Bible Commentaries
Salmos 10

Sinopsis del Nuevo Testamento de DarbySinopsis de Darby

Versículos 1-18

El siguiente comentario cubre Salmo 9 y 10.

En Salmo 9 y 10 entramos hist�ricamente en las circunstancias del remanente en los �ltimos d�as en la tierra. Una vez establecidos los grandes principios (el juicio del Mes�as remanente en medio de Israel por su rechazo, un camino que hab�a aprendido en persona la gloria en el Hijo del hombre), obtenemos en estos un prefacio en cuanto a las circunstancias, una exposici�n de ellas. abajo, para que la escena de los ejercicios, el estado de cosas que los origina, y la liberaci�n obrada por el juicio de Dios, puedan ser claramente ante nosotros.

Podemos se�alar aqu�, en confirmaci�n de los juicios expresados ??anteriormente, que el hombre justo, el Mes�as, seg�n los consejos de Dios, pero rechazado (con los consiguientes dolores del remanente en el que as� entra), y en consecuencia glorificado como Hijo de hombre, y puesto sobre todas las obras de las manos de Dios, habiendo sido presentado ante nosotros en los primeros ocho salmos, nos encontramos inmediatamente (al entrar en el detalle hist�rico de las circunstancias) en los �ltimos d�as, el remanente justo estando bajo la opresi�n de los imp�os y de los paganos. El Mes�as, en Esp�ritu, en el remanente oprimido, reconoce la justicia de Jehov�, en juicio, sentado en el trono juzgando con rectitud.

N�tese aqu� la gran diferencia, de paso, entre la celebraci�n de la justicia de Dios, sentado en el trono, juzgando con rectitud y vindicando al justo del opresor, y Cristo en la cruz, que no fue vindicado en la tierra, sino se declara a s� mismo desamparado de Dios (sus enemigos, exteriormente, teniendo toda su voluntad contra �l), y luego siendo establecida la justicia de manera celestial, la justicia de Dios al ponerlo a su diestra en los lugares celestiales.

"De justicia, porque voy a mi Padre, y no me ver�is m�s". En cuanto a esta justicia, fue quitado completamente del mundo, de modo que los disc�pulos, como en la carne, como era el caso de los jud�os, no lo vieron m�s. Hab�a glorificado a Dios, y era glorificado en Dios, como Dios lo ha sido en �l. La justicia que juzgaba al opresor, aunque ejecutada por Dios, que es el �nico realmente justo y tiene poder, ten�a su esfera y medida en el gobierno terrenal, y en el discernimiento del justo y el imp�o entre los hombres, el oprimido y el opresor. Estaba conectado con el justo gobierno de Dios. La clara aprehensi�n de esta diferencia es la clave de todo el marco de pensamiento de los Salmos.

Otro punto, que puede ser �til se�alar, es este. En la traducci�n al ingl�s se traducen varias palabras pueblo: Am [1] en singular, pueblo, o Ammi [2] mi pueblo (Israel): Goim [3] paganos o naciones, es decir, los de fuera, que est�n en contraste con Israel como pueblo de Dios. Israel es designado as� para se�alar su culpa, Salmo 43:1 .

Leummim [4] los pueblos y naciones en general sobre la tierra, las diversas razas de la humanidad; 'Pueblos de Ammim en plural, creo que las naciones vistas en conexi�n con Israel restaurado y puesto en relaci�n con Jehov�.

Volviendo ahora a los salmos que tenemos ante nosotros: Salmo 9 nos presenta a Jehov�, el Alt�simo (los nombres de Dios que se relacionan con los jud�os, y el cumplimiento milenario de las promesas hechas a Abraham), liberando al pueblo por juicio de la opresi�n de las naciones y destrucci�n de los imp�os. El jud�o liberado celebra esta bondad que ha mantenido el derecho y la causa de los justos.

El Esp�ritu de Cristo habla plenamente en esto, como habiendo asumido sus intereses. Es realmente Su derecho. Si el jud�o tiene alguno, es a trav�s de �l. Si lo dicen, �l ha puesto las palabras en su boca. De hecho, si Cristo no hubiera entrado en su dolor y no les hubiera dado estas palabras, no podr�an haber dicho: Mi derecho.

Consideremos este primer salmo principal (en cuanto a las circunstancias) con algo m�s de detalle. El humilde y oprimido alaba a Dios con todo su coraz�n, bajo el doble nombre de Jehov� y Alt�simo. [5] El hecho de que sus enemigos retrocedan no es simplemente una victoria humana. Caen y perecen ante la presencia de Jehov� Elohim. Pero esto fue para mantener el derecho y la causa del piadoso en realidad el derecho y la causa de Cristo, quien se hab�a entregado as� mismo a su porci�n con graciosa simpat�a.

