Bible Commentaries
Salmos 122

Comentario de Ellicott para Lectores en InglésComentario de Ellicott

Introducción

CXXII.

En este salmo se basa principalmente la teor�a de las odas peregrinas . Cuenta su dise�o en casi tantas palabras, y en realidad se refiere a la ordenanza que ordenaba a todos los hombres israelitas visitar la ciudad santa tres veces al a�o. El poeta se encuentra en la imaginaci�n o en la memoria a las puertas de Jerusal�n. El viaje est� hecho, y en este momento se recuerda con amor la emoci�n y la alegr�a con que se inici�.

Luego siga las impresiones producidas en la caravana de extra�os por el aspecto de la ciudad, las multitudes de peregrinos que llegan a las puertas, las residencias reales y los tribunales de justicia. En este momento, los sentimientos de admiraci�n y reverencia patri�tica superan al mero asombro. El pensamiento de la capital �capital pol�tica y religiosa� excita otras emociones; y, como en tantos casos de otros peregrinos en conexi�n con Jerusal�n y de Roma, la oraci�n por el bienestar de la ciudad sube a los labios del poeta, una oraci�n que no es menos real porque reproduce literalmente los saludos formales orientales que en tal el tiempo pasar�a de un lado a otro entre los grupos emocionados. El salmo, que muestra s�lo muy levemente el ritmo escalonado, se organiza mejor en pareados.

T�tulo. - La adici�n de David es claramente una conjetura gratuita. La LXX. no sab�a nada de eso.

Versículo 1

D�janos ir. - O iremos. Este verso est� inscrito sobre el p�rtico de la Catedral de San Pablo.

Versículo 2

Nuestros pies se mantendr�n firmes. - M�s bien, Nuestros pies han estado y est�n ahora de pie. "Aqu� estamos por fin a tus puertas, oh Jerusal�n". �Debemos imaginar a los peregrinos deteniendo sus pasos para mirar a su alrededor mientras llegan a las puertas.

Versículo 3

Este verso es algo desconcertante. Se explica para referirse a la reconstrucci�n de la ciudad y la reuni�n de las partes que se hab�an desconectado en la destrucci�n o, lo que es mucho mejor (ver Introducci�n), se toma como una impresi�n r�stica al ver por primera vez una ciudad compacta despu�s de ser acostumbrado a pueblos dispersos. El asombro del pastor de Virgilio se compara acertadamente: �Urbem quam dicunt Romam, Melib�e putavi, Stultus ego, huic nostr� similem.

�Pero la LXX sugiere un significado mucho m�s satisfactorio. Ellos (comp. Symmachus) toman la palabra compacta como un sustantivo, que significa uni�n. El vers�culo entonces puede decir: Jerusal�n, la ( una ) construida como una ciudad, la uni�n est� en ella, es decir , es el punto de reuni�n de todas las tribus. (Vea el siguiente vers�culo).

Versículo 4

Al testimonio. - Esto es err�neo. Las palabras son entre par�ntesis: "All� vayan (o deben ir y deber�n ir) las tribus, las tribus de Jud� (es una ordenanza para Israel) para alabar el nombre de Jehov�". (Ver �xodo 23:17 ; Deuteronomio 16:16 , de este reglamento).

Versículo 5

Tronos. - Jerusal�n, en un principio motivo de asombro como ciudad, es ahora para los peregrinos un motivo de admiraci�n como capital. La menci�n de la "Casa de David" en s� misma elimina el t�tulo, pero no prueba que la monarqu�a todav�a existiera, ya que incluso se podr�a decir que el Sanedr�n administraba justicia desde el trono de la casa o los sucesores de David. La administraci�n de justicia era el deber original y principal de un monarca en tiempo de paz ( 1 Reyes 3:11 , ss. ). El marginal "do sit" da la traducci�n literal del hebreo, que en este uso de sit, donde deber�amos decir en ingl�s stand, es exactamente el escoc�s provincial.

Versículos 6-7

Es imposible en ingl�s reproducir el efecto del original en estas referencias a los saludos habituales de Oriente, ya que al mismo tiempo contienen aliteraciones y un juego con el nombre de Jerusal�n. Primero est� el desaf�o al cuerpo de peregrinos a dar el saludo habitual, y luego se retoma en un triple deseo, variado cada vez. Luego sigue el motivo de esta oraci�n un�nime y cordial: �Pide la paz de la ciudad de paz; la prosperidad sea para tus amantes, la paz dentro de tus muros, la prosperidad en tus palacios ".

Versículo 8

La paz sea contigo. - Aqu� aparece efectivamente el saludo formal, el que saluda a todo viajero en Oriente ( Juan 20:19 ). (Comp. Lucas 10:5 ) La forma completa aparece en 1 Samuel 25:6 .

Versículo 9

Porque ... - Ahora aparece por primera vez el motivo religioso de la peregrinaci�n, tanto m�s enf�tico al quedar reservado para el verso final.

Información bibliográfica
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre Psalms 122". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ebc/psalms-122.html. 1905.