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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés Comentario de Ellicott
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Información bibliográfica
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre Colossians 3". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ebc/colossians-3.html. 1905.
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre Colossians 3". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
Si entonces hab�is resucitado (m�s bien, resucitado ) con Cristo. - En estas palabras se marca el inicio de la vida espiritual, evidentemente referida al bautismo. (Ver Colosenses 2:12 .) Es una �resurrecci�n con Cristo� y en Cristo; como tal, se trata en detalle en Romanos 6:1 .
Podemos notar que esta frase, que implica un paso repentino de la muerte a la vida, concuerda m�s exactamente con la idea del bautismo de adultos, aceptado con fe consciente, y que conduce de inmediato a una nueva vida; mientras que la �ltima frase, "regeneraci�n" ( Tito 3:5 ), que habla del alma como pasando, de hecho, de inmediato a una nueva condici�n, pero como teniendo s�lo el germen no desarrollado de la nueva vida, se corresponde m�s estrechamente con la idea del bautismo infantil, que gradualmente reemplaz� al otro. Aqu� esta resurrecci�n espiritual se da por sentada, y el Ap�stol pasa de inmediato a la siguiente etapa de la vida espiritual.
Cristo. - El nombre, repetido cuatro veces, lleva en todos los casos el prefijo del art�culo. Evidentemente, se usaba enf�ticamente para referirse a nuestro Se�or, como nuestro Mediador, nuestro Profeta, Sacerdote y Rey.
Busca las cosas de arriba ... pon tu afecto en las de arriba. - Aqu� tenemos la vida espiritual en su continuaci�n. Se describe, (1) primero, como "buscar las cosas de arriba", es decir, mirar, y as� crecer, a la perfecci�n. Esta caracter�stica se habla con gran plenitud y belleza en Filipenses 3:12 .
(2) A continuaci�n, en una tensi�n a�n mayor, como "poner nuestro afecto en las cosas de arriba", o, m�s propiamente, captar el esp�ritu de las cosas de arriba, teniendo ya "mentalidad celestial", anticipando el cielo, no solo con esperanza. , pero en tono y temperamento, viendo las cosas como Dios las ve, y viendo todo en relaci�n con �l. Sobre esto podemos comparar nuevamente el gran pasaje de Filipenses 3:20 , sobre nuestra �ciudadan�a del cielo.
�De tal celestial mentalidad tenemos, quiz�s, el esp�cimen m�s perfecto en la tranquila y amorosa certeza de las Ep�stolas de San Juan. (3) Estas dos gracias deben estar unidas En una est� el secreto del crecimiento, en la otra el presente de la perfecci�n. Adem�s, la gracia superior debe seguir a la primera; �Porque donde est� nuestro tesoro, all� estar� tambi�n nuestro coraz�n�.
Donde Cristo se sienta a la diestra de Dios. - La alusi�n es enf�tica. El cielo es para nosotros, en s� mismo, una vaga expresi�n de dicha desconocida. Para el cristiano, es definido por el pensamiento de Cristo. en Su humanidad glorificada, all� entronizado en majestad, �prepar�ndonos un lugar� y atray�ndonos para estar con �l. (Note una referencia enf�tica similar en Filipenses 3:21 ; y comp. Efesios 2:6 , ��l nos levant� y nos hizo sentarnos en los lugares celestiales en Cristo Jes�s�).
Esta gloriosa idea de Cristo en el cielo, y del cielo en Cristo, recorre todo el libro del Apocalipsis de San Juan, desde las primeras ep�stolas hasta la �ltima visi�n de gloria.
Versículos 1-4
III.
(1-4) As� como el participar de la muerte de Cristo ense�� la lecci�n negativa de la muerte a la Ley, as� el participar de Su resurrecci�n ense�a la lecci�n positiva de la vida espiritual. Observamos que este c�lebre pasaje ocupa un lugar al final de la porci�n doctrinal de la Ep�stola, que corresponde exactamente al pasaje a�n mayor sobre la unidad de la Iglesia en Dios en la Ep�stola a los Efesios (Efesios Efesios 4:1 ).
