Bible Commentaries
1 Corintios 14

Comentario de Ellicott para Lectores en InglésComentario de Ellicott

Versículo 1

XIV.

(1) Siga la caridad. - Mejor, sigue el amor. El cap�tulo anterior es entre par�ntesis, y el Ap�stol vuelve aqu� al tema que hab�a estado ocupado inmediatamente antes de bifurcarse en ese gran Salmo del Amor. Ha hablado con entusiasmo en alabanza de la superioridad del amor como la m�s grande entre las gracias, y de todas las gracias como superior a todos los dones; pero aun as�, aunque debemos "hacer esto", no debemos dejar el otro sin hacer.

Los dones espirituales deben ser "esforzados con empe�o". As� como hubo una prioridad en las gracias, tambi�n la hay en los dones. Profetizar es el mayor don; es as�, como veremos despu�s, porque nos hace �tiles a nuestros hermanos; por lo tanto, hay que luchar por conseguirlo m�s que por cualquier otro regalo.

Versículo 2

Porque el que habla en lengua desconocida. - Mejor, para el que habla en lenguas. La palabra "desconocido" no est� en el original, pero se ha insertado en relaci�n con la palabra lengua "a lo largo de este cap�tulo, para que los diversos pasajes parezcan ser consistentes con la teor�a de que el don de lenguas era un don. de idiomas. Este no es el lugar para entrar en la cuesti�n de qu� manifestaci�n externa particular de este don se evidenci� en el D�a de Pentecost�s.

(V�ase Hechos 2:1 .) A�n as�, creyendo que el don de lenguas del que se habla aqu� es id�ntico al don de lenguas que se otorg� por primera vez en Pentecost�s, yo dir�a que los fen�menos descritos que ocurrieron entonces deben ser explicados por el relato m�s completo y elaborado de la naturaleza del regalo que se nos da aqu�.

Frente a la teor�a de que el don era el de la capacidad de hablar varios idiomas, tenemos tres consideraciones. (1) La palabra dialectos, que se usa repetidamente para expresar idiomas ( Hechos 1:19 ; Hechos 2:6 ; Hechos 2:8 ; Hechos 21:40 ; Hechos 22:2 ; Hechos 26:14 ), nunca es usada por S t.

Pablo o por el autor de los Hechos en referencia a las expresiones de aquellos que pose�an el don de lenguas, pero la otra palabra, glossa, que es, literalmente, el �rgano f�sico del habla, como si las declaraciones fueran simplemente sonidos que proced�an de eso. (2) No hay rastro alguno de que este conocimiento de idiomas se haya usado alguna vez con el prop�sito de predicar a quienes hablaban idiomas extranjeros.

El idioma de los licaonios evidentemente no fue entendido por los ap�stoles cuando se les dirigi� en �l (v�ase Hechos 14:11 ), y no hablaron en �l. El hecho de que los oyentes de Pentecost�s dijeran que escucharon a los que estaban llenos del Esp�ritu "hablar en nuestro propio idioma" s�lo implicar�a que el derramamiento de Pentecost�s tuvo por el momento un efecto milagroso, que ces� inmediatamente, o que "todos los elementos del habla aramea y helen�stica, latentes en el lenguaje habitual de la �poca, se avivaron, bajo el poder de este don, a una nueva vida, a veces inteligible, a veces ininteligible para quienes lo escuchaban, pero siempre expresiva de la vitalidad y energ�a del Esp�ritu que lo animaba.

�(3) La descripci�n del don en este cap�tulo es completamente inconsistente con que sea un don de idiomas. El don fue el resultado de un poder espiritual vivificado por la acci�n del Esp�ritu Santo (ver tambi�n Hechos 2:4 ; Hechos 10:44 ; Hechos 19:6 ); se derramaba en expresiones salvajes y apasionadas, que a veces se confund�an con delirio ( 1 Corintios 14:23 ); y estas eran las expresiones, no de pensamientos, sino de sentimientos, ininteligibles siempre, si no interpretadas, para el oyente y, a veces, para el que las pronuncia.

