa�eros que trajeron el mal informe, y comenzaron a murmurar contra el Se�or y contra Mois�s, y dijeron: "Escojamos un l�der que nos lleve de regreso a Egipto.

Fuimos necios al seguir a Mois�s hasta aqu�.�
Y la ira del Se�or se encendi� contra ellos por su incredulidad. No creyeron en Dios que �l los traer�a a esta tierra de descanso y promesa que �l hab�a prometido darles. a causa de su incredulidad, no entraron en el reposo, sino que vagaron cuarenta a�os all� en el desierto y perecieron en la experiencia del desierto.


Ahora bien, todas estas cosas les sucedieron, nos dice Pablo, a ellos como ejemplo para nosotros. Toda la historia de la liberaci�n de Israel de Egipto y su llegada a la Tierra Prometida se conoce como historia t�pica. Es decir, hay analog�as espirituales que se pueden extraer de �l. Y en la analog�a espiritual, la tierra de Egipto representa la antigua vida de esclavitud que experimentamos en nuestra vida de pecado. La Tierra Prometida, venir a esta Tierra Prometida espiritualmente representa esa vida gloriosa en el Esp�ritu que Dios quiere que conozcas.

Esa vida de descanso, descansando en Dios.
Ahora, entre mi conversi�n y la entrada en la plenitud de la vida en el Esp�ritu, hay un desierto por el que debo pasar. Y hay una experiencia leg�tima en el desierto. A medida que voy creciendo, a medida que aprendo acerca de Dios, a medida que Dios me revela Su poder, a medida que llego a las aguas amargas de Mara, y sin embargo veo c�mo Dios puede convertir las aguas amargas en dulces y me doy cuenta de c�mo Dios puede tomar amargas experiencias de mi vida y sacarles dulzura.

Mientras aprendo a seguir a Dios con la columna de fuego y con la nube, y aprendo a comprometer mi vida y confiar en Dios para que me gu�e y me gu�e, entrando en esta nueva relaci�n con Dios, en esta nueva vida. y experiencia.
Pero tambi�n hay una experiencia salvaje ileg�tima. Dios no espera que pases toda tu vida en un yo-yo espiritual. Dios quiere llevarte a una vida plena, rica y abundante del Esp�ritu.

Dios quiere llevarte a Su reposo. Ese descanso glorioso que Dios tiene para su pueblo donde no siempre est�s preocupado, no siempre molesto, no siempre inquieto, no lleno de ansiedades. Pero donde tienes esa confianza ordenada y un hermoso descanso, "El Se�or se va a encargar de eso, �sabes? As� que el lugar se est� quemando, Dios tiene otro lugar, �sabes?". Y ese hermoso descanso pulcro que solo sabes que est� en las manos del Se�or.

Sabes que el Se�or se est� encargando de ello. �l se ha probado a ti mismo. Conf�a en que Dios tiene todo bajo control. Y oye, ese es un lugar glorioso para vivir.
Donde simplemente aprendes que incluso en tragedias, aparentes tragedias, la mano de Dios est� obrando y Dios va a llevar a cabo Su perfecto prop�sito y voluntad. Y va a ser lo mejor. As� los hijos de Israel perecieron en el desierto, sin entrar nunca en la Tierra Prometida.

Ahora, en Hebreos se cita este salmo, tal como lo dicen las escrituras: "Hoy, si oyereis su voz, no endurezc�is vuestros corazones como en el d�a de la provocaci�n". No endurezcas tu coraz�n contra Dios porque en Hebreos dice: "No sea que, habi�ndonos dado la promesa de entrar en su reposo, dejemos de entrar en �l" ( Hebreos 4:1 ).

Hay muchas personas hoy en d�a que todav�a est�n fallando por incredulidad para entrar en ese descanso que Dios tiene para ti. Tu experiencia cristiana sigue siendo como una experiencia en el desierto. Realmente no has entrado en ese descanso pleno en el Se�or. Pero Dios quiere que entres en ese reposo. As� que cuid�monos, no sea que habi�ndosenos dado la promesa de un lugar de reposo, no entremos en �l. Qu� cosa tan tr�gica cuando hay descanso para nosotros que estamos tan llenos de confusi�n, preocupaci�n y ansiedad cuando Dios te ha prometido descanso. As� que no endurezc�is vuestro coraz�n, creed y confiad en Dios.
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Información bibliográfica
Smith, Charles Ward. "Comentario sobre Psalms 95". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/psalms-95.html. 2014.