no saber ; rebajarme entre vosotros como uno que no sab�a nada m�s; en otras palabras, hacer de la doctrina de la salvaci�n por Jesucristo , y �ste crucificado , mi �nico tema. Cristo crucificado como expiaci�n por el pecado, es la gran verdad central del evangelio. Otras verdades, a fin de ser correctamente comprendidas y tener el debido efecto, deben ser vistas en conexi�n con �sta ya la luz de �sta.
De ah� la gran prominencia que Pablo le dio en su predicaci�n, y que todos los ministros deber�an darle en la suya; de ah� tambi�n el lugar prominente que esta verdad deber�a ocupar en las contemplaciones de todos los que quieren crecer en la gracia, o adquirir inter�s en las bendiciones de la salvaci�n. G�latas 6:14 ; Filipenses 3:7-9 .
En debilidad-miedo-temblor ; sab�a que ten�a muchos enemigos. Sent�a profundamente su insuficiencia y tem�a no tener �xito. Dios, sin embargo, que conoc�a sus dificultades, tuvo compasi�n de �l y lo anim� a seguir adelante. Hechos 18:6 ; Hechos 18:9-10 ; 2 Corintios 10:10 .
Palabras tentadoras de la sabidur�a del hombre ; como los que usaban los oradores paganos para obtener aplausos.
En demostraci�n del Esp�ritu y de poder ; consisti� en esa demostraci�n de la verdad que ten�a como fundamento el Esp�ritu y el poder acompa�antes de Dios.
No te apoyes en la sabidur�a de los hombres ; no descansar en el testimonio humano, sino en el divino; y ser producido no por el poder humano, sino por el divino. Cuanto m�s profundamente sientan los ministros del evangelio su propia insuficiencia y su dependencia de Dios para el �xito, m�s probable es que su predicaci�n sea asistida por el poder del Esp�ritu Santo, y as� sea eficaz para la salvaci�n de los hombres. 2 Corintios 12:9-10 .
sabidur�a ; lo que es verdaderamente sabio en la estimaci�n de Dios y de los que son como �l.
Los que son perfectos ; que tienen madurez de conocimiento y discernimiento espiritual, y as� est�n preparados para recibir las revelaciones m�s profundas del evangelio.
No la sabidur�a de este mundo ; eso que los hombres mundanos llaman sabidur�a.
Que vienen a la nada ; que perecen ellos mismos, con todas sus vanas maquinaciones que oponen a la sabidur�a y al poder del evangelio.
Hablamos sabidur�a de Dios en misterio ; al hablar la sabidur�a de Dios proclamamos un misterio. La palabra misterio se usa aqu�, como a menudo en otras partes del Nuevo Testamento, para denotar algo m�s all� del poder de la sabidur�a humana para descubrir.
Incluso la sabidur�a oculta ; lo que durante mucho tiempo hab�a sido en gran parte desconocido, pero ahora fue revelado en el evangelio.
ordenado antes del mundo ; propuesto desde la eternidad para revelar.
para nuestra gloria ; para que nos eleve a la gloria a los que la recibimos. El ap�stol se refiere tanto a la gloria espiritual que el evangelio otorga a los hombres aqu�, como a la eterna gloria celestial en la que termina, siendo la primera prenda y garant�a del segundo.
Todas las personas, por grandes que sean sus ventajas, que no son ense�adas por el Esp�ritu Santo, son sumamente ignorantes de las cosas divinas. Se revelan claramente verdades de las cuales no tienen un concepto justo, porque aman m�s las tinieblas que la luz, siendo malas sus obras. En su ignorancia, pueden cometer cr�menes que traer�n males interminables sobre ellos mismos y sobre los dem�s.
Las cosas que Dios ha preparado ; es en estas cosas, que incluyen todas las bendiciones que el evangelio otorga a los hombres aqu�, y el "sobrecogedor y eterno peso de gloria" en lo sucesivo, que consiste la gloria de la que se habla en el vers�culo 1 Corintios 2:7 .
Las cosas de un hombre ; sus pensamientos no revelados.
Aun as� ; como los pensamientos no revelados de un hombre no son conocidos sino por �l mismo, as� las cosas no reveladas de Dios no son conocidas sino por el Esp�ritu de Dios; y s�lo �l puede revelarlos. A los ap�stoles los revel�, ya trav�s de ellos fueron revelados a otros.
No el esp�ritu del mundo ; que podr�a instruirnos s�lo en las cosas de este mundo, y hacernos, como �l mismo, terrenales en todos nuestros puntos de vista y sentimientos.
Podr�a ser conocido ; por su revelaci�n.
Las cosas que Dios nos da gratuitamente ; aquellos, a saber, mencionados en el vers�culo 1 Corintios 2:9 . Como el Esp�ritu Santo est� completamente familiarizado con la mente y la voluntad de Dios, y es capaz de comunicar toda la luz necesaria a los hombres, debe ser divino.