Debe observarse que fen�menos espirituales muy notables, no muy distintos de los que se registran aqu�, acompa�aron muchos per�odos de gran avivamiento espiritual. Las historias de los primeros trabajos de Wesley y Whitfield, y de Irving, por tomar ejemplos solo en Inglaterra, ofrecen algunas ilustraciones muy notables. El tema general de la primera parte de este cap�tulo ( 1 Corintios 14:1 ) es el don de lenguas, y as� se trata:

I.

LA PROFEC�A ES SUPERIOR AL DON DE LENGUAS ( 1 Corintios 14:2 )

Porque

(1)

Las lenguas son el medio de comuni�n entre el individuo y Dios, mientras que la profec�a es comuni�n con otros hombres ( 1 Corintios 14:2 ).

(2)

Las lenguas te hacen bien a ti mismo; la profec�a hace bien a los dem�s ( 1 Corintios 14:4 ).

Esta verdad se ilustra ( a ) por la variedad de instrumentos musicales ( 1 Corintios 14:7 ); ( b ) por la distinci�n de notas musicales ( 1 Corintios 14:8 ); ( c ) por las variedades del lenguaje humano ( 1 Corintios 14:10 ).

II.

APLICACI�N PR�CTICA DE LO ANTERIOR ( 1 Corintios 14:11 ).

(1)

Cu�l debe ser el fin y el objeto de los cristianos ( 1 Corintios 14:12 ).

(2)

Su propio ejemplo ( 1 Corintios 14:14 ).

III.

LLAMA ADEM�S A SU INTELIGENCIA EN CUANTO A ESTA VERDAD ( 1 Corintios 14:21 ).

(1)

El Antiguo Testamento ense�a el mismo principio ( 1 Corintios 14:21 ).

(2)

El don de profec�a es un medio para difundir el cristianismo, y el don de lenguas no lo es ( 1 Corintios 14:23 ).

En el esp�ritu habla misterios. - Las declaraciones provienen, no de su mente, sino de su esp�ritu, movido por el Esp�ritu Santo; y habla de misterios ininteligibles para los dem�s.

Versículo 3

Edificaci�n, exhortaci�n y consuelo. - Se comunicaban con Dios hablando en lenguas; se comunicaban con los hermanos por medio de la profec�a, edificando, estimulando y animando, seg�n lo requiriera cada uno.

Versículo 4

El que habla en lengua desconocida. - Mejor, el que habla en lenguas. La introducci�n de la palabra "desconocido" destruye toda la fuerza del pasaje. Todas las lenguas, a diferencia de los idiomas, eran desconocidas, es decir, ininteligibles. El don de profec�a es superior en utilidad al de lenguas y, por lo tanto, debe ser preferido. El uso de la palabra "edificar", aplicada �nicamente a un individuo, a diferencia del individuo como parte de toda la Iglesia, es inusual en St.

Pablo (ver nota sobre 1 Corintios 8:1 ), pero se presenta para hacer la ant�tesis tanto verbal como l�gicamente m�s sorprendente.

Versículo 5

Quisiera que todos hablaran en lenguas. - Para evitar el peligro de malentendidos o tergiversaciones, el Ap�stol afirma enf�ticamente aqu� que el error que est� combatiendo es la exaltaci�n indebida del don de lenguas en detrimento de otros dones. El maestro de la verdad religiosa para los dem�s, que con ello edifica todo el edificio del cuerpo de Cristo, es m�s grande que el que se beneficia �l mismo al poseer una emoci�n profunda pero incomprensible.

Excepto que �l interprete. - El don de interpretaci�n podr�a, por tanto, pertenecer a la misma persona que ten�a el don de lenguas: y si tuviera este poder de articular en beneficio de otros la emoci�n que expresa incoherentemente en la enso�aci�n, entonces el don de lenguas fue �til para el Iglesia en general, y por eso era tan valiosa como la profec�a.

