(1) Entonces. - En hebreo, una simple Y. La historia de este movimiento se da en N�meros 21:32 . Para Edrei, vea N�meros 21:33 , de donde se repite todo este vers�culo.
Estos detalles no se dan en N�meros. El profesor Porter, en las Griant Cities de Bashan, ha descrito bien la impresi�n que le caus� al verificar esta descripci�n en detalle. "Todo Bas�n", dice, "no es m�s grande que un condado ingl�s com�n". Que �sesenta ciudades amuralladas ', adem�s de muchos pueblos sin murallas', existieran en una provincia peque�a, en una �poca tan remota, lejos del mar, sin r�os y con poco comercio, parec�a inexplicable.
Aunque parec�a inexplicable, misterioso, era cierto. En el acto, con mis propios ojos, ahora lo hab�a verificado. Ten�a en mis manos una lista de m�s de cien ciudades y pueblos en ruinas, situados solo en estas monta�as; y en el lugar lo prob�, y encontr� que era exacto, aunque no completo ". Muchas de las ciudades de las monta�as no son ruinas. Habitaciones, puertas, bares est�n enteros hasta el d�a de hoy. La regi�n de Argob est� claramente marcada por sus l�mites naturales y bien descrita por el mismo escritor.
Sirion. - ( Sion , Deuteronomio 448.) Se cree que Sirion, o Shirion y Shenir, tienen significados similares. Pero el Targum interpreta a Shenir como la "roca de nieve". Shirion, seg�n Gesenius, significa "reluciente como una coraza". No ser�a seguro afirmar que la menci�n del nombre sidonio de Herm�n hace que este vers�culo sea una adici�n despu�s de que Israel estuvo en Palestina, aunque podr�a ser as�.
El comentarista jud�o Rashi se�ala que, incluido el nombre Sion ( Deuteronomio 4:48 ), �esta monta�a tiene cuatro nombres. �Por qu� mencionarlos? Para declarar la alabanza de la tierra de Israel, que ten�a cuatro reinos glorific�ndose en ella, y cada uno de ellos diciendo: '�Se llama as� por mi nombre!' �Pero hay varias notas de este tipo en el Pentateuco.
Del remanente de gigantes , es decir, de la naci�n de Refaim en estas partes. (Ver nota sobre G�nesis 14:5 )
Su armaz�n de cama. - La palabra puede significar armaz�n de cama o ata�d. Tanto la palabra "armaz�n de cama" como la palabra "hierro" han dado lugar a algunas discusiones y dificultades. Una cama de hierro y un ata�d de hierro son casi igualmente improbables. Se ha sugerido el basalto como alternativa. Pero aunque hay basalto en Argob, no hay ninguno en Rabbath-Ammon. Conder, quien recientemente ha explorado Rabbath, ha descubierto un notable trono de piedra en la ladera de una colina, y sugiere que la palabra hebrea traducida �armaz�n de cama�, que significa propiamente un sof� con dosel, puede aplicarse a esto.
La palabra para "hierro" (b arz �l) en el lenguaje talm�dico significa tambi�n " un pr�ncipe", y este significado se ha sugerido para el nombre Barzillai, que encontramos en el mismo distrito en tiempos posteriores. �Su trono con dosel era principesco y, sin embargo, permanece en el Rabbath de los amonitas�, ser�a el significado del pasaje, seg�n esta hip�tesis. Se dice que las dimensiones del trono recientemente descubierto son casi las que se dan en este vers�culo.
Despu�s del codo de un hombre - Ish (no adam ) la palabra distintiva y enf�tica para un hombre. Algunos piensan que se refiere al codo de cualquier hombre ; otros que el hombre mismo para quien fue hecho, es decir, Og, est� destinado. (Comp. Apocalipsis 21:17 , "seg�n la medida de un hombre, es decir, de un �ngel").