Es diferente a ese pasaje, porque, al resumir la ense�anza principal de esta ep�stola, se basa simplemente en la estrecha relaci�n personal de todas las almas con Dios en Jesucristo, quien es a la vez "la imagen de Dios" y el �nico Mediador entre Dios y el hombre. Es as� (y como otros pasajes de las Ep�stolas de la Cautividad) porque pasa de Cristo resucitado a Cristo en el cielo: da por sentado que hemos resucitado con Cristo, y nos invita en el coraz�n a ascender ahora al cielo, y Esperamos la bienaventuranza del cielo en el m�s all�.
Versículo 3
Est�s muerto. - Bien, moriste. Vea Colosenses 2:20 , y Note all�. La frase aqu� debe tomarse en su sentido completo, tanto de "muerte al pecado" como de "muerte al mundo visible".
Tu vida est� escondida con Cristo en Dios ... Cristo que es nuestra vida. - En estas dos frases, nuevamente, pasamos de una expresi�n m�s baja a una m�s alta de la misma verdad. (1) Primero, "nuestra vida est� escondida con Cristo en Dios". La vida espiritual en el hombre es una "vida oculta", que tiene su fuente en Dios; la plena convicci�n de ella, a diferencia de la mera conciencia instintiva de ella en la mente misma, proviene s�lo de la creencia de que es la imagen de Dios en nosotros, y se sostiene por la constante comuni�n con �l.
Si Dios es nuestro Dios, debemos vivir; porque �Dios no es Dios de muertos, sino de vivos� ( Mateo 22:32 ). Tambi�n est� "escondido con Cristo". El ascenso de nuestro Se�or a su gloria en el cielo es a la vez prenda y medio de esta nuestra comuni�n espiritual con Dios. Es "con �l" que podemos "ascender en coraz�n y mente"; es �con �l� que podemos �morar continuamente.
�(2) Pero esto no es todo. �Cristo es nuestra vida� ahora y en el m�s all�. Esto es simplemente un resumen de las dos verdades "; Cristo vive en m� (ver G�latas 2:20 ), como fuente de vida; y �Para m� el vivir (la condici�n actual de la vida) es Cristo� ( Filipenses 1:21 ).
No es m�s que una breve expresi�n de fe en la verdad que nuestro Se�or mismo declar� ( Juan 11:25 ): �Yo soy la Vida; el que vive y cree en m�, no morir� jam�s �. (Comp. Juan 14:6 ) Por lo tanto, nuestra vida espiritual no es solo un ser "con Cristo"; tambi�n es unidad con Cristo en el seno del Padre.
Versículo 4
Cuando Cristo ... aparezca, entonces tambi�n vosotros aparecer�is con �l en gloria. - Esto describe la �ltima etapa de la vida espiritual: la glorificaci�n con Cristo en el cielo, manifestando lo que ahora est� oculto y perfeccionando lo que existe solo en germen. (Comp. 1 Juan 3:1 , �Ahora somos hijos de Dios, y a�n no parece que lo que seremos; pero sabemos que, cuando �l aparezca, seremos como �l; porque verlo como es. �) Esta misma conclusi�n termina el pasaje correspondiente en Filipenses 3:21 .
En todas estas ep�stolas notamos cu�n constante hay una referencia a la �gloria de Dios� y a la participaci�n en ella reservada para nosotros. As� que tambi�n notamos la referencia especial a la "aparici�n de Cristo" en las Ep�stolas Pastorales (ver 1 Timoteo 6:14 ; 2 Timoteo 1:10 ; 2 Timoteo 4:1 ; 2 Timoteo 4:8 ; Tito 2:13 ), y su constante revelaci�n en el Apocalipsis.
Todo el pasaje forma un cuadro completo y magn�fico de la vida espiritual en Cristo: el medio de su comienzo, los signos de su presencia y la esperanza de su fin. Se puede comparar con la imagen m�s completa, pero apenas m�s completa, de Romanos 8 .