Versículo 6

Ahora, hermanos. - Transfiri�ndose estas cosas a s� mismo en una imagen, el Ap�stol refuerza la ense�anza anterior. Ahora ( es decir, viendo que estas cosas son as�), �de qu� me servir�a venir a ustedes hablando en lenguas? Les he estado diciendo que no pueden beneficiar a otros: les pregunto, �creen que hablar en lenguas podr�a beneficiarlos?

Excepto que yo les hablar� a ustedes ... - Aqu� hay una expansi�n de la �interpretaci�n de lenguas� del vers�culo anterior, y cu�l es la condici�n de la cual depende cualquier utilidad del don. La "revelaci�n" y el "conocimiento" son los dones internos del maestro mismo, que son las fuentes de su poder para comunicar "profec�a" ( es decir, exhortaci�n general) o "doctrina" ( es decir, instrucci�n religiosa sistem�tica) a sus oyentes. .

Versículo 7

E incluso cosas sin vida. - La flauta y el arpa eran los instrumentos m�s conocidos, y el principio reci�n establecido de la inutilidad de los sonidos a menos que sean distintivos se ilustra con referencia a ellos. No se pod�a saber si se estaba tocando un arpa o una flauta, a menos que cada uno diera un sonido distinto. El punto aqu� no es, como parecen sugerir los ingleses, que debe haber una diferencia en la afinaci�n, para saber qu� se est� tocando o arpeando, esa ilustraci�n aparece en el siguiente verso, sino que cada instrumento tiene su propio sonido peculiar. .

Versículo 8

Porque si la trompeta da un sonido incierto. - No solo cada instrumento tiene su propio sonido, sino que en cada instrumento hay una distinci�n de notas. Si una trompeta no hace sonar claramente el avance cuando se pretende, o la retirada cuando se pretende, la trompeta es in�til, los soldados no saben qu� hacer.

Versículo 9

As� tambi�n vosotros. - Esta no es la aplicaci�n de lo anterior, sino la introducci�n de una tercera ilustraci�n, a saber, las variedades del lenguaje humano. La "lengua" aqu� es simplemente el �rgano real del habla, que en griego se distingue, por la inserci�n del art�culo, de las "lenguas" que fluyen del don espiritual. Si un ser humano no usa palabras que los que le hablan entiendan, es in�til; esas palabras pasan como sonidos al aire y son in�tiles.

Versículo 10

Puede que haya tantos tipos de voces en el mundo. - Hay una gran cantidad de voces o idiomas en el mundo, y ninguno de ellos tiene un significado correcto cuando se habla correctamente y para la persona adecuada. Ninguna palabra en ning�n idioma puede carecer de significado, sino que debe corresponder a alg�n pensamiento, porque el pensamiento existe primero y la palabra se inventa como expresi�n de �l.

Versículo 11

Por tanto, si no conozco el significado de la voz. - El lenguaje es in�til a menos que sepamos qu� significado se le atribuye a cada palabra pronunciada. El oyente es un extranjero (o b�rbaro ) , entonces, en la estimaci�n del hablante, y el hablante es un extranjero en la estimaci�n del oyente. As�, la verdad de que los sonidos de las lenguas son in�tiles a menos que transmitan ideas definidas a los oyentes, se ilustra (1) por diferentes instrumentos de m�sica, (2) por diferentes sonidos de un instrumento, (3) por diferentes palabras y lenguajes de hombres vivos. - en todos los casos, la transmisi�n de ideas distintas es el signo y la prueba de su utilidad.

Versículo 12

Incluso as� vosotros. - A continuaci�n se muestra la aplicaci�n pr�ctica de la ense�anza e ilustraci�n anteriores. El �vosotros� de 1 Corintios 14:9 se les dirigi� como seres humanos en general; pero aqu� el Ap�stol vuelve al tema inmediato que nos ocupa, a saber, la exaltaci�n de los dones espirituales particulares en la Iglesia de Corinto.

