Bible Commentaries
Ezequiel 29

Sinopsis del Nuevo Testamento de DarbySinopsis de Darby

Versículos 1-21

El siguiente comentario cubre los cap�tulos 29, 30, 31 y 32.

Los cap�tulos 29-32 contienen el juicio de Egipto. Egipto busc�, en la voluntad propia del hombre, tomar el lugar que Dios de hecho le hab�a dado a Nabucodonosor. Todos deben presentar. El poderoso imperio de Asur ya hab�a ca�do. Fara�n, cualesquiera que fueran sus pretensiones y su ambici�n, no fue mejor. Vemos este juicio del asirio, el jefe de todas las naciones en cuanto a su poder, en Ezequiel 31:10-11 ; donde el "poderoso de las naciones" es claramente presentado ante este decreto de Dios.

Fara�n se consolar�a viendo a todos los grandes de la tierra derribados como �l. Ya ca�dos como los incircuncisos (es decir, como personas que no eran pose�das por Dios, ni por lo tanto sostenida por �l), todos deben dar lugar a este nuevo poder en manos de Nabucodonosor. Lo que caracteriz� a Egipto fue el orgullo de la naturaleza, que seguir�a su propia voluntad y no reconocer�a a Dios ( Ezequiel 29:9 ).

Tal principio ya no ser� la confianza del pueblo de Dios ( Ezequiel 29:16 ). Egipto deber�a tener su lugar, pero ya no deber�a gobernar. El juicio de Egipto debe ser la ocasi�n de la bendici�n de Israel. Esto llega hasta el final. En la destrucci�n de Asiria, Dios hab�a mostrado que no permitir�a que una naci�n se exaltara a s� misma de esta manera.

La voluntad del hombre en Fara�n no alter� Su juicio. En Nabucodonosor, como hemos visto, Dios mismo introdujo un nuevo principio en el mundo. Observe que en Ezequiel 32:27 Mesec y Tubal se distinguen del resto de las naciones.

Esta profec�a acerca de Egipto tiene una importancia particular. Se compone de tres profec�as distintas. El primero (caps. 29, 30) se subdivide; el segundo, el cap�tulo 31; el tercero, el cap�tulo 32. Pero este �ltimo se extiende hasta el final del cap�tulo 39, y abarca varios temas en relaci�n con el destino de Israel en los �ltimos d�as. Obs�rvese que Ezequiel 29:17-21 es una profec�a de fecha muy diferente, introducida aqu� por su relaci�n con la que la precede en el mismo cap�tulo. Ezequiel 30:20-26 es tambi�n una profec�a distinta en cuanto a su fecha.

Hasta el cap�tulo 25 encontramos principalmente argumentos morales con respecto al estado de Israel; desde all� hasta el final del cap�tulo 32 es m�s bien la ejecuci�n del juicio. Pero la profec�a que anuncia esta ejecuci�n es notable en m�s de un aspecto. Se considera que Nabucodonosor est� ejecutando el juicio de Dios, cuyo siervo es con el prop�sito de hacerlo en Jerusal�n, ahora convertida preeminentemente en el asiento de la iniquidad aunque el santuario de Dios.

Al mismo tiempo Dios libera Su tierra, por estos mismos juicios de todas las naciones que injustamente la pose�an. Destruye el altivo poder del hombre en el que hab�a confiado Israel, es decir, Egipto, que nunca volver� a levantarse como naci�n gobernante. Pero era el d�a de todas las naciones. El resultado de estos juicios, ya sea sobre la Jerusal�n rebelde o sobre las naciones, debe ser al mismo tiempo el restablecimiento de Israel seg�n la promesa y por el poder de Dios en gracia.

Las trampas que los hab�an llevado al mal fueron quitadas (ver Ezequiel 26:16-21 ; Ezequiel 27:34-36 ). As�, aunque estos hechos han tenido su cumplimiento hist�rico por mano de Nabucodonosor, se han manifestado los caminos de Dios en vista del restablecimiento de Israel, en cuanto a los juicios a ejecutar -juicio, por el cual todas las naciones , as� como Israel, que era su centro, desaparecen de escena como naciones.

El Esp�ritu, mientras relata la ejecuci�n de los juicios que iban a caer sobre Asur, Elam y Mesec, da detalles de los que hab�an invadido la tierra o hab�an sido trampas para Israel. De modo que el relato prof�tico de estos mismos juicios contiene en s� mismo la esperanza segura concedida a Israel por la gracia eficaz del Se�or. No puedo dudar que toda esta profec�a de juicio se relaciona -en una perspectiva acercada por la energ�a del Esp�ritu- a los acontecimientos de los �ltimos d�as, que ser�n el pleno cumplimiento de estos prop�sitos e intenciones de Dios.

En Ezequiel 30:3 , vemos que es universal [1]. Ya he citado los pasajes que muestran que para Israel es la liberaci�n de sus antiguas trampas. Son derrocadas las pretensiones del hombre ( Ezequiel 29:3-9 ), el esp�ritu de dominio ( Ezequiel 31:10-14 ).

