Bible Commentaries
Isaías 8

Sinopsis del Nuevo Testamento de DarbySinopsis de Darby

Versículos 1-22

El siguiente comentario cubre los Cap�tulos 7, 8 y 9:1-7.

Pero esto requiere un mayor desarrollo; y se da de manera notable en la siguiente profec�a, comprendida en los Cap�tulos 7, 8, 9 hasta el final del Verso 7 ( Isa�as 9:1-7 ). Ciertas promesas estaban ligadas a la familia de David, en las que -como vimos al examinar los Libros de Samuel- Dios hab�a renovado las esperanzas de Israel, cuando los lazos entre �l y el pueblo se rompieron al tomar el arca, y �l hab�a abandonado su lugar en Shiloh.

Ahora la casa de David, el �ltimo sustento del pueblo en la responsabilidad, tambi�n ha fallado en la fidelidad. Acaz ha dejado a Jehov�, y ha levantado altar a dios extra�o en el templo de Jehov�. En el cap�tulo 7, el Esp�ritu de Dios dirige al profeta al rey y se dirige a �l. Isa�as iba a ir a su encuentro, con Shear-jashub su hijo, un ni�o simb�lico cuyo nombre significa "el remanente volver�".

Pero el Se�or busca primero, como lo hizo con respecto al pueblo en el cap�tulo 1, animar a esta rama de David a actuar con fe, y as� glorificar a Dios. Le anuncia al rey que los designios de Rez�n y Peka vendr�n y hasta le propone que le pida una se�al. Pero Acaz est� demasiado lejos del Se�or para valerse de ella, aunque responde con formas de piedad. Y de nuevo, como hab�a hecho con respecto al pueblo, Jehov� declara lo que suceder� a la familia de David, y al pueblo bajo su dominio.

Los dos puntos de este anuncio prof�tico son: el don de Emmanuel, el hijo de la virgen; y la completa desolaci�n de la tierra por los asirios. Estas son en verdad las claves de toda la profec�a de Isa�as. Sin embargo, quedar� un remanente. El vers�culo 16 ( Isa�as 7:16 ) se refiere a Shear-jashub; pero esta profec�a va m�s all�.

En el cap�tulo 8 el segundo ni�o prof�tico anuncia con su nombre la aparici�n pr�xima de este enemigo y sus estragos; y entonces, puesto que el pueblo despreciaba las promesas hechas a la familia de David y se regocijaba en la carne, Jehov� tomar�a el asunto en sus manos. En consecuencia tenemos toda la secuela de la historia del pueblo, de las direcciones dadas al remanente, y de la intervenci�n de Dios en poder para el establecimiento de la bendici�n plena en la Persona del Mes�as.

En el cap�tulo 7, donde se trata el tema de la responsabilidad de la familia de David, se promete Emanuel como se�al; pero el �xito del asirio es completo sin ning�n rev�s. Una vez tra�do Emmanuel, todo cambia; la tierra es suya. El asirio llega hasta el cuello, porque las aguas de Silo� hab�an sido despreciadas. Pero Immanuel asegur� todo. As�, el Esp�ritu prof�tico pasa a los acontecimientos de los �ltimos d�as, de los cuales Senaquerib fue s�lo un tipo.

Exhibe todos los designios y confederaciones de las naciones aniquiladas por causa de Emanuel-Dios (est�) con nosotros. Es la liberaci�n completa de Israel en los �ltimos d�as ( Isa�as 8:5-10 ). Y en cuanto al remanente, �qu� curso han de seguir? ( Isa�as 8:11 , y siguientes.

) No se inquieten por el temor del pueblo, ni se unan a ellos en sus confederaciones, sino que santifiquen al mismo Jehov� de los ej�rcitos, y le den toda su verdadera importancia en sus corazones. �l ser� su santuario en el d�a de su angustia.

Pero, �qui�n es, pues, este Emanuel, este Jehov� de los ej�rcitos? Bien lo sabemos. Esto trae entonces toda la historia del rechazo de Cristo, y la posici�n del remanente y de la naci�n en consecuencia, y de la intervenci�n final del poder de Dios. El pasaje es demasiado claro para necesitar mucha explicaci�n. Se�alar� sus temas principales. Cristo se convierte personalmente en piedra de tropiezo. [1] En consecuencia de esto, el testimonio de Dios se deposita exclusivamente en las manos y los corazones de Sus disc�pulos, el remanente elegido de Dios.

�l esconde Su rostro de Jacob; pero, seg�n el Esp�ritu de profec�a, este remanente lo espera y lo busca. Mientras tanto, Cristo y los hijos que Jehov� le ha dado son por se�ales a las dos casas de Israel (comparar Romanos 11:1-8 ). Aquellos (la naci�n) que rechazan la piedra est�n en rebeli�n y angustia en la tierra de Emanuel; son entregados a la desolaci�n.

Sin embargo, esta angustia no es como los primeros estragos de los asirios, porque el Mes�as, habi�ndose aparecido, ha tomado en sus manos la causa de su pueblo, seg�n los consejos de Dios. El Esp�ritu de profec�a pasa de inmediato, como sucede constantemente, de Su aparici�n como luz, a los resultados de la liberaci�n que �l llevar� a cabo en los �ltimos d�as (de Isa�as 9:2-3 ).

Porque la iglesia era un misterio escondido en Dios, y no objeto de profec�a o promesa. Roto el yugo del asirio, todo el resplandor de la gloria de la divina Persona del Mes�as resplandece en la bendici�n de su pueblo.

Estos dos sujetos, el Mes�as y el asirio, forman la base de toda la profec�a que habla de Israel, cuando este pueblo es el objeto reconocido de los tratos de Dios. Puede notarse que el asirio aparece aqu� dos veces: la segunda vez en relaci�n con una reuni�n de las naciones. La primera vez, cap�tulo 7, �l es el instrumento de Jehov� para el castigo de Israel, y hace su propia voluntad sin duda alguna de ser quebrantado.

La segunda vez, cap�tulo 8, llena la tierra; pero la asamblea de las naciones reunidas contra Israel es quebrantada y reducida a nada. Esta espera de la intervenci�n de Jehov� (sin compartir los temores del mundo en los �ltimos d�as, ni buscar esa fuerza que el mundo piensa encontrar en la confederaci�n, sino, por el contrario, descansando absolutamente s�lo en Jehov�) contiene en principio una instrucci�n valiosa para el d�a presente.

[Nota: Isa�as 9:8-21 se analiza en el pr�ximo cap�tulo.]

Nota 1

El comienzo del Verso 17 es el pasaje citado en Hebreos 2 , junto con el Verso 18 ( Isa�as 9:17-18 ), para probar la humanidad del Se�or y Su conexi�n con el remanente.

Información bibliográfica
Darby, John. "Comentario sobre Isaiah 8". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/dsn/isaiah-8.html. 1857-67.