Bible Commentaries
Miqueas 1

Sinopsis del Nuevo Testamento de DarbySinopsis de Darby

Versículos 1-16

El Se�or habla en este libro desde Su templo, y se dirige a todos los pueblos, a toda la tierra. Es decir, �l toma Su lugar sobre Su trono terrenal para juzgar a toda la tierra, en testimonio contra todas las naciones. Pero �l viene de lo alto, saliendo de Su lugar para hollar las alturas de la tierra. Y todo lo que se enaltece ser� fundido debajo de �l, y todo lo que se envilece ser� como cera delante del fuego.

�Y por qu� esta intervenci�n en el juicio? �Por qu� no deja que las naciones anden todav�a en sus propios caminos, lejos de �l, en la paciencia de su insensatez? Es porque Su propio pueblo, el testigo de Su nombre sobre la tierra, est� en transgresi�n contra �l, se ha entregado al servicio de otros dioses, oa la iniquidad. Ya no hay m�s testimonio de Dios en la tierra, a no ser que sea un falso testimonio; y Dios, por lo tanto, debe d�rsela a s� mismo.

Todos los pecados de las naciones vienen entonces a la memoria ante �l, y se extienden ante ojos que no pueden soportarlos. �l deja a su pueblo a las consecuencias de su pecado, para que caigan bajo el poder de sus enemigos, cuyo orgullo por esto se eleva a tal altura que hace caer el juicio de Dios, quien interviene para liberar al remanente a quien �l ama. y para tomar Su lugar de Gobernante justo sobre todas las naciones.

Ya hemos visto, m�s de una vez, que el asirio juega el papel principal en estas escenas finales de los caminos de Dios sobre la tierra. Nuevamente lo encontramos aqu� como la vara de Dios, un tema prominente en la profec�a de Miqueas.

Miqueas 1:6-8 . La iniquidad de Samaria y sus im�genes talladas son la causa del terrible azote, seg�n el justo juicio de Dios; y las olas de este diluvio llegaron hasta Jud�.

Se notar� aqu�, que los acontecimientos que tuvieron lugar en los d�as del profeta que habla, teniendo el mismo car�cter moral que el juicio definitivo de los �ltimos d�as, se usan para introducir la acci�n grandiosa de ese juicio, mientras que tambi�n como un advertencia al pueblo para el tiempo entonces presente. Ya lo hemos visto, m�s de una vez, en los profetas.

Salmanasar y Senaquerib est�n sin duda a la vista aqu�; pero son s�lo la ocasi�n de la profec�a, vista en toda su extensi�n. El asirio sube a las puertas de Jerusal�n. Su progreso se describe en los vers�culos 11-16 ( Miqueas 1:11-16 ), como en Isa�as, solo que la descripci�n est� m�s entremezclada con las causas del juicio sobre las diferentes ciudades que ataca que en Isa�as, quien enumera m�s bien como las etapas de su marcha.

Información bibliográfica
Darby, John. "Comentario sobre Micah 1". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/dsn/micah-1.html. 1857-67.