Bible Commentaries
Romanos 1

Comentario de Ellicott para Lectores en InglésComentario de Ellicott

Versículo 1

Servidor. - M�s estrictamente, aqu� como en otras partes del Nuevo Testamento, esclavo; y, sin embargo, no se traduce err�neamente como "sirviente", porque no se presenta el lado obligatorio y degradante del servicio. La idea de "esclavitud" en la actualidad tiene asociaciones completamente diferentes.

Apartado. - Comp�rese especialmente con Hechos 13:2 (�Separadme de Bernab� y de Saulo�), donde se emplean instrumentos humanos - los l�deres de la Iglesia en Antioqu�a - para llevar a cabo la voluntad divina. La referencia aqu� es al hecho hist�rico de la selecci�n de San Pablo para ser Ap�stol; en G�latas 1:15 ( agrad� a Dios, que me separ� del vientre de mi madre�), es m�s bien al acto m�s distante de la predestinaci�n divina.

Al evangelio de Dios. - Destacados y apartados para transmitir el mensaje de salvaci�n de Dios al hombre. El genitivo ambiguo, el evangelio de Dios, parece significar �el evangelio que procede de Dios�, �del cual Dios es el autor; "No" del cual Dios es el objeto ".

Versículos 1-7

(1-7) Al escribir a los romanos, una Iglesia de la que �l era personalmente desconocido, y que podr�a suponerse, en la medida en que era jud�a, que ten�a prejuicios contra �l, el Ap�stol entrega con algo m�s de solemnidad que de costumbre sus credenciales. y comisi�n. Ministro divinamente designado de un sistema de cosas predicho por los profetas, y que culmina con la revelaci�n, ordenada y certificada divinamente, de Jesucristo, saluda a los cristianos romanos, tambi�n llamados divinamente.

Note la repetici�n de t�rminos que significan "llamado", "selecci�n", "determinaci�n en los consejos y providencia de Dios"; como si dijera: "T� y yo somos miembros de un gran plan, que no es una invenci�n humana, sino que est� determinado y ordenado por Dios; la clave divina, por as� decirlo, recorre la historia del mundo". Se da as� una nota solemne al comienzo mismo, y en lo que podr�a haber sido considerado como la parte m�s formal de la Ep�stola, mediante la cual los lectores est�n preparados para los temas importantes que se les presentar�n.

Versículo 2

Lo que �l hab�a prometido. - M�s correctamente, lo que �l prometi� antes por Sus profetas en las Santas Escrituras. Hay una delicadeza de significado expresada por la ausencia del art�culo antes de esta �ltima frase. Por tanto, se hace un ligero acento sobre el ep�teto "santo". No se trata simplemente de �en ciertos libros que llevan el nombre de Sagradas Escrituras�, sino �en ciertos escritos cuyo car�cter es santo.

�Son� santos �porque contienen las promesas a las que se hace referencia en el texto, y otras similares. Por tanto, se ver� c�mo incluso este tenue matiz de significado funciona en el argumento general. Los escritos que contienen las promesas, como las promesas mismas, su cumplimiento y las consecuencias que se derivan de ellas, forman parte del mismo esquema divino excepcional.

Los escritos prof�ticos describen no solo la salvaci�n, la sustancia del evangelio, sino tambi�n la predicaci�n de la salvaci�n, el evangelio mismo. (Ver Isa�as 40:2 , �Hablad c�modamente a Jerusal�n�, y los siguientes vers�culos; Isa�as 42:4 ; Isa�as 52:1 et seq.

; Salmo 19:4 ; Salmo 68:11 , et al. )

Profetas. - En el sentido m�s amplio en el que se usa la palabra, incluyendo no solo a Samuel ( Hechos 3:24 ), sino tambi�n a Mois�s y David, y a todos los que se considera que han profetizado al Mes�as.

Versículos 3-4

Quien, en el lado humano, como para mostrar que las profec�as se cumplieron realmente en �l, naci� de la simiente de David, el linaje leg�timo del Mes�as; quien, en el lado divino, en virtud del atributo divino de santidad que habita en Su esp�ritu, fue declarado Hijo de Dios, por esa poderosa demostraci�n, la resurrecci�n de los muertos.

Seg�n la carne. - La palabra se usa aqu� como equivalente a "en Su naturaleza humana, en esa organizaci�n corporal inferior que �l comparte con nosotros los hombres".

Versículo 4

Con poder. - Es decir, de una manera trascendente y sobrehumana.

Seg�n el esp�ritu de santidad. - En ant�tesis de "seg�n la carne", y por lo tanto, llegar a donde deber�amos esperar "en su naturaleza divina". Y, sin embargo, hay una diferencia, cuyo tono preciso no es f�cil de definir. �Qu� debemos entender por �esp�ritu de santidad�? �Debemos considerarlo simplemente convertible con "Esp�ritu Santo"? No exactamente. �O debemos considerarlo como correspondiente a "la carne", como "esp�ritu" y "carne" corresponden en el hombre? Una vez m�s, no del todo, o no simplemente.

El esp�ritu de Cristo es humano, porque Cristo asumi� nuestra naturaleza en todas sus partes. Es humano; y, sin embargo, es en �l m�s especialmente donde reside la divinidad. Es en �l donde la �Deidad habita corporalmente�, y la presencia de la Deidad se ve en la peculiar y excepcional �santidad� que la caracteriza. El "esp�ritu", por lo tanto, o esa porci�n de Su ser a la que San Pablo da el nombre, en Cristo, es el eslab�n de conexi�n entre lo humano y lo divino, y comparte por igual en ambos.

