Bible Commentaries
Isaías 37

Comentario de Ellicott para Lectores en InglésComentario de Ellicott

Versículo 1

XXXVII.

(1) Se cubri� de cilicio. - El rey probablemente iba acompa�ado de sus ministros, todos con el cilicio penitencial de los dolientes ( Joel 1:8 ; Jon�s 3:5 ).

Versículo 2

Al profeta Isa�as. - Por fin, pues, la gente s� �vio a su maestro� ( Isa�as 30:20 ). En esa hora suprema de calamidad, el profeta, que hab�a sido despreciado y ridiculizado, era su �nico recurso. �Qu� pod�a hacer para librarlos de la red maligna que los rodeaba y reivindicar el honor de su Dios?

Versículo 3

Los ni�os vienen al nacimiento. - El lenguaje en negrita del texto se sit�a donde deber�amos utilizar un adjetivo cuyo significado nos olvidamos a medias. Las cosas hab�an llegado a tal punto que todos los planes y consejos fueron literalmente abortados. (Comp. Isa�as 26:17 , y Oseas 13:13 para un s�mil similar).

Versículo 4

Eleva tu oraci�n por el remanente ... - Las palabras caracter�sticas de Isa�as 1:9 ( Isa�as 1:9 ; Isa�as 10:21 ) se hab�an grabado en la mente del rey. Ahora que ciudad tras ciudad de Jud� hab�a ca�do en manos de Senaquerib (cuarenta y seis, seg�n sus inscripciones - Registros del pasado, i. 38), los que estaban reunidos dentro de los muros de Jerusal�n eran como un mero remanente del pueblo.

Versículo 5

As� que los sirvientes ... - Literalmente, Y ... La Versi�n Autorizada sugiere que solo vino uno de los mensajeros. Posiblemente. sin embargo, las palabras implican una retirada entre la entrega de su mensaje y su llegada por segunda vez para recibir su respuesta.

Versículo 6

Los siervos del rey de Asiria. - No es la palabra habitual para "sirvientes", que podr�a incluir altos funcionarios del estado, pero una menos honorable ( na'ar� ) , como puer en lat�n o gar�on en franc�s. Habla del Rabsaces (probablemente el copero del rey) como si, despu�s de todo, solo fuera un ayuda de c�mara.

Versículo 7

Enviar� una r�faga sobre �l. - Mejor, le pondr� esp�ritu. La Versi�n Autorizada sugiere la idea de alguna calamidad f�sica, como la que realmente destruy� al ej�rcito asirio. Aqu�, sin embargo, el "esp�ritu" representa el impulso, fuerte y poderoso, que domina las resoluciones anteriores. (Comp. Isa�as 30:28 .)

Oir� un rumor. - Las palabras admiten ser explicadas como una predicci�n que surge de una previsi�n puramente sobrenatural, o como descansando en alguna inteligencia secreta que Israel hab�a recibido en cuanto a los movimientos de Tirhaka.

Versículo 8

En guerra contra Libna ... Laquis. - Ambos nombres aparecen en Josu� 15:39 ; Josu� 15:42 , como perteneciente a Jud�. El paso parecer�a indicar un movimiento estrat�gico, destinado a frenar la marcha del ej�rcito de Tirhakah; pero en nuestra ignorancia de la topograf�a, no podemos establecer nada m�s.

Algunos escritores han identificado a Libnah con Pelusium, o alguna otra ciudad en el Delta del Nilo. La narraci�n parece, quiz�s, sugerir algo m�s que una transferencia del ataque de una peque�a fortaleza en Jud� a otra; pero eso es todo lo que se puede decir.

Versículo 9

Tirhakah. - El tercero de la dinast�a de reyes veinticinco, o et�ope, So, o Sabaco, con quien Oseas, el �ltimo rey de Israel, se ali�, siendo el primero ( 2 Reyes 17:4 ). Se le describe en las inscripciones de Assurbanipal ( Registros del pasado, i. 60) como rey de Mizr y Cus, es decir , Egipto y Etiop�a.

La pol�tica de los consejeros de Ezequ�as los hab�a llevado a cortejar su alianza, como en Isa�as 30:31 . Ahora, sin embargo, el ej�rcito egipcio al menos estaba movilizado. �Rahab� ya no estaba �sentado quieto� ( Isa�as 30:7 ).

Cuando lo escuch�. - El mensaje es en esencia una repetici�n de sus predecesores, m�s desafiante, quiz�s, como en respuesta al ataque amenazado de los ej�rcitos de Tirhakah, que Senaquerib dif�cilmente podr�a dejar de conectar con la confiada esperanza de liberaci�n de Ezequ�as.