En las palabras que ense�a el Esp�ritu Santo ; el Esp�ritu les ense�� no s�lo lo que hab�a que comunicar, sino c�mo comunicarlo, no s�lo mediante la predicaci�n, sino tambi�n por escrito. As� como el Esp�ritu Santo ense�� a los escritores de la Biblia qu� verdades comunicar y con qu� palabras comunicarlas, se puede confiar en �l con seguridad como una expresi�n exacta de la voluntad de Dios y una regla perfecta de fe y pr�ctica.
El hombre natural ; el mismo que es conforme a la carne, y piensa en las cosas de la carne, Romanos 8:5 ; el hombre que no est� iluminado por el Esp�ritu Santo, que no ama la verdad, y es esclavo voluntario del pecado.
No recibe las cosas del Esp�ritu de Dios ; no los aprehende ni los aprecia correctamente.
Son tonter�as ; parecen tontos.
Tampoco puede conocerlos ; necesita ser renovado e iluminado por el Esp�ritu Santo. Como sin discernimiento espiritual ning�n hombre comprender� correctamente o tratar� adecuadamente las cosas que Dios ha revelado, y como el autor de este discernimiento es el Esp�ritu Santo, todos deben buscar su ense�anza; y no s�lo atienda a las palabras en las que comunica la verdad divina, sino p�dale que les muestre su significado, haga que les d� la impresi�n correcta y sea el medio de vida espiritual para sus almas.
El que es espiritual ; el que es nacido del Esp�ritu, y por lo tanto piensa en las cosas del Esp�ritu. Romanos 8:5 .
Juzga todas las cosas ; discierne correctamente todas las cosas espirituales, ama su excelencia y juzga correctamente acerca de ellas.
�l mismo no es juzgado por nadie ; los que no son iluminados por el Esp�ritu Santo, no juzgan correctamente acerca de �l. Act�a a partir de principios con los que no est�n familiarizados.
Porque �qui�n ha conocido la mente del Se�or ? nadie sino aquel que ha sido ense�ado por el Esp�ritu del Se�or. Por tanto, el hombre natural, que no ha sido as� ense�ado, no puede juzgarnos a los que somos espirituales y tenemos la mente de Cristo ; es decir, saberlo, habiendo sido ense�ado por Dios.
Información bibliográfica Edwards, Justin. "Comentario sobre 1 Corinthians 2". "Nuevo Testamento de la Biblia Familiar de Edwards". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/fam/1-corinthians-2.html. Sociedad Americana de Tratados. 1851.
Versículo 1
No con excelencia de palabra ; ese refinamiento ret�rico, o esas sutiles discusiones filos�ficas que admiraban los griegos.
El testimonio de Dios ; sobre Jesucristo y el camino de la salvaci�n por medio de �l.
Versículo 2
no saber ; rebajarme entre vosotros como uno que no sab�a nada m�s; en otras palabras, hacer de la doctrina de la salvaci�n por Jesucristo , y �ste crucificado , mi �nico tema. Cristo crucificado como expiaci�n por el pecado, es la gran verdad central del evangelio. Otras verdades, a fin de ser correctamente comprendidas y tener el debido efecto, deben ser vistas en conexi�n con �sta ya la luz de �sta.
De ah� la gran prominencia que Pablo le dio en su predicaci�n, y que todos los ministros deber�an darle en la suya; de ah� tambi�n el lugar prominente que esta verdad deber�a ocupar en las contemplaciones de todos los que quieren crecer en la gracia, o adquirir inter�s en las bendiciones de la salvaci�n. G�latas 6:14 ; Filipenses 3:7-9 .
Versículo 3
En debilidad-miedo-temblor ; sab�a que ten�a muchos enemigos. Sent�a profundamente su insuficiencia y tem�a no tener �xito. Dios, sin embargo, que conoc�a sus dificultades, tuvo compasi�n de �l y lo anim� a seguir adelante. Hechos 18:6 ; Hechos 18:9-10 ; 2 Corintios 10:10 .
Versículo 4
Palabras tentadoras de la sabidur�a del hombre ; como los que usaban los oradores paganos para obtener aplausos.
En demostraci�n del Esp�ritu y de poder ; consisti� en esa demostraci�n de la verdad que ten�a como fundamento el Esp�ritu y el poder acompa�antes de Dios.
Versículo 5
No te apoyes en la sabidur�a de los hombres ; no descansar en el testimonio humano, sino en el divino; y ser producido no por el poder humano, sino por el divino. Cuanto m�s profundamente sientan los ministros del evangelio su propia insuficiencia y su dependencia de Dios para el �xito, m�s probable es que su predicaci�n sea asistida por el poder del Esp�ritu Santo, y as� sea eficaz para la salvaci�n de los hombres. 2 Corintios 12:9-10 .
Versículo 6
sabidur�a ; lo que es verdaderamente sabio en la estimaci�n de Dios y de los que son como �l.
Los que son perfectos ; que tienen madurez de conocimiento y discernimiento espiritual, y as� est�n preparados para recibir las revelaciones m�s profundas del evangelio.
No la sabidur�a de este mundo ; eso que los hombres mundanos llaman sabidur�a.
Que vienen a la nada ; que perecen ellos mismos, con todas sus vanas maquinaciones que oponen a la sabidur�a y al poder del evangelio.