Pasa ahora del contraste entre profec�a y lenguas para dar instrucci�n pr�ctica ( 1 Corintios 14:12 ) en cuanto a c�mo deben procurar usar el don de lenguas. La palabra para "dones espirituales" es, en el griego, literalmente esp�ritus, pero evidentemente significa los dones, y especialmente el que estamos considerando: el don de lenguas.

Procuren sobresalir en la edificaci�n de la iglesia. - Mejor, procurad, pues, la edificaci�n de la Iglesia, para que abund�is. El punto no puede ser que deb�an buscar sobresalir en los dones espirituales, para poder edificar a la Iglesia, porque el siguiente vers�culo explica c�mo se debe buscar el don para que pueda edificar a otros; pero la fuerza del pasaje aqu� es como se dio anteriormente: deben buscar este don para el beneficio de otros, y as� ellos mismos, al servir a otros, abundar�n a�n m�s y m�s ( 1 Corintios 8:7 ; 1 Tesalonicenses 4:1 ).

Versículo 13

En una lengua desconocida. - Mejor, en lengua. El don de interpretaci�n har�a �til el don de lenguas para la edificaci�n de la Iglesia. Este ser�a un objeto de oraci�n desinteresada, que Dios ciertamente responder�a. En griego se sugiere que el don de interpretaci�n no solo debe ser el objeto de su oraci�n, sino que ser� el resultado; y esto nos lleva al pensamiento del pr�ximo vers�culo.

Versículo 14

Porque si rezo en una lengua desconocida. - Mejor, si rezo en lengua. 1 Corintios 14:14 se expresan en primera persona (excepto 1 Corintios 14:16 , que son un par�ntesis), para reforzar el propio ejemplo del Ap�stol.

Un hombre que ora en una lengua necesita el don de interpretaci�n. Las emociones de su esp�ritu, encendidas por el Esp�ritu de Dios, encontraron expresi�n en una "lengua", el don del Esp�ritu de Dios; pero su facultad intelectual no capt� una idea definida y, por lo tanto, no pudo formularla en lenguaje humano; por tanto, la oraci�n que se ofrece meramente en lengua, desde el esp�ritu y no desde el entendimiento, es in�til para los dem�s.

El Ap�stol est� hablando aqu� de adoraci�n p�blica (ver 1 Corintios 14:16 ), y no de devoci�n privada; y la palabra �infructuosa� implica el resultado, o m�s bien la ausencia de resultado, respecto a otros.

Versículo 15

�Entonces que es? - El Ap�stol, al responder a esta pregunta, es decir, �cu�l es, entonces, la conclusi�n pr�ctica de todo el asunto? - todav�a habla en primera persona, citando su propia conducta y resoluci�n. No permitir� que su ministerio p�blico en cuanto a oraci�n y alabanza se evapore en mero entusiasmo; tampoco permitir�, por otra parte, que un fr�o credo intelectual enfr�e y congele las c�lidas emociones del esp�ritu.

Versículo 16

De lo contrario, cuando bendecir�s con el esp�ritu. - En este vers�culo y en el siguiente, el Ap�stol habla en segunda persona, porque no se refieren a su pr�ctica, sino a la de algunos en Corinto. Su conducta y sus resultados se introducen aqu� entre par�ntesis, en contraste con lo que �l establece como su propio deseo y pr�ctica fervientes.

El que ocupa la habitaci�n de los ignorantes. - Mejor, el que est� en la posici�n de particular; como deber�amos decir, un �laico� - el que viene en privado a la asamblea y no dirige la oraci�n y la acci�n de gracias. �C�mo puede decir "Am�n" cuando no sabe lo que se est� diciendo? y no puede saber si hablas en una lengua sin interpretar. Parecer�a de este vers�culo que desde los primeros tiempos apost�licos la pr�ctica ha sido que la congregaci�n se uniera a la acci�n de gracias pronunciando �Am�n� (el hebreo �As� sea�) al final.

