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Bible Commentaries
1 Samuel 5

Sinopsis del Nuevo Testamento de DarbySinopsis de Darby

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Versículos 1-12

El siguiente comentario cubre los cap�tulos 4, 5 y 6.

En el cap�tulo 4 los enemigos de Dios y de su pueblo despliegan su fuerza; los filisteos se pusieron en orden contra Israel. Dios, al anular la providencia, hace que todas las cosas concurran para producir el resultado propuesto. Haremos bien en detenernos un momento aqu�; porque los filisteos son de considerable importancia, a causa de la parte que toman en esta historia, como el poder del enemigo. Me parecen que representan el poder del enemigo que act�a dentro del c�rculo del pueblo de Dios.

Estaban en el territorio de los israelitas, dentro de la tierra, y aun de este lado del Jord�n. No eran, como los egipcios o los asirios, enemigos externos. Habitualmente hostiles a Israel, a aquellos que por designaci�n de Dios deber�an haber pose�do la tierra prometida, tanto m�s peligrosos por estar siempre a la mano y reclamar la posesi�n del pa�s, los filisteos nos presentaron en tipo el poder del enemigo actuando desde adentro No me refiero a la carne, sino al enemigo dentro de los l�mites de la iglesia profesante, actuando por supuesto a trav�s de instrumentos, el opresor del verdadero pueblo de Dios a quien pertenecen las promesas.

Israel, corrompido en todos sus caminos, y atrevido en sus caminos con Dios, porque hab�an olvidado Su majestad y Su santidad, buscan identificar a Jehov�* con ellos en su condici�n infiel, como lo hab�a sido en su estado original, en lugar de venir ante �l para saber por qu� hab�a abandonado a Su pueblo. Dios no los reconocer� ni los socorrer�. Por el contrario, se toma el arca del pacto, la se�al y el asiento de su relaci�n con el pueblo.

Su trono ya no est� en medio del pueblo; Su tabern�culo est� vac�o; toda relaci�n ordenada se interrumpe. �D�nde pueden ofrecer sacrificio? donde acercaos a Jehov� su Dios! Eli, el sacerdote, muere; y su piadosa nuera, abrumada por estas desastrosas noticias, pronuncia la oraci�n f�nebre del pueblo infeliz en el nombre que da a lo que ya no pod�a ser su alegr�a. El fruto de su vientre lleva s�lo esta impresi�n de la calamidad de su pueblo; es s�lo Ichabod a su vista.

�Qu� bendici�n haber tenido por gracia el c�ntico de Ana dado ya por el Esp�ritu para sostener la fe y la esperanza del pueblo! Toda conexi�n externa est� rota; pero Dios sostiene Su propia majestad; y si el infiel Israel no hubiera podido resistir a los adoradores de �dolos, el Dios a quien Israel hab�a abandonado vindica su gloria y prueba, incluso en el coraz�n de su templo, que esos �dolos no son m�s que vanidad.

Los filisteos est�n obligados a reconocer el poder del Dios de Israel, a quien Israel no pudo glorificar. Sus juicios sugirieron un medio para su conciencia natural que, mientras prueba que la influencia del poder omnipotente de Dios se siente incluso en criaturas desprovistas de inteligencia, haci�ndolas actuar en contra de sus instintos m�s fuertes, manifiesta tambi�n que en verdad fue Jehov�, el Omnipotente. Dios, que hab�a infligido el castigo bajo el cual estaban sufriendo.

Dios mantiene Su majestad incluso en medio de Israel. Ya no est� entre ellos asegurando las bendiciones prometidas. Su arca, expuesta por su infidelidad al trato indigno de los filisteos y de los inquisitivos, se convierte (como se�al de la presencia de Dios) en ocasi�n del juicio infligido a la temeridad de aquellos que se atrevieron a mirar en su interior, olvidando su divina majestad. quien hizo de �l Su trono y guard� Su testimonio en �l.

Pero �cu�ntas veces la ausencia de Dios hace sentir su valor, cuya presencia no hab�a sido apreciada! Israel, a�n privado de la presencia y la gloria de Jehov�, se lamenta por �l. Se�alemos aqu� que Dios no pod�a permanecer entre los filisteos. La infidelidad podr�a someter a Su pueblo a sus enemigos, aunque Dios estaba all�. Pero, dejado (por as� decirlo) a S� mismo, Su presencia juzg� a los falsos dioses. La asociaci�n era imposible; los filisteos no lo desean. No puedes gloriarte en una victoria sobre Aquel que, cuando es capturado, es tu destructor. Los filisteos se deshacen de �l. Los hijos de Satan�s nunca podr�n soportar la presencia del Dios verdadero.

Adem�s, el coraz�n de Dios no est� alejado de su pueblo. �l encuentra Su camino de regreso al pueblo de Su elecci�n de una manera soberana, lo que prueba que �l es el Dios de toda la creaci�n. Pero, como hemos visto, �l afirma Su majestad. M�s de cincuenta mil hombres pagan la pena de su imp�a temeridad. Dios regresa; pero todav�a necesita que �l se abra un camino seg�n Sus propios prop�sitos y tratos, seg�n el cual �l restablece Su relaci�n con el pueblo.

As� Samuel aparece de nuevo en escena cuando, habiendo permanecido el arca en Quiriat-jearim veinte a�os (cap. 7), Israel se lamenta en pos de Jehov�. El arca no se vuelve a colocar en su lugar, ni se restaura el orden original.

Información bibliográfica
Darby, John. "Comentario sobre 1 Samuel 5". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/dsn/1-samuel-5.html. 1857-67.
 
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