Es lo divino "consagrado" en lo humano, o lo humano penetrado y energizado por lo divino. Es, tal vez, no es posible t o ir m�s all� de un lenguaje metaf�rico como este. La uni�n de lo humano y lo divino debe necesariamente evadir la definici�n exacta, y llevar tal definici�n demasiado lejos ser�a tergiversar el significado del Ap�stol. Podemos comparar con este pasaje 1 Timoteo 3:16 , �Dios (m�s bien, Quien ) fue manifestado en carne, justificado en el Esp�ritu:� o St.

La frase de Pedro: �Muere en la carne. pero vivificado por el Esp�ritu �- m�s bien, en el esp�ritu, como el asiento de esa divinidad en virtud de la cual venci� a la muerte - ( 1 Pedro 3:18 ).

El acto particular en el que la condici�n de Hijo de Cristo fue ratificada y confirmada de manera m�s notoria fue Su resurrecci�n de entre los muertos. Fue ratificado por Su resurrecci�n, como una manifestaci�n de poder trascendente y divino. (Comp. Hechos 2:24 y siguientes; Hechos 17:31 ; Romanos 4:24 .)

Debe observarse que esta ant�tesis entre la naturaleza humana y divina en Cristo no pretende aqu� llevar consigo ning�n menosprecio de la primera. M�s bien, el Ap�stol desea resaltar la integridad y plenitud de la dignidad de Cristo, tal como se exhibe en ambos lados. �l es a la vez el Mes�as jud�o (y para la secci�n jud�a de la Iglesia en Roma este hecho tendr�a un gran peso) y el Hijo de Dios.

Por la resurrecci�n de entre los muertos. - Estrictamente, por la resurrecci�n de los muertos. Debe observarse una ligera distinci�n entre las dos frases. No es �por su resurrecci�n de entre los muertos�, sino en un sentido abstracto y general, �por la resurrecci�n de los muertos�, por esa resurrecci�n de la cual Cristo fue las primicias.

Versículo 5

A trav�s de �l, a trav�s de Cristo el Hijo, �l, Pablo, hab�a recibido su propia investidura y comisi�n especial para llevar a los gentiles a ese estado de sumisi�n leal y obediente que tiene su ra�z en la fe; todo lo que tiende a la gloria de su nombre.

Hemos recibido. - El Ap�stol se refiere a s� mismo solo, pero el plural se usa (como frecuentemente en griego) con tacto delicado, para evitar una apariencia de ego�smo o suposici�n.

Gracia y apostolado. - La gracia es aqu� el favor divino manifestado de diversas formas, pero especialmente en su conversi�n. San Agust�n se�ala que la gracia es com�n al Ap�stol con todos los creyentes - su apostolado es algo especial y peculiar; sin embargo, el apostolado es una instancia o un caso de gracia. Or�genes distingue entre los dos: "gracia para la perseverancia de los trabajos, apostolado para la autoridad en la predicaci�n"; pero ambos t�rminos son quiz�s algo m�s amplios que esto.

El apostolado incluye todos aquellos privilegios que San Pablo pose�a como ap�stol; la gracia son todos esos privilegios que pose�a como cristiano. Al mismo tiempo, en cualquier caso, el significado tiende en la direcci�n de ese objeto particular que se expresa en la siguiente cl�usula. La luz en la que el Ap�stol valor� m�s los dones que le hab�an sido otorgados fue en la medida en que le permitieron predicar el evangelio a los gentiles.

Por la obediencia a la fe entre todas las naciones. - Literalmente, Para (producir) obediencia de fe (la obediencia que brota de la fe) entre todos los gentiles.

La fe no es aqu� equivalente a " la fe" - un cuerpo positivo de doctrina recibida y cre�da - sino, en su sentido estricto, ese h�bito activo y actitud mental por la cual el cristiano muestra su devoci�n y lealtad a Cristo, y su total dependencia. sobre �l ( G�latas 2:19 ).

Por su nombre. - Por amor a Su nombre. �Suyo�, es decir, de Cristo. Toda esa econom�a divina de la que el mismo San Pablo forma parte, tiende a la gloria de Cristo. El llamado del Ap�stol a su oficio, su investidura especial para su ministerio, el �xito de su predicaci�n entre los gentiles, seg�n proceden de Cristo, tambi�n tienen por objeto la extensi�n de su reino.

Versículo 6

Entre los cuales est�is vosotros tambi�n. - Quiz�s sea mejor no poner una coma en "tambi�n". Entre estas iglesias gentiles, a las que me he encomendado especialmente, ustedes los romanos tambi�n est�n llamados a la misma obediencia de fe y, por lo tanto, tengo m�s derecho a dirigirme a ustedes.

Llamado por Jesucristo , es decir, no "llamado por Jesucristo", sino "llamado y perteneciente a Jesucristo", "los elegidos de tu Maestro". (Comp. LXX., 1 Reyes 1:41 , donde las palabras �hu�spedes de Adon�as� est�n en el griego �llamado de Adon�as�).

Versículo 7

En Roma. - Debe observarse que un EM. De cierta importancia, el Codex Boernerianus omite estas palabras. El mismo manuscrito, con algunos otros, altera la siguiente frase, "amados de Dios" por "en el amor de Dios", sustituyendo as� el discurso especial a los romanos por un discurso general a todos los "que est�n en el amor de Dios". . " Parece que se encuentran rastros de una lectura similar en los dos primeros comentaristas de la Ep�stola, Or�genes ( ob.