Versículo 12

Gozan ... - Contin�a la inducci�n extra�da de la enumeraci�n de naciones conquistadas. Estrictamente hablando, Sarg�n, el padre de Senaquerib, fue el fundador de una nueva dinast�a; pero los "padres" son, como com�nmente en las f�rmulas de los reyes orientales, los predecesores del rey reinante. La posici�n de Gozan se define en 2 Reyes 17:6 como estar en Habor, o Khab�r, que desemboca en el Tigris desde el este, por encima de Mosul.

Har�n es probablemente id�ntico al lugar de descanso de Abraham ( G�nesis 11:31 ) y el Charran de Josefo y el discurso de San Esteban ( Hechos 7:4 ). �Rezeph� se identifica con el Rhesepher de Ptolomeo ( Isa�as 5:13 ; Isa�as 5:6 ) debajo de Thapeacus, entre el 'Eufrates y Tadmor (= Palmyra).

Telassar es probablemente una forma alterada de Tel-Assur (la colina de Assur), y probablemente fue un nuevo nombre dado a una ciudad conquistada, seg�n la forma en que Salmanasar registra que dio nombres a las ciudades que hab�a tomado que pertenec�an a Akhuni, el hijo de Adini ( Registros del pasado, iii. 87, v. 30). En el patron�mico podemos rastrear a los hijos del Ed�n de este verso. En Am�s 1:5 tenemos una Bet-Ed�n nombrada en conexi�n con Damasco; y en Ezequiel 27:23 un �Ed�n� relacionado con Har�n y Asur, como el tr�fico con Tiro. Este �ltimo es probablemente id�ntico al nombrado por Sennacherib.

Versículo 13

�D�nde est� el rey de Hamat ...? - La pregunta que se hab�a hecho en Isa�as 36:19 sobre los dioses de las ciudades nombradas ahora se hace a sus reyes, y la respuesta impl�cita es que est�n en las mazmorras de N�nive.

Hena e Ivah. - Los sitios no han sido identificados, pero Anah se encuentra como el nombre de una ciudad en el �ufrates, e Ivah puede ser el mismo que el Ava de 2 Reyes 17:24 .

Versículo 14

Ezequ�as recibi� la carta. - El sustantivo hebreo es plural, como si el documento constara de m�s de una hoja.

Y esparcirlo delante del Se�or. - El acto fue una apelaci�n muda al �rbitro Supremo. El corpus delicti fue, por as� decirlo , presentado ante el juez, y luego el recurrente ofreci� su oraci�n. Cheyne cita un sorprendente paralelo de los "Anales de Assurbanipal" ( Registros del pasado, vii. 67), quien, al recibir un mensaje desafiante del rey de Elam, entr� en el templo de Ishtar y, record�ndole a la diosa de todo lo que hab�a hecho por ella, pidi� su ayuda y recibi� un or�culo de ella como una visi�n de la noche.

Versículo 16

Que habita entre los querubines. - Una frase similar en Salmo 18:10 refiere, aparentemente, a las oscuras nubes de tormenta del cielo. Aqu�, probablemente, la referencia es a la nube de gloria que era el s�mbolo de la presencia Divina, y que reposaba, cuando se manifestaba, entre los querubines del arca ( N�meros 7:89 ), esas figuras que tambi�n simbolizan las fuerzas elementales. de los cielos. (Comp. Salmo 68:33 .)

T� eres el Dios, incluso t� solo. - El monote�smo absoluto de la fe de Israel se coloca en fuerte ant�tesis del polite�smo del Rabsaces ( Isa�as 37:12 ). (Comp. Jeremias 10:11 e Isa�as 40-42)

Versículo 18

En verdad, Se�or ... - Se admiten los hechos de la inducci�n del Rabsaces, pero se niega la inferencia, sobre la base de que los casos no eran paralelos. Los dioses de las naciones hab�an sido arrojados al fuego (una alternativa a que fueran tomados como trofeos para los templos de Asur e Ishtar), pero esto nunca podr�a sucederle a Jehov�, de quien no hab�a imagen esculpida, y �l mostrar�a que �l solo era el gobernante de la tierra y de los cielos.

Versículo 21

Luego Isa�as, hijo de Amoz ... - Seg�n la cronolog�a rectificada, el gran estallido de profec�a que sigue fue la �ltima de las declaraciones registradas de Isa�as. Como tal, ser� interesante notar cualquier punto de contacto que se presente ya sea con sus profec�as anteriores o con el gran poema prof�tico (Isa�as 40-66) que tradicionalmente se le atribuye. La oraci�n de Ezequ�as, si no estaba presente en su expresi�n, le fue informada, y en el nombre de Jehov� se le comision� para responderla.

