Bible Commentaries
Isaías 1

Comentario de Ellicott para Lectores en InglésComentario de Ellicott

Versículo 1

La visi�n de Isa�as, hijo de Amoz ... - El t�rmino "visi�n", que describe la obra de un profeta ( 1 Samuel 3:1 ), es el correlativo del antiguo t�rmino "vidente", aplicado al profeta mismo ( 1 Samuel 9:9 ). Este �ltimo cay� en desuso, probablemente porque los pretendientes a la clarividencia que implicaba lo desacreditaron.

El profeta, sin embargo, no dej� de ser un "vidente"; y ver visiones segu�a siendo una de las formas m�s elevadas del don del esp�ritu de Jehov� ( Joel 2:28 ). Describe el estado, m�s o menos ext�tico, en el que el profeta ve lo que otros no ven, lo que est� por venir, la obra invisible de las leyes eternas de Dios.

En comparaci�n con "la palabra del Se�or", indica una mayor intensidad del estado de �xtasis; pero los dos t�rminos estaban estrechamente asociados y, como en Isa�as 2:1 , se dec�a que un hombre ve�a �la palabra del Se�or�. Jud� y Jerusal�n se mencionan como el centro, aunque no el l�mite, de la obra del profeta.

Versículo 2

O�d, cielos, y escucha, tierra. - El profeta abre la gran acusaci�n llamando al universo a escucharla. Las palabras nos recuerdan a Deuteronomio 30:19 ; Deuteronomio 32:1 , pero el pensamiento fue la herencia com�n de los poetas hebreos ( Salmo 50:4 ; Jeremias 6:19 ; Jeremias 22:29 ), y no podemos sacar ninguna inferencia del paralelismo en cuanto a la fecha de ninguno de los libros.

He alimentado y criado a ni�os. La �ltima palabra tiene en hebreo el �nfasis de la posici�n: Hijos he criado y criado. De aquellos que hab�an crecido as� bajo el cuidado de un padre, cab�a esperar un deber filial; Pero no fue as�. Los hijos se hab�an rebelado contra el control de su padre. Es significativo que el profeta parta del pensamiento de la paternidad de Dios en su relaci�n con Israel.

El pueblo podr�a ser indigno de su elecci�n, pero �l los hab�a elegido ( �xodo 4:22 ; Deuteronomio 14:1 ; Oseas 11:1 ).

Versículo 3

El buey conoce a su due�o ... - Como en �xodo 20:17 ; 1 Samuel 12:3 , el buey y el asno y no, como nosotros, el caballo y el perro, son los ejemplos representativos de la relaci�n de los animales dom�sticos con el hombre. Estos conocen esa relaci�n y act�an de acuerdo con ella; pero Israel no lo sab�a, o m�s bien no lo sab�a.

De modo que Jerem�as habita, volvi�ndose a una regi�n diferente de la vida animal, en el instinto que lleva a la cig�e�a, la golondrina y la grulla a cumplir la ley de su ser ( Jeremias 8:7 ), mientras que Israel "no sab�a", es decir, no reconoci� - la ley de Jehov�.

Versículo 4

Ah, naci�n pecadora ... - La interjecci�n hebrea es, como nuestro "�Ha!" En ingl�s. la expresi�n de indignaci�n m�s que de l�stima.

Semilla de malhechores, hijos corruptos. - La primera frase en el idioma hebreo no significa �la progenie de los malhechores�, sino aquellos que, como semilla o prole, est�n hechos de ellos. (Comp. Isa�as 14:20 ; Isa�as 65:23 .

) La palabra �hijos� (mejor, como en Isa�as 1:2 , hijos ) una vez m�s enfatiza la culpa de aquellos que debieron haber sido obedientes.

Han abandonado al Se�or ... - Los tres verbos pintan las distintas etapas del crecimiento del mal. Los hombres primero abandonan, luego rechazan y luego apostatan abiertamente. (Comp. Lucas 16:13 ). En el �Santo de Israel� tenemos el nombre divino en el que Isa�as m�s se deleita en morar, y que hab�a quedado grabado en su mente por el Trisagion , que acompa�� su primera llamada al oficio de profeta ( Isa�as 6:3 ). .

