Bible Commentaries
Salmos 127

Comentario de Ellicott para Lectores en InglésComentario de Ellicott

Introducción

CXXVII.

El trabajo, la habilidad y el cuidado del hombre ser�an in�tiles si no hubiera una "Divinidad que modela nuestros fines". Este es el pensamiento com�n en la literatura hebrea (ver Notas), ahora expresado de tal manera que incluye no solo los prop�sitos m�s importantes de la actividad humana, sino incluso el deber m�s hogare�o de la vida cotidiana. Todos caen bajo la misma vigilancia benigna y vigilante. Los detalles m�s peque�os, como las mayores preocupaciones de la vida, son objeto de la consideraci�n Divina; y en las cosas peque�as, as� como en las grandes, la gran lecci�n que hay que aprender es que el hombre no puede dominar el �xito por s� mismo, aunque aguarda al m�s d�bil que tiene la bendici�n divina.

Si se debe buscar un conjunto particular de circunstancias para esta expresi�n de una verdad tan firmemente plantada en Israel, es natural buscarlas durante los problemas y ansiedades que acompa�aron la restauraci�n y reconstrucci�n de Jerusal�n. Posiblemente la prisa por reconstruir las casas privadas antes de que se Hageo 1:2 las necesidades p�blicas (comp. Hageo 1:2 ; Hageo 1:4 ) puede haber dado el motivo del poema, aunque es de la manera m�s delicada, y bajo cifras universalmente aplicable, que se le recuerde a la gente que el hogar, la familia y la propiedad dependen de Dios. El ritmo es fino y variado.

T�tulo. - "Para Salom�n". La interpretaci�n es incorrecta incluso si se admite la inscripci�n. M�s bien, de Salom�n, que es la forma habitual de atribuir autor�a. No es dif�cil dar cuenta de esta adici�n al t�tulo habitual, �Canci�n de grados�, una adici�n que falta en la LXX. No solo era natural pensar en Salom�n, el gran constructor, en relaci�n con el comienzo del salmo, sino que en las palabras "su amado" hab�a para los o�dos jud�os una sugerencia del nombre "Jedidiah", y la semejanza con el El libro de Proverbios, tanto en forma como en sentimiento, est� marcado. Ver, por ejemplo, Proverbios 10:22 , que resume el pensamiento predominante del salmo,

Versículo 1

Casa. - Una casa, cualquier casa, no el Templo. El pensamiento es general. Incluso en los trabajos comunes de los hombres, es la bendici�n divina la que contribuye al �xito. An Gottes Segen ist alles gelegen.

Despierta. - Quiz�s mejor, mira. La casa que ha sido construida con tanto trabajo, la ciudad que ha sido planeada con tanta habilidad, puede caer repentinamente antes del ataque de medianoche del ladr�n o del enemigo, a pesar de la m�s estricta polic�a, a menos que la providencia vigilante de Dios la proteja.

Versículo 2

Es ... dormir. - Este vers�culo, cuya traducci�n literal es indiscutible, se ha encontrado con muchas interpretaciones diferentes. Sobre la primera cl�usula no hay diferencia. Levantarse temprano, para dedicarse a los asuntos del d�a, es en vano sin la bendici�n Divina sobre el trabajo. Las siguientes dos cl�usulas admiten dos interpretaciones diferentes. Algunos relacionan el sentarse con la comida: �demorarse en sentarse y comer el pan de las preocupaciones� (o dolor), i.

e., tan inmerso en los negocios que apenas deja tiempo para las comidas. Pero parece mucho m�s natural tomar el hebreo en su sentido m�s extenso de descanso, y as� explicar, casi como la Versi�n Autorizada:

�Es en vano levantarse temprano;
Para retrasar la hora del descanso,
Para comer el pan ganado con el trabajo;
A Su voluntad, �l da a Su amado (en) el sue�o ".

En cuanto a la �ltima cl�usula, parece correcto, por su uso en G�nesis 1 , "as� fue", para dar as� el sentido "a Su voluntad", lo que tambi�n est� indicado por la deriva general del salmo. La palabra "dormir" puede ser el objeto directo, como en la LXX. y Vulg., o el acusativo usado adverbialmente, "en el sue�o", "mientras duermen".

�Que este �ltimo se adapta mejor al contexto no puede haber duda. Toda la intenci�n del salmo es afirmar la verdad que el Libro de Proverbios resume en una oraci�n ( Proverbios 10:22 ): "La bendici�n de Jehov� enriquece, y el trabajo no puede a�adir nada", la verdad que fue tan impresionante ense�ado en el Serm�n de la Monta�a, por el contraste de la ambici�n inquieta del hombre con la dependencia inconsciente de la generosidad divina de p�jaros y flores.