253 d.C.) y el ambrosiano Hilario (366-384 d.C.). El Codex Boernerianus tambi�n omite las palabras �en Roma� en Romanos 1:15 , mientras que al final de la Ep�stola interpone un espacio en blanco entre Romanos 14:15 . Estas peculiaridades dan cierto apoyo a la teor�a de que la Ep�stola a los Romanos se distribuy�, muy probablemente con la sanci�n del propio Ap�stol, en forma de tratado general, eliminando el asunto personal. Esta teor�a se analizar� con m�s detalle en las notas de los dos �ltimos cap�tulos.

Amado de Dios. - Reconciliado con Dios a trav�s de la muerte de Su Hijo, y por lo tanto con la barrera que te separaba de Su amor eliminada.

Llamados a ser santos. - Consagrado o apartado por su propia convocatoria especial, tra�do dentro de la esfera y alcance de la vida santa.

Estos ep�tetos, por altisonantes que sean, si los aplica un escritor moderno a una iglesia moderna, parecer�an indiscriminados o convencionales, pero como provenientes de San Pablo, a�n no han perdido su frescura y realidad. No corresponden a una condici�n actual de las cosas, sino a esa condici�n ideal en la que se supone que est�n todos los cristianos, por el mero hecho de ser cristianos. Son miembros del nuevo reino mesi�nico y comparten todos sus privilegios. El Ap�stol no permitir� que se olviden de esto, sino que lo muestra ante ellos como un espejo para condenarlos si son infieles.

Paz y gracia. - Que Dios y Cristo os miren favorablemente y que, como resultado de ese favor, disfrut�is de la paz y la serenidad mental que es el atributo propio del cristiano.

Los t�rminos "gracia" y "paz" casi corresponden a dos formas ordinarias de saludo jud�o, la primera de las cuales tambi�n tiene algo de contraparte entre los griegos y los romanos. Pero aqu�, como en todas partes, el Ap�stol les ha dado un significado cristiano elevado y profundizado. La gracia es el estado peculiar de favor con Dios y Cristo, en el que se admite al cristiano sincero. La paz es el estado de �nimo que resulta del sentimiento de ese favor.

�El gozo que da tu favor ,

D�jame obtener de nuevo ".

Versículo 8

Doy gracias a mi Dios por Jesucristo. - �C�mo se puede decir que el Ap�stol da gracias a Dios por medio de Jesucristo? Cristo es, por as� decirlo, el m�dium a trav�s del cual Dios ha sido puesto en estrecha relaci�n con el hombre. Por lo tanto, toda relaci�n entre Dios y el hombre se representa como un paso a trav�s de �l. �l no es solo el Logos divino por quien Dios se revela al hombre, sino que tambi�n es la Cabeza de la humanidad por quien se ofrece a Dios el tributo de agradecimiento y alabanza.

En todo el mundo. - Una hip�rbole, que es m�s natural ya que el Ap�stol est� hablando de Roma, el centro y metr�poli del mundo tal como �l la conoc�a.

Versículos 8-17

(8-17) El Ap�stol felicita a los romanos por el buen informe que hab�a escuchado de ellos. Durante mucho tiempo hab�a deseado sinceramente visitarlos en persona. S�, incluso en Roma debe predicar el evangelio, del cual no se averg�enza, sino que se enorgullece. Est� lleno de nada menos que la salvaci�n misma tanto para jud�os como para gentiles. En �l se revela ese gran plan o plan de Dios por el cual el hombre es hecho justo delante de �l.


Para el lector moderno que no se esfuerza por entrar en la mente del Ap�stol, el lenguaje de estos vers�culos puede parecer demasiado agudo para la ocasi�n. No es f�cil darse cuenta de la intensidad con la que San Pablo sinti� sobre lo que en alg�n grado, por peque�o que fuera, afectaba la vida espiritual de quienes reconoc�an al mismo Maestro que �l. Ten�a algunas de esas peque�as distracciones que tenemos nosotros.

Toda la fuerza de su naturaleza rica e impresionante estaba concentrada en este �nico tema; y sus expresiones reflejan el estado de tensi�n en el que se sent�a. As� es como toman una solemnidad y seriedad que no alcanzar�a una correspondencia ordinaria.

Versículo 9

Prueba de que el Ap�stol toma este vivo inter�s en la Iglesia Romana transmitida a trav�s de un solemne juramento.

A quien sirvo. - La palabra �servir� se usa estrictamente para el servicio voluntario pagado a Dios, especialmente en la forma de sacrificio y adoraci�n externa. Aqu� es algo metaf�rico: "A quien sirvo, no tanto con actos externos como con el ritual del esp�ritu".

Con mi esp�ritu. - "Esp�ritu" es para San Pablo la parte o facultad m�s alta en la naturaleza del hombre. Es el asiento de su conciencia superior, el �rgano mediante el cual se comunica con Dios. �Ciertamente el hombre es pariente de las bestias por su cuerpo; y si no es pariente de Dios por su esp�ritu, es una criatura vil e innoble ". (Bacon, Ensayo sobre el ate�smo ) . Por s� mismo, el "esp�ritu" del hombre es neutral.

Cuando se pone en contacto con el Esp�ritu de Dios, es capaz de una vida verdaderamente religiosa; pero aparte de esta influencia, es probable que caiga bajo el dominio de la "carne", es decir, de esos malos apetitos y deseos a los que el hombre est� expuesto por su organizaci�n f�sica.

En el evangelio de su Hijo. - La esfera a la que el Ap�stol se siente llamado, y en la que este culto de coraz�n suyo encuentra su campo de acci�n, es la defensa y la predicaci�n, etc., del evangelio.