En el vers�culo 6 ( Salmo 9:6 ) se destaca un principio muy importante para la fe en todo tiempo, para luego ser verificado en los hechos. Los esfuerzos del enemigo aqu� son para el tiempo. Puede destruir, si Dios lo permite, la prosperidad presente. El Se�or permanece para siempre. Solo tenemos que hacer Su voluntad de paso. �l siempre tiene Su camino al final. Esa voluntad que hacemos por el camino, tal vez en el dolor y el sufrimiento entonces, reinar� seguramente al final del camino. Las destrucciones ahora iban a llegar a su fin perpetuo, las ciudades y su memoria hab�an sido destruidas. Jehov� permanece para siempre.

Hemos o�do de la paciencia de Job que estaba en el camino; hemos visto el fin del Se�or que es la base para la fe. Camina con Aquel que ciertamente tiene el fin a sus �rdenes. �l permanecer� para siempre ha preparado Su trono para el juicio. El juzgar� al mundo universal con justicia, y administrar� juicio a los pueblos con rectitud. Este era el car�cter p�blico de Jehov�. Pero hab�a una parte privada de su car�cter, por as� decirlo, cuya realizaci�n, aunque tambi�n p�blica, es el gran tema del salmo; y precisamente con aquel primero p�blico, el gran tema de todos los salmos.

Ambos son conocidos s�lo por la fe, pero se celebran de antemano. Esta segunda parte es esta: Jehov� es un refugio para los oprimidos, un refugio en tiempos de angustia. El resultado es la confianza en Jehov� en todo tiempo por parte de los que conocen Su nombre. La intervenci�n de Jehov� en aquel d�a en favor de los que le buscan har� bueno este nombre en todas partes.

Tambi�n se destaca otro punto. Jehov� mora en Sion revel�ndose as� mismo. Sus hechos, lo que �l hace para la exhibici�n de Su nombre a trav�s del juicio a favor del remanente, han de ser declarados entre los pueblos [6] otra palabra que la que se usa a menudo, y que significa, me temo, los pueblos que �l reconoce que son puedan as� confiar en �l. �l es devuelto as� a Si�n al final. Los vers�culos 13-14, ( Salmo 9:13-14 ), son el clamor del remanente, y sobre la base de la misericordia, para que sus corazones alaben a Jehov� en Si�n, as� como a causa de Sus juicios; El vers�culo 15 ( Salmo 9:15 ) celebra el juicio; y la moraleja, por as� decirlo, se cuenta en el vers�culo 16 ( Salmo 9:16 ).

Jehov� es conocido por el juicio que ejecuta. Es evidente la forma en que este salmo sirve como prefacio para comprender el alcance del libro y su aplicaci�n a los �ltimos d�as. Una vez capturado, ayuda en gran medida a la inteligencia de todo el libro. En el vers�culo 17 ( Salmo 9:17 ) los malvados, [7] sean quienes sean, tanto jud�os como gentiles, y de hecho particularmente los jud�os, y todas las naciones que se olvidan de Dios, [8] se muestran como rechazados y juzgados, y tener su lugar en el Hades por juicio.

Y en esto Dios se acuerda de los necesitados, porque la destrucci�n de los imp�os es su liberaci�n. Por eso, para esto, para que Jehov� se levante, es el clamor del remanente. Esta caracter�stica explica ciertas expresiones en los salmos a los que antes he aludido a la demanda de juicio. Compare el car�cter de los juzgados en Romanos 1-2. S�lo all� la ira es del cielo, no gubernamental en la tierra de Sion; y se hallar� un mayor desarrollo moral, como era de esperarse, y no el juicio exterior de las naciones. [9]

El cuerpo de Salmo 10 describe el estado de las cosas en los �ltimos d�as, hasta que Jehov� se levante para juzgar, y m�s especialmente el car�cter de los imp�os, porque �l es conocido por su car�cter, y se encuentra especialmente en el jud�o. Compare Isa�as 40-48 y 49-58: en un pasaje, la cuesti�n es particularmente la idolatr�a y Babilonia; en el segundo, el rechazo del Mes�as (los dos pecados capitales que llevan a juicio a los jud�os, Jehov� y Su Ungido).

El malvado en su orgullo act�a sobre lo que se ve; como justos por la fe en el car�cter de Jehov�, la fe en �l. El imp�o se jacta en el deseo de su coraz�n, y bendice a aqu�l (lo considera feliz, es decir) a quien Jehov� aborrece. Persigue sus planes sin conciencia, buscando destruir a los humildes con astucia, y considera que Dios se ha olvidado de �l. �Cu�n bien podr�a Cristo ayudarlos aqu�! Los humildes lloran bajo la opresi�n. �Por qu� Jehov� se para lejos, y se esconde en el tiempo de angustia?

Estaban lejos de estar donde estaba Cristo, pero la sombra, por as� decirlo, de ese dolor pasaba sobre ellos, pero pod�an esperar en Dios. As� en el vers�culo 12 ( Salmo 10:12 ). Piden a Dios que levante su mano para no olvidar a los humildes: �por qu� los malvados han de despreciar a Dios? Jehov� lo ha visto y lo pagar�; el pobre se encomendaba a �l.

