En el cap�tulo 24 se pronuncia juicio definitivo contra Jerusal�n, que ni siquiera se avergonzaba de sus pecados. El d�a que Nabucodonosor pone sitio a Jerusal�n, muere la esposa del profeta; y, aunque ella era el objeto m�s querido de sus afectos, Ezequiel no deb�a llorar. Bajo la figura de la muerte de su esposa se le instruye que refrene su coraz�n ante el juicio de Jehov�. Una vez ejecutado el juicio, se abrir�a la boca del profeta, y la palabra de Jehov� se dirigir�a abiertamente al remanente, para que Jehov� les fuera conocido. Jerusal�n debe ser puesta como un caldero en el fuego para derretir y consumir todo. Dios la hab�a limpiado, pero ella no estaba limpia; y ahora �l hace que Su furor descanse sobre ella.
Información bibliográfica Darby, John. "Comentario sobre Ezekiel 24". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/dsn/ezekiel-24.html. 1857-67.
Versículos 1-27
En el cap�tulo 24 se pronuncia juicio definitivo contra Jerusal�n, que ni siquiera se avergonzaba de sus pecados. El d�a que Nabucodonosor pone sitio a Jerusal�n, muere la esposa del profeta; y, aunque ella era el objeto m�s querido de sus afectos, Ezequiel no deb�a llorar. Bajo la figura de la muerte de su esposa se le instruye que refrene su coraz�n ante el juicio de Jehov�. Una vez ejecutado el juicio, se abrir�a la boca del profeta, y la palabra de Jehov� se dirigir�a abiertamente al remanente, para que Jehov� les fuera conocido. Jerusal�n debe ser puesta como un caldero en el fuego para derretir y consumir todo. Dios la hab�a limpiado, pero ella no estaba limpia; y ahora �l hace que Su furor descanse sobre ella.