Bible Commentaries
Deuteronomio 30

Comentario de Ellicott para Lectores en InglésComentario de Ellicott

Versículo 1

XXX.

(1) Cuando todas estas cosas te sobrevengan, la bendici�n y la maldici�n. - La maldici�n todav�a est� sobre ellos, y por lo tanto este cap�tulo contempla la posibilidad de una restauraci�n a�n por venir. Algunos ir�an mucho m�s lejos que esto. Pero tanto es innegable.

Y los recordar�s. - Un despertar entre los propios pueblos debe preceder a su restauraci�n.

Versículo 3

El Se�or tu Dios cambiar� tu cautiverio. - La palabra "volver" no es activa como deber�amos esperar (en hebreo), sino neutra, y sobre este hecho los rabinos han basado la siguiente observaci�n de que "de alguna manera la Shejin� permanece sobre Israel durante el estr�s de su cautiverio y siempre que sean redimidos, �l ha prescrito la redenci�n para s� mismo, para que regrese con ellos.

�Y adem�s, que el d�a del recogimiento del cautiverio es grande y concurrido con dificultad; como si �l mismo tuviera que estar all� para tomar visiblemente la mano de cada hombre y sacarlo de su lugar, como est� dicho: �Y ser�is recogidos uno a uno, oh hijos de Israel� ( Isa�as 27:12 ).

Pero se observa que la misma forma del verbo se emplea en Jerem�as con respecto a Moab ( Jeremias 48:47 ). Esta nota al menos muestra que los jud�os esperan el cumplimiento de esta profec�a como algo por venir.

Versículo 4

Si alguno de los tuyos es expulsado. - En la LXX., "Si tu dispersi�n es".

Hasta los confines del cielo. - La LXX. La versi�n de estas palabras se puede rastrear en Mateo 24:31 , "De un extremo al otro del cielo".

Versículo 5

A la tierra que poseyeron tus padres. - Es muy dif�cil interpretar estas palabras de cualquier pa�s que no sea Palestina. Comp. Jeremias 29:13 , por su cumplimiento en la primera restauraci�n, desde Babilonia.

Versículo 8

Y volver�s y ... cumplir�s todos sus mandamientos. - Es tan seguro como cualquier cosa en este mundo que las leyes de Deuteronomio nunca se han cumplido perfectamente. Las minuciosas observancias del sistema talm�dico le quitaron el coraz�n y el esp�ritu a la ley de Mois�s. Los cristianos no profesan obedecer ning�n mandamiento sino los que se llaman morales. Si se va a cumplir la Ley misma, parecer�a necesaria una restauraci�n de Israel.

Versículo 10

Si escuchas. - "Si" es la LXX. Traducci�n. La palabra hebrea significa "para" o "cu�ndo".

Versículos 11-14

Deuteronomio 30:11 . LA LEY DE LA JUSTICIA QUE ES DE FE.

(11) Por este mandamiento. - Heb .: Mitzv�. Este deber, esta forma de obediencia a la ley.

No se te oculta , es decir, no es demasiado dif�cil. Literalmente, demasiado maravilloso para ti. (Comp. Deuteronomio 17:8 ; Salmo 139:6 )

(12) No est� en el cielo. - San Pablo cita las palabras as�: �La justicia que es por la fe habla as�: No digas en tu coraz�n: �Qui�n subir� al cielo? es decir, hacer descender a Cristo de arriba � ( Romanos 10:6 ).

(13) Tampoco est� m�s all� del mar. - San Pablo contin�a, �O (no digas), �Qui�n descender� al abismo? es decir, para hacer subir a Cristo de entre los muertos �. La alteraci�n aqu� es notable. La LXX. no lo explicar�. �M�s all� del mar� generalmente sugiere la idea de una tierra al otro lado de la superficie del oc�ano. Pero un descenso al " abismo", que es lo que St.

Pablo indica, significa un pasaje a trav�s del mar a lo que est� debajo de �l, "m�s all� del mar" en un sentido muy diferente. Nadie m�s que Jon�s fue jam�s m�s all� del mar de esta manera, como �l dice: �Desde el vientre del infierno clam� yo ... T� me arrojaste a lo profundo, en el coraz�n de los mares ... el fondo de las monta�as ... El profundo (abismo) me cerr�. " Y este descenso de Jon�s se elige como la "se�al" del descenso de Cristo a los infiernos.

(14) Pero la palabra est� muy cerca de ti. - Aqu� la diferencia entre el comentarista jud�o y el cristiano es muy llamativa. �La Ley te es dada en las Escrituras y en la tradici�n� (escrita y oralmente), dice Rashi en este lugar. Pero San Pablo contin�a as�: ��Pero qu� dice (la justicia de la fe)? Cerca de ti est� la palabra, en tu boca y en tu coraz�n, es decir, la palabra de fe que predicamos; que si confesares con tu boca que Jes�s es el Se�or, y creyeres en tu coraz�n que Dios le levant� de los muertos, ser�s salvo.

Es digno de menci�n que San Pablo en este lugar contrasta la justicia de la fe con la justicia de la ley, y describe ambas por igual en las palabras del Pentateuco. En cuanto a la justicia de la ley, dice, Mois�s la describe: "El hombre que hace estas cosas, vivir� por ellas". La cita es de Lev�tico 18:5 .

Y hay un pasaje similar en Deuteronomio 6:25 . �Qu� podr�a probar m�s claramente que el pacto de Deuteronomio 28:29 estaba destinado a presentar el camino de la salvaci�n desde un punto de vista diferente al pacto del Sina�, y estaba �al lado del pacto que hizo con ellos en Horeb.

�No es que debamos suponer que alguna vez hubo un camino diferente de salvaci�n. El Dec�logo en s� comienza (como el nuevo pacto) con "Yo soy el Se�or tu Dios". Pero, a diferencia del nuevo pacto, no establece ninguna disposici�n por la cual Israel pueda guardar las leyes que surjan de la relaci�n. El nuevo pacto no solo afirma la relaci�n, sino que proporciona los medios por los cuales los hombres pueden caminar dignos de ella. �Pondr� mis leyes en su mente y las escribir� en su coraz�n�. (Ver nota sobre Deuteronomio 29:13 .)

Es solo en el poder de este principio que Mois�s, en la exhortaci�n que basa en esta declaraci�n del camino de la justicia por la fe, pudo decir como lo hizo en Deuteronomio 30:19 , �escoge, pues, la vida�.

Versículo 20

�l es tu vida y la duraci�n de tus d�as. - Esta es la forma del Antiguo Testamento de un dicho muy conocido en el Nuevo Testamento, que a�n puede cumplirse en Israel: � Yo soy la resurrecci�n y la vida. El que cree en m�, aunque est� muerto, vivir�; y todo aquel que vive y cree en m�, no morir� jam�s �( Juan 11:25 ).

Información bibliográfica
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre Deuteronomy 30". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ebc/deuteronomy-30.html. 1905.