El vers�culo 16 hasta el final ( Salmo 10:16-18 ) celebra la venida de Jehov� en respuesta y sus resultados. Jehov� es Rey para siempre; las naciones perecieron de su tierra. Est� el juicio p�blico; ahora el secreto del Se�or. Jehov� ha o�do el deseo de los humildes. �l prepar� su coraz�n, y luego escuch�; y esa audiencia ser� para juzgar, para ser Juez de los hu�rfanos y de los oprimidos, para que el hombre de la tierra, el que ten�a all� su fuerza y ??su esperanza, no oprimiera m�s.

Se requieren una o dos observaciones en ambos salmos. Hay dos bandos, y en cierto sentido tres, adem�s del remanente pobre y humillado que espera en Dios: los paganos (Goim), extra�os a Israel, que los oprimen, enemigos de Dios; y los imp�os, luego m�s especialmente entre los jud�os, como hemos visto. He dicho tres, porque de los malvados se habla en doble sentido. En general, de hecho exclusivamente en Salmo 10 y cada vez que se usa en Salmo 9 , excepto el vers�culo 17 ( Salmo 9:17 ), es en singular.

En el vers�culo 17 ( Salmo 9:17 ) est� en plural, para mostrar que todos ellos ser�n arrojados al Seol. En singular es, a mi juicio, caracter�stica; mas no dudo, habr� un malvado especial El Sin Ley, 2 Tesalonicenses 2:8 ; el Anticristo, pero conocido aqu� ciertamente por su car�cter, no por una profec�a distinta de su persona.

La anarqu�a se manifiesta, pero no El An�rquico, y no se limita a uno. La analog�a de esto, con las circunstancias en que Cristo estuvo en Su rechazo en la tierra, es muy clara, como es el caso con todas las formas de maldad. La Trinidad misma es imitada con picard�a en el Apocalipsis. Est� la ciudad de la corrupci�n, como la novia de Cristo; y as�.

Hasta aqu�, salvo que el Mes�as de los consejos de Dios fue sacado a relucir en Salmo 2 , el hombre justo fue dado caracter�sticamente, y aqu� era necesario caracterizar a todo el partido opuesto a Jehov� y Su Cristo, aunque uno puede ser la expresi�n concentrada de Este personaje. El remanente deb�a juzgar moralmente por este car�cter.

A continuaci�n, observe, estos inicuos son juzgados con los paganos; todos vienen juntos bajo el mismo juicio. Los imp�os ser�n convertidos en "Seol", y todos los paganos que se olvidan de Dios. Entonces, vers�culo 5 ( Salmo 9:5 ): "Has reprendido a las naciones, has destruido a los imp�os". Salmo 9 es, como hemos visto, la visi�n general de la intervenci�n de Jehov� en el juicio.

En Salmo 10 tenemos particularmente la posici�n del dolor y la prueba del remanente interior. Por lo tanto encontramos al imp�o (hombre), no a los paganos hasta que en la ejecuci�n del juicio se descubre que ellos tambi�n han perecido fuera de la tierra de Jehov�, para identificar el juicio con las declaraciones generales de Salmo 9 . Cu�n completamente todo esto responde a la historia que tenemos de los �ltimos d�as, no necesito decirlo.

Nota 1

Salmo 3:6 .

Nota 2

Salmo 3:8 (aqu� "tu pueblo", pr�cticamente lo mismo).

Nota 3

Salmo 2:8 . Las referencias hebreas son a los Vers�culos en hebreo.

Nota #4

Salmo 7:7-8 .

Nota #5

Estos nombres no carecen de importancia. Uno es el nombre permanente de Dios en Israel, Su memorial para siempre; el otro, el nombre milenario de Dios introducido por los juicios de los que habla el salmo. Compare Salmo 91 y G�nesis 14:19-20 .

Nota #6

Ammim, ( Salmo 9:11 ). Leumim, ( Salmo 9:9 ).

Nota #7

Aqu� en plural. La diferencia a veces es importante, porque, como dice Pablo, est� ese maligno.

Nota #8

No hubiera gustado retener a Dios en su conocimiento.

Nota #9

En Apocalipsis 4 se encuentran los personajes de los serafines, as� como de los querubines, como prefacio, creo, de los juicios all�, caracterizados por estar de acuerdo con la naturaleza santa de Dios, as� como gubernamentales. Es cierto que la aplicaci�n de Isa�as 6 , donde solo se encuentran los serafines, es a juicio gubernativo, porque la gracia preserv� un remanente. Pero la incompatibilidad de Jehov� y la inmundicia con el hombre en s� mismo es lo que ve el profeta.

Información bibliográfica
Darby, John. "Comentario sobre Psalms 10". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/dsn/psalms-10.html. 1857-67.