Versículo 17

Porque de cierto, bien das gracias. - Aqu� se da a entender que hablar en una lengua era, en lo que respecta a un individuo, un modo aceptable de adoraci�n, y es el uso p�blico del mismo lo que a lo largo de este pasaje se refiere el Ap�stol.

Versículos 18-19

Doy gracias a mi Dios. - Aqu� el Ap�stol reanuda en primera persona, volviendo, despu�s del par�ntesis, a la continuaci�n de su propio deseo y ejemplo. No subestima ese don cuyo mal uso y exageraci�n censura; �l mismo lo posee en un grado notable; sin embargo, en la Iglesia ( es decir, en cualquier asamblea de cristianos para oraci�n o instrucci�n) preferir�a hablar cinco palabras con la mente en lugar de diez mil con la lengua solamente; porque el objeto de tales asambleas no es la oraci�n privada o la comuni�n ext�tica privada con Dios, sino la edificaci�n de los dem�s. La palabra usada para "ense�ar" en este vers�culo es literalmente nuestra palabra catequesis.

Versículo 20

�Pero vosotros, hijos, ten�is malicia! - Mejor, sin embargo , en el mal est�is los ni�os. Hay tres grados de los que se habla aqu� en el original: beb�s, ni�os, hombres adultos. Su conducta al exaltar estas "lenguas", contra las cuales les ha estado advirtiendo, es una prueba de que todav�a son ni�os en el conocimiento. Deben ser adultos; en lo �nico que deber�an ser ni�os es en el mal, y en que no pueden ser demasiado j�venes, demasiado inexpertos; deber�an ser simplemente "beb�s".

�(Un pensamiento similar ocurre en 1 Corintios 2:6 ; 1 Corintios 3:1 ; 1 Corintios 13:10 .)

Versículos 21-22

En la ley est� escrito. - La ense�anza anterior est� ilustrada y reforzada por una apelaci�n a la historia jud�a. El Antiguo Testamento en su conjunto no pocas veces fue designado as� como "la Ley". (Ver Juan 10:34 ; Juan 12:34 ; Juan 15:25 .

) Las palabras son apenas una cita, sino m�s bien una ilustraci�n tomada de Isa�as 28:9 . El pasaje all� se refiere a la negativa de Israel a escuchar a Jehov� cuando les habl� con claridad y sencillez, y su juicio sobre ellos tomando la forma de declarar que har�a que un pueblo extranjero, los asirios, fueran su portavoz para ellos en el futuro, en un idioma que no conoc�an.

Es como si el Ap�stol dijera: Recuerde que hubo un tiempo en la historia jud�a cuando un lenguaje ininteligible fue una se�al enviada por Dios, y result� in�til en lo que respecta a la conversi�n de Israel. El don que tanto exaltas ahora es igualmente in�til por s� mismo para ese mismo prop�sito.

Versículo 22

Por tanto, las lenguas son por se�al, no para los que creen. - Esta no es una interpretaci�n de la profec�a a la que se alude en el vers�culo anterior, pero San Pablo ahora regresa al don de �lenguas� existente en la Iglesia, e introduce un pensamiento sobre este don sugerido por el hecho mencionado, a saber. , que en Israel lenguas ininteligibles, pronunciadas en su o�do, eran una se�al para los jud�os incr�dulos.

Las lenguas no deben exaltarse en estimaci�n por encima de la profec�a, ya que la funci�n de esta �ltima es realmente m�s grandiosa que la de la primera. Las lenguas eran �tiles para llamar la atenci�n de los incr�dulos y, si se usaban correctamente, para despertar sus convicciones; pero la profec�a es �til en el sentido m�s elevado para los creyentes.

