Bible Commentaries
Deuteronomio 19

Sinopsis del Nuevo Testamento de DarbySinopsis de Darby

Versículos 1-21

El siguiente comentario cubre los cap�tulos 19, 20 y 21.

El cap�tulo 19 se abre con ordenanzas que contemplan al pueblo en posesi�n y disfrute de la tierra; deb�an observarlas, para que la tierra no fuera contaminada, y para que el pueblo anduviese en la fortaleza de Jehov�.

Se se�alan tres ciudades de refugio, y el que mata a su pr�jimo, sin odiarlo, se distingue del homicida: un principio importante, en cuanto al destino de la naci�n jud�a, que hace una distinci�n entre aquellos que han tomado parte voluntariamente en la muerte del Se�or, o los que despu�s de todo coraz�n aprueban la obra, y los que la han hecho por ignorancia. Las normas de justicia tambi�n contra los falsos testigos se dan aqu�. En el cap�tulo 20 tenemos las ordenanzas relativas a la guerra.

En el cap�tulo 21 tenemos tres casos interesantes, por los principios que se aplican a los caminos de Dios con Israel: el caso del hombre hallado muerto; el del hijo de la mujer odiada; y la del hijo rebelde. La tierra de Jehov� debe mantenerse pura. Israel tendr� que hacer esta confesi�n en los �ltimos d�as, y limpiarse de la sangre del Mes�as. Si el caso de las dos esposas se aplica a Israel en la tierra, se aplica a�n m�s de cerca a Cristo (Cabeza de los gentiles) y la asamblea con quien �l heredar� todas las cosas, aunque en la tierra Israel sea la esposa amada.

Sin embargo, Israel, como hijo rebelde bajo el antiguo pacto, es condenado y cortado; en cuanto a los redimidos, la maldici�n de la ley ha ca�do sobre otro. Los que leen la Biblia conocen demasiado bien la aplicaci�n del final de este cap�tulo como para que sea necesario que me detenga en �l. El punto aqu� bajo consideraci�n es la profanaci�n de la tierra, que Jehov� hab�a dado por heredad al pueblo; la dureza de coraz�n de los sacerdotes al aplicar el precepto bajo las circunstancias es espantosa, pero natural.

Ahora resumir� brevemente los temas que hemos visto en Deuteronomio 16:18 . Tenemos los medios, en cuanto a autoridad, empleados por Dios para mantener al pueblo en sus caminos y en el conocimiento de su voluntad, para que puedan disfrutar de la tierra en paz. Se deb�an nombrar jueces y oficiales, y juzgar con rectitud.

El sacerdote y el juez, elevados de manera extraordinaria, deb�an comunicar, en caso de necesidad, el juicio y voluntad de Dios, y el pueblo deb�a obedecerlos. En caso de que el pueblo deseara un rey, se dan instrucciones respecto a su conducta. Se dan instrucciones para aquellos levitas que deben dedicarse al servicio de Jehov�, en el lugar escogido por �l como Su morada. El pueblo, buscando conocer la voluntad de Dios, no deb�a consultar a los adivinos.

Jehov� levantar�a un profeta. Despu�s se hace provisi�n para que la tierra no se contamine con sangre; los ancianos de la ciudad deb�an tomar conocimiento del hecho, si el asesino hab�a matado sin un prop�sito determinado. Las ciudades de refugio presentan un hermoso tipo del estado de Israel, en cuanto a su pecado, al haber matado al Se�or Jes�s, ya sea por ignorancia (como la gracia de Dios lo mira con respecto a los que se arrepienten), o a sabiendas (como la perseverancia en rechazarlo ser�a la prueba de): este es el principio sobre el cual Dios los juzgar�.

As�, en este �ltimo punto de vista, el pueblo fue colocado bajo la severidad escudri�adora de la ley. En el cap�tulo 20 se hace provisi�n para conciliar cualquier guerra que pudiera surgir con el disfrute de la tierra y la bendici�n de Dios, ya sea individualmente o en caso de conquista; y se dan instrucciones para asegurar la presencia del poder de Dios, y para mostrar c�mo los enemigos deb�an ser tratados de acuerdo con la mente de Dios; prohibi�ndose toda misericordia hacia las naciones de Cana�n, para que Israel no supiera las abominaciones de que eran culpables.

El cap�tulo 21 da otra disposici�n para evitar que la tierra sea contaminada por la sangre, al tiempo que declara (como en otros lugares) que la vida pertenece a Dios, que, cuando se infrinjan sus derechos, �l no parpadear�. No podemos dejar de ver que la sangre de Cristo es, sobre todo, aquella de la que Israel es aqu� (cap. 21) culpable (ver Salmo 51 ), y la sangre de Jes�s es la �nica expiaci�n por el pecado que la derram�.

Los ancianos se excusan alegando su ignorancia de lo que se hab�a hecho. Lo mismo ocurrir� con respecto a Israel. As� suplica tambi�n Pablo. Sin embargo, no hay nada m�s que la sangre de la vaca que nunca llev� el yugo que pueda borrar el pecado. As� se quitar� del pueblo la culpa de la sangre inocente. Las siguientes direcciones son de hecho direcciones pr�cticas para Israel; pero me parece que contienen, al mismo tiempo, algunos de los principios de Dios hacia su pueblo. As�, tanto Israel en la tierra como la asamblea en el cielo han sido los verdaderos primog�nitos, a quienes Dios no desheredar�. Y el hijo rebelde presenta tambi�n a Israel en la desobediencia final a Dios.

Información bibliográfica
Darby, John. "Comentario sobre Deuteronomy 19". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/dsn/deuteronomy-19.html. 1857-67.