Versículo 22

La virgen, la hija de Sion. - La misma frase se hab�a utilizado en Isa�as 23:12 de Zidon. All�, la virgen hab�a sido "oprimida", es decir, " violada" por los invasores, pero Sion iba a escapar del violador y re�rse de su lujuria hasta burlarse.

Versículo 23

�A qui�n has reprochado ... ? La repetici�n m�ltiple de la pregunta enfatiza la fuerza de la respuesta. El "Santo de Israel", de quien los juerguistas desde�osos se hab�an burlado ( Isa�as 30:11 ), ahora era visto como el �nico poderoso libertador.

Versículo 24

Por la multitud de mis carros. - Las palabras se refieren aparentemente a la burla de Isa�as 36:8 . Las inscripciones del rey asirio est�n llenas de alardes similares. Salmanasar, "Senderos sin caminos y monta�as dif�ciles ... penetr� " ( Registros del pasado, iii. 85): y Assumacirpal, "Monta�as escarpadas, caminos dif�ciles, que para el paso de carros no eran adecuados, pas�" ( Ibid . p. 43).

A los lados del L�bano. - El paso del L�bano no estuvo necesariamente implicado en la invasi�n de Palestina por Senaquerib. Posiblemente las palabras se hab�an convertido en una especie de proverbio para superar obst�culos. El L�bano y el Carmelo est�n unidos, como en Isa�as 33:9 .

Versículo 25

Cav� y beb� agua ... Este, de nuevo, fue uno de los alardes comunes de los conquistadores asirios. Fue la gloria especial de Senaquerib, como se registra en sus inscripciones, que hab�a proporcionado a las ciudades con agua que antes se abastec�a escasamente, que hab�a hecho pozos incluso en los desiertos ( Registros del pasado, i. 29, 31, 9:23). .

Todos los r�os de los lugares sitiados. - Tal como est�n las palabras, sugieren la idea de que el ej�rcito asirio podr�a cortar el suministro de agua y proporcionarlo, y as� conectarse con la burla del Rabsaces en Isa�as 36:12 . Su verdadero significado, sin embargo, es probablemente, como en Isa�as 19:6 ; Miqueas 7:12 , "los r�os o canales de Egipto", una forma que se usa para Egipto y que tambi�n transmite la idea de "fortalezas sitiadas". As� tomadas, las palabras son una desafiante amenaza contra Tirhakah. No todas las ramas del Nilo en el Delta deber�an proteger sus ciudades. Sus ej�rcitos, por as� decirlo, los secar�an.

Versículo 26

�No has o�do ... ? Termina el discurso de Senaquerib y comienza el de Jehov�. El adverbio "hace mucho tiempo" debe estar conectado con las palabras que siguen. Todos los acontecimientos de la historia hab�an sido previstos y ordenados, como en el pasado remoto, por los consejos de Jehov�. Los reyes y los ej�rcitos no eran m�s que sus t�teres en el drama de la historia del mundo. Las palabras "no has o�do" sugieren la idea de que Isa�as supone que Senaquerib hab�a o�do hablar de sus profec�as, o las de sus predecesores, en cuanto a los prop�sitos de Jehov�, una suposici�n que, considerando el hecho de que ten�a ministros que estaban bien familiarizados con el hebreo ( Isa�as 36:12 ), era en s� mismo bastante probable.

Versículo 27

Por lo tanto. - Mejor y.

Eran como la hierba del campo. - Un s�mbolo de debilidad sigue a otro. La "hierba de los tejados" era, a este respecto, un emblema proverbial ( Salmo 129:6 ). Las cursivas como ma�z parecen sugerir alg�n error en la transcripci�n. Las palabras, tal como est�n, dan un campo antes de las espadas; los de 2 Reyes 19:26 , una voladura.

Versículo 28

Tu morada ... - Las tres palabras incluyen, en el lenguaje com�n de los hebreos, toda la vida humana en toda forma de actividad ( Salmo 121:8 ; Salmo 139:2 ).

Versículo 29

Por tanto, pondr� mi garfio en tu nariz ... - Las esculturas asirias representan tanto a las bestias como a los hombres arrastrados de esta manera ( Ezequiel 38:4 ). (Comp. La misma imagen en Isa�as 30:28 .)

Versículo 30

Y esto te ser� por se�al. - El profeta se vuelve ahora hacia Ezequ�as y ofrece, como era su costumbre ( Isa�as 7:11 ; Isa�as 38:8 ), una se�al en el horizonte del futuro m�s cercano como prenda del cumplimiento de una predicci�n que ten�a un alcance m�s amplio. .