El pensamiento expresado por el nombre es que todas las ideas de consagraci�n, pureza y santidad est�n reunidas en Dios. El t�rmino aparece catorce veces en la primera parte de Isa�as y diecis�is veces en la segunda. Un pueblo corrupto necesitaba que se le recordara cada vez m�s la verdad que afirmaba el nombre.

Versículo 5

�Por qu� habr�as de ser herido m�s? os rebelar�is m�s y m�s. - Mejor, rebelando cada vez m�s. El profeta no predice la perseverancia en la rebeli�n, sino que aboga contra ella. (Comp. "�Por qu� morir�is?" En Ezequiel 18:31 .)

Toda la cabeza est� enferma ... - Mejor, cada cabeza ... cada coraz�n. El pecado del pueblo est� pintado como una epidemia mortal, que se extiende por todas partes, afecta los �rganos m�s nobles del cuerpo (ver Nota sobre Jeremias 17:9 ) y desaf�a todos los recursos del arte de curar. La descripci�n que sigue es una de las par�bolas naturales de la �tica y nos recuerda la descripci�n de Plat�n de las almas de los tiranos como llenas de llagas ulcerosas ( Gorg.

, c. 80). La descripci�n puede haberse relacionado con la experiencia personal del profeta o su entrenamiento en la medicina y cirug�a de su tiempo, o con las enfermedades que vinieron como juicios sobre Joram ( 2 Cr�nicas 21:18 ) y Uz�as ( 2 Cr�nicas 26:20 ).

Lo encontramos en Isa�as 38:21 prescribiendo para el fur�nculo de Ezequ�as. De hecho, de 2 Cr�nicas 16:12 parecer�a que los profetas, como orden, practicaban el arte de curar, y tambi�n eran rivales de los "m�dicos", que depend�an principalmente de los hechizos y encantamientos id�latras.

El cuadro de la enfermedad nos recuerda el lenguaje de Deuteronomio 28:22 ; Job 2:7 , y de las descripciones de pestilencias similares en la historia de Florencia y de Inglaterra. Cada parte del cuerpo est� contaminada por el veneno.

�Notamos una cierta precisi�n t�cnica en los tres t�rminos utilizados:� heridas �(literalmente, cortes, como los infligidos con una espada o un cuchillo); �Magulladuras� o ronchas, marcas del azote o vara; �Llagas putrefactas�, heridas que se han convertido en �lceras. Como el diagn�stico es t�cnico, tambi�n lo son las agencias terap�uticas. �Cerrar� o �presionar� la herida supurante fue el proceso que se intent� al principio para deshacerse de la secreci�n purulenta; luego, como en el caso de Ezequ�as ( Isa�as 38:21 ), se �lig�, con una cataplasma, luego con un poco de aceite estimulante o ung�ento, probablemente, como en Lucas 10:34 , se us� aceite y vino, para limpiar la �lcera . No se hab�an aplicado tales remedios, dice el profeta, a la enfermedad espiritual de Israel.

Versículo 7

Su pa�s est� desolado ... - Es natural tomar las palabras como una descripci�n del estado real de las cosas cuando el profeta escribi�. Hab�a habido tales invasiones en los d�as de Acaz, en las que Israel y Siria ( Isa�as 7:1 ), Edom y los filisteos, hab�an sido conspicuos ( 2 Cr�nicas 28:17 ); y el reinado de Ezequ�as ya hab�a sido testigo del de Sarg�n ( Isa�as 20:1 ).

El hebreo no tiene un verbo copulativo, sino que une sujeto y predicado con el �nfasis de la brusquedad: Tu tierra , una desolaci�n, etc. La repetici�n de la palabra "extra�os" es caracter�stica del estilo de Isa�as.

