Bible Commentaries
Deuteronomio 15

Sinopsis del Nuevo Testamento de DarbySinopsis de Darby

Versículos 1-23

El siguiente comentario cubre los cap�tulos 14 y 15.

El cap�tulo 14 proh�be que el pueblo, como hijo del Dios viviente, imite las costumbres profanas que indicaban la devoci�n de los id�latras a los seres impuros que adoraban. Dios hab�a elegido a Israel para s� mismo. Tampoco deb�an contaminarse comiendo cosas abominables. Eran un pueblo santo. Los diezmos y todas las primicias deb�an ser ofrecidos a Dios.

As� consagrados, cada uno pod�a comerlos en el lugar donde Dios hab�a puesto su nombre. La misma orden se hab�a dado (cap. 12) con respecto al lugar donde deb�an ser comidos, con el agregado de que los ni�os, siervos y siervas pod�an participar de ellos, aplic�ndolo tambi�n a los votos, la libertad. las ofrendas voluntarias y la ofrenda alzada. Estas ordenanzas son muy notables. [1] Otro, que se encuentra al final del cap�tulo 14, puede agregarse aqu�.

El diezmo del tercer a�o deb�a ser guardado dentro de sus puertas, y el levita, el hu�rfano y el extranjero deb�an venir y comer de �l; y el que as� hiciere, ser�a bendito de Jehov� en toda la obra de sus manos. Aqu� todo fue santificado, como si hubiera sido presentado a Jehov�. Hab�a as� el reconocimiento, por un lado, de que el pueblo era Suyo, por el otro, que todo lo que ten�an era de �l; pero al devolverle lo que les hab�a dado, disfrutaron, en comuni�n con �l y sus familias, de las cosas comunes a Dios y al pueblo, dadas por �l, ofrecidas a �l y disfrutadas en Su presencia en comuni�n unos con otros. , Dios mismo participando de ellos, porque el todo le fue ofrecido.

No fue aqu� donde los sacerdotes abrieron camino para que el pueblo se acercara a Dios: Dios fue honrado por la ofrenda. Dios disfrut� de la piedad del pueblo, y el pueblo mismo ofreci� con alegr�a. Sentados ante Dios mismo, en el gozo de la comuni�n con �l, como en la misma mesa, era el pueblo el que gozaba del privilegio.

En el caso del diezmo del tercer a�o, no es el gozo familiar del pueblo con Dios, sino la gracia que hace gozar a los extra�os o necesitados, ya los siervos de Dios que no tienen herencia. Fue dentro de sus puertas que esto sucedi�. Tuvieron el privilegio de actuar en gracia de Jehov�, al comunicar a Sus pobres lo que �l les hab�a dado. No fueron a la casa de Jehov�, sino que invitaron a la viuda, al hu�rfano y al levita a su casa para que se regocijaran, y Jehov� los bendijo.

La relaci�n inmediata del pueblo con Dios en comuni�n familiar y en gracia aqu� es muy notable. Los sacerdotes est�n fuera de escena; siendo los levitas los objetos de la liberalidad del pueblo, por no tener herencia (comparar Deuteronomio 12:19 ).

El cap�tulo 15 ense�a a cada uno del pueblo a considerar con liberalidad y gracia a sus hermanos pobres (esta consideraci�n adem�s se les asegura por el a�o de la liberaci�n, que se aplicaba a las deudas ya los esclavos hebreos). La dependencia del que as� respetaba a Jehov� en sus pobres, deb�a ser puesta en Dios, quien lo bendecir�a al obrar as� de acuerdo con su mandamiento; porque los pobres eran sus pobres.

Nota 1

Generalmente se explica que hab�a un diezmo doble; es decir, que esto no se refiere al diezmo regular pagado a los levitas, como se ordena en los dem�s lugares de la ley, y que los diezmos levitas quedaron como estaban seg�n las prescripciones anteriores de la ley; y es de notar que deb�an pagarse localmente a los levitas, no donde Jehov� hab�a puesto Su nombre. Dos a�os llevaron las diferentes ofrendas al lugar escogido de Jehov�, y comieron y se regocijaron, pero el tercero, invitaron al levita y al pobre a casa.

Tob 1:7 nos da hist�ricamente todos estos diferentes diezmos y ofrendas; s�lo parece que, estando las diez tribus en rebeli�n y apostas�a, gente piadosa llev� los diezmos lev�ticos a Jerusal�n. Am�s 4:4 muestra. hab�a un h�bito especial de diezmar cada tres a�os, luego en Betel. En todo caso, lo que caracteriza a Deuteronomio es que gozan juntos de la bondad de Dios, y hacen gozar con ellos a los pobres, levitas y extranjeros; mientras que los sacerdotes, aunque nombrados, son completamente ignorados en estos puntos (ver Deuteronomio 12:6-7 ; Deuteronomio 12:11-12 ; Deuteronomio 12:17-18 ; Deuteronomio 14:22-28 ).

La porci�n de los sacerdotes est� en Deuteronomio 18:3-4 . Pero primicias y primicias en el cap�tulo 12 no son la misma palabra; ni Deuteronomio 14:23 . Pero todo el tono de Deuteronomio es compa�erismo y disfrute solo ante el Se�or, no sacerdotal o servicio de altar.

Información bibliográfica
Darby, John. "Comentario sobre Deuteronomy 15". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/dsn/deuteronomy-15.html. 1857-67.