Versículo 5
(5) Mortificad, pues, vuestros miembros que est�n sobre la tierra. - La expresi�n es doblemente �nica. Es el �nico pasaje donde se ordena la �mortificaci�n�, la muerte de cualquier cosa en nosotros; y tambi�n es notable, ya que no distingue expl�citamente entre los miembros mismos y el mal del que est�n hechos los instrumentos. El sentido es, por supuesto, bastante claro. Corresponde a �crucificar la carne� de G�latas 5:24 ; y la idea del mal, expresada principalmente en la palabra "carne", se insin�a aqu� en la frase "que est�n en la tierra", es decir, que est�n ocupados con la tierra y nos atan a la vida terrenal.
La palabra en particular "miembros" quiz�s sea sugerida por el mandato de nuestro Se�or de "cortar la mano derecha" y "arrancar el ojo derecho" si nos hacen ofender ( Mateo 5:29 ). Pero, como regla, la Escritura marca m�s claramente la distinci�n entre los miembros y �la ley del pecado en los miembros� ( Romanos 7:5 ; Romanos 7:23 ); y usualmente se nos ordena no �matar a nuestros miembros�, sino convertirlos de �instrumentos de injusticia� para ser �instrumentos de justicia para Dios� ( Romanos 6:13 ).
El hecho es que este pasaje contiene solo la mitad de la verdad, correspondiente a la muerte con Cristo, y no toda la verdad, incluyendo tambi�n la resurrecci�n a la nueva vida. En consecuencia, como muestra el siguiente vers�culo, los miembros que deben ser mortificados en realidad se identifican con los vicios del anciano que reside en ellos.
Fornicaci�n, inmundicia ... codicia, que es idolatr�a. - Ver Efesios 5:3 y nota all�.
Afecto desmesurado, concupiscencia maligna. - Estas palabras no se encuentran en el pasaje paralelo. La palabra traducida "afecto desordenado" es la palabra general para "pasi�n" ( patetismo ). Se encuentra unido a la "concupiscencia" en 1 Tesalonicenses 4:5 , "la lujuria de la concupiscencia".
�Ambas palabras aqu� son palabras generales, que denotan la condici�n del alma, de la cual� fornicaci�n �y� codicia �son ambas ejemplificaciones. Esta es la condici�n de la pasi�n y el deseo desenfrenados, la primera palabra implica una receptividad pasiva de la impresi�n del exterior, la otra la energ�a positiva del deseo de buscar gratificaci�n. Comp. G�latas 5:24 , �los afectos� ( pasiones ) y �las concupiscencias.
�De tal temperamento Art�culo IX. de la Iglesia de Inglaterra declara con singular precisi�n, no que es pecado, sino que tiene en s� mismo rationem peccati, es decir, el principio inicial del pecado.
Versículos 5-9
Colosenses 3:5 contiene la secci�n negativa de la apelaci�n pr�ctica de San Pablo, destacando las consecuencias de la �muerte con Cristo�, en la mortificaci�n de todas las tendencias a la impureza, la malicia y la falsedad. Porque estos son los opuestos a la pureza, el amor y la verdad: los tres grandes atributos de Dios y, por lo tanto, las tres principales gracias del hombre.
Versículos 5-17
[ 5.
Exhortaci�n pr�ctica, general.
(1) NEGATIVO. - MORTIFICAR AL VIEJO, huyendo de -
( a )
La inmundicia y la lujuria ( Colosenses 3:5 );
( b )
Ira y malicia ( Colosenses 3:8 );
( c )
Falsedad ( Colosenses 3:9 ).
(2) POSITIVO. - PONERSE AL HOMBRE NUEVO, haciendo de Cristo nuestro �todo en todos�.
( a )
En amor y paz, como se muestra en misericordia, humildad, paciencia y perd�n ( Colosenses 3:10 );
( b )
En acci�n de gracias ( Colosenses 3:16 );
( c )
Viviendo para la gloria de Dios ( Colosenses 3:17 );
(Toda esta secci�n se encuentra en estrecho paralelismo, frecuentemente en coincidencia verbal, con Efesios 4:20 a Efesios 6:9 Sin embargo, constantemente surgen indicaciones de independencia de manejo. En t�rminos generales, la Ep�stola de Efeso es m�s completa y profunda en el tratamiento; y, adem�s, pone constantemente en evidencia, tanto en relaci�n con el deber moral como con la observaci�n de las relaciones de la vida, la gran doctrina caracter�stica de la unidad universal en Cristo. m�s incisivo, y tiene s�lo leves, aunque claras, indicaciones de la idea tan poderosamente desarrollada en la otra Ep�stola.)]