Versículos 9-11

(9-11) Es el tema constante de las oraciones del Ap�stol para que pueda llegar a Roma; tan ansioso est� por abrir su coraz�n a esa Iglesia en el trato personal-apost�lico.

Versículo 10

Si por alg�n medio ahora en profundidad. - N�tese esta acumulaci�n de part�culas, que denota la seriedad de su deseo. "Todo este tiempo he estado deseando ir a usted, y ahora por fin espero que pueda ser puesto en mi poder".

Versículo 11

Para que pueda impartirles alg�n don espiritual. - Dones que fluyan naturalmente a un cristiano (o a muchos colectivamente) de la presencia personal y la c�lida simpat�a de otro; en el caso de San Pablo, aumentado en proporci�n a la riqueza y elevaci�n de su propia conciencia espiritual y vida. Su cabeza y su coraz�n por igual est�n llenos a desbordar, y anhela deshacerse e impartir algunas de estas riquezas a los romanos.

En la medida en que considera todo su propio avance y experiencia religiosos como el resultado de la obra del Esp�ritu dentro de �l, llama a los frutos de ese avance y experiencia "dones espirituales". Todos los dones apost�licos, tanto milagrosos como no milagrosos, se incluir�an en esta expresi�n. De hecho, podemos creer que el Ap�stol dif�cilmente trazar�a la distinci�n que hacemos entre los dos tipos. Ambos eran a sus ojos por igual el don directo del Esp�ritu.

Hasta el fin pod�is estar establecidos. - Para que crezcan, se confirmen y se fortalezcan en la fe. Por regla general, el gran derramamiento de dones espirituales se produjo en la primera fundaci�n de una iglesia. San Pablo no fue el fundador de la iglesia en Roma, pero esperaba poder contribuir a su avance y consolidaci�n.

Versículo 12

Es decir, para que me consuele. - Un hermoso toque de verdadera cortes�a. Est� ansioso por verlos para poder impartirles alg�n don espiritual. �Pero no! Se apresura a retroceder y se corrige. No desea que se d� a entender que s�lo �l debe impartir y ellos recibir. No asumir� semejante aire de superioridad. En el impulso del momento, y en la amplitud de su propio coraz�n, hab�a parecido decirlo as�; pero su verdadero significado era que deb�an recibir consuelo y edificaci�n mutuos.

Estrictamente, la idea de la comodidad mutua se extrae de los dos vers�culos combinados, no de esto individualmente. En el �ltimo vers�culo, los romanos eran el tema: "Para que se�is establecidos". Aqu� el mismo San Pablo es el tema: "Para que yo sea ??consolado".

Consolado. - La palabra griega tiene m�s bien el sentido de nuestro "alentado", aunque la idea de "consuelo" tambi�n est� contenida en ella. Es una palabra similar a la que se traduce como "consolador" en varios pasajes de Juan 14:15 ; Juan 14:16 (donde ver Notas y Excursus al Evangelio de San Juan ).

Junto contigo. - Literalmente, para que al mismo tiempo pueda ser consolado entre ustedes; es decir, "para que yo pueda ser consolado al mismo tiempo que t� eres consolado, por mi relaci�n contigo, a trav�s de esa fe mutua que act�a y reacciona sobre cada uno de nosotros". El Ap�stol busca beneficiarse de su relaci�n con los cristianos romanos. Espera que su fe ayude a aumentar la suya.

Hay una verdad detr�s de la cortes�a del Ap�stol que no es un mero cumplido. El cristiano m�s avanzado recibir� algo del m�s humilde. Hay muy pocos hombres cuyos "esp�ritus no se tocan finamente" en alguna parte; y San Pablo era consciente de que incluso un ap�stol podr�a no ser igualmente fuerte en todos los puntos.

Versículo 13

En los vers�culos anteriores el Ap�stol ha estado hablando de su deseo; aqu� habla de su prop�sito, que est� un paso m�s cerca de la realizaci�n. Ten�a la intenci�n de agregar la Iglesia Romana a la cosecha que estaba recolectando.

Dejar. - Esto es, por supuesto, un arca�smo de "impedido", "prevenido". El griego es literalmente " y hasta ahora se lo impidi�".

No vale la pena especular, como han hecho algunos comentaristas, sobre las causas que pudieron haber impedido que el Ap�stol fuera a Roma. En una vida como la suya, puede que haya habido muchos.

Versículo 14

A los griegos y a los b�rbaros. - El Ap�stol no pretende colocar a los romanos m�s en una clase que en la otra. Simplemente quiere decir "para toda la humanidad, sin importar su nacionalidad o cultura". La clasificaci�n es exhaustiva. Debe recordarse que los griegos llamaban "b�rbaros" a todos los que no hablaban su propio idioma, y ??el Ap�stol, desde el que escrib�a. Grecia, adopta su punto de vista.

Sabio y necio. - (Comp. 1 Corintios 1:20 ; 1 Corintios 1:26 .) Al principio, el evangelio fue recibido con mayor facilidad por los pobres y los ignorantes, pero de ah� que no se siguiera que la cultura y la educaci�n estuvieran de ninguna manera excluidas.

El mismo San Pablo fue un ejemplo notorio de lo contrario. Y as�, en el siglo siguiente, la Iglesia que comenz� con l�deres como Ignacio y Policarpo, podr�a contar entre sus miembros antes de que terminara el siglo, Ireneo, Tertuliano, Clemente de Alejandr�a, Hip�lito y Or�genes, el �ltimo, el hombre m�s culto de su tiempo.

Versículos 14-15

�Por qu� el Ap�stol est� tan ansioso por acudir a ellos? Porque se le impone una obligaci�n, un deber. (Comp. 1 Corintios 9:16 , �me es impuesta necesidad�). Debe predicar el evangelio a hombres de todas las clases y lenguas; La propia Roma no es una excepci�n.