Como derrocado por extra�os. - Las lecturas conjeturales dan (1) "como el derrocamiento de Sodoma"; (2) "como el derrocamiento de ( es decir, forjado por) una tormenta de lluvia". La palabra traducida "derribados" se aplica en otros lugares s�lo a la destrucci�n de las ciudades de la llanura ( Deuteronomio 29:23 ; Am�s 4:11 ; Jeremias 49:18 ). As� tomada, la cl�usula prepara el camino para una comparaci�n m�s completa de Isa�as 1:9 .

Versículo 8

La hija de Sion. - La frase representa, como en todas partes ( Salmo 45:12 ; Lamentaciones 2:8 ; Miqueas 4:10 ), la ciudad ideal personificada.

Se deja como una caba�a en un vi�edo ... - La "choza" o "caba�a " en la que viv�a el cuidador de los vi�edos, aparte de otras viviendas, era un tipo de aislamiento casi proverbial, pero a tal estado era Sion casi reducido. La segunda semejanza es del mismo car�cter. Los pepinos y otras plantas del tipo de la calabaza ( Jon�s 4:6 ) se cultivaban en gran parte en Judea, y tambi�n aqu�, cada campo o jard�n, como los olivares y vi�edos de Italia, ten�a su caba�a solitaria.

Como ciudad sitiada. - La comparaci�n de la ciudad sitiada consigo misma es al principio sorprendente. Ret�ricamente, sin embargo, forma un cl�max. En ese momento, la ciudad no estaba realmente sitiada, pero estaba tan rodeada de peligros, tan aislada de toda ayuda, que esto era a lo que pr�cticamente lleg� su condici�n. No fue ni m�s ni menos que "como una ciudad sitiada", o "a una distancia medible" de llegar a serlo.

Versículo 9

Excepto el Se�or de los ej�rcitos ... - Este nombre tambi�n hab�a sido grabado en la mente del profeta en el momento de su llamado ( Isa�as 6:3 ). El Dios de las huestes (o ej�rcitos ) del cielo (sol, luna y estrellas, �ngeles y arc�ngeles) y de la tierra no hab�a olvidado al pueblo. La idea del �remanente� que qued� cuando el resto del pueblo pereci� est� estrechamente relacionada con el pensamiento principal de Isa�as 6:12 .

Quiz�s hab�a quedado grabado en la mente del profeta por el "remanente" de Israel que hab�a escapado de Tiglat-pileser o Sarg�n ( 2 Cr�nicas 30:6 ; comp. Miqueas 5:7 ).

Deber�amos haber sido como Sodoma ... - Aqu� el profeta, continuando quiz�s el pensamiento de Isa�as 1:7 , habla de la destrucci�n, en el pr�ximo vers�culo de la culpa, de las ciudades del llano. Ambos se hab�an convertido en proverbio. Entonces Ezequiel ( Ezequiel 16:46 ) establece el paralelismo; por eso nuestro Se�or dice que la culpa de Sodoma es m�s leve que la de Capernaum ( Mateo 11:23 ); de modo que la tradici�n se ha condensado en el proverbio �rabe, citado por Cheyne, �M�s injusto que un cad� de Sodoma.

�(Comp. Isa�as 3:9 ; Deuteronomio 32:32 .)

Versículo 10

O�d la palabra del Se�or, gobernantes de Sodoma. - El texto hebreo, al dejar un espacio entre los dos vers�culos, indica el comienzo de una nueva secci�n. Se nota que el profeta no se dirige al rey. Puede ser que confiara en �l, pero no en sus ministros. Debemos recordar que los gobernantes (mejor, jueces; la misma palabra que cad� ) a los que se dirigi� de esta manera probablemente fueron aquellos que estaban aparentemente activos en la obra de reforma de Ezequ�as, o hab�an tomado parte en el culto de rutina m�s antiguo bajo Uz�as.

Tanto para los pr�ncipes como para la gente, esa reforma fue superficial. El escritor sacerdotal del Libro de las Cr�nicas pod�a detenerse s�lo en el bien aparente en cualquier reinado ( 2 Cr�nicas 27:2 ; 2 Cr�nicas 2 Cr�nicas 29-31); pero el ojo de Isa�as vio debajo de la superficie.