Versículo 7
En las cuales vosotros tambi�n anduvisteis en otro tiempo cuando viv�ais ( viv�an ) en ellos. - La condici�n anterior del paganismo era aquella en la que �viv�an�, con el contagio del mal por todos lados. Pero San Pablo no se contenta sin notar su propia participaci�n activa: �caminasteis en ellos�. (Comp. Efesios 4:17 .)
Versículo 8
Ira, ira, malicia, blasfemia ( calumnia - ver Efesios 4:31 y Notas all�), comunicaci�n sucia. - La palabra es "inmundo", y el contexto aqu� parece mostrar que se refiere a la groser�a del insulto y el abuso, en lugar de (como en la palabra af�n de Efesios 4:4 ) a "inmundicia".
Versículo 9
No mientas el uno al otro. - Comp. Efesios 4:25 , y observe la inserci�n caracter�stica all� de una cl�usula a la que no hay nada que corresponda aqu�, "porque somos miembros los unos de los otros".
Viendo que hab�is despojado al anciano. - Comp. la descripci�n m�s completa de Efesios 4:22 .
Versículo 10
El nuevo hombre, que est� ( est�n ) renovado. - Hay aqu� las mismas dos palabras diferentes que se encuentran en el pasaje paralelo. (Ver Notas sobre Efesios 4:22 ). "El hombre nuevo" es aqu� propiamente el joven "que se renueva", es decir, al que se le da una naturaleza realmente fresca y nueva.
Versículos 10-17
(10-17) En estos vers�culos tenemos la correspondiente exhortaci�n positiva, relacionada con la idea de la resurrecci�n con Cristo, mediante la cual nos vestimos del nuevo hombre, teniendo a Cristo como nuestro todo en todos. De la nueva naturaleza hay dos marcas: hacia el amor del hombre en todas sus diversas formas, hacia la acci�n de gracias de Dios y vivir para su gloria.
Versículo 11
Donde no hay ninguno ... - Este pasaje naturalmente sugiere una comparaci�n con G�latas 3:28 . �No hay jud�o ni griego; no hay v�nculo ni libertad; no hay hombre ni mujer, porque todos sois uno en Jesucristo ". Al comparar los pasajes (pasando por la inserci�n aqu� de �circuncisi�n ni incircuncisi�n�, que es simplemente una explicaci�n de �jud�o ni griego�) notamos en esto: (1) La inserci�n de �b�rbaro, escita.
Esta inserci�n est� claramente destinada a reprender ese orgullo de intelecto, desde�oso de los ignorantes, que est� en la ra�z del gnosticismo. El "b�rbaro" era simplemente el extranjero (comp. 1 Corintios 14:11 ); el �escita� era el salvaje, hacia quien el desprecio que implicaba el �b�rbaro� asumi� la explicitaci�n y alcanz� su punto culminante.
(2) La omisi�n de "hombre ni mujer". En la sociedad oriental, como en Galacia, era necesario afirmar la dignidad de la mujer frente a la supuesta inferioridad. En la sociedad griega o grecisa, como en Corinto, �feso y Colosas, la nueva "libertad" del evangelio era susceptible de abusarse de la licencia; por tanto, era m�s bien la "sujeci�n" de la mujer lo que deb�a sugerirse. (Comp.1 1 Corintios 11:3 ; 1 Corintios 14:34 ; Efesios 5:22 ; y 1 Timoteo 2:11 .
) (3) Mientras que en la Ep�stola a los G�latas se hace hincapi� en la unidad de todos unos con otros en Cristo, aqu� (como de costumbre) la gran verdad es que "Cristo es todas las cosas y en todos". En 1 Corintios 15:28 tenemos esta frase aplicada a Dios, en contraposici�n al oficio del Hijo en Su reino mediador.