Versículo 23

Si por tanto. - Pretendidos, como lo fueron las lenguas, como una "se�al", dejan de ser �tiles si no se emplean adecuadamente. El informe de las extra�as declaraciones que tienen lugar en la Iglesia reunida puede llevar a alg�n incr�dulo a llegar all�; pero si solo hay lenguas y no se interpretan, el extra�o simplemente pensar� que los presentes est�n locos. (Ver Hechos 2:13 .

) No se quiere decir aqu� que todos comiencen a gritar al mismo tiempo, ni es en el siguiente vers�culo que todos profetizan simult�neamente; pero el pensamiento presentado es el cultivo indebido y exclusivo de este don por parte de todos en la Iglesia de Corinto.

Versículo 24

Pero si todos profetizan. - No hay peligro de exagerar con respecto a este regalo. Cada uno que pronuncie profec�as, proclame la verdad del Evangelio y revele la mente de Dios, tendr� un mensaje que ser� �til para el incr�dulo. Mientras uno tras otro pronuncian las palabras de la verdad divina, cada uno env�a algo que traspasa su alma. Todos ellos lo convencen en su propia conciencia de alg�n pecado.

Est� condenado a sus propios ojos, una luz inquisitiva se enciende sobre su coraz�n. Los secretos de su coraz�n se manifiestan y hace terribles descubrimientos de su culpa ( Hebreos 4:12 ).

Versículo 25

Y as� se manifiestan los secretos de su coraz�n. - Mejor, y se ponen de manifiesto los secretos de su coraz�n , siendo tal la lectura del mejor manuscrito. Es el tercer resultado de las declaraciones prof�ticas explicadas en la Nota anterior. Su conversi�n completa se evidencia al adorar a Dios y reconocer la presencia de Dios en esa asamblea de cristianos: �Confesar� que no est�s loco, sino que Dios est� verdaderamente en ti, y que �l es el Dios verdadero que est� en ti. �(Bengel).

Debe notarse que aunque el Ap�stol habla en este pasaje de una persona "ignorante" ( es decir, una persona privada, una que no tiene don de profec�a ni de lenguas), o un "incr�dulo", es este �ltimo el que m�s prominentemente ante su mente, y el primero s�lo en la medida en que compart�a con el segundo su ignorancia e incapacidad para comprender.

Versículo 26

�C�mo es entonces, hermanos? - De una discusi�n sobre el valor relativo del don de la lengua y el de profec�a, el Ap�stol pasa ahora a las instrucciones pr�cticas sobre el m�todo de su empleo en las asambleas p�blicas de la iglesia. Primero da instrucciones con respecto a las lenguas ( 1 Corintios 14:27 ), luego con respecto a la profec�a ( 1 Corintios 14:29 ), y los vers�culos finales de este cap�tulo contienen un resumen y una breve repetici�n de lo que ya se ha dicho. abajo.

En este vers�culo introduce la aplicaci�n pr�ctica de las verdades que ha estado imponiendo con la pregunta: "�C�mo es entonces?" - es decir, �qu� se debe seguir de todos estos argumentos? - y, en lugar de responder directamente a la pregunta, primero recuerda el estado de confusi�n existente en sus asambleas p�blicas, que hab�a hecho necesaria la ense�anza de los versos anteriores, y que debe subsanarse con las instrucciones pr�cticas que ahora siguen.

Cuando os reun�s, cada uno de vosotros tiene ... - Mejor, cuando os reun�s, cada uno de vosotros tiene un salmo, etc. El pensamiento m�s importante en cada mente mientras se est� reuniendo para la adoraci�n p�blica es el don individual que posee. Uno ten�a el don de derramar un salmo de alabanza; otro podr�a pronunciar un discurso doctrinal; otro pod�a hablar con Dios en una lengua; otro ten�a una visi�n profunda del mundo espiritual; otro podr�a interpretar la lengua.

Si cada uno empleara estos variados dones para su propia gratificaci�n, o incluso para su propio avance espiritual, no se usar�an dignamente para la ocasi�n. En p�blico, estos dones no deb�an ser ejercidos por cada uno para s� mismo, sino para la edificaci�n de toda la Iglesia.