Versículo 15

En consecuencia, en la medida en que dependa de su propia voluntad, y no del gobierno externo de los acontecimientos por parte de Dios, el Ap�stol est� dispuesto a predicar el evangelio, como a los dem�s gentiles, tambi�n en Roma.

As� que, tanto como en m�. - Hay tres formas de tomar esta oraci�n, aunque el significado sigue siendo en cualquier caso el mismo: - (1) �Yo (literalmente, lo que me concierne ) estoy listo�. Pero es dudoso que esto est� autorizado por el uso griego. (2) Manteniendo las dos frases separadas, "En lo que a m� respecta (hay) disposici�n". (3) La combinaci�n de ellos, �La disposici�n o la inclinaci�n de mi parte (literalmente, la disposici�n sobre-mi-parte o la inclinaci�n ) es,� & c. Quiz�s de estos tres, el �ltimo, que parece el m�s antinatural en ingl�s, es el m�s natural en el griego.

Versículo 16

El Ap�stol no se avergonzar� de su misi�n, ni siquiera en la metr�poli del mundo. No puede avergonzarse de un plan tan ben�fico y grandioso. El evangelio que predica es esa poderosa agencia que Dios mismo ha puesto en movimiento, y cuyo objeto es la salvaci�n de todos los que ponen su fe en �l, a cualquier naci�n o raza a la que pertenezcan. Quiz�s tenga en mente la recepci�n que hab�a tenido en otras ciudades altamente civilizadas.

(Comp. Hechos 17:32 .) �l mismo hab�a encontrado una vez una �piedra de tropiezo� en la humillaci�n de la Cruz; ahora, lejos de avergonzarse de ello, es precisamente aquello de lo que se siente m�s orgulloso. La predicaci�n de la Cruz es el punto cardinal de todo el evangelio.

De Cristo. - Estas palabras faltan en el manuscrito m�s antiguo y deben omitirse.

Poder de Dios . - Una poderosa agencia presentada por Dios mismo: la palanca, por as� decirlo, mediante la cual �l mover�a el mundo.

Hacia la salvaci�n. - El objeto de este evangelio es la salvaci�n: abrir las bendiciones del reino mesi�nico a la humanidad.

Para el jud�o primero. - Aqu� nuevamente tenemos otra divisi�n exhaustiva de la humanidad. "Griego" pretende cubrir a todos los que no son "jud�os". Antes de que el Ap�stol hiciera, lo que se podr�a llamar, la clasificaci�n secular de los hombres, aqu� hace la clasificaci�n religiosa. Debido a sus privilegios excepcionales, el jud�o fue colocado literalmente en una clase solo.

No es del todo seguro que la palabra "primero" no deba omitirse. En cualquier caso, el sentido es el mismo. San Pablo ciertamente asigna una posici�n de prerrogativa a los jud�os. Tienen una �ventaja� ( Romanos 3:1 ). A ellos pertenecen los privilegios especiales de la primera dispensaci�n ( Romanos 9:4 ).

Son la planta original del olivo, en comparaci�n con la cual los gentiles son s�lo como ramas silvestres injertadas ( Romanos 11:17 y siguientes ). Era justo que la salvaci�n prometida a sus antepasados ??se les ofreciera primero, como tambi�n se dice expresamente en el Cuarto Evangelio, que �la salvaci�n es de los jud�os� ( Juan 4:22 ).

Primero. - Aqu� se plantea una dif�cil cuesti�n de cr�tica textual. La palabra no se encuentra en el manuscrito del Vaticano. en una cita de Tertuliano ( alrededor de 200 d . C.), y en el Codex Boernerianus greco-latino en Dresde. En todos los dem�s MSS. y versiones que aparece. La evidencia de la omisi�n es, por tanto, peque�a en cantidad, aunque buena en calidad; y aunque muestra, en cualquier caso, una difusi�n considerable en Egipto y �frica ya en el siglo II, las consideraciones internas no dicen con fuerza de ninguna manera, pero parece un grado m�s probable que la palabra se haya dejado caer accidentalmente en alguna copia temprana. . De ediciones recientes, est� entre corchetes por Lachmann y colocado al margen por Tregelles y Vaughan.

Versículo 17

El evangelio alcanza su fin, la salvaci�n del creyente, al revelar la justicia de Dios, es decir, el plan o proceso dise�ado por �l para que los hombres lleguen a ser justos ante �l. La parte esencial del lado del hombre, el principio y el final de ese plan, es la fe. Para lo cual hab�a autoridad en el Antiguo Testamento, donde se dice: "Mas el justo vivir� por la fe".

La justicia de Dios. - Con esto no se quiere decir, como podr�a suponerse, un atributo de la naturaleza divina, como si la justicia esencial de Dios se diera a conocer por primera vez a trav�s del evangelio. San Pablo contin�a mostrando en Romanos 1:19 , que tanto al menos de la naturaleza de Dios podr�a conocerse sin ninguna revelaci�n sobrenatural.

"De Dios" significa en el presente caso "que procede de Dios". Y la "justicia" que as� "procede de Dios" es esa condici�n de justicia en el hombre en la que entra por su participaci�n en el reino mesi�nico. Todo el objeto de la venida del Mes�as era hacer a los hombres �justos� ante Dios. Esto se hizo m�s especialmente por la muerte de Cristo en la cruz, que, como aprendemos de Romanos 3:24 , tuvo el efecto de hacer a Dios �propicio� para con los hombres.