Aqu� es en referencia a ese reino que se usa. En �l, Cristo (ver Efesios 1:23 ) "llena todo en todo"; y por su mediaci�n universal toda "vida est� escondida con �l en Dios". �l es todo lo que se puede necesitar, y eso tanto "en todas las cosas" como "en todas las personas". Pero bajo ambos aspectos se resalta igualmente la catolicidad del evangelio; aqu� por la uni�n directa de todos por igual con Cristo, all� por la resultante unidad de todos unos con otros.
Versículo 12
Elegido de Dios. - Para la descripci�n de la elecci�n aqu� significada, vea Efesios 1:4 . El nombre, obviamente, se aplica a toda la Iglesia, como "elegidos para privilegiar"; no se opone a �llamado� (como en Mateo 20:16 ), sino que coincide con �l, representando, en efecto, el acto secreto de la misericordiosa voluntad de Dios, que se manifiesta abiertamente en la llamada.
(Comp. Las otras instancias de la palabra en las Ep�stolas, Romanos 8:33 ; Romanos 16:13 ; 1 Timoteo 5:21 ; 2 Timoteo 2:10 ; Tito 1:1 ; 1 Pedro 1:1 ; Apocalipsis 17:14 .)
Santo y amado. - De tal elecci�n hay aqu� dos signos. Los elegidos son �santos�, consagrados a Dios en pensamiento y vida; y �amados�, aceptados y sostenidos en su consagraci�n por Su amor. Ambos ep�tetos les pertenecen conforme a la imagen de Cristo (Ap. 8:29); porque �l es �el Santo de Dios� ( Marco 1:24 ; Lucas 4:34 ), quien �se santifica por nosotros, para que tambi�n nosotros seamos santificados en la verdad� ( Juan 17:19 ); y �l tambi�n es el �Amado�, el �Hijo del amor de Dios� ( Colosenses 1:13 ; Mateo 3:17 ; Efesios 1:16 ), y somos aceptados en �l.
Los dos ep�tetos aqu� parecen destinados a preparar la siguiente exhortaci�n doble. Son �amados�, por lo tanto, deben amarse unos a otros ( Colosenses 3:12 ); son santos, por lo tanto, deben agradecer a Dios y vivir para su gloria ( Colosenses 3:16 ).
Versículos 12-13
Comp. Efesios 4:2 ; Efesios 4:31 ; Efesios 5:1 . La palabra "de coraz�n tierno" en esos pasajes corresponde a las "entra�as (o coraz�n ) de misericordia" aqu�; " bondad �y� perd�n �,� humildad �,� mansedumbre �,� tolerancia �, aparecen en ambos.
Pero la enumeraci�n aqu� es m�s exacta en orden de idea. San Pablo comienza con el instinto natural y universal de compasi�n o simpat�a; Luego se detiene en "la bondad y la humildad de mente", que son muy afines, ya que la disposici�n a complacer a los dem�s surge naturalmente de una humildad autodescuidada; de �stos pasa a �la mansedumbre y la longanimidad� en caso de agravio, dispuesto �a resistir y perdonar; por �ltimo, a partir de estos detalles se eleva al esp�ritu general de "amor", que gobierna bajo "la paz de Dios".
Versículo 13
As� como Cristo te perdon�. - La MS. la autoridad est� a favor de la palabra "Se�or" en lugar de Cristo; pero dado que el nombre "Se�or" se aplica especialmente a Cristo en estas ep�stolas (ver, por ejemplo, Efesios 4:5 ) no hay una diferencia real. En Efesios 4:31 tenemos �Dios en Cristo os perdon�, porque all� el ejemplo de Cristo, como Hijo del Hombre, se presentar� luego enf�ticamente como ejemplo de abnegaci�n ( Colosenses 3:2 ), y de ah� que la misericordia gratuita del perd�n se atribuye naturalmente a "Dios en Cristo". Aqu�, de acuerdo con la enf�tica exaltaci�n de Cristo, como todo en todo, se emplea la frase m�s simple �Cristo (o el Se�or ) te perdon�.
Versículo 14
Sobre todo. - Correctamente, sobre todo - como un lazo o un cintur�n para mantenerlos todos juntos. El amor es el principio general que armoniza todas las gracias especiales mencionadas anteriormente.