Jair tom� ... hasta el d�a de hoy. - Las �ltimas palabras de este cap�tulo parecen apuntar a una mano posterior, como la de Josu�, que describe la finalizaci�n de la conquista. La expresi�n "hasta el d�a de hoy" es t�picamente com�n en Josu�, o en las notas editoriales insertadas a lo largo de ese libro. (V�ase Introducci�n a Josu�, "Sobre el estilo del libro").
Geshuri y Maachathi - es decir, el Geshurita y el Maachathite, los habitantes de Geshur y Maachah. �Los maachitas, cerca de los manantiales del Jord�n (comp. Abel-Beth-maachah, 2 Samuel 20:14 ), y los gesuritas, m�s al este� (Conder, Bible Handbook, p. 254). Talmai, rey de Gesur, era el abuelo de Absal�n ( 2 Samuel 3:3 ), quien se refugi� con �l despu�s de que mat� a Amm�n ( 2 Samuel 13:37 ). �Argob, Trachonitis o El-Lejja, ha sido un asilo para todos los malhechores y refugiados desde entonces� ( Ciudades Gigantes de Bashan, p. 92).
En ese momento le orden� a Josu� ... Tus ojos han visto. - �Tus ojos son los testigos de todo�, etc. La conquista de Seh�n y Og, as� como la de Amalec, deb�a ser impresa en Josu� (comp. �xodo 17:14 ) como un precedente para su �nimo, y tambi�n para su instrucci�n. Es notable que no se nos brinden detalles de las batallas contra Seh�n y Og, o de la toma de las ciudades, excepto en Josu� 12:6 , �Las hiri� Mois�s, siervo del Se�or.
�Vemos el reflejo de la campa�a de Mois�s, que no est� escrita, en las campa�as registradas de Josu�. La forma peculiar de la oraci�n, " Tus ojos son los que ven", tambi�n puede servir para recordarnos el hecho de que, aunque la Ley fue dada por Mois�s, ning�n ojo vio toda su amplitud y alcance hasta que lleg� a la mano de Jes�s, el antitipo de Josu�.
(23-28) Y supliqu� al Se�or en ese momento. - Se registra que Mois�s pidi� dos cosas para s� mismo en la historia del �xodo. El primero est� escrito en �xodo 33:18 , "Te ruego que me �xodo 33:18 tu gloria"; el segundo est� ante nosotros aqu�. �Oh Se�or DIOS (Adonai Jehov�), has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu mano poderosa.
.. Te ruego que me dejes ir y ver la buena tierra m�s all� del Jord�n ". Parecer�a que Mois�s deseaba no tanto ver la tierra (que, de hecho, le fue concedida), sino ver la grandeza de Jehov� manifestada en la conquista, como lo hab�a visto en las victorias sobre Og y Seh�n. Si bien no podemos permitir ni por un momento que "los viejos padres esperaban s�lo promesas transitorias" (ver Notas sobre Deuteronomio 5:16 ; Deuteronomio 22:7 ), sin embargo, es imposible no sentir en esta oraci�n de Mois�s la presi�n del velo. que pend�a sobre el mundo invisible antes de la venida de nuestro Salvador, quien �trajo a la luz la vida y la inmortalidad por medio del Evangelio�. Evidentemente, Mois�s no se dio cuenta de que podr�a ver las obras de Jehov� y Su gloria a�n m�s claramente en el otro mundo.
Por tu bien. - Porque �ser� santificado en los que se acercan a m�, y ante todo el pueblo ser� glorificado� ( Lev�tico 10:3 ; N�meros 20:12 ); Y tambi�n porque la muerte de Mois�s y la sucesi�n de Josu� fueron �para testimonio de lo que se hablar� despu�s�, una figura de lo que vendr�. Mois�s, como Ezequiel ( Deuteronomio 24:15 ), fue hecho una se�al.
