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Bible Commentaries
2 Samuel 12

Sinopsis del Nuevo Testamento de DarbySinopsis de Darby

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Versículos 1-31

El siguiente comentario cubre los cap�tulos 11, 12 y 13.

Sigue la historia de David y la esposa de Ur�as. David ya no act�a por fe en el servicio de Dios. Cuando llega el momento en que los reyes salen a la guerra, �l se queda en casa a gusto y env�a a otros en su lugar para pelear las batallas de Jehov�. A gusto y en la indolencia cae f�cilmente en el pecado, como sucedi� cuando busc� descanso entre los filisteos. Ya no estaba firme por la fe. Cuanto m�s cerca estaba David de Dios, m�s ineficaces eran sus intentos de ocultar su pecado.

Entregado a s� mismo por el tiempo del castigo, a�ade una segunda transgresi�n a la primera; lo completa y disfruta de su fruto, ahora que la eliminaci�n de todo obst�culo da una apariencia de legalidad a su curso. �Qu� triste historia! �Qu� indignidad! Se olvida de su posici�n como rey, y un rey de Dios. �Reinaba en justicia para aprovechar su poder real para oprimir a Ur�as? Se hace esclavo del desdichado Joab haci�ndolo c�mplice de su crimen.

�Qu� degradante! �Cu�nto m�s feliz era cuando, aunque perseguido como una perdiz en las monta�as, ten�a una fe viva y una buena conciencia! Pero, �qui�n puede rehuir el ojo de Dios? En consecuencia, Dios, que lo conoce y lo ama, no deja de visitar su pecado. Este fue un pecado muy grande: David lo cometi� en secreto; Dios lo castiga a la vista de todo Israel. Si David no supo c�mo glorificar a Dios, ni -mientras reinaba en su nombre- mantener un testimonio verdadero en cuanto a la naturaleza del reino de Dios; si por el contrario hubiera falsificado su car�cter, Dios mismo sabr� c�mo, a la vista de todos los hombres, volver sobre sus rasgos mediante el castigo que enviar� sobre el hombre que as� lo ha deshonrado, y que le hab�a quitado el �nico testigo. a Su gobierno que Dios hab�a establecido delante de los hombres.

Esta historia nos muestra hasta qu� punto el pecado puede cegar el coraz�n, aun cuando el juicio moral siga sano; muestra tambi�n el poder de la palabra fiel de Dios. Dios manifiesta al mismo tiempo la soberan�a de su gracia; porque aunque castig� a David con la muerte del ni�o, es otro hijo de Betsab� el elegido de Dios, el que lleg� a ser rey y cabeza de la familia real, el hombre de paz y de bendici�n, el amado de Jehov�.

David se somete bajo la mano de Dios; su coraz�n se inclina bajo �l en la profundidad de sus afectos. Lo entiende mejor que sus siervos, aunque m�s culpable que ellos. Act�a de acuerdo con la inteligencia espiritual. Hab�a confianza en Dios e intimidad con �l; y por lo tanto David puede abrir la parte m�s tierna de su coraz�n a Dios, la parte en la que Dios lo hab�a herido; pero cuando la voluntad de Dios es manifiesta, se somete por completo.

Vemos aqu� la obra evidente del Esp�ritu. Es el mismo Esp�ritu que obr� en Jes�s en Getseman�, aunque tanto la ocasi�n como la extensi�n del sufrimiento no s�lo fueron diferentes, sino muy importantes; pero el coraz�n se abre completamente a Dios y la sumisi�n es completa cuando se conoce la voluntad de Dios.

El pecado de David ha sido sumamente grande; pero podemos ver claramente en �l la preciosa obra del Esp�ritu. Confundido por la simple fidelidad de Ur�as, �no puede escapar de la mano de Dios! David es perdonado, porque confiesa su pecado; pero en cuanto a su gobierno, Dios se muestra inflexible, y perdonando al rey -porque merec�a la muerte- le anuncia que la espada nunca se apartar� de su casa.

Hemos visto un caso similar en la infidelidad de Jacob. El castigo de David tambi�n responde a sus pecados (comparar 2 Samuel 11:10 ; 2 Samuel 11:12 con la historia de Absal�n). En cuanto a los afectos de David, el castigo fue la muerte de su hijo, un castigo que �l sinti� profundamente; y el gobierno p�blico de Dios se manifest� en lo que se hizo, conforme a Su palabra, delante de todo Israel y del sol.

Es posible que los hijos de Am�n merecieran un juicio severo, y que este per�odo fuera el tiempo de su juicio; eran los enemigos insolentes del rey que Dios hab�a puesto, y que hab�a dado prueba de su bondadoso sentimiento hacia ellos. Pero en cuanto a su condici�n personal, no s� si David habr�a tratado a sus enemigos de esta manera cuando caminaba por el camino angosto de la fe. Como tipo, este juicio trae a la mente el justo juicio del Mes�as, y las terribles consecuencias de haberlo despreciado e insultado aun en Su gloria. Aprendemos de esto tambi�n, que cuando un pueblo est� maduro para el juicio, Dios lo traer� sobre ellos, aunque otros busquen actuar en gracia.

Cuando David demostr� que se hab�a olvidado de Dios y que hab�a fracasado en su total dependencia de �l, pronto estallaron los males en su casa. Hab�a aumentado el n�mero de sus esposas. La ra�z de la amargura brota y da frutos amargos. Aunque en general el coraz�n de David era recto ante Dios y lo reconoc�a profundamente, sin embargo, una vez fuera de ese camino de humilde dependencia que produce la fe y el sentido de la presencia de Dios, amarg� el resto de sus d�as siguiendo su propia voluntad. en medio de sus bendiciones.

Hay pecado en su casa, ira a causa del pecado, vacilaci�n por la parcialidad hacia Absal�n. Joab aparece en escena, como cada vez que estos asuntos de intriga y maldad se repiten en la historia. Esto es todo lo que hay que decir de la dolorosa historia de Amn�n y Absal�n.

Información bibliográfica
Darby, John. "Comentario sobre 2 Samuel 12". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/dsn/2-samuel-12.html. 1857-67.
 
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