En "la palabra del Se�or" y "la ley de nuestro Dios", tenemos dos aspectos diferentes de la revelaci�n de la voluntad divina, el primero es el mensaje prof�tico del profeta, el segundo apunta principalmente, tal vez, a la ley dada por Mois�s, pero que incluye tambi�n, como en Salmo 19:7 ; Salmo 119:1 ; Isa�as 42:4 ; Isa�as 42:24 ; Isa�as 51:7 , todas las formas de ense�anza �tica directa, especialmente, quiz�s, las que realmente se basan en la ley o la Tor� como texto.

Versículo 11

�Para qu� es la multitud de tus sacrificios ? ... - Isa�as contin�a la gran catena de declaraciones prof�ticas en cuanto a las condiciones de la adoraci�n aceptable ( 1 Samuel 15:22 ; Salmo 40:6 ; Salmo 50:7 ; Salmo 51:16 ).

En Oseas 6:6 ; Am�s 5:21 ; Miqueas 6:6 tenemos las declaraciones de los profetas contempor�neos, que pueden haber ejercido una influencia directa en su ense�anza.

La descripci�n apunta principalmente, quiz�s, al reinado de Uz�as, pero puede incluir el de Ezequ�as. El relato de los sacrificios concuerda con 2 Cr�nicas 29:21 .

Dice el Se�or ... - Aqu�, como en Isa�as 1:18 ; Isa�as 33:10 ; Isa�as 41:21 ; Isa�as 66:9 , el profeta usa el futuro en lugar del tiempo pasado familiar. Esto es lo que dir� Jehov�, una vez por siempre.

Versículo 12

Cuando vengas a presentarte ante m�. - Literalmente, ante mi cara. Este es el significado que da el presente texto hebreo y, por supuesto, es adecuado. La versi�n sir�aca y algunos estudiosos modernos ( por ejemplo, Cheyne) adoptan una lectura que da ver mi rostro. En cualquier caso, el pensamiento impl�cito es que los adoradores cre�an que llegaron a la presencia m�s inmediata de Jehov� cuando entraron en los atrios del templo.

�Presentarse ante Dios� era la frase normal para visitar el Templo en las tres grandes Fiestas y otras ocasiones solemnes ( �xodo 34:23 ; Salmo 42:3 ; Salmo 84:7 ).

Versículo 13

No traigas m�s oblaciones vanas. - Eran de la clase minj� , las "ofrendas de carne" o, m�s propiamente, las ofrendas de harina de Lev�tico 7:9 . Este, con su acompa�amiento simb�lico de incienso ( Isa�as 66:3 ), era el rasgo caracter�stico de las ofrendas de agradecimiento y las ofrendas de paz.

El incienso es una abominaci�n. - La palabra hebrea no es la que se suele traducir como "incienso", y se encuentra en Salmo 66:15 ("incienso" o humo dulce, "de carneros"), en relaci�n con el sacrificio de animales. Sin embargo, no parece haber ninguna raz�n adecuada por la que debamos tomar la minj� en ning�n otro sentido que no sea su sentido habitual de ofrenda de comida. El profeta re�ne todas las frases rituales principales sin una atenci�n elaborada a los detalles relacionados con ellas.

Las lunas nuevas y los s�bados ... - La clasificaci�n coincide con la de 2 Cr�nicas 8:13 : s�bados, lunas nuevas y fiestas solemnes �. (Comp. Oseas 2:11 ). El t�rmino "convocaci�n" o "asamblea" se aplic� especialmente a la Pascua, la Fiesta de las Semanas y la Fiesta de los Tabern�culos ( Lev�tico 23:7 ; Lev�tico 23:21 ; Lev�tico 23:27 ).

El avivamiento religioso bajo Ezequ�as trajo a todos estos a una nueva prominencia ( 2 Cr�nicas 31:3 ). En Colosenses 2:16 aparecen juntos como pertenecientes a los cristianos esenios judaizantes de la era apost�lica.