Entonces era oto�o, probablemente cerca del equinoccio, que era el comienzo de un nuevo a�o. La invasi�n asiria hab�a detenido toda la labranza en la primavera anterior, y la gente tuvo que depender de los productos espont�neos de los campos. En el a�o que estaba a punto de comenzar, todav�a se ver�an obligados a recurrir a la misma fuente, pero dentro de doce meses la tierra estar�a libre de invasores y la agricultura reanudar�a su curso normal, y el cumplimiento de esta predicci�n dentro de el l�mite de tiempo designado garantizar�a el de la promesa m�s amplia que sigue.

Versículo 31

Y el remanente que se escap�. - Notamos el "remanente" de la f�rmula familiar de los primeros d�as de Isa�as. El nombre de Shear-jashub no hab�a dejado de ser un presagio de bien ( Isa�as 7:3 ). Y ese remanente deber�a ser como el v�stago del cual brotar�a a su debido tiempo el hermoso �rbol del futuro ( Isa�as 6:13 ).

Versículo 32

El celo del Se�or de los ej�rcitos har� esto. - Aqu�, nuevamente, el profeta regresa en su vejez a la f�rmula de los primeros d�as de Isa�as 9:7 , con una referencia impl�cita a la gran promesa con la que entonces se hab�a asociado.

Versículo 33

Ni vayas delante de ella con escudos. - La cl�usula apunta a las dos formas de ataque: (1) los invasores que marchan hacia el asalto, protegidos por sus escudos apretados contra los dardos y piedras que fueron lanzados a mano o por motores por los sitiados; y (2) los movimientos de tierra que se apilaron para hacer m�s factible el ataque a los muros. (Comp. Habacuc 1:10 ; Ezequiel 4:2 ) La predicci�n de Isa�as no es solo que Jerusal�n no ser� tomada, sino que el enemigo, aunque ahora acampa alrededor de ella, ni siquiera proceder� a las operaciones habituales de un sitio.

Versículo 35

Por mi propio bien ... - Las palabras exponen, por as� decirlo, los dos motivos de la acci�n de Jehov�: �por su propio bien�, como afirmaci�n de su majestad contra la blasfemia de los asirios; por "causa de David", como recordando la promesa que se le hizo, mostrando, en el esp�ritu del segundo mandamiento, que las influencias buenas y malas de los hombres sobreviven, y que una generaci�n posterior puede beneficiarse del bien que fue en su predecesor, adem�s de sufrir por su culpa.

Versículo 36

Luego el �ngel del Se�or. - Las palabras no excluyen - m�s bien, como lo interpreta 1 Cr�nicas 21:14 , implican - la acci�n de alguna forma de enfermedad epid�mica, disenter�a o peste, como no pocas veces ha cambiado la suerte de una campa�a, extendi�ndola, puede ser, por algunos d�as, y luego agravado por las condiciones atmosf�ricas, como la tormenta impl�cita en Isa�as 29:6 ; Isa�as 30:27 , culminando en una noche de horror.

La historia, tal como est� escrita desde el punto de vista moderno, se detendr�a en los detalles de la pestilencia. Para Isa�as, que hab�a aprendido a ver en los vientos a los mensajeros de Dios ( Salmo 104:4 ), no era nada m�s que el "�ngel del Se�or". As� habr�a dicho del naufragio de la Armada, " Afflavit Deus et dissipantur inimici" o de la retirada de Napole�n de Mosc�, "�l env�a su hielo como bocados: quien es capaz de soportar su escarcha" ( Salmo 147:17 ).

Los registros asirios, como era de esperar, no mencionan la cat�strofe, pero el relato que da Herodoto (ii. 141), con la autoridad de los sacerdotes egipcios, sobre la destrucci�n del ej�rcito de Senaquerib cuando �l invadi� Egipto, entonces bajo el gobierno de Sethon, un sacerdote de Ptha o Heph�stos. El sacerdote-rey or� a sus dioses, y el ej�rcito asirio, luego acamp� frente a Pelusium, fue atacado por mir�adas de ratones de campo, que mordieron las correas de carcaj, arcos y escudos, y as� inutilizaron todas sus armas, y condujeron a su vuelo.