El beneficio de este acto est� asegurado para todos los que hacen valer su pretensi�n de ser considerados miembros del reino mesi�nico mediante una adhesi�n leal al Mes�as. Estas personas son tratadas como si fueran "justas", aunque la justicia que se les atribuye no es un m�rito real propio, sino una condici�n ideal en la que Dios las coloca. Esta es la conocida doctrina de la justificaci�n por la fe. (V�ase Excursus A: Sobre el significado de la palabra Justicia en la Ep�stola a los Romanos, y Excursus E: Sobre la doctrina de la justificaci�n por la fe y la justicia imputada ) .

Revelado. - El prop�sito de Dios de justificar as� a los hombres est� en proceso de ser revelado o declarado en el evangelio. Se revela te�ricamente en las declaraciones expresas de la forma en que el hombre puede ser justificado. Se revela pr�cticamente en la aceptaci�n sincera de esas declaraciones y el cambio de vida que implicaron. Para los romanos, el momento de la revelaci�n fue aquel en el que escucharon por primera vez el evangelio. San Pablo desea que conozcan todo el significado �la filosof�a, como podr�a llamarse� de lo que han escuchado.

De fe en fe . - Es por la fe que el hombre primero se aferra al evangelio, y su �ltimo producto es una fe elevada e intensificada. Aparte de la fe, el evangelio sigue siendo nulo y sin valor para el individuo. No se realiza. Pero una vez que se ha realizado y se ha llevado al yo del hombre, su tendencia es a confirmar y fortalecer esa misma facultad por la que fue aprehendido. Hace aquello por lo que los disc�pulos oraron cuando dijeron: �Se�or, aumenta nuestra fe� ( Lucas 17:5 ).

El justo vivir� por la fe. - Las palabras forman parte de la respuesta consoladora que recibe el profeta Habacuc en el estr�s de la invasi�n caldea. Aunque sus huestes irresistibles arrasen la tierra, el justo que conf�a en Dios vivir�. Quiz�s San Pablo pretend�a que las palabras "por fe" se tomaran m�s bien con "los justos" que como est�n en la versi�n inglesa. �El justo por la fe� o �el hombre cuya justicia se basa en la fe�, vivir�.

El Ap�stol usa la palabra "fe" en su propio sentido peculiar y pre�ado. Pero esto se debe naturalmente a la forma en que lo us� Habacuc. La intensa confianza personal y la confianza que el jud�o sent�a en el Dios de sus padres es dirigida por el cristiano a Cristo, y se desarrolla a�n m�s en una energ�a activa de devoci�n.
La "fe", como la entiende San Pablo, no es meramente una creencia mental, un proceso puramente intelectual como el del cual S.

Santiago habl� cuando dijo �los demonios tambi�n creen y tiemblan�; tampoco es simplemente "confianza", una dependencia pasiva de un Poder Invisible; pero es una etapa ulterior del sentimiento que se desarrolla a partir de ellos, una corriente de emoci�n que se dirige fuertemente hacia su objeto, una aprehensi�n ardiente y vital de ese objeto, y un apego firme y leal a �l. (Ver Excursus B: Sobre el significado de la palabra Fe ) .

Versículo 18

Como etapa preliminar a esta revelaci�n de la justificaci�n y de la fe, hay otra, que es su opuesto: una revelaci�n y revelaci�n de la ira divina. La prueba se ve en la condici�n actual tanto del mundo gentil como del jud�o. Y primero del mundo gentil, Romanos 1:18 .

Revelado. - La revelaci�n de la justicia, mientras escribe el Ap�stol, se hace en la Persona de Cristo y en la salvaci�n ofrecida por �l. La revelaci�n de la ira debe inferirse de la condici�n real - la degradaci�n doblemente degradada - en la que el pecado deja a sus devotos.

Del cielo. - La ira de Dios se revela �desde el cielo�, en tanto que el estado de cosas en que se manifiesta es la pena divinamente infligida por culpas anteriores. Contra esa culpa, manifestada en ultraje contra toda religi�n y toda moral, se dirige.

La impiedad y la injusticia. - Estas dos palabras representan, respectivamente, delitos contra la religi�n y delitos contra la moral.

Que retienen la verdad con injusticia. - M�s bien, que reprimen y frustran la verdad - la luz de la conciencia que est� en ellos - por la injusticia. La conciencia les dice lo que es correcto, pero la voluntad, movida por motivos perversos, les impide obedecer sus dictados. �La verdad� es su conocimiento del derecho, de cualquier fuente derivada, que encuentra expresi�n en la conciencia.

�Retener� es la palabra que encontramos traducida como �obstaculizar� en 2 Tesalonicenses 2:6 , que tiene la fuerza de retener o reprimir.

Versículo 19

El Ap�stol contin�a mostrando c�mo los gentiles llegaron a tener tal conocimiento del derecho, y c�mo lo reprimieron y contravinieron.
Lo ten�an, porque todo el conocimiento que la humanidad generalmente pose�a de Dios, tambi�n lo pose�an. Sab�an todo lo que se pod�a saber sin una revelaci�n especial.

Lo que puede ser conocido. - M�s bien, lo que es (general y universalmente) conocido - las verdades de la llamada "religi�n natural".

Se manifiesta en ellos . - Manifestado o impreso en sus conciencias, porque Dios as� lo hab�a impreso en ellos. La traducci�n marginal, "para ellos", es dif�cilmente sostenible.

Versículo 20

Porque, aunque hab�a partes del ser de Dios en las que el ojo no pod�a penetrar, era f�cil inferirlas del car�cter de su creaci�n visible, que llevaba en todo el sello de la Omnipotencia y la Divinidad.

