Bible Commentaries
1 Corintios 5

Versículos 1-13

Comienza a tratar los detalles de la conducta y de la disciplina; y, en primer lugar, la corrupci�n carnal llevada a cabo en medio de ellos hasta el �ltimo grado de dureza de conciencia. Aquellos que buscaron su propia influencia personal como maestros les permitieron continuar en ella. Lo condena sin reservas. Sigue la disciplina; porque Cristo hab�a sido ofrecido como el Cordero Pascual, y ellos deb�an celebrar la fiesta sin levadura, guard�ndose de la vieja levadura; para que sean de hecho lo que eran delante de Dios: una masa sin levadura.

En cuanto a la disciplina, era �sta: antes de que supieran que era su deber extirpar al malvado, y que Dios les hab�a dado el poder y les hab�a impuesto la obligaci�n de hacerlo, un sentido moral del mal deber�a, por lo menos, , haberlos llevado a humillarse ante Dios, y orar para que �l se lo llevara. Por el contrario, estaban hinchados de orgullo. Pero ahora el ap�stol les ense�a lo que debe hacerse, y lo hace cumplir con toda su autoridad apost�lica.

�l estaba entre ellos en esp�ritu, si no en cuerpo, y con el poder del Se�or Jesucristo, estando reunidos para entregar a tal persona a Satan�s; sino como hermano para la destrucci�n de la carne, a fin de que su esp�ritu sea salvo en el d�a de Cristo.

Aqu� se despliega todo el poder de la asamblea en su estado normal, unido y conducido por la energ�a apost�lica. Sus miembros; el ap�stol, vaso y canal del poder del Esp�ritu; y el poder del Se�or Jes�s mismo, la Cabeza del cuerpo. Ahora bien, el mundo es el teatro del poder de Satan�s; la asamblea, liberada de su poder, es la morada de Dios por el Esp�ritu. Si el enemigo hubiera logrado apartar por la carne a un miembro de Cristo, de modo que deshonra al Se�or andando seg�n la carne como hacen los hombres del mundo, es puesto fuera, y por el poder del Esp�ritu, como entonces ejercido en medio de ellos por el ap�stol, entregado al enemigo, que es a pesar de s� mismo servidor de los prop�sitos de Dios (como en el caso de Job), para que la carne del cristiano (que, por no ser capaz de darlo por muerto,

As� ser�a liberado de las ilusiones en las que la carne lo ten�a cautivo. Su mente aprender�a a discernir la diferencia entre el bien y el mal, a saber qu� era el pecado. El juicio de Dios se realizar�a en �l, y no se ejecutar�a sobre �l en aquel d�a en que ser�a definitivo para la condenaci�n de los que lo padecieran. Esta fue una gran bendici�n, aunque su forma fue terrible.

�Maravilloso ejemplo del gobierno de Dios, que usa la enemistad del adversario contra los santos como instrumento para su bendici�n espiritual! Tenemos tal caso completamente presentado ante nosotros en la historia de Job. Solo tenemos aqu�. adem�s, la prueba de que en su estado normal, estando all� el poder apost�lico [7], la asamblea ejerci� ella misma este juicio, teniendo discernimiento por el Esp�ritu y la autoridad de Cristo para hacerlo. Adem�s, cualquiera que sea la capacidad espiritual de la asamblea para empu�ar esta espada del Se�or (porque esto es poder), su deber positivo y ordinario se establece al final del Cap�tulo.

La asamblea era una masa sin levadura, vista en el Esp�ritu como asamblea, y no individualmente. Es as� que debemos verlo, porque es s�lo en el Esp�ritu que es as�. Dios ve a la asamblea como estando ante �l en la nueva naturaleza en Cristo. As� debe ser en la pr�ctica por el poder del Esp�ritu, a pesar de la existencia de la carne, que por la fe debe tener por muerta, y no permitir nada en su andar que sea contrario a este estado.

La asamblea debe ser una "masa nueva", y no lo es si se permite el mal, y, en consecuencia, debe purificarse de la vieja levadura, porque no tiene levadura en los pensamientos de Dios. Tal es su posici�n ante Dios. Porque Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado por nosotros: por lo tanto, debemos celebrar la fiesta con los panes sin levadura de la sinceridad y la verdad. Por tanto, hicieron mal al jactarse mientras este mal estaba en medio de ellos, por grandes que fueran sus dones.

Un poco de levadura fermenta toda la masa. El mal no se adhiri� solo a ese hombre que era personalmente culpable de �l. La asamblea no estaba clara hasta que se extingui� el mal ( 2 Corintios 7:11 ). No pod�an desvincularse en el trato de la vida ordinaria de todos aquellos que, en el mundo, andaban corrompidos, porque en tal caso tendr�an que salir del mundo.

Pero si alguno se llama a s� mismo hermano y anda en esta corrupci�n, con el tal no deben ni siquiera comer. Dios juzga a los que est�n fuera. La asamblea debe juzgar ella misma a los que est�n dentro, y echar fuera a todo lo que deba llamarse "malvado".

Nota #7

El ap�stol ( 1 Timoteo 1:20 ) ejerce este poder solo en cuanto a ciertos blasfemos. Es poder, no mero deber, y es importante distinguir claramente los dos: aunque el ap�stol aqu� lo hizo en y con la asamblea reunida, dice: "Ya he juzgado entregar a tal persona a Satan�s. En el vers�culo 13 ( 1 Corintios 5:13 ) tenemos el deber positivo de la asamblea sin la cuesti�n de un poder especial.