(26) Que te baste. - Literalmente, suficiente para ti, o, como lo parafrasea Rashi del viejo commontatore, �Mucho m�s que esto est� reservado para ti; abundancia de bondad est� escondida para ti. " Y as� fue de hecho. Porque en alg�n "hermoso monte" (Herm�n o "L�bano"), Mois�s y El�as estuvieron con el Salvador del mundo, y hablaron de una conquista mucho m�s gloriosa que la de Josu�, incluso "Su �xodo, que deber�a cumplir en Jerusal�n" ( San Lucas 9:31 ).
As� que nos quedamos en el valle enfrente de Bet-peor. - Lugar de sepultura de Mois�s, como aparece en Deuteronomio 34:6 . Es un toque final significativo a la escena descrita anteriormente. Este vers�culo tambi�n concluye la recapitulaci�n del viaje de Israel desde Horeb ( Deuteronomio 1:6 ) hasta las orillas del Jord�n, con el que comienza este primer discurso de Mois�s. El resto, contenido en Deut. Iv., Es la parte pr�ctica del discurso, que ahora comienza.
Información bibliográfica Ellicott, Charles John. "Comentario sobre Deuteronomy 3". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ebc/deuteronomy-3.html. 1905.
Versículo 1
III.
(1) Entonces. - En hebreo, una simple Y. La historia de este movimiento se da en N�meros 21:32 . Para Edrei, vea N�meros 21:33 , de donde se repite todo este vers�culo.
Versículo 2
Y el Se�or me dijo ... - Este vers�culo repite N�meros 21:34 .
Porque lo entregar� , m�s bien se lea as�, porque en tu mano lo entregu�.
Versículos 4-5
Estos detalles no se dan en N�meros. El profesor Porter, en las Griant Cities de Bashan, ha descrito bien la impresi�n que le caus� al verificar esta descripci�n en detalle. "Todo Bas�n", dice, "no es m�s grande que un condado ingl�s com�n". Que �sesenta ciudades amuralladas ', adem�s de muchos pueblos sin murallas', existieran en una provincia peque�a, en una �poca tan remota, lejos del mar, sin r�os y con poco comercio, parec�a inexplicable.
Aunque parec�a inexplicable, misterioso, era cierto. En el acto, con mis propios ojos, ahora lo hab�a verificado. Ten�a en mis manos una lista de m�s de cien ciudades y pueblos en ruinas, situados solo en estas monta�as; y en el lugar lo prob�, y encontr� que era exacto, aunque no completo ". Muchas de las ciudades de las monta�as no son ruinas. Habitaciones, puertas, bares est�n enteros hasta el d�a de hoy. La regi�n de Argob est� claramente marcada por sus l�mites naturales y bien descrita por el mismo escritor.
Versículo 6
Los destruimos por completo. - Los consagr� , los hizo ch�rem, como arriba ( Deuteronomio 2:34 ).
Versículo 9
Sirion. - ( Sion , Deuteronomio 448.) Se cree que Sirion, o Shirion y Shenir, tienen significados similares. Pero el Targum interpreta a Shenir como la "roca de nieve". Shirion, seg�n Gesenius, significa "reluciente como una coraza". No ser�a seguro afirmar que la menci�n del nombre sidonio de Herm�n hace que este vers�culo sea una adici�n despu�s de que Israel estuvo en Palestina, aunque podr�a ser as�.
El comentarista jud�o Rashi se�ala que, incluido el nombre Sion ( Deuteronomio 4:48 ), �esta monta�a tiene cuatro nombres. �Por qu� mencionarlos? Para declarar la alabanza de la tierra de Israel, que ten�a cuatro reinos glorific�ndose en ella, y cada uno de ellos diciendo: '�Se llama as� por mi nombre!' �Pero hay varias notas de este tipo en el Pentateuco.
(Ver G�nesis 23:2 ; G�nesis 31:47 ; N�meros 13:22 ; tambi�n Josu� 14:15 .)