Versículo 27

Si alguno habla en lengua desconocida. - Mejor, si alguien habla en una lengua. Aqu� est� la aplicaci�n pr�ctica de la regla general que se acaba de establecer para el ejercicio del don de lenguas. Aquellos que ten�an ese don no deb�an hablar todos juntos, por lo que causaban confusi�n; s�lo dos, o como m�ximo tres, eran a hablar en cada conjunto, y cada uno de dicho grupo era hablar a su vez, una a la vez. En cada grupo iba a haber uno que tuviera el don de interpretaci�n, y �l deb�a interpretar a los oyentes.

Versículo 28

Pero si no hay int�rprete. - Pero si no hay nadie con el don de interpretar, entonces el que habla en lenguas no debe ejercer su don p�blicamente en absoluto; s�lo puede ejercer su don en privado consigo mismo y con Dios.

Versículo 29

Deja que los profetas hablen. - Aqu� sigue la aplicaci�n, a los que ten�an el don de profec�a, del principio general, H�gase todo para edificaci�n. S�lo dos o tres profetas deben hablar en cada asamblea en cada ocasi�n; los otros (no "otros", como en la versi�n en ingl�s) que ten�an el don deben sentarse en silencio y juzgar, es decir, determinar si las declaraciones eran del Esp�ritu de Dios.

(V�ase 1 Corintios 12:3 y 1 Juan 4:1 .) Sin embargo, si mientras un profeta estaba de pie hablando, alg�n otro profeta que estaba sentado junto a �l recibi� una revelaci�n repentina de la verdad, el orador har�a una pausa y el otro profeta expres� la inspiraci�n que le hab�a llegado. Lo repentino de la revelaci�n mostrar�a que era una verdad necesaria en ese momento, por lo que deber�a ser pronunciada sin demora.

Versículo 31

Porque todos pod�is profetizar uno por uno. - Mejor, porque est� en tu poder profetizar todos uno por uno. C�mo est� en su poder se explica en el siguiente vers�culo. Esta profetizaci�n ordenada lograr� la instrucci�n y el consuelo de todos; las palabras de instrucci�n se intercalar�n con palabras de consuelo, y as� la ense�anza se adaptar� a cada condici�n de la mente y del alma de los presentes.

Versículo 32

Los esp�ritus de los profetas ... - Podr�an haber dicho que era imposible llevar a cabo las instrucciones de San Pablo; que el veloz Esp�ritu de Dios los venci�, los sacudi�, de modo que no pudieron controlarse a s� mismos. A esto responde San Pablo ( 1 Corintios 14:31 ; ver arriba) que no es as�; que puedan profetizar uno por uno; que los esp�ritus de los profetas est�n bajo el control de los profetas.

Versículo 33

Porque Dios no es autor de confusi�n. - Mejor, porque Dios es Dios, no de confusi�n, sino de paz. La Iglesia es la Iglesia de Dios, y debe llevar sobre ella la imagen moral de su Rey: debe haber orden, por lo tanto, no confusi�n, en sus asambleas.

Como en todas las iglesias de los santos. - Es mejor hacer leer estas palabras como inicio del pr�ximo tema, as�: - Como en todas las iglesias de los santos, que las mujeres guarden silencio en las iglesias. En Corinto, uno de los males de descuidar los principios de orden reci�n establecidos fue que las mujeres hablaban en las asambleas p�blicas. Esta no era la costumbre en ninguna otra iglesia, por lo tanto, el ejemplo de otras iglesias estaba en contra de tal pr�ctica.

Versículo 34

Pero se les ordena estar bajo obediencia. - Mejor (como en algunos de los mejores manuscritos), pero d�jalos bajo obediencia. El precepto original establecido en G�nesis 3:16 ense�a esto. �La ley� representa el Antiguo Testamento en general.