Las cosas invisibles de �l. - Sus atributos invisibles, luego explicados como "Su eterno poder y Divinidad".

Se ven claramente ... por las cosas que se hacen. - Aqu� hay una especie de juego de palabras. �Lo invisible se ve - discernido por el ojo de la mente - siendo inferido o percibido con la ayuda de lo que est� hecho� , es decir, como deber�amos decir, por los fen�menos de la naturaleza externa.

Incluso Su eterno poder y Divinidad. - Expresi�n sumaria de aquellos atributos que, adem�s de la revelaci�n, estaban incorporados en la idea de Dios. De estos, el "poder" es el m�s obvio. San Pablo no entra en las preguntas que se han planteado en los �ltimos tiempos en cuanto a las otras cualidades que se infieren como existentes en el Autor de la naturaleza; pero los resume bajo un nombre que podr�a ser utilizado tanto por un fil�sofo pagano como por un cristiano: los atributos incluidos en el �nico t�rmino "Deidad". La divinidad ser�a, quiz�s, una traducci�n m�s correcta de la expresi�n. Lo que se quiere decir es " naturaleza divina" , en lugar de " personalidad divina ".

Para que no tengan excusa. - No pod�an alegar ignorancia.

Versículo 21

Sab�an lo suficiente de Dios para saber que se le deb�a gracias y alabanza; pero ninguno de estos lo ofrecieron. Dejaron a un lado el instinto natural de adoraci�n y cayeron en especulaciones, que solo los alejaron cada vez m�s de la verdad. El nuevo conocimiento que buscaban result� ser ficci�n; el antiguo conocimiento que ten�an fue oscurecido y perdido por su locura. Comenzando con dos cosas: una porci�n de iluminaci�n por un lado, y la tendencia natural de la mente humana al error por el otro, la �ltima prevaleci� y la primera se eclips�.

Pero se volvi� vanidoso en su imaginaci�n. - Estaban frustrados - no alcanzaron ning�n resultado bueno y s�lido con sus especulaciones.

Su necio coraz�n. - No es la misma palabra que "necios", en el pr�ximo vers�culo. Su coraz�n poco inteligente; su coraz�n que, por s� mismo, no estaba dotado de ninguna facultad especial de discernimiento que les permitiera prescindir de la iluminaci�n de arriba.

Versículo 22

Se volvieron tontos. - Se hicieron tontos. No es simplemente que exponen su verdadera locura, sino que la locura en s� misma es judicialmente infligida por Dios como castigo por el primer paso de declinaci�n de �l.

Versículos 22-23

Confiando en su propia sabidur�a, se alejaron cada vez m�s de la verdadera sabidur�a, cayendo en la contradicci�n de suponer que la eterna e inmutable Esencia de Dios podr�a estar representada por las perecederas figuras del hombre, o p�jaro, o cuadr�pedo, o insecto.

Versículo 23

En una imagen hecha como. - Por la semejanza de la imagen del hombre mortal. Este antropomorfismo se aplica m�s especialmente a las religiones de Grecia y Roma. Las representaciones de la Deidad bajo la forma de bestias eran m�s comunes en Egipto. �Se rindi� culto universalmente al ganado, leones, gatos, perros, comadrejas y nutrias; entre los p�jaros, al gavil�n, a la abubilla, a la cig�e�a y a la draga; y entre los peces, la anguila y el lepidoto.

Adem�s de estos, otras criaturas recibieron adoraci�n local. La oveja fue adorada en Sais y Thebais, pero sacrificada y comida en Lycopolis. El hipop�tamo en el distrito de Papremis y el cocodrilo en la mayor parte del pa�s se consideraban especialmente sagrados; pero este �ltimo fue perseguido y devorado en Tentyra y Apollinopolis. La serpiente sagrada Thermapis que serv�a de tocado para Isis ten�a agujeros en todos los templos, donde se alimentaba con grasa de ternera.

"Entre las bestias sagradas", dice D�llinger, "el primer lugar se le dio a los toros divinos, de los cuales los egipcios adoraban a cuatro". Sin duda, algunas personas consideraban las im�genes de Grecia y las bestias de Egipto s�lo como s�mbolos de la Deidad, pero con toda probabilidad s�lo una peque�a minor�a era capaz de trazar esta distinci�n.

Versículos 24-32

(24-32) Por eso cayeron a una profundidad a�n menor; porque, enojado por su perversi�n de la verdad, Dios se abstuvo de frenar su curso descendente. Los dej� para que siguieran su propia inclinaci�n maligna. Su idolatr�a se convirti� en inmoralidad desvergonzada y cr�menes antinaturales. Por fin se alcanz� el l�mite extremo. As� como ellos abandonaron voluntariamente a Dios, �l los abandon� a ellos. Repasaron todo el cat�logo de pecados, y la copa de su iniquidad estaba llena.

En el pasaje tomado como un todo, se indican tres pasos o etapas: (1) Romanos 1:18 , idolatr�a; (2) Romanos 1:24 , pecados no naturales permitidos por Dios como castigo por esta idolatr�a; (3) Romanos 1:28 , una depravaci�n a�n m�s completa y radical que tambi�n se considera infligida por la pena.

El primer paso lo da la libre elecci�n del hombre, pero a medida que la brecha se ensancha gradualmente, la ira de Dios se revela cada vez m�s. Cada vez interfiere menos para salvar a un mundo pecador de su destino. Cabe se�alar que el Ap�stol habla en t�rminos generales, y las proporciones precisas de la depravaci�n humana y del impulso judicial divino no deben determinarse claramente.

