Bible Commentaries
1 Corintios 1

Sinopsis del Nuevo Testamento de DarbySinopsis de Darby

Versículos 1-31

Ahora regresar� para retomar el hilo del contenido de esta ep�stola desde el principio. Pablo era un ap�stol por la voluntad de Dios. Esa era su autoridad, sin importar c�mo pudiera ser con otros. Adem�s, la misma llamada que hizo cristianos a los de Corinto lo hab�a convertido en ap�stol. Se dirige a la asamblea de Dios en Corinto, agregando un personaje (cuya aplicaci�n es evidente cuando consideramos el contenido de la ep�stola) "santificado en Cristo Jes�s".

"Despu�s, la universalidad de la aplicaci�n de la doctrina y las instrucciones de la ep�stola, y de su autoridad sobre todos los cristianos, dondequiera que est�n, se presenta en este discurso. Felizmente, cualquiera que sea el dolor que sinti� por el estado de los corintios, el El ap�stol pod�a recurrir a la gracia de Dios, y as� reconocer toda la gracia que �l les hab�a otorgado, pero al ponerlos as� en relaci�n con Dios, todos los efectos de Su santidad se manifestaron en sus conciencias, mientras les daba el coraz�n de ap�stol. el est�mulo de la perfecta gracia de Dios para con ellos.

Y esta misma gracia se convirti� en una palanca poderosa para la palabra en el coraz�n de los corintios. En presencia de tal gracia deber�an avergonzarse del pecado. Tampoco puede haber un testimonio m�s notable que el que aqu� se encuentra de contar con la fidelidad de Dios hacia su pueblo. La relaci�n reclama santidad: s�lo en santidad se disfruta; pero descansa en la fidelidad de Dios. Los corintios andaban, como sabemos, mal.

El ap�stol no deja pasar ninguno de los males; pero aun as� declara que Dios fue fiel y que los confirmar�a hasta el final para que no estuvieran seguros, sino irreprensibles en el d�a de nuestro Se�or Jesucristo, y luego procede a culparlos. �Qu� maravilloso testimonio!

Pablo (el Esp�ritu mismo) vincul� as� a los corintios con Dios; y lo que �l era en relaci�n con ellos ten�a toda su fuerza sobre sus corazones y conciencias. Al mismo tiempo, el uso de esta arma les abri� el coraz�n a todo lo que el ap�stol ten�a que decir. Hay que estar muy cerca del Se�or para poder en la pr�ctica mirar as� a los cristianos que andan mal. No es para perdonar sus pecados el ap�stol est� muy lejos de hacer eso; pero es la gracia la que hace que sus propias conciencias se ocupen de ella, como si tuvieran una relaci�n con Dios que era demasiado preciosa para permitirles continuar en el pecado o permitirlo.

La Ep�stola a los G�latas nos proporciona un ejemplo notable de la confianza as� inspirada; comparar 1 Corintios 4:20 ; 1 Corintios 5:10 .

Los corintios fueron enriquecidos por Dios con sus dones, y su testimonio fue as� confirmado entre ellos, de modo que en ning�n don se quedaron atr�s, esperando la revelaci�n del Se�or, el cumplimiento de todas las cosas. D�a solemne! por lo cual Dios, que los hab�a llamado, los confirm� en su fidelidad, para que fueran sin reproche en aquel d�a, siendo llamados a la comuni�n y comuni�n con su Hijo Jesucristo.

Breve pero preciosa exposici�n de la gracia y fidelidad de Dios, sirviendo de base (si su condici�n no permit�a al ap�stol desarrollarla como lo hizo con los efesios) a todas las exhortaciones e instrucciones que dirigi� a los corintios para fortal�celos y dirige sus pasos vacilantes.

El ap�stol retoma primero la necedad de los corintios al hacer de los principales ministros cristianos y del mismo Cristo jefes de escuelas. Cristo no fue dividido. No hab�an sido bautizados en el nombre de Pablo. De hecho, en ocasiones, hab�a bautizado a algunos; pero su misi�n era predicar, no bautizar. [1] Fue en virtud de, y de acuerdo a, Hechos 26:17 , y Hechos 13:2-4 , y no Mateo 28:19 .

Adem�s, toda esta sabidur�a humana no era m�s que necedad, que Dios redujo a nada: la predicaci�n de la cruz era poder de Dios; y Dios hab�a escogido lo d�bil, lo nulo, lo necio seg�n el mundo, para aniquilar la sabidur�a y la fuerza del mundo, a fin de que el evangelio sea manifiestamente poder de Dios. Los jud�os pidieron una se�al, los griegos buscaron sabidur�a; pero Dios hizo que se predicara a Cristo crucificado, esc�ndalo para los jud�os, locura para los griegos, pero para los que son llamados poder de Dios.

Por cosas que no son, destruy� las cosas que son, porque su debilidad es m�s fuerte que la fuerza del mundo; Su necedad m�s sabia que la sabidur�a de la �poca. La carne no se gloriar� en Su presencia. Dios trat� con la conciencia, aunque en gracia, seg�n la verdadera posici�n del hombre responsable, y no se sujet� al juicio y razonamientos de la mente del hombre, totalmente incompetente para ello, y que lo pon�an fuera de su lugar como si pudiera juzgar por s� mismo. Dios.

Pero, adem�s de esto, el cristiano era m�s a�n que el objeto de la instrucci�n de Dios; �l mismo era de Dios en Cristo Jes�s; de Dios ten�a su vida, su ser, su posici�n de cristiano. Y Cristo era para �l, de parte de Dios, sabidur�a, justicia, santificaci�n y redenci�n, todo en contraste con las pretensiones de la mente humana, con la falsa justicia del jud�o bajo la ley, con los medios y la medida de la santificaci�n que esta suministr�. , y con la debilidad del hombre, la �ltima huella de la cual Dios quitar� en la liberaci�n que llevar� a cabo por su poder en Cristo cuando complete la obra de su gracia. As� somos de Dios, y Cristo es todo para nosotros de parte de Dios, para que el que se glor�a, se glor�e en el Se�or: breve pero poderoso testimonio de lo que es el cristianismo en sus elementos.

Nota 1

Esta declaraci�n es tanto m�s notable cuanto que tuvo una revelaci�n especial en cuanto a la cena del Se�or. Pero esa ordenanza tiene referencia a la unidad del cuerpo, que fue especialmente el testimonio del ap�stol. Los doce fueron enviados a bautizar a las naciones ( Mateo 28 ).

Información bibliográfica
Darby, John. "Comentario sobre 1 Corinthians 1". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/dsn/1-corinthians-1.html. 1857-67.