Bible Commentaries
1 Corintios 16

Comentario 'A través de la Biblia' de F.B. MeyerComentario de Meyer

Versículos 1-12

Beneficencia sistem�tica

1 Corintios 16:1

Es notable que el Ap�stol pueda apartarse de uno de sus vuelos m�s sublimes de sagrada elocuencia para ocuparse de un asunto tan ordinario como la colecci�n. Pero, despu�s de todo, no hay ninguna incongruencia. Los pensamientos a los que ha expresado seguramente deber�an conducir a alguna respuesta tangible del deber y la actividad cristianos, o da�ar�an en lugar de ayudar. Nada es m�s da�ino para la conciencia cristiana que el sonido de trompeta que no conduce a ninguna respuesta en acci�n. Si el cap�tulo anterior no estimula la generosidad cristiana, nada lo har�.

Note la hora , el primer d�a de la semana, lo que indica la reverencia con que los primeros cristianos consideraban ese d�a. El m�todo: la apropiaci�n definitiva para la obra de Dios de una cierta proporci�n de los ingresos, a medida que se acumulan. La proporci�n como donante puede prosperar. A Paul no le gustaban las apelaciones vehementes de cobranza, y aconsejaba que deb�amos dar de acuerdo con un sistema, y ??no meramente por impulso.

Recuerde que es Dios quien abre puertas grandes y eficaces ante sus siervos. De nada sirve forzarlos. Esperemos que el Se�or Jes�s, que tiene la llave de David, las abra, porque entonces nadie podr� cerrarlas. Nuestro deber es estar preparados para entrar cuando llegue el momento y la puerta se abra de par en par.

Versículos 13-24

Exhortaciones y saludos

1 Corintios 16:13

El Ap�stol tuvo cuidado de cultivar la amistad, uno de los invaluables dones de Dios; y fue muy generoso no solo en sus referencias a sus amigos, sino tambi�n en su trato con ellos. Debido a que a Timoteo le faltaba fuerza viril, Pablo siempre se las ingeniaba para facilitar su camino; y aunque Apolos hab�a alejado a algunos de sus conversos, el Ap�stol deseaba que volviera a visitar Corinto.

Tampoco pod�a olvidar la casa que le hab�a dado las primicias. Su soledad hab�a sido muy animada por el advenimiento de la delegaci�n de Corinto. El amor humano es una revelaci�n de lo divino; un c�ntaro de barro que Dios llena de tesoros celestiales; un c�liz que contiene el vino de la vida.

Note la llamarada del amor apasionado de Pablo por Cristo. Sinti� que cualquiera que no lo amara deb�a ser maldito en disposici�n y alma; y ser�a maldito a su llegada, como el �rbol est�ril en medio de un huerto de �rboles frutales, coronado de flores o cargado de frutos. �Maran atha! - Nuestro Se�or viene. �l enmendar� las injusticias del tiempo y coronar� a sus siervos fieles con honor y gloria. �Aleluya!

Información bibliográfica
Meyer, Frederick Brotherton. "Comentario sobre 1 Corinthians 16". "Comentario 'A través de la Biblia' de F.B. Meyer". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/fbm/1-corinthians-16.html. 1914.