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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Sinopsis del Nuevo Testamento de Darby Sinopsis de Darby
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
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Información bibliográfica
Darby, John. "Comentario sobre 3 John 1". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/dsn/3-john-1.html. 1857-67.
Darby, John. "Comentario sobre 3 John 1". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/
Versículos 1-15
La Tercera Ep�stola anima al creyente al ejercicio de la hospitalidad, ya sea hacia los hermanos conocidos o hacia los extra�os, y a todo cuidado ben�volo para adelantar su viaje al partir, siempre que vengan con la verdad y por la verdad sin salario ni provisi�n. Gaius los recibi� tal como parece. y les ayud� tanto en su propia casa como en su viaje. Di�trefes, por el contrario, no amaba a estos extranjeros, que andaban, se dice, sin una misi�n formal y sin ning�n medio visible de subsistencia. Hab�an salido por causa del Se�or y no hab�an recibido nada de los gentiles. Si en realidad surgieron del amor a ese nombre, se hizo bien en recibirlos.
Nuevamente el ap�stol insiste en la verdad, como caracter�stica del amor real: "A quien amo en la verdad", le dice a Gayo. Se regocij� cuando los hermanos (aquellos, me imagino, a quienes Gayo hab�a recibido en su casa y ayudado en su viaje) testificaron de la verdad que hab�a en �l, ya que en efecto andaba en la verdad. El ap�stol no tuvo mayor gozo que el de o�r que sus hijos caminaban en la verdad. Al recibir a los que sal�an a predicar la verdad, ayudaban a la verdad misma; ellos eran colaboradores con �l.
Di�trefes no tendr�a nada que ver con esto; no solo se neg� a recibir a estos predicadores itinerantes, sino que excomulg� a los que lo hicieron. Reclam� la autoridad para s� mismo. El ap�stol lo recordar�a. Es su deber hacer el bien. "El que hace el bien es de Dios".
Va tan lejos, con respecto a la verdad, que dice que la verdad misma dio testimonio a Demetrio. Supongo que este �ltimo la hab�a propagado, y que el establecimiento y confirmaci�n de la verdad en todas partes, al menos donde hab�a trabajado, era un testimonio con respecto a s� mismo.
Esta insistencia en la verdad, como prueba para los �ltimos d�as, es muy notable; y tambi�n lo es esta predicaci�n itinerante de personas que no aceptaron nada de los gentiles cuando salieron, dejando que Dios los hiciera ser recibidos por aquellos que ten�an la verdad en el coraz�n, siendo la verdad su �nico pasaporte entre los cristianos, y el �nico medio por el cual el ap�stol pod�a custodiar a los fieles. Parece que eran de la raza jud�a, porque dice, "no recibiendo nada de los gentiles", haciendo as� el ap�stol la distinci�n.
Observo esto, porque, si es as�, se hace simple y evidente la fuerza de la expresi�n "y no s�lo para los nuestros" ( 1 Juan 2:2El ap�stol, como lo hace Pablo, hace la diferencia de 'nosotros', los jud�os, aunque uno en Cristo. Tambi�n podemos se�alar que el ap�stol se dirigi� a la asamblea, y no a Di�trefes, su cabeza; y que fue este l�der quien, amando la preeminencia, resisti� las palabras del ap�stol que la asamblea, como parece, no estaba inclinada a hacer.
Gayo persever� en su conducta piadosa, a pesar de la autoridad eclesi�stica (cualquiera que haya sido su derecho o su derecho pretendido) que evidentemente ejerci� Di�trefes: porque expuls� a personas de la asamblea.
Cuando el ap�stol viniera, �l (como Pablo) manifestar�a su verdadero poder. No pose�a en s� mismo una autoridad eclesi�stica para remediar estas cosas por mandato. Estas ep�stolas son muy notables a este respecto. Con respecto a los que andaban predicando, el �nico medio que ten�a, incluso en el caso de una mujer, era llamar su atenci�n sobre la verdad. La autoridad del predicador yac�a totalmente en eso.
Su competencia era otro asunto. El ap�stol no conoc�a ninguna autoridad que sancionara su misi�n, cuya ausencia demostrar�a que era falsa o no autorizada. Toda la cuesti�n de su recepci�n resid�a en la doctrina que tra�an. El ap�stol no ten�a otra forma de juzgar la autoridad de su misi�n: no hab�a entonces otra; porque, si hubiera habido alguno, esa autoridad habr�a fluido de �l.
Habr�a podido decir: "�D�nde est�n las pruebas de su misi�n?" �l no sab�a nada pero esto �traen la verdad? Si no, no los saludes. Si traen la verdad, hac�is bien en recibirlas, a pesar de todos los Di�trefes del mundo.