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Bible Commentaries
Ezequiel 5

Comentario de Ellicott para Lectores en InglésComentario de Ellicott

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Introducción

V.

Este cap�tulo est� estrechamente relacionado con el anterior, formando parte de la misma denuncia del juicio sobre los jud�os, aunque esto se establece aqu� en Ezequiel 5:1 con un nuevo simbolismo, y en el resto del cap�tulo mediante declaraciones claras.

Versículo 1

Toma un cuchillo afilado, toma una navaja de barbero. - M�s bien, t�mate una espada afilada, como navaja de barbero te la llevar�s. La palabra cuchillo es la misma que se usa dos veces en Ezequiel 5:2 , y se traduce una vez con cuchillo y otra con espada. Ocasionalmente se usa para cualquier instrumento cortante, pero se toma m�s com�nmente, como aqu�, para una espada.

La versi�n en ingl�s tambi�n ignora el pronombre en la segunda cl�usula. El pensamiento es claramente que el profeta debe tomar una espada, debido a su simbolismo, y usarla en lugar de una navaja.

Sobre tu cabeza y sobre tu barba. - El corte del cabello era una marca com�n de duelo (ver Job 1:20 ; Isa�as 22:12 ; Jeremias 7:29 ); pero la alusi�n aqu� parece ser m�s bien a Isa�as 7:20 , en el que Dios describe sus juicios venideros sobre Israel como un afeitado, �con navaja alquilada.

.. por el rey de Asiria �, de la cabeza y la barba. El simbolismo era m�s marcado porque Ezequiel era sacerdote, y la ley prohib�a expresamente a los sacerdotes afeitarse la cabeza o la barba ( Lev�tico 21:5 ). El afeitado, por tanto, de la cabeza y la barba de un sacerdote con una espada presagiaba un juicio de lo m�s desolador.

Entonces llevarte las balanzas a pesar no es un mero detalle introducido para dar viveza al simbolismo, sino que parece dise�ado para mostrar la absoluta certeza del juicio inminente.

Versículo 2

Quema con fuego un tercer arte en medio de la ciudad. - Es mejor suponer que esto se hizo solo en la descripci�n que imaginar que el profeta lo llev� a cabo en acto sobre la baldosa en la que se represent� la ciudad (Jerusal�n). El significado de este vers�culo se explica en Ezequiel 5:12 , y se aclara al traducir la misma palabra uniformemente "espada", en lugar de cambiar a "cuchillo".

�El tercero, que est� esparcido, significa claramente la peque�a parte del pueblo que, escapando de la destrucci�n, ser� esparcido entre los paganos. Una profec�a similar, que se refiere sin embargo a un tiempo posterior, se puede encontrar en Zacar�as 13:8 . La expresi�n, �cuando se cumplan los d�as del sitio�, por supuesto se refiere al sitio simb�lico del profeta.

Las palabras, �sacar� espada tras ellos�, est�n tomadas de Lev�tico 26:33 , y se repiten en Ezequiel 5:12 , y nuevamente en Ezequiel 12:14 . El sufrimiento de los juicios divinos deber�a seguirlos todav�a en su exilio. La profec�a clara se mezcla aqu� con el simbolismo.

Versículo 3

Unos pocos en n�mero, y �talos en tus faldas. - Un peque�o remanente del pueblo a�n qued� en la tierra despu�s del gran cautiverio ( 2 Reyes 25:22 ); pero aun de �stos algunos perecer�an por la violencia (�arroj�ndolos en medio del fuego�) en los des�rdenes que surgieron, y de esto �saldr� fuego a toda la casa de Israel�. (V�ase Jerem�as 40, 41.) El resultado final fue la expatriaci�n de todo lo que quedaba en Judea y el vaciado total de la tierra del pueblo elegido.

En este punto, el uso del simbolismo cesa por un tiempo, y el profeta ahora, por primera vez, comienza a pronunciar sus profec�as en un lenguaje sencillo. En consecuencia, cambia su estilo de prosa a la forma m�s ordinaria de expresi�n prof�tica en paralelismos, que constituyen el rasgo distintivo de la poes�a hebrea, y esto contin�a hasta que comienza otra visi�n con Ezequiel 8 .