Es iniquidad, incluso la reuni�n solemne. - La construcci�n hebrea tiene la brusquedad de la indignaci�n: � La luna nueva y los s�bados, y la convocatoria de asambleas ... iniquidad con una asamblea solemne que no puedo soportar. Esto fue lo que hizo que los atestados atrios del Templo fueran odiosos para el mensajero de Jehov�. La "iniquidad" estaba all�. El car�cter de una casta gobernante no cambia en un d�a, y la vida de los gobernantes y jueces fue bajo Ezequ�as como lo hab�a sido en los d�as de Acaz, o al menos en los de Uz�as.

Versículo 14

Tus lunas nuevas y tus fiestas se�aladas . - La �ltima palabra inclu�a los s�bados ( Lev�tico 23:3 ). Las palabras no agregan nada a lo que se hab�a dicho antes, pero vienen con todo el �nfasis de la repetici�n.

Mi alma. - Las palabras son en cierto sentido antropom�rficas. Con el hombre el "alma" expresa toda la intensidad de la vida y la conciencia, y as�, en el lenguaje de los profetas, lo hace con Dios.

Versículo 15

Cuando extiendas tus manos. - Las palabras se�alan la actitud de quien reza, como era el estilo de jud�os, griegos y romanos (�tenditque ad sidera palmas�, Virg., �n., Xii. 196), de pie y con las manos extendidas hacia cielo. (Comp. Lucas 18:11 .)

Cuando hac�is muchas oraciones. - El Pentateuco no contiene instrucciones para el uso de formas de oraci�n m�s all� de la bendici�n de N�meros 6:23 , y dos formas conectadas con la Pascua en Deuteronomio 26:5 ; Deuteronomio 26:13 .

Las "dieciocho oraciones" de uso diario pertenecen a la etapa rab�nica posterior del juda�smo. Sin embargo, est� en la naturaleza del caso que primero se mostrar�a una devoci�n real y luego ostentosa en el uso de tales formas, posiblemente, como en Salmo 119:164 , �siete veces al d�a�. En Proverbios 27:14 ; Proverbios 28:9 , que pertenece al reinado de Ezequ�as y que, por lo tanto, puede representar indirectamente la ense�anza de Isa�as, tenemos las advertencias de los sabios en cuanto al uso correcto de tales formas.

Tus manos est�n llenas de sangre. - Literalmente, sangre, ya que implica muchos actos homicidas. Las palabras apuntan a la culpabilidad de jueces y pr�ncipes, como la que se describe en Oseas 4:2 . La vida fue sacrificada por la codicia de la ganancia, la lujuria o la venganza. A los ojos del profeta, aquellas manos, extendidas hacia arriba en el Templo por algunos, al menos, ministros y jueces del rey, estaban rojas con la sangre de los muertos. (Comp. Isa�as 59:3 )

Versículo 16

Lavarte, hacerte limpio ... - Las palabras probablemente fueron como un eco de Salmo 51:7 . Tanto el salmista como el profeta hab�an entrado en el significado interno de las abluciones externas del ritual.

Deja de hacer el mal; (17) aprende a hacerlo bien. - Tales palabras que el profeta pudo haber escuchado en su juventud de Am�s ( Am�s 5:14 ). Lo que entonces se hab�a dicho a los pr�ncipes del reino del norte ahora se repiti� a los de Jud�.

Versículo 17

Alivia a los oprimidos. - M�s exactamente, corrige al opresor. El profeta llama a los gobernantes no solo a actos de benevolencia, sino al valiente ejercicio de su autoridad para refrenar las malas acciones de los hombres de su propio orden. Recordamos lo que Shakespeare dice del Tiempo, que es su obra:

"Hacer mal al malhechor hasta que haga lo correcto".

( Violaci�n de Lucrecia. )

Juzga a los hu�rfanos. - Las palabras todav�a est�n dirigidas principalmente a los hombres en el cargo. Se les dice que deben ser fieles a su vocaci�n, y que el �hu�rfano de padre� y la �viuda�, como los casos t�picos de los indefensos, deben buscar un abogado en el juez.