Versículo 10
Salchah. - �La actual gran ciudad Salkh�d, al este de Bashan� ( Conder ). (V�ase tambi�n Ciudades gigantes de Bas�n, p. 75.)
Versículo 11
Del remanente de gigantes , es decir, de la naci�n de Refaim en estas partes. (Ver nota sobre G�nesis 14:5 )
Su armaz�n de cama. - La palabra puede significar armaz�n de cama o ata�d. Tanto la palabra "armaz�n de cama" como la palabra "hierro" han dado lugar a algunas discusiones y dificultades. Una cama de hierro y un ata�d de hierro son casi igualmente improbables. Se ha sugerido el basalto como alternativa. Pero aunque hay basalto en Argob, no hay ninguno en Rabbath-Ammon. Conder, quien recientemente ha explorado Rabbath, ha descubierto un notable trono de piedra en la ladera de una colina, y sugiere que la palabra hebrea traducida �armaz�n de cama�, que significa propiamente un sof� con dosel, puede aplicarse a esto.
La palabra para "hierro" (b arz �l) en el lenguaje talm�dico significa tambi�n " un pr�ncipe", y este significado se ha sugerido para el nombre Barzillai, que encontramos en el mismo distrito en tiempos posteriores. �Su trono con dosel era principesco y, sin embargo, permanece en el Rabbath de los amonitas�, ser�a el significado del pasaje, seg�n esta hip�tesis. Se dice que las dimensiones del trono recientemente descubierto son casi las que se dan en este vers�culo.
Despu�s del codo de un hombre - Ish (no adam ) la palabra distintiva y enf�tica para un hombre. Algunos piensan que se refiere al codo de cualquier hombre ; otros que el hombre mismo para quien fue hecho, es decir, Og, est� destinado. (Comp. Apocalipsis 21:17 , "seg�n la medida de un hombre, es decir, de un �ngel").
Versículo 13
La tierra de los gigantes , es decir, de Refaim.
Versículos 13-17
(13-17) Ej. Comp. N�meros 32:33 , y notas al respecto,
Versículo 14
Jair tom� ... hasta el d�a de hoy. - Las �ltimas palabras de este cap�tulo parecen apuntar a una mano posterior, como la de Josu�, que describe la finalizaci�n de la conquista. La expresi�n "hasta el d�a de hoy" es t�picamente com�n en Josu�, o en las notas editoriales insertadas a lo largo de ese libro. (V�ase Introducci�n a Josu�, "Sobre el estilo del libro").
Geshuri y Maachathi - es decir, el Geshurita y el Maachathite, los habitantes de Geshur y Maachah. �Los maachitas, cerca de los manantiales del Jord�n (comp. Abel-Beth-maachah, 2 Samuel 20:14 ), y los gesuritas, m�s al este� (Conder, Bible Handbook, p. 254). Talmai, rey de Gesur, era el abuelo de Absal�n ( 2 Samuel 3:3 ), quien se refugi� con �l despu�s de que mat� a Amm�n ( 2 Samuel 13:37 ). �Argob, Trachonitis o El-Lejja, ha sido un asilo para todos los malhechores y refugiados desde entonces� ( Ciudades Gigantes de Bashan, p. 92).
Versículos 16-17
Y a los rubenitas y gaditas les di. - Las circunstancias se detallan en N�meros 32 . Deseaban la tierra para su ganado.
Versículos 18-19
Este es un resumen del acuerdo realizado y descrito en N�meros 32:20 - -32. (V�ase tambi�n la Nota sobre Josu� 1:12 .)
Versículos 21-22
En ese momento le orden� a Josu� ... Tus ojos han visto. - �Tus ojos son los testigos de todo�, etc. La conquista de Seh�n y Og, as� como la de Amalec, deb�a ser impresa en Josu� (comp. �xodo 17:14 ) como un precedente para su �nimo, y tambi�n para su instrucci�n. Es notable que no se nos brinden detalles de las batallas contra Seh�n y Og, o de la toma de las ciudades, excepto en Josu� 12:6 , �Las hiri� Mois�s, siervo del Se�or.