El v�nculo de la perfecci�n. - El v�nculo de esa armon�a de car�cter que es la perfecci�n. La frase es notable, aparentemente sugerida por la pretensi�n de perfecci�n, establecida por los maestros gn�sticos. Buscaban tal perfecci�n en el conocimiento peculiar de unos pocos; San Pablo en el amor posible a todos. Porque, como exhorta en otra parte ( 1 Corintios 8:1 ), "El conocimiento enaltece, la caridad aumenta"; el conocimiento adquiere una perfecci�n imaginaria, la caridad una perfecci�n real.
Versículo 15
La paz de Dios. - La lectura verdadera es la paz de Cristo - lo que �l da ( Juan 14:27 ), lo que �l es (ver Efesios 2:14 ). La lectura ordinaria, sin duda, est� tomada de Filipenses 4:7 .
Este vers�culo forma un v�nculo entre la exhortaci�n anterior al amor al hombre y la siguiente exhortaci�n a un servicio amoroso y agradecido a Dios. La �paz de Cristo� es el sentido de unidad en �l, con nuestros semejantes y con Dios. Somos "llamados a ello en un solo Cuerpo", del cual �l es la Cabeza. (Comp. El tratamiento m�s completo de este tema en Efesios 2:14 ; donde, de acuerdo con todo el car�cter de esa Ep�stola, la unidad "en un Cuerpo", a la que aqu� s�lo se alude, se resuelve con viveza y detalle. )
Versículo 16
La palabra de Cristo. - Aqu� nuevamente la frase definida, "la palabra de Cristo", toma el lugar de la frase m�s com�n, "la palabra del Se�or", "la palabra de Dios". Es "habitar en sus corazones". Por eso es la palabra injertada �( Santiago 1:21 ), la verdad de Cristo concebida en el coraz�n, que echa ra�ces en �l y lo convierte en su morada. Se observar� c�mo todas estas frases preparan para la plena concepci�n de �l como "la Palabra de Dios".
Con toda sabidur�a. - La simetr�a del original, �en toda sabidur�a ense�ando ... en canto de gracia�, sugiere la conexi�n de las palabras con las que siguen, no, como en nuestra versi�n, con las que van antes. Se describe que la Palabra de Dios que habita en nosotros se manifiesta, primero, en la sabidur�a de la ense�anza mutua, luego, en la gracia de la acci�n de gracias sincera.
Ense�ar y amonestar ... - Aqu� nuevamente tenemos a la vez identidad general y distinci�n especial entre este y el pasaje paralelo en Efesios 5:19 . All�, como aqu�, tenemos el �hablar unos con otros en salmos, himnos y c�nticos espirituales�, �el canto al Se�or en el coraz�n� y el esp�ritu de �gratitud.
Pero all� se describe el conjunto como consecuencia de �estar lleno del Esp�ritu�, y, como arrebato de ese entusiasmo espiritual, del que la esp�rea excitaci�n de la borrachera es la morbosa caricatura. Aqu� el pensamiento parte de �la palabra de Cristo en el alma�, realizada a trav�s del don del Esp�ritu por todas nuestras facultades; y se divide en consecuencia en la funci�n de ense�ar, que incide en la mente; �El canto en gracia� del agradecimiento, que viene y va al coraz�n; y el "hacer todo en el nombre de Cristo", que pertenece a la esfera externa de acci�n.
Salmos e himnos. - La atribuci�n a los de un oficio de �ense�anza y amonestaci�n� describe cu�l es su efecto real, aunque indirecto. En la Iglesia, como en el mundo, el que �hace los cantos de un pueblo� gu�a realmente tanto su mente como su coraz�n. Para bien y para mal, los himnos de la Iglesia cristiana han influido en gran medida en su teolog�a.
Versículo 17
Todo en el nombre del Se�or Jes�s. - Comp. aqu� la exhortaci�n m�s general de 1 Corintios 10:31 , "Ya sea que coman o beban, o hagan cualquier otra cosa, h�ganlo todo para la gloria de Dios". Este es el primer principio de toda vida piadosa. Se declara que el objeto principal de toda vida, especulativa o pr�ctica, no es nuestra propia felicidad o perfecci�n, no el bien de nuestros semejantes, sino la "gloria de Dios": el cumplimiento de su voluntad, y as� manifestar Sus atributos morales.