Versículo 18

Ven ahora y razonemos juntos. - La Versi�n Autorizada sugiere la idea de una discusi�n entre iguales. El hebreo implica m�s bien el tono de quien da un ultim�tum autoritario , como de un juez al acusado, que no ten�a defensa, o s�lo una falsa defensa, que ofrecer ( Miqueas 6:2 ). �Resumamos las s�plicas - ese ultim�tum es uno de gracia y misericordia - 'Arrepi�ntanse y sean perdonados'�.

Aunque tus pecados sean como escarlata. - Los dos colores probablemente correspond�an a los que ahora designan las palabras en ingl�s. Ambas palabras apuntan a los tintes de Tiro, y las palabras probablemente recibieron un nuevo �nfasis por el hecho de que los pr�ncipes a quienes predic� Isa�as usaban t�nicas de estos colores ( 2 Samuel 1:24 ).

A los ojos del profeta, ese carmes� oscuro era como una mancha de sangre. Lo que Jehov� promete es que la culpa del pasado, profundamente te�ida en el grano como podr�a ser, debe ser descargada y dejar el car�cter con una pureza restaurada. Los hombres pod�an te�irse el alma de tal o cual tono, pero blanquearlos era obra de Dios. �l solo pod�a transfigurarlos para que fueran �blancos como la nieve� ( Marco 9:3 ).

Comp. la reproducci�n del pensamiento, con la paradoja a�adida de que era la "sangre del cordero" carmes� la que iba a blanquear y limpiar, en Apocalipsis 3:4 ; Apocalipsis 7:14 .

Versículo 19

Si est�is dispuestos y obedec�is, comer�is lo bueno de la tierra. - La promesa de bendiciones temporales como recompensa de un verdadero arrepentimiento, en lugar de la paz espiritual y el gozo de Salmo 51:8 , nos llena al principio de un sentimiento de desilusi�n. Debe recordarse, sin embargo, que el profeta habl� a los que eran injustos y ego�stas, y que a�n estaban lejos del coraz�n contrito y quebrantado del verdadero arrepentido.

Se content� con despertar en ellos el sentido latente de la justicia y llevarlos a reconocer el gobierno moral de Dios. A la larga, no ser�an perdedores por un cambio de conducta. La elecci�n de comer o �ser comido� (el �devorado� de Isa�as 1:20 ), gozar de una prosperidad irreprensible o caer a espada, se coloc� ante aquellos para quienes las aspiraciones superiores del alma eran poco conocidas. Este es, en todo momento, al menos uno de los m�todos de educaci�n de Dios para la humanidad.

Versículo 21

�C�mo se ha vuelto ramera la ciudad fiel ! ... - La palabra inicial, como en Lamentaciones 1:1 , es la nota clave de un lamento eleg�aco, que abre una nueva secci�n. La idea de la prostituci�n como representaci�n de la apostas�a de Jehov� estaba involucrada en la idea de que Israel era la novia a quien hab�a cortejado y ganado (Oseas 1-3; Jeremias 2:2 ).

Las im�genes se hicieron m�s impresionantes por el hecho de que la prostituci�n real entr� en gran medida en el ritual de muchas de las formas de idolatr�a a las que fueron tentados los israelitas ( N�meros 25:1 ). Entonces Ezequiel ( Ezequiel 16:1 ) desarrolla el simbolismo con una plenitud casi terrible.

Entonces nuestro Se�or se refiri� a los fariseos como una �generaci�n ad�ltera� ( Mateo 12:39 ). El hecho de que Oseas, un contempor�neo anterior, hubiera sido inducido a contar c�mo se le hab�a ense�ado la verdad as� expuesta por una experiencia personal viva, no deja de tener importancia en su relaci�n con la g�nesis de los pensamientos de Isa�as.

La justicia se aloj� en �l; pero ahora asesinos. - Mejor, asesinos. La palabra no implica homicidio casual, sino algo as� como la elecci�n del asesinato y el robo como profesi�n. Oseas ( Oseas 6:9 ) hab�a pintado un cuadro similar como el de Samaria. El viajero que resid�a en Jerusal�n, los pobres que viv�an all�, estaban expuestos a la indignaci�n y el asesinato; y todo esto pasaba ante los ojos de los hombres en el mismo momento en que se jactaban, por as� decirlo, de su "gloriosa reforma".