Versículo 5

He puesto que en medio de las naciones. -Esto fue eminentemente cierto en el caso de Jerusal�n, y de Israel representado por Jerusal�n, en todas las edades de su historia. Constituy� una de las grandes oportunidades de Israel si hubieran sido fieles a su llamado, mientras que se convirti� en una de las principales causas de sus desastres cuando se desviaron de Dios. Al sur estaban Egipto y Etiop�a; al norte, primero la gran naci�n de los hititas, y luego los sirios, y tambi�n los asirios (que deben llegar a Palestina desde el norte); en la costa estaban los filisteos, en el extremo sur, y en el norte los fenicios, la gran naci�n mar�tima que se relacionaba con todas las "islas del mar"; mientras que en los desiertos del este y del sur inmediato estaban los ismaelitas, los principales comerciantes del interior, que manten�an relaciones por tierra con todas estas naciones.

Incluso con las grandes pero poco conocidas naciones de la India, Salom�n estableci� el comercio. As� situado en el centro de los principales reinos de la antig�edad, Israel tuvo la oportunidad de presentar al mundo el espect�culo de un pueblo fuerte y pr�spero en la adoraci�n y bajo la tutela del �nico Dios verdadero, y de convertirse en el gran misionero del monote�smo. en el mundo antiguo. Al mismo tiempo, estaban separados de la mayor�a de estas naciones por barreras naturales, los desiertos en el este y el sur, el mar en el oeste, las monta�as en el norte, que eran suficientes para aislarlos como naci�n y permitirles su libertad. libre desarrollo, sin injerencias, como pueblo temeroso de Dios.

Pero cuando, por la infidelidad de los israelitas a su religi�n, se debilit� el �nico v�nculo de unidad nacional, se convirtieron en presa inmediata de las naciones que los rodeaban. Durante el per�odo de los Jueces cayeron bajo el poder de una y otra de las peque�as tribus en sus confines; y m�s tarde, cuando el gran imperio de Salom�n se rompi� como consecuencia de sus pecados, fueron f�cilmente vencidos por las naciones poderosas de ambos lados.

En toda su historia posterior, los israelitas fueron un f�tbol entre Egipto y Caldea, alternativamente estropeados por tributos como amigos o devastados como enemigos por cada uno de ellos. Entonces, en el ordenamiento Divino del mundo, la responsabilidad siempre debe ser proporcionada al privilegio; y el incumplimiento de la responsabilidad conduce, como en este caso, no s�lo a la retirada del privilegio, sino a la correspondiente condena.

Versículo 6

Convirti� mis juicios en maldad. - Mejor, ha resistido perversamente mis juicios, el sentido adoptado por la mayor�a de los expositores modernos.

M�s que las naciones. - No, por supuesto, absolutamente, pero en proporci�n a los conocimientos y privilegios que se les otorgan. Ser�a una exageraci�n decir que los israelitas eran en realidad m�s malvados en su vida que los paganos circundantes; porque eran, sin duda, mucho mejores. Incluso de aquellas ciudades que nuestro Se�or, en un d�a posterior, reproch� con tanta fuerza, ser�a absurdo suponer que igualaron a Sodoma y Gomorra en su iniquidad.

Los juicios de Dios son siempre relativos y proporcionados a las oportunidades que �l ha otorgado a los hombres. El punto es que los israelitas hab�an resistido sus juicios m�s que los paganos; hab�an pecado contra una luz mayor. El pronombre ellos en la �ltima cl�usula se refiere, por supuesto, a los israelitas, no a los paganos.

Versículo 7

Porque os hab�is multiplicado. - M�s bien, Porque os hab�is enfurecido, como la misma palabra se traduce en Salmo 2:1 , y como su significado se da en los l�xicos. El significado es porque hab�an mostrado m�s voluntad propia y oposici�n a Dios.

Ni ha hecho conforme a los juicios de las naciones. - Estas palabras admiten cualquiera de dos sentidos: �ninguno ha guardado las leyes naturales observadas por los paganos�, y en este caso los israelitas habr�an sido representados como peores en su conducta real que los paganos circundantes; o, �ni han guardado sus leyes divinas como los paganos han observado esas leyes que conocen a la luz de la naturaleza y la tradici�n.

�Este �ltimo lo concebimos aqu� como el verdadero sentido. Si Israel hiciera precisamente lo que hicieron los paganos, ser�an mucho m�s infieles (Ver Ezequiel 11:12 ). En Ezequiel 16:47 , tambi�n, est�n claramente acusados ??de ser a�n m�s corruptos que los paganos; y all�, tambi�n, el pensamiento es claramente que hab�an pecado contra m�s gracia. (Ver Excursus III.)