Versículo 7
Hablamos sabidur�a de Dios en misterio ; al hablar la sabidur�a de Dios proclamamos un misterio. La palabra misterio se usa aqu�, como a menudo en otras partes del Nuevo Testamento, para denotar algo m�s all� del poder de la sabidur�a humana para descubrir.
Incluso la sabidur�a oculta ; lo que durante mucho tiempo hab�a sido en gran parte desconocido, pero ahora fue revelado en el evangelio.
ordenado antes del mundo ; propuesto desde la eternidad para revelar.
para nuestra gloria ; para que nos eleve a la gloria a los que la recibimos. El ap�stol se refiere tanto a la gloria espiritual que el evangelio otorga a los hombres aqu�, como a la eterna gloria celestial en la que termina, siendo la primera prenda y garant�a del segundo.
Versículo 8
Todas las personas, por grandes que sean sus ventajas, que no son ense�adas por el Esp�ritu Santo, son sumamente ignorantes de las cosas divinas. Se revelan claramente verdades de las cuales no tienen un concepto justo, porque aman m�s las tinieblas que la luz, siendo malas sus obras. En su ignorancia, pueden cometer cr�menes que traer�n males interminables sobre ellos mismos y sobre los dem�s.
Versículo 9
Como est� escrito ; Isa�as 64:4 .
Las cosas que Dios ha preparado ; es en estas cosas, que incluyen todas las bendiciones que el evangelio otorga a los hombres aqu�, y el "sobrecogedor y eterno peso de gloria" en lo sucesivo, que consiste la gloria de la que se habla en el vers�culo 1 Corintios 2:7 .
Versículo 10
a nosotros ; los ap�stoles y sus condisc�pulos, que fueron ense�ados por el Esp�ritu Santo.
Busca ; entiende completamente, y por lo tanto puede revelarnos.
Versículo 11
Las cosas de un hombre ; sus pensamientos no revelados.
Aun as� ; como los pensamientos no revelados de un hombre no son conocidos sino por �l mismo, as� las cosas no reveladas de Dios no son conocidas sino por el Esp�ritu de Dios; y s�lo �l puede revelarlos. A los ap�stoles los revel�, ya trav�s de ellos fueron revelados a otros.
Versículo 12
No el esp�ritu del mundo ; que podr�a instruirnos s�lo en las cosas de este mundo, y hacernos, como �l mismo, terrenales en todos nuestros puntos de vista y sentimientos.
Podr�a ser conocido ; por su revelaci�n.
Las cosas que Dios nos da gratuitamente ; aquellos, a saber, mencionados en el vers�culo 1 Corintios 2:9 . Como el Esp�ritu Santo est� completamente familiarizado con la mente y la voluntad de Dios, y es capaz de comunicar toda la luz necesaria a los hombres, debe ser divino.
Versículo 13
En las palabras que ense�a el Esp�ritu Santo ; el Esp�ritu les ense�� no s�lo lo que hab�a que comunicar, sino c�mo comunicarlo, no s�lo mediante la predicaci�n, sino tambi�n por escrito. As� como el Esp�ritu Santo ense�� a los escritores de la Biblia qu� verdades comunicar y con qu� palabras comunicarlas, se puede confiar en �l con seguridad como una expresi�n exacta de la voluntad de Dios y una regla perfecta de fe y pr�ctica.
Versículo 14
El hombre natural ; el mismo que es conforme a la carne, y piensa en las cosas de la carne, Romanos 8:5 ; el hombre que no est� iluminado por el Esp�ritu Santo, que no ama la verdad, y es esclavo voluntario del pecado.
No recibe las cosas del Esp�ritu de Dios ; no los aprehende ni los aprecia correctamente.
Son tonter�as ; parecen tontos.
Tampoco puede conocerlos ; necesita ser renovado e iluminado por el Esp�ritu Santo. Como sin discernimiento espiritual ning�n hombre comprender� correctamente o tratar� adecuadamente las cosas que Dios ha revelado, y como el autor de este discernimiento es el Esp�ritu Santo, todos deben buscar su ense�anza; y no s�lo atienda a las palabras en las que comunica la verdad divina, sino p�dale que les muestre su significado, haga que les d� la impresi�n correcta y sea el medio de vida espiritual para sus almas.
Salmo 119:18 ; Juan 6:63 .
Versículo 15
El que es espiritual ; el que es nacido del Esp�ritu, y por lo tanto piensa en las cosas del Esp�ritu. Romanos 8:5 .
Juzga todas las cosas ; discierne correctamente todas las cosas espirituales, ama su excelencia y juzga correctamente acerca de ellas.
�l mismo no es juzgado por nadie ; los que no son iluminados por el Esp�ritu Santo, no juzgan correctamente acerca de �l. Act�a a partir de principios con los que no est�n familiarizados.
Versículo 16
Porque �qui�n ha conocido la mente del Se�or ? nadie sino aquel que ha sido ense�ado por el Esp�ritu del Se�or. Por tanto, el hombre natural, que no ha sido as� ense�ado, no puede juzgarnos a los que somos espirituales y tenemos la mente de Cristo ; es decir, saberlo, habiendo sido ense�ado por Dios.