Decir que aquello por lo que otros se afanan desde la ma�ana hasta la noche en vano, Dios se lo da a su amado sin toda esta ansiedad y esfuerzo, mientras duermen, pone esta verdad a la fuerza, y con ese desprecio de la aparente paradoja que era natural para un hebreo, y que aparece de manera tan prominente en el tratamiento del tema por parte de nuestro Salvador. El trabajo es denunciado como innecesario ni aqu� ni en el Serm�n de la Monta�a, pero el "cuidado de cuidar" es descartado como indigno a aquellos que, por experiencias pasadas, deben confiar en la bondad del gran Proveedor.

El proverbio griego, "La red atrapa mientras el pescador duerme", y el alem�n, "Dios concede sus dones durante la noche", traen expresiones comunes para confirmar esta voz de inspiraci�n, que fue, en casi tantas palabras, recordada en nuestro Par�bola del Se�or ( Marco 4:27 ). Pero la vieja asociaci�n aboga por la interpretaci�n igualmente verdadera e igualmente hermosa que hace del sue�o el don de Dios.

Si hay algo que parece provenir m�s directamente de la bondad del Cielo que otro, que en su car�cter es m�s benigno, en sus efectos m�s afines a la naturaleza de Dios, es la bendici�n del sue�o. En todos los tiempos los hombres han dado gracias al Cielo por esta bendici�n. Los antiguos no solo hablaban del sue�o como "el m�s agradecido de los dones conocidos", sino que se convirtieron en un dios. El salmista inconscientemente, pero con toda verdad, nos ense�a la lecci�n adicional de que no es solo una bendici�n divina, sino una prueba del amor divino:

"De todos los pensamientos de Dios que son
llevados hacia adentro, a las almas lejanas, a
trav�s de la m�sica del salmista profunda,
ahora dime si alguno es
para un don o una gracia que sobrepase este:
�l da a su amado sue�o".
SE�ORA. BROWNING.

Versículo 3

Ni�os. - Con el verdadero sentimiento patriarcal de la bendici�n de una descendencia numerosa, el poeta alude aqu� directamente a G�nesis 30:2 . La �herencia de Jehov� es, por supuesto, la �herencia de Jehov�, es decir, una promesa concedida por �l, as� como el propio Israel fue una posesi�n que �l hizo para s� mismo.

Versículo 4

Hijos de la juventud , es decir , los hijos de un matrimonio temprano. Aquila, "hijos de padres j�venes y vigorosos". El joven, con su numerosa familia a su alrededor, es como el guerrero vigoroso con su carcaj lleno de flechas.

Versículo 5

Ellos. - No los hijos. Aqu� hay uno de los repentinos cambios de n�mero en los que abunda la poes�a hebrea. (V�ase especialmente Salmo 107:43 ) Los padres que tienen familias numerosas de hijos son evidentemente destinados. De la figura del guerrero y las flechas deber�amos esperar aqu� tambi�n una imagen marcial. No ser�n desconcertados, pero desafiar�n a sus enemigos en las puertas. En la ilustraci�n se pueden citar:

�Por tanto, los hombres oran para tener alrededor de su hogar,
descendencia obediente, para pagar a sus enemigos
con da�o y honrar a quien ama su padre;
Pero aquel cuyo resultado no es provechoso,
�qu� otra cosa engendra sino dolor para s� mismo
y carcajadas para sus enemigos?

SOPH .: Antig., 641

Por otro lado, es costumbre de la poes�a hebrea acumular met�foras, y la puerta es tan com�nmente conocida como el lugar de recurso p�blico, donde se resolv�an los casos legales ( Isa�as 29:21 ; Am�s 5:12 , & c), que es muy probable que la alusi�n aqu� sea al apoyo que la causa justa de un hombre recibir�a cuando evidentemente estuviera respaldada por un largo s�quito de hijos incondicionales.

Este punto de vista ciertamente recibe apoyo de Job 5:4 , donde tenemos la imagen opuesta de los hijos de un tirano, no solo incapaces de mantener a su padre, sino ellos mismos "aplastados en la puerta"; y la frase �habla con sus enemigos� en este mismo vers�culo puede ilustrarse de Josu� 20:4 ; Jeremias 12:1 .

Información bibliográfica
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre Psalms 127". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ebc/psalms-127.html. 1905.