EXCURSUS C: SOBRE EL CAP�TULO 5: 7.

La expresi�n de este vers�culo, y tambi�n la de Ezequiel 16:47 , se explica en el comentario en el sentido de que los israelitas no eran absolutamente peores que los paganos, sino s�lo relativamente, en vista de sus oportunidades y privilegios; sin embargo, el lenguaje en ambos lugares, as� como en muchos otros pasajes de los profetas, parece a primera vista ser absoluto.

Por tanto, cabe preguntarse naturalmente si es justificable interpretarlo en un sentido relativo y, de ser as�, �sobre qu� fundamento? La respuesta a estas preguntas debe buscarse en una consideraci�n de todo el car�cter y la historia de Israel, que mostrar� que lo que podr�a ser solo una maldad relativamente mayor en ellos de acuerdo con un est�ndar humano, se convierte, bajo las circunstancias, en un pecado absolutamente mayor. contra Dios.

Ciertamente no es cierto que los israelitas como naci�n cometieran habitualmente pecados que eran, en s� mismos, considerados de mayor enormidad que las abominaciones de los paganos; tampoco se debe suponer que fueron originalmente elegidos por Dios porque ten�an una peor disposici�n que cualquier otro pueblo. Entonces, �c�mo llegaron a ser considerados por �l como peores, y c�mo llegaron a tener una mayor propensi�n al mal? La ley del gobierno moral del mundo, que la responsabilidad es proporcional al privilegio, es muy insistente en las Escrituras; y por lo tanto, el descuido o el mal uso del privilegio conduce a una condena m�s severa que si el privilegio nunca se hubiera otorgado.

Esta ley est� de acuerdo con el hecho de la experiencia universal de que la gracia, cuando se resiste, endurece el coraz�n y lo aleja a�n m�s de Dios. Es solo en vista de este hecho que podemos dar cuenta del rechazo de nuestro Se�or por parte de aquellos entre quienes se realizaron sus poderosas obras. El mismo hecho explica los t�rminos fuertes en los que los profetas continuamente reprochan a su pueblo. Los gentiles, con menos gracia y privilegio religioso, no pod�an caer en la misma extrema dureza de coraz�n por su rechazo.


Pero esto sugiere la pregunta a�n m�s radical: �Por qu� los israelitas deber�an haber sido m�s propensos a abusar de sus mayores privilegios que los gentiles para menospreciar a los que eran muy inferiores? La raz�n radica en la naturaleza misma de los privilegios mismos; porque la oposici�n del coraz�n natural fue mucho m�s despertada por uno que por el otro. Las diversas religiones de los paganos se parec�an en imponer poco control a las pasiones, el ego�smo y la voluntad propia del hombre; de hecho, a menudo no solo alentaron sino que deificaron los peores rasgos de la naturaleza humana.

La ley de Dios, por el contrario, puso ante los hombres como objeto de su adoraci�n un Ser de absoluta pureza y santidad, e hizo de la devoci�n a �l de coraz�n, alma y fuerza su primer y m�s absoluto mandamiento. Si el privilegio del israelita era mucho mayor, todav�a requer�a de �l una lucha m�s dura contra la maldad de su naturaleza para aprovechar sus beneficios; y el fracaso en esto, ya que lo alej� de un est�ndar m�s alto de santidad, necesariamente lo precipit� a una mayor profundidad de pecado.

De ah� surgieron los sorprendentes contrastes en la historia de Israel entre la santidad de un El�as, un Isa�as o un Daniel, y la extrema maldad del pueblo a quien el profeta ahora fue enviado a reprender. Por tanto, no hay nada extra�o o anormal en la historia de Israel en comparaci�n con la de los gentiles. La misma vieja historia se repite constantemente en los vicios de las tierras cristianas, y se ve en todas partes en la mayor fidelidad a sus normas de los devotos de toda religi�n falsa o corrupta.

De paso, uno no puede dejar de comentar sobre esa providencia misericordiosa del Dios Todopoderoso por la cual Su revelaci�n ha sido siempre progresiva, elev�ndose solo cuando los hombres fueron en cierto grado preparados por la revelaci�n inferior para llevar la superior.
Sin embargo, aunque estos resultados pueden atribuirse al funcionamiento de leyes providenciales, la culpa no tiene excusa, ya sea en nosotros mismos o en los israelitas de anta�o. Ni ellos ni nosotros renunciar�amos voluntariamente al privilegio, y con ello se une inseparablemente la responsabilidad de su mejora. Dios dio entonces, como da ahora, suficiente gracia a los que la buscan; y perdona gratuitamente el pecado de todos los que luchan contra su poder.