Versículo 25

Quien transform� la verdad de Dios en mentira. - Dejaron de adorar a Dios tal como es - en su propia naturaleza esencial y verdadera, y en su lugar adoraron a dioses falsos. La frase "en una mentira" es literalmente, con una mentira, la "mentira" se considera como el instrumento por el cual se hace la sustituci�n. Por "una mentira" se entiende aqu� "dioses falsos", que son la encarnaci�n suprema de la falsedad. (Comp.

Isa�as 44:20 ; Jeremias 13:25 ; Jeremias 16:19 , etc.)

La introducci�n de la doxolog�a en este verso se debe a un impulso de sentimiento reverencial. Conmocionado por el lenguaje que se encuentra usando y por la conexi�n en la que se ha mencionado el Sant�simo Nombre, el Ap�stol se aparta por un momento para dar testimonio de su propia humilde adoraci�n.

Versículo 27

En s� mismos , es decir, sobre s� mismos, sobre sus propias personas as� vergonzosamente deshonradas.

Esa recompensa de su error que se cumpli�. - El "error" es el volverse de Dios a los �dolos. La "recompensa del error" se ve en estos excesos antinaturales a los que se han entregado los paganos.

Versículo 28

Como llano. - Correctamente traducido en la versi�n autorizada: "como" no equivale aqu� a "porque", sino que significa m�s bien, en la misma proporci�n que. El grado del castigo de Dios correspond�a exactamente al grado de desv�o del hombre de Dios.

No le gust�. - Hay un juego de palabras aqu� con "reprobate" en la cl�usula siguiente que no se puede retener en ingl�s. "As� como reprobaron el conocimiento de Dios, as� �l los entreg� a una mente reprobada". Como ellos no querr�an tener nada que ver con �l, �l tampoco tendr�a nada que ver con ellos. �Reprobar� significa, apropiadamente, probado y encontrado falto, y por lo tanto desechado como in�til.

Retener a Dios en su conocimiento. - La palabra conocimiento aqu� significa "exacto", "avanzado", "conocimiento completo". Se negaron a sostener la verdadera idea de Dios para crecer y aumentar su conocimiento.

Aquellas cosas que no son convenientes. - Lo que es impropio, vergonzoso.

Fornicaci�n. - Esta palabra falta en el mejor MSS. y debe omitirse, como tambi�n la palabra �implacable� en Romanos 1:31 .

Maldad, ... malicia. - Estas dos palabras parecen estar relacionadas entre s�, de modo que la �ltima expresa m�s bien la disposici�n viciosa - viciosa en el sentido especial, la disposici�n a hacer da�o a los dem�s - la primera m�s bien el ejercicio activo de la misma. Se dan cat�logos similares de pecados en otras ep�stolas de San Pablo, como, por ejemplo, 2 Cor. 12:30; G�latas 5:19 y siguientes.

; Efesios 5:3 ; 1 Timoteo 1:9 ; 2 Timoteo 3:2 y siguientes.

Asesinato, debate. - Por "lleno de asesinatos" el Ap�stol quiere decir "lleno de pensamientos asesinos". �Debate� es el esp�ritu de lucha y contenci�n en general; no como los ingleses parecer�an implicar, especialmente contenci�n verbal.

Versículos 29-30

Susurradores, murmuradores. - En griego, la idea de secres�a est� contenida principalmente en la primera de estas palabras. �Secretos murmuradores y calumniadores de todo tipo�.

Versículo 30

Odiadores de Dios. - M�s bien, quiz�s, odiado por Dios. No parece haber ejemplos del sentido activo. El Ap�stol aparentemente arroja una palabra enf�tica resumiendo el cat�logo hasta donde ha llegado; luego reanuda con una nueva clase de pecados. Hasta ahora ha hablado principalmente de pecados de malicia, ahora se convierte en pecados de orgullo.

Despreciados, orgullosos, jactanciosos. - Las tres palabras corresponden a la distinci�n entre acto, pensamiento y palabra. La primera implica claramente insolencia en el porte exterior; es la palabra traducida como "perjudicial" en 1 Timoteo 1:13 . El segundo es una fuerte autoestima mezclada con desprecio por los dem�s. (Ver 2 Timoteo 3:2 ) El tercero se usa especialmente para jactancia o fanfarroner�a en el lenguaje.

Versículo 31

Sin comprensi�n , es decir, sin comprensi�n moral o espiritual; incapaz de discriminar entre el bien y el mal, conveniente e inadecuado. San Pablo reza para que los colosenses posean esta facultad ( Colosenses 1:9 ).

Sin cari�o natural. - El afecto fundado en la relaci�n natural, por ejemplo, entre padre e hijo, marido y mujer, hermano y hermana. Para ilustrar esta expresi�n en particular, podemos recordar que el infanticidio y el divorcio eran muy comunes en este per�odo.

Versículo 32

Conocimiento. - Nuevamente la palabra para "conocimiento completo o profundo". Con pleno conocimiento de la sentencia de muerte eterna que les espera.

Demuestran que no se trata de una mera entrega moment�nea a la fuerza de la tentaci�n o de la pasi�n, sino una perversi�n radical de la conciencia y la raz�n, por el hecho de que no s�lo practican tales cosas ellos mismos, sino que a sangre fr�a elogian y aplauden a quienes las practican. .
Con referencia a la verdad de la descripci�n que se da aqu� del antiguo mundo pagano, v�ase Excursus C: Sobre el estado del mundo pagano en la �poca de San Pablo.

Juicio. - Solo decreto o sentencia.

Información bibliográfica
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre Romans 1". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ebc/romans-1.html. 1905.