Se nos ense�a que si "buscamos esto primero, todas las dem�s cosas nos ser�n a�adidas". Pero aqu� tenemos el principio, no solo de la vida piadosa, sino tambi�n de la vida cristiana. Todo lo hace �en el nombre de Cristo�, es decir, conforme a Su imagen y, por lo tanto, siendo Su representante; mira con gratitud a Dios nuestro Padre, pero es a trav�s de �l, �teniendo nuestra filiaci�n por adopci�n� a trav�s de Su mediaci�n totalmente suficiente.
Su deseo es, no solo que Dios sea glorificado, sino que �sea glorificado por Jesucristo� ( 1 Pedro 4:11 ). Una vez m�s, trazamos aqu� el prop�sito especial y enf�tico de la Ep�stola.
Colosenses 3:18 a Colosenses 4:1 trata de las tres grandes relaciones de la vida: entre esposas y esposos, hijos y padres, siervos y amos. En esta secci�n tenemos el paralelismo m�s cercano con la Ep�stola a los Efesios (Efesios Efesios 5:22 a Efesios 6:9 ).
Pero el tratamiento de la primera relaci�n es mucho m�s breve, y no tiene nada que corresponda con la gran y caracter�stica comparaci�n del matrimonio con la uni�n entre Cristo y la Iglesia. Incluso en el segundo hay algo m�s de brevedad y sencillez. Se habla de la tercera con marcada coincidencia de lenguaje y, al menos, el mismo �nfasis. Dif�cilmente podemos dudar de que la presencia de On�simo, el esclavo fugitivo, sugiri� este peculiar �nfasis en la relaci�n correcta entre el esclavo y su amo.
[Solo ser� necesario se�alar los pocos puntos en los que esta secci�n se diferencia notablemente del pasaje paralelo.]
Versículo 18
(18) Como conviene en el Se�or. - Para la explicaci�n de esta idoneidad especial �en el Se�or�, es decir, en virtud de la unidad cristiana, vea la gran descripci�n de Efesios 5:23 ; Efesios 5:32 .
Versículos 18-25
[ 6.
Exhortaci�n especial sobre las relaciones de vida.
(1)
EL DEBER DE LAS ESPOSAS Y ESPOSOS ( Colosenses 3:18 ).
(2)
EL DEBER DE LOS NI�OS Y LOS PADRES ( Colosenses 3:20 ).
(3)
EL DEBER DE LOS ESCLAVOS Y LOS Colosenses 3:22 ( Colosenses 3:22 a Colosenses 4:1 ).]
Versículo 19
No seas amargado. - Bien, no se amarguen, no se exasperen. La palabra se usa metaf�ricamente solo en este pasaje, literalmente en Apocalipsis 8:11 ; Apocalipsis 10:9 .
Versículo 21
No provoques ... la ira. - Esto, en el texto seguido de nuestra versi�n, est� tomado de Efesios 6:4 . La lectura verdadera es provocada a la emulaci�n, como en 2 Corintios 9:2 . Lo que est� prohibido es un est�mulo constante e inquieto, "espolear al caballo dispuesto"; que terminar� en fracaso y abatimiento.
Versículos 22-25
(22-25) Compare a lo largo de Efesios 6:5 . La �nica peculiaridad de este pasaje es el fuerte �nfasis que se pone en "la recompensa de la herencia". �La recompensa� est� en el original, una recompensa o retribuci�n perfecta . La "herencia" es exactamente lo que ning�n esclavo podr�a recibir; solo un hijo puede ser heredero ( G�latas 4:7 ). Por tanto, el esclavo en la tierra es reconocido como un hijo en el cielo. �l �sirve al Se�or�, pero su servicio es la perfecta libertad de filiaci�n.
Versículo 25
El que obra mal es claramente aqu� el amo (ver Efesios 6:9 ), aunque, por supuesto, la frase no puede limitarse a �l.