Bible Commentaries
Ezequiel 26

Sinopsis del Nuevo Testamento de DarbySinopsis de Darby

Versículos 1-21

El siguiente comentario cubre los cap�tulos 26, 27 y 28.

Aunque en cierto sentido sobre el territorio de Israel, Tiro tiene otro car�cter, y es objeto de una profec�a aparte (caps. 26-28), porque representa el mundo y sus riquezas, en contraste con Israel como pueblo de Dios; y se regocija, no como los dem�s por odio personal, sino porque (teniendo intereses opuestos) la destrucci�n de aquello que restring�a su carrera dio curso libre a su ego�smo natural. Es digno de notarse en estas profec�as, c�mo Dios pone al descubierto todos los pensamientos del hombre con respecto a Su pueblo y lo que ellos han sido para �l.

En el cap�tulo 27, Tiro es juzgada por su mala voluntad hacia el pueblo y la ciudad de Dios. Es derribado como sistema mundano, y todo lo que formaba su gloria desaparece ante el soplo de Jehov�.

En el cap�tulo 28 es el pr�ncipe y el rey de Tiro los que son juzgados por su orgullo. Los vers�culos 1-10 ( Ezequiel 28:1-10 ) nos presentan al pr�ncipe de la gloria de este mundo como un hombre, exalt�ndose a s� mismo y buscando presentarse como un dios, habiendo adquirido riquezas y gloria por su sabidur�a. Vers�culos 11-19 ( Ezequiel 28:11-19 ), mientras contin�a hablando de Tiro, vaya, creo, mucho m�s lejos, y descubra, aunque oscuramente, la ca�da y los caminos de Satan�s, vu�lvase a trav�s de nuestro pecado el pr�ncipe y dios de este mundo

El pr�ncipe de Tiro representa a Tiro y al esp�ritu de Tiro. Los Vers�culos que siguen (( Ezequiel 28:11-19 ) son mucho m�s personales. No dudo que, hist�ricamente, se hace referencia a la misma Tiro; los Vers�culos 16-19 ( Ezequiel 28:16 28:16- `9) lo prueban.

Pero, repito, la mente del Esp�ritu va mucho m�s all�. El mundo y sus reyes se presentan como el jard�n de Jehov� debido a las ventajas de que disfrutan. (Se cuestiona el gobierno exterior de Dios, que hasta entonces hab�a reconocido a las diferentes naciones alrededor de Israel). Sin embargo, esto se aplica m�s especialmente a Tiro, que estaba situada en el territorio de Israel, en la tierra de Emanuel, y que, en la persona de Hiram, hab�a sido aliada de Salom�n, y hab�a ayudado incluso a construir el templo.

Su culpabilidad fue proporcionada. Es el mundo en relaci�n con Dios, y si el pr�ncipe de Tiro representa este estado de cosas como siendo el mundo, y un mundo que ha sido altamente exaltado en sus capacidades por esta posici�n, una exaltaci�n de la que se jacta al deificarse a s� mismo, el rey representa la posici�n misma en que, bajo este aspecto, el mundo ha sido colocado, y cuyo abandono le da el car�cter de apostas�a.

Es este car�cter el que da ocasi�n para la declaraci�n de la apostas�a del enemigo contenida en estos vers�culos. Hab�a estado donde florec�an las plantas de Dios[1], hab�a sido cubierto de piedras preciosas (es decir, con toda la variedad de belleza y perfecci�n, en que la luz de Dios se refleja y transforma al manifestarse en, y con respecto a la creaci�n). Aqu� el variado reflejo de estas perfecciones hab�a estado en la criatura: una criatura era el medio de su manifestaci�n.

No era luz propiamente dicha. (Dios es luz; Cristo es la luz aqu� abajo, y en cuanto �l vive en nosotros, nosotros somos luz en �l). Era el efecto de la luz actuando en la criatura, como un rayo de sol en un prisma. Es un desarrollo de su belleza, que no es su perfecci�n esencial, sino que procede de ella.

Los siguientes son los rasgos del car�cter del rey de Tiro, o del enemigo de Dios, el pr�ncipe de este mundo. �l es el querub�n ungido-est� cubierto de piedras preciosas-ha estado en Ed�n, el para�so de Dios, sobre el monte de Dios-camin� en medio de las piedras de fuego-era perfecto en sus caminos hasta que se hall� la iniquidad en �l. Es arrojado del monte de Dios a causa de sus iniquidades; su coraz�n se enalteci� a causa de su hermosura, y se corrompi� a s� mismo.

M�s adelante, encontramos lo que, en cuanto a la criatura, es m�s exaltado; act�a en el gobierno judicial de Dios seg�n la inteligencia de Dios (este es el car�cter del querub�n ungido). Est� revestido de la belleza moral que refleja diversamente el car�cter de Dios como luz [2]. Se le reconoce entre las plantas de Dios, en las que Dios despleg� su sabidur�a y su poder en la creaci�n, seg�n su benepl�cito, como Creador.

Tambi�n hab�a estado all� donde se ejerc�a la autoridad de Dios: en el monte de Dios. Camin� donde las perfecciones morales de Dios se mostraban en su gloria, una gloria ante la cual el mal no pod�a resistir: "las piedras de fuego". Sus caminos hab�an sido perfectos. Pero todas estas ventajas fueron motivo de su ca�da y la caracterizaron. Porque los privilegios que disfrutamos siempre caracterizan nuestra ca�da. �De d�nde hemos ca�do? es la pregunta; porque es el haber fallado all�, cuando lo pose�amos, lo que degrada nuestra condici�n.

Adem�s, no es una tentaci�n exterior, como en el caso del hombre, una circunstancia que en verdad no quit� la culpa del hombre, pero que modific� su car�cter. "Tu coraz�n se elev� a causa de tu hermosura". Se enalteci� contra Dios, y fue expulsado por profano del monte de Dios. Su esp�ritu, independiente en seguridad, se humill� cuando fue arrojado al suelo. Su desnudez se manifiesta a todos; su locura al final ser� evidente para todos.

Se a�ade el juicio de Sid�n. Y luego, habi�ndosele quitado toda esperanza a Israel, cuando se cumpla el juicio de las naciones, Dios las re�ne y las hace habitar en su tierra en paz para siempre.

Nota 1

Podemos ver, Ezequiel 31:8-9 ; Ezequiel 31:16 , que esta es una descripci�n de los reyes de la tierra, por lo menos antes de Nabucodonosor, quien primero sustituy� un solo dominio dado por Dios, a los muchos reyes de las naciones reconocidas por Dios como resultado de Babel, y en el centro del cual fue puesto Su pueblo, para dar a conocer el gobierno de Dios por medio de ellos.

La especial relaci�n de Tiro con Israel a�adi� algo a la posici�n de ciudad mercante, y dio lugar tambi�n al uso que aqu� se hace de la historia de su rey como tipo o figura del pr�ncipe de este mundo.

Nota 2

Obs�rvese que esto tiene lugar en la criatura. En el caso de Aar�n, el tipo de Cristo como sacerdote, existe en la perfecci�n absoluta de la gracia, que nos presenta a Dios seg�n su perfecci�n en la luz. Luego se la ve en la gloria como el fundamento de la ciudad, la novia, la esposa del Cordero, en el Apocalipsis. Es decir, estas piedras presentan el fruto de la luz perfecta, lo que Dios es en Su naturaleza brillando en ya trav�s de la criatura, en la creaci�n, la gracia y la gloria.

Información bibliográfica
Darby, John. "Comentario sobre Ezekiel 26". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/dsn/ezekiel-26.html. 1857-67.