Versículo 22

Tu plata se ha convertido en escoria ... - Las dos im�genes describen la degeneraci�n de los gobernantes a cuya negligencia se debi� este desorden. (Ver Notas sobre Jeremias 6:28 .) La hipocres�a y la adulteraci�n estaban a la orden del d�a. Se degrad� la acu�aci�n del juicio y la justicia; el vino de vida espiritual ( Proverbios 9:5 ), de entusiasmo y celo por el bien, se diluy� hasta que perdi� todo poder para fortalecer y refrescar. En �la sal que ha perdido su sabor� de Mateo 5:13 tenemos un simbolismo similar.

Versículo 23

Tus pr�ncipes son rebeldes. - Las palabras hebreas presentan una paronomasia aliterada ( s�rim, s�rer�m ) , que puede estar representada por "Tus gobernantes son rebeldes". Aqu�, como antes, notamos la �influencia de Oseas ( Oseas 9:15 ), de quien se citan las palabras.

Compa�eros de ladrones . - Parece que casi estamos leyendo un informe sobre el estado de la polic�a en una ciudad provincial bajo el gobierno de Turqu�a como es, o de N�poles o Sicilia como estaban. El propio cad� est� asociado en secreto con los bandidos que infestan las carreteras. Nada se puede hacer sin baksheesh, y los ladrones que tienen el bot�n pueden sobornar m�s pesadamente que el hombre a quien han robado.

(Comp. Miqueas 7:3 ) A las quejas de la viuda y del hu�rfano los jueces hicieron o�dos sordos y aplazaron la audiencia de su causa con indefinida dilaci�n. Quiz�s haya un toque de iron�a en la palabra para �sobornos� ( shalm�n�m, como si fueran �regalos de paz�), que se buscaba, en lugar de shal�m, la verdadera paz misma.

Versículo 24

Por tanto, dice el Se�or. - La palabra para "dice" (literalmente, susurro ) es la que siempre indica la pronunciaci�n solemne de un or�culo. La solemnidad se enfatiza por la excepcional acumulaci�n de nombres divinos. El que habla es el Eterno, el Se�or de los ej�rcitos de la tierra y el cielo, el H�roe, el Fuerte de Israel. Este �ltimo nombre tambi�n se encuentra en Isa�as 49:26 ; Isa�as 60:16 ; G�nesis 49:24 ; Salmo 132:2 ; Salmo 132:5 , y no en otros lugares.

Ah, me librar� de mis adversarios. - En un lenguaje atrevido y antropom�rfico, que nos recuerda a Salmo 78:65 , se representa a Jehov� despertando del letargo y levant�ndose para juzgar. Las palabras "facilidad" y "venganza" en hebreo tienen casi el mismo sonido ( nicham y niqqam ) , y provienen de la misma ra�z, el pensamiento principal es el de la respiraci�n profunda que un hombre aspira en el acto de arrojar un carga.

El cansancio y la impaciencia de Isa�as 1:14 , la longanimidad que esperaba, hab�an terminado por fin (comp. Isa�as 5:11 ; Isa�as 5:13 ), y hab�a llegado el d�a de la venganza. Sin embargo, el castigo deb�a ser reformatorio y no meramente penal.

Versículo 25

Volver� mi mano sobre ti. - La frase, como la palabra inglesa "visit", presenta un aspecto tanto severo como cort�s. Del primero tenemos ejemplos en Salmo 81:14 ; Am�s 1:8 ; de este �ltimo en Zacar�as 13:7 . El contexto aqu� se inclina hacia el �ltimo significado. Jehov� castiga para salvar y golpea para sanar.

Limpia puramente tu escoria. - Mejor, eliminar� la escoria con lej�a o potasa, que se utiliz� en el proceso de fundici�n. Se retoma la imaginer�a de Isa�as 1:22 . El gran refinador puede purificar el metal degradado. En Malaqu�as 3:2 , tenemos la misma imagen ampliada. El proceso implic�, por supuesto, el rechazo de la escoria - es decir, en la interpretaci�n de la par�bola, del plomo que ser�a no dejarse dar vuelta a la plata.