Por lo tanto, agrega el historiador, hab�a una estatua de Sethon en el templo de Hefesto en Menfis, con un rat�n en una mano y con la inscripci�n: "El que me mira, que tema a los dioses". Algunos escritores ( por ejemplo, Ewald y Canon Rawlinson) han llegado a la conclusi�n de que la pestilencia cay� sobre el ej�rcito de Senaquerib en Pelusium y no en Jerusal�n. Sin embargo, se puede cuestionar si, incluso admitiendo que la narraci�n en su forma actual puede ser posterior al exilio, las probabilidades no est�n a favor del registro b�blico, compilado como lo fue por escritores que ten�an documentos y tradiciones heredadas, m�s bien que de los cuentos de viajeros que los colonos de los templos egipcios contaban al buen Herodoto.

En el campamento de los asirios . - Josefo ( Bell. Jud., V. 7, 2) nombra un sitio en las afueras de Jerusal�n que en su tiempo todav�a llevaba este nombre. La narraci�n de Isa�as deja espacio para un intervalo considerable entre su profec�a y la terrible obra del destructor ( 2 Reyes 19:35 ). "En esa noche" no implica necesariamente una secuencia inmediata, el adjetivo demostrativo se utiliza, como el lat�n iste, o ille, para "esa noche memorable".

Versículo 37

Entonces Senaquerib ... - Tenemos que recordar que el rey asirio hab�a estado involucrado en el sitio de Libna, probablemente tambi�n en una expedici�n egipcia, que por una u otra causa no tuvo �xito. El curso de los acontecimientos fue probablemente el siguiente: que en Egipto se enter� de los estragos de la pestilencia, regres� y encontr� que su ej�rcito era demasiado d�bil para luchar, y luego, abandonando toda acci�n futura en el sur, se retir� a N�nive.

Parti�, fue y regres�. - Nos recuerdan los tres sin�nimos del proverbial � abiit, evasit, erupit � de Cicer�n, en Catil. ii. (Supr.).

Versículo 38

Y sucedi�. - Las inscripciones asirias llenan el espacio de veinte a�os entre los acontecimientos que aqu� aparecen, como en secuencia inmediata, con cinco campa�as en el norte y este del Imperio asirio, principalmente contra los babilonios, que se rebelaron de nuevo bajo el hijo de Mer�dach. -balad�n.

Nisroch. - Algunos expertos (Oppert y Schrader) han encontrado el nombre en las inscripciones de Khorsabad, en una oraci�n de Sarg�n a Nisroch como patr�n del matrimonio, pero la identificaci�n es disputada por otros, como G. Smith, Sayce y Cheyne. La etimolog�a del nombre, en el sentido de la deidad "�guila", es tambi�n una de las cuestiones abiertas de la investigaci�n asiria.

Adrammelech y Sharezer . - El nombre anterior aparece en el de una deidad de Sefarvaim en 2 Reyes 17:31 - su significado probable es "el rey de la gloria", el de Sharezer, "el gobernante conserva", o, en una forma variante, Sanatzu, " El pecado (el dios de la luna) preserva ". Los registros asirios, en la medida en que todav�a se interpretan, no mencionan el asesinato, pero una inscripci�n de Esar-haddon, mutilada al principio, comienza con un relato de su victoria sobre los pr�ncipes rebeldes, y la narraci�n de su campa�a habla de monta�as nevadas, que al menos sugieren Armenia (Heb.

Ararat), ( Registros del pasado, iii.101). Las tradiciones armenias hacen de los dos parricidas los fundadores de las casas reales, los sasserunianos y los aizerunianos. De este �ltimo, en el que era com�n el nombre de Senaquerib, surgi� el emperador bizantino, Le�n el armenio. Esar-haddon es adem�s memorable por haber poblado Samaria con la poblaci�n mixta de babilonios, cutheanos y otros ( 2 Reyes 17:24 ; Esdras 4:10 ), de quienes descendieron los samaritanos posteriores, por haber tomado Zidon y deportado a sus habitantes. ( Registros del pasado, iv.

, pag. 111) - como habiendo dejado escrituras en Nahr-el-kelb, cerca de Beyrout, en la que se describe a s� mismo como "Rey de Egipto, Tebas y Etiop�a", como probablemente el "rey de Asiria" que llev� a Manas�s a grilletes a Babilonia. La voluntad de Senaquerib ( Registros del pasado, i. 136), d�ndole sus principales tesoros y renombr�ndolo con un nuevo t�tulo de soberan�a (Assur-Ebil-Muni-pal, i.

e., "Assur es se�or, el fundador del hijo"), parece implicar que era un hijo menor, a quien el cari�o de Senaquerib hab�a exaltado por encima de sus hermanos mayores, quienes en consecuencia se vengaron con el asesinato de su padre.

Información bibliográfica
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre Isaiah 37". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ebc/isaiah-37.html. 1905.