Versículo 8

A la vista de las naciones. - La notoriedad de la posici�n de Israel (ver bajo Ezequiel 5:5 ) hizo necesario que el castigo por su incumplimiento de la ley de Dios fuera tan p�blico como su pecado. Todos hab�an visto su infidelidad; todos deben ver el juicio consecuente.

Versículo 9

Lo que no he hecho y en lo que no volver� a hacer nada parecido. - Nuestro Se�or usa un lenguaje similar ( Mateo 24:21 ) al predecir la destrucci�n final de Jerusal�n por parte de los romanos. Pero todos cuestionan si Ezequiel aqu� espera esa calamidad, y toda comparaci�n entre eso y la destrucci�n bajo Nabucodonosor, est� fuera de lugar.

Lo que el profeta pretende aqu� no es una comparaci�n entre diferentes juicios sobre los jud�os, sino entre el trato de Dios hacia ellos y hacia los dem�s. As� como ellos hab�an recibido de Su mano mayores oportunidades y privilegios de los que �l les hab�a dado antes o despu�s dar�a a cualquier otra naci�n, as� el castigo por su pecado debe ser m�s severo y m�s conspicuo de lo que �l hab�a infligido o infligir�a a cualquier otra.

Todos los juicios divinos sobre ellos a lo largo de todos los tiempos, por lo tanto, pueden considerarse como que est�n aqu� a la vista. El cautiverio actual y la destrucci�n inminente del templo fueron s�lo rasgos de una larga serie de juicios, en el curso de los cuales deber�an tener lugar los terribles detalles mencionados en Ezequiel 5:10 , terminando con lo que es la condici�n actual del pueblo antes. nuestros ojos, esparcidos �a todos los vientos.

�Tales males hab�an sido predichos por sus profetas a lo largo de su historia como consecuencia de la desobediencia (ver Lev�tico 26:29 ; Deuteronomio 28:53 - los hijos comi�ndose a sus padres es una adici�n terrible aqu�; Jeremias 19:9 ), y desde el tiempo Hasta cierto punto se hab�a cumplido el tiempo ( 2 Reyes 6:28 ; Lamentaciones 2:20 ), aunque la culminaci�n del castigo, como la culminaci�n del pecado, era todav�a futura.

Versículo 11

Porque t� ... por lo tanto lo har� yo . El paralelo entre la conducta de Israel y los juicios de Dios est� aqu�, como en todas partes, puesto de manifiesto con fuerza. Dios no les infligir�a ning�n mal que ellos mismos no hubieran invocado por su obstinada y obstinada perseverancia en la rebeli�n contra �l.

Tambi�n te menosprecia. - La palabra disminuir no es una traducci�n adecuada del original, y el pronombre t� no est� en hebreo. La palabra propiamente significa retirar, y debe tomarse como reflexiva, "retirarme", o como tener por objeto "mi ojo" de la siguiente cl�usula, siendo el sentido el mismo en cualquier caso: el Se�or se retirar� de ellos su presencia y su compasi�n.

Ezequiel 5:12 sigue en lenguaje sencillo las profec�as simb�licas de Ezequiel 5:1 y da la interpretaci�n inspirada de su significado. Destacan claramente el hecho de que los juicios no deber�an terminar con la destrucci�n de Jerusal�n.

Versículo 13

Me consolar�. - La palabra empleada aqu� se usa en dos sentidos diferentes: el de sentir compasi�n, o el de arrepentirse del enojo, como en Isa�as 12:1 ; Isa�as 49:13 ; Isa�as 51:3 ; Isa�as 51:12 ; Isa�as 52:9 , & c.

; o de consolarse tomando venganza, como en G�nesis 27:42 ; Isa�as 1:24 (Versi�n autorizada, tranquil�zate ). (Comp. Tambi�n Ezequiel 31:16 ; Ezequiel 32:31 .

) Este �ltimo es evidentemente el significado aqu�; el honor divino, herido por los pecados del pueblo elegido y deshonrado ante los paganos, debe ser reivindicado por su castigo a la vista de todo el mundo.

Información bibliográfica
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre Ezekiel 5". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ebc/ezekiel-5.html. 1905.
 
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