�Vemos el reflejo de la campa�a de Mois�s, que no est� escrita, en las campa�as registradas de Josu�. La forma peculiar de la oraci�n, " Tus ojos son los que ven", tambi�n puede servir para recordarnos el hecho de que, aunque la Ley fue dada por Mois�s, ning�n ojo vio toda su amplitud y alcance hasta que lleg� a la mano de Jes�s, el antitipo de Josu�.
Versículo 23
Aqu� comienza la segunda secci�n seg�n la divisi�n jud�a, llamada �Y rogu� ( vaeth chann�n ) .
Versículos 23-28
(23-28) Y supliqu� al Se�or en ese momento. - Se registra que Mois�s pidi� dos cosas para s� mismo en la historia del �xodo. El primero est� escrito en �xodo 33:18 , "Te ruego que me �xodo 33:18 tu gloria"; el segundo est� ante nosotros aqu�. �Oh Se�or DIOS (Adonai Jehov�), has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu mano poderosa.
.. Te ruego que me dejes ir y ver la buena tierra m�s all� del Jord�n ". Parecer�a que Mois�s deseaba no tanto ver la tierra (que, de hecho, le fue concedida), sino ver la grandeza de Jehov� manifestada en la conquista, como lo hab�a visto en las victorias sobre Og y Seh�n. Si bien no podemos permitir ni por un momento que "los viejos padres esperaban s�lo promesas transitorias" (ver Notas sobre Deuteronomio 5:16 ; Deuteronomio 22:7 ), sin embargo, es imposible no sentir en esta oraci�n de Mois�s la presi�n del velo. que pend�a sobre el mundo invisible antes de la venida de nuestro Salvador, quien �trajo a la luz la vida y la inmortalidad por medio del Evangelio�. Evidentemente, Mois�s no se dio cuenta de que podr�a ver las obras de Jehov� y Su gloria a�n m�s claramente en el otro mundo.
Versículo 26
Por tu bien. - Porque �ser� santificado en los que se acercan a m�, y ante todo el pueblo ser� glorificado� ( Lev�tico 10:3 ; N�meros 20:12 ); Y tambi�n porque la muerte de Mois�s y la sucesi�n de Josu� fueron �para testimonio de lo que se hablar� despu�s�, una figura de lo que vendr�. Mois�s, como Ezequiel ( Deuteronomio 24:15 ), fue hecho una se�al.
(26) Que te baste. - Literalmente, suficiente para ti, o, como lo parafrasea Rashi del viejo commontatore, �Mucho m�s que esto est� reservado para ti; abundancia de bondad est� escondida para ti. " Y as� fue de hecho. Porque en alg�n "hermoso monte" (Herm�n o "L�bano"), Mois�s y El�as estuvieron con el Salvador del mundo, y hablaron de una conquista mucho m�s gloriosa que la de Josu�, incluso "Su �xodo, que deber�a cumplir en Jerusal�n" ( San Lucas 9:31 ).
Versículo 27
Hacia el norte y hacia el sur. - Hacia el sur, literalmente, Teman-ward. El negeb, o "sur" de Palestina, no se nombra aqu�.
Versículo 28
Porque �l pasar�. - Enf�tico, �l es el que pasar�, y �l es el que los har� heredar; no Mois�s.
Versículo 29
As� que nos quedamos en el valle enfrente de Bet-peor. - Lugar de sepultura de Mois�s, como aparece en Deuteronomio 34:6 . Es un toque final significativo a la escena descrita anteriormente. Este vers�culo tambi�n concluye la recapitulaci�n del viaje de Israel desde Horeb ( Deuteronomio 1:6 ) hasta las orillas del Jord�n, con el que comienza este primer discurso de Mois�s. El resto, contenido en Deut. Iv., Es la parte pr�ctica del discurso, que ahora comienza.