Esta�o. - Mejor, quiz�s, liderar. En cualquier caso, el conocimiento de Isa�as sobre la metalurgia probablemente se debi� a las relaciones con los fenicios, que trajeron tanto plomo como esta�o de Tarsis ( es decir, Espa�a).

Versículo 26

Restaurar� tus jueces como al principio. - El profeta mira hacia atr�s a los buenos tiempos, el tiempo probablemente de David, o los primeros a�os de Salom�n ( 1 Reyes 10:9 ) - como los ingleses miran hacia atr�s a los de Isabel - cuando los jueces eran fieles y los pr�ncipes rectos, y la gente feliz - a una pol�tica tan ideal como la de los Salmos 15, 24.

La ciudad de la justicia, la ciudad fiel. - Los dos sustantivos no son iguales, y el segundo tiene m�s bien el significado de �ciudadela�, la acr�polis de Jerusal�n. Posiblemente haya una referencia alusiva a la idea incorporada en los nombres de Melquisedec ( G�nesis 14:18 ; Hebreos 7:2 ) y Adonizedec ( Josu� 10:3 ), en relaci�n con Jerusal�n.

Entonces, en Jeremias 33:16 la ciudad ideal, no menos que el rey ideal, se llamar� Jehov� Tsidkenu (�el Se�or nuestra justicia�).

Versículo 27

Sion ser� redimida con juicio ... - Mejor, con justicia. La condici�n de la redenci�n que procede principalmente de la compasi�n de Jehov� se encuentra en la justicia renovada de hombre a hombre descrita en el vers�culo anterior. Sin eso, la redenci�n no era posible, porque eso era de su esencia misma.

Sus conversos. - Literalmente, los que giran. La conversi�n impl�cita obviamente no es la de los gentiles a la fe de Israel, sino la de los israelitas que se hab�an descarriado. La palabra es la misma que nos encontramos en el nombre de Shear-jashub ( el remanente volver� ) , y es prominente en la ense�anza de Jerem�as, �Convert�os y vivid� ( Isa�as 3:12 ; Isa�as 3:14 ; Isa�as 4:1 , et al. ) .

Versículo 28

De los transgresores y de los pecadores. - La primera de las dos palabras presenta el mal en su aspecto de apostas�a, la segunda en el de pecado abierto que puede acompa�ar a la apostas�a o existir sin ella.

Versículo 29

Se avergonzar�n de los robles ... - Mejor, terebintos. Las palabras apuntan a las arboledas que estaban tan estrechamente relacionadas con la idolatr�a de Cana�n, especialmente con la adoraci�n de la Asera, y que el pueblo hab�a elegido con preferencia al santuario de Jehov� ( Isa�as 17:8 ; Isa�as 57:5 ; Isa�as 66:17 ; Deuteronomio 16:21 ; 2 Reyes 16:4 ; Jeremias 3:6 ).

El culto griego presenta los paralelos de las arboledas de Daphne en Antioqu�a, y las de Dodona y de Eumenides en Col�nos. Los "jardines" eran el recinto plantado alrededor del �rbol o arboleda central.

Versículo 30

Ser�is ... - Los hombres deb�an pensar en los lugares agradables que los hab�an tentado, no como los hab�an visto, frescos y verdes, sino como quemados y marchitos, y luego iban a ver en esa desolaci�n una par�bola de su propio futuro. La palabra "fuerte" aparece solo en Am�s 2:9 , donde encontramos "fuerte como las encinas".

Versículo 31

El creador de ella como una chispa. - Mejor, su trabajo como chispa. El pecado mismo se convierte en instrumento de destrucci�n. Los poderosos y orgullosos, que fueron los primeros en la obra de la idolatr�a, y que no se arrepintieron, perecer�an con su obra, es decir, con el �dolo que sus manos hab�an hecho. El remolque y la chispa se eligen por representar la forma m�s r�pida de combusti�n.

Información bibliográfica
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre Isaiah 1". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ebc/isaiah-1.html. 1905.