La nada de la gloria del hombre se muestra al final del cap�tulo 31, y de cada juicio del cap�tulo 32. Ya hemos visto que el destino de Mesec se menciona por separado, quiz�s en vista de lo que le suceder� en el �ltimo d�as, y que se anuncia m�s adelante ( Ezequiel 39:5 ).

Es importante remarcar un punto en esta serie de profec�as, que comienza con el juicio de Jerusal�n, el centro del antiguo sistema de naciones. Son ejecutados con el objeto de que todos conozcan a Jehov�: s�lo en el caso de Israel hay, adem�s de esto, el entendimiento y la verificaci�n especial de la profec�a. V�ase Ezequiel 24:24-27 , Israel; Ezequiel 25:5 ; Ezequiel 25:7 ; Ezequiel 25:11 , Am�n y Moab; Ezequiel 25:15-17 , venganza especial contra los filisteos; el cap�tulo 26, Tiro; Ezequiel 28:22 , Sid�n; Ezequiel 29:19 , Egipto; como tambi�n Ezequiel 30:26 ; Ezequiel 32:15 .

Con respecto a Edom ( Ezequiel 25:14 ), solo se dice que Edom conocer� la venganza de Jehov� por medio de Israel, una prueba m�s de que en ciertos aspectos esta profec�a se extiende hasta los �ltimos d�as. Estas profec�as, entonces, nos proveen en general con la manifestaci�n del poder de Jehov�, para darlo a conocer a todos por los juicios que �l ejecut�; ya parcialmente realizada en las conquistas de Nabucodonosor, pero que se cumplir� plenamente dentro de poco a favor de Israel.

Se notar� que, en el vers�culo 12 del cap�tulo 35 ( Ezequiel 35:12 ), cuando se juzga nuevamente a Edom, solo se dice: "Sabr�s que yo, Jehov�, he o�do todas tus blasfemias". Pero en los vers�culos 4, 9 ( Ezequiel 35:4 ; Ezequiel 35:9 ), se dice de Edom, "Sabr�is" o "Sabr�is que yo soy Jehov�.

"De modo que este conocimiento de Jehov� es por el juicio mismo, no por alg�n conocimiento espiritual resultante de �l; porque, cuando toda la tierra se regocije, Edom ser� desolada. Ser� por medio del juicio que todas las naciones sabr�n que Jehov� es Dios. Pero cuando el juicio haya sido ejecutado y toda la tierra se regocije en la bendici�n, Edom tendr� s�lo juicio. Comp�rese con Abd�as. Edom sufrir� el juicio por medio de los poderosos entre las naciones, pero el mismo Israel dar� el golpe final.

Podemos ver los dos medios de dar a conocer a Jehov� en el caso de Israel ( Ezequiel 24:24-27 ; Ezequiel 28:26 ; Ezequiel 34:27 ; Ezequiel 36:11 ). En los dem�s casos es por sentencia.

Todav�a tenemos que observar que en el caso de Tiro, la gloria comercial, y en el caso de Egipto, el orgullo gubernamental fundado en el poder, son absolutamente juzgados, abatidos y destruidos sin remedio ( Ezequiel 26:21 ; Ezequiel 27:36 ; Ezequiel 31:18 ).

Compare Ezequiel 32:32 . Esto se ha cumplido literalmente con respecto a la Tiro continental y el Egipto de los faraones. Hemos visto una destrucci�n total de Edom anunciada por Jehov�. Lo que caracteriz� a Edom fue su odio implacable hacia el pueblo de Dios.

Nota 1

Se recordar� que con Nabucodonosor Dios dej� de lado el orden que previamente hab�a establecido en el mundo, revelado en Deuteronomio 32 (es decir, de naciones y pueblos dispuestos alrededor de Israel como centro). �l ya no posee a Israel como Su pueblo. As�, el orden cae por s� solo, y la antigua Babel, el lugar de dispersi�n, se convierte en el centro de un imperio absorbente.

En relaci�n con el hecho de que Israel ya no es reconocido como pueblo, siendo juzgado como tal, Dios se dirige a la conciencia individual en medio de la naci�n. Pero este fue el juicio de las naciones, y el llamado de un remanente. Y es por eso que la profec�a llega en su pleno alcance al juicio final de la tierra, cuando ese juicio y llamado se cumplan plenamente. En consecuencia, Dios mismo libera y salva a su pueblo, juzgando entre oveja y oveja, y ejecutando la ira contra todos los que las han pisoteado.

El juicio del �nico imperio absorbente no forma parte de las profec�as de Ezequiel (esto se encuentra en Daniel), salvo en cuanto es juzgado todo opresor y mal pastor (cap. 34). La conexi�n de este imperio con Israel en los �ltimos d�as no ser� inmediata. Favorecer� pol�ticamente a los jud�os que no son due�os del Se�or. Lo que noto aqu� forma la clave de la profec�a. Ezequiel habla desde en medio de Israel cautivo, y no se ocupa de Jud�, pose�da por s� misma en la tierra bajo el poder de los gentiles.

Información bibliográfica
Darby, John. "Comentario sobre Ezekiel 29". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/dsn/ezekiel-29.html. 1857-67.