Versículo 35

Si van a aprender algo. - Mejor, si est�n deseosos de aprender algo. Ni siquiera deben hacer preguntas en asambleas p�blicas. Deben preguntar a sus maridos en casa sobre todos los puntos en los que deseen recibir instrucci�n especial. (Ver 1 Corintios 8 )

Versículo 36

�Qu�? - La iglesia de Corinto hab�a actuado en algunos de estos puntos en desacuerdo con la pr�ctica de las otras iglesias, y de una manera que asum�a una independencia de la autoridad apost�lica de San Pablo. Les pregunta, por tanto, con algo de sarc�stico indignaci�n, si son la fuente de donde ha venido la palabra de Dios, o si se creen sus �nicos destinatarios, para que se pongan por encima de las dem�s iglesias, y por encima de �l.

Versículo 37

Si alguien piensa que �l mismo ... - La mejor evidencia de la posesi�n de estos dones ser�a que su conducta era todo lo contrario de lo que parec�an pensar que la posesi�n de estos dones deber�a ser. El Ap�stol afirma positivamente que lo que ahora les escribe son los mandamientos del Se�or. No podr�a haber una declaraci�n m�s clara o enf�tica de la pretensi�n de inspiraci�n de San Pablo.

Versículo 38

Pero si alguno lo ignora. - Aqu� hay dos lecturas en griego, para cada una de las cuales hay pruebas contundentes. El pasaje puede correr, como en el ingl�s, si alg�n hombre no sabe esto, que no lo sepa: entonces las palabras significar�an que una persona que no pudiera reconocer una verdad tan evidente y simple debe ser de una mente perversa. - su oposici�n no le dar�a m�s preocupaci�n al Ap�stol.

La otra lectura es, si alguno no sabe esto, �l mismo no es conocido: esto significar�a que cualquier hombre que no conozca esta verdad no es conocido por Dios (como en 1 Corintios 8:2 ; 1 Corintios 13:12 ).

Versículo 39

Por tanto, hermanos. - El resumen pr�ctico de todo el asunto. Procure profetizar fervientemente y proh�ba no hablar en lenguas. La fraseolog�a insin�a la importancia relativa de los dos dones en la estimaci�n del Ap�stol, que fue invertida por aquellos a quienes escribi� en Corinto. Deber�as hacer esto, pero no dejar el otro sin hacer.

Versículo 40

H�gase todo decentemente. - El vers�culo anterior reitera en una oraci�n condensada los principios establecidos con respecto a los dones en la primera parte del cap�tulo ( 1 Corintios 14:1 ). Este vers�culo trata de manera similar con el principio general establecido en la �ltima parte del cap�tulo con respecto al estilo y orden del culto p�blico.

El objeto de todas las asambleas de la iglesia es la edificaci�n del Cuerpo de Cristo, que es Su Iglesia; y, por tanto, la serenidad y la regularidad ordenada son absolutamente necesarias para este fin. Aqu� tambi�n, como en tantos otros casos en esta ep�stola, mientras que las circunstancias particulares y �nicas que suscitaron las instrucciones apost�licas han pasado durante siglos, los escritos de San Pablo son de aplicaci�n permanente y permanente, debido a la general y eterna principios en los que se basan sus instrucciones.

Los extra�os estallidos de fanatismo incoherente que se han producido de vez en cuando en la historia posterior de la Iglesia son condenados por el principio con el que San Pablo combati� el desorden del don de lenguas en Corinto; y la pr�ctica de la Iglesia Romana, al realizar sus servicios p�blicos en una lengua no "comprendida por la gente", est� en desacuerdo con el principio que en este cap�tulo reitera con �nfasis variado: que toda expresi�n p�blica de oraci�n y alabanza debe ser tales como los presentes pueden unirse, no solo con un coraz�n emocional sino con un intelecto claro y comprensivo.

Información bibliográfica
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre 1 Corinthians 14". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ebc/1-corinthians-14.html. 1905.