Bible Commentaries
Isaías 1

Comentario 'A través de la Biblia' de F.B. MeyerComentario de Meyer

Versículos 1-9

la ingratitud de una naci�n favorecida

Isa�as 1:1

Este cap�tulo forma el prefacio de las profec�as de Isa�as. Es una declaraci�n clara y concisa de los puntos en disputa entre Jehov� y Su pueblo. Se dio especial urgencia a estos llamamientos, cuando se pronunciaron por primera vez, por el hecho bien conocido por los pol�ticos y el pueblo hebreos, de que Asiria se estaba preparando para una gran guerra de conquista, que se dirigir�a especialmente contra Jerusal�n y sus aliados.

Este cap�tulo est� al este en forma de un juicio, un caso de la corona en el que Dios es tanto demandante como juez. La convicci�n de pecaminosidad que el profeta deseaba obtener, se buscaba, no apelando a un c�digo de leyes que hab�a sido transgredido, sino mostrando la ingratitud con la que Israel hab�a retribuido el amor paternal de Dios. Es el elemento personal en el pecado que convence m�s r�pidamente a los hombres. "Saulo, Saulo, �por qu� me persigues?" "�T� eres el hombre!" "�Ha hecho desprecio al Esp�ritu de gracia!"

Versículos 10-20

Religi�n sin justicia en vano

Isa�as 1:10

El profeta se�ala, primero la miseria que se hab�a apoderado del pa�s, Isa�as 1:4 ; y luego los pecados de las clases dominantes, Isa�as 1:10 ; Isa�as 1:17 ; Isa�as 1:21 .

Lo que se puede llamar pecados personales y privados, como la borrachera, la vanidad, el soborno y la opresi�n de los pobres, son vistos en su audiencia p�blica como trayendo ira y desastre a toda la naci�n. Ning�n hombre puede pecar por s� mismo. Sus pecados m�s privados reaccionan sobre toda la comunidad. Thistle-down flota a lo largo y ancho. En respuesta, la naci�n se�al� el espl�ndido ritual y los innumerables sacrificios del servicio del Templo.

Pero estas observancias solo se sumaron a la historia de sus pecados, porque eran formales y superficiales. El sacrificio de Dios es un coraz�n contrito y humillado. Lo externo es absolutamente in�til, a menos que sea la expresi�n de lo interno y lo espiritual. Pero donde est� presente un esp�ritu puro y santo, las formas m�s simples son magn�ficas en su significado y valor. La expiaci�n se convierte en la base de una escalera al cielo, y la zarza arde con la Deidad. Pero el perd�n se ofrece gratuitamente a los culpables. El carmes� y el escarlata son los m�s duraderos de todos los colores, y su eliminaci�n imprime la plenitud del amor perdonador de Dios.

Versículos 21-31

una naci�n purgada de escoria por el desastre

Isa�as 1:21

El gran amante de nuestras almas no abandona a su pueblo ni siquiera cuando desprecia las primeras insinuaciones de su suplicante compasi�n. Aunque se niegan a ceder a ellos, �l se niega a desecharlos; y se pone a s� mismo por los juicios purificadores de su providencia para apartarlos de los malos caminos que han elegido y para recuperarlos para �l. Si tan solo Jerusal�n hubiera escuchado ahora los fervientes ruegos de Isa�as, nunca se habr�a dejado llevar a los setenta a�os de cautiverio en una tierra de extra�os.

Este es el fuego purificador al que se refiere Isa�as 1:25 . Su base de confianza, ya sea en ellos mismos o en sus aliados, ser�a destruida, Isa�as 1:29 ; los cabecillas del mal que los hab�a llevado a la desolaci�n ser�an exterminados; y surgir�a un pueblo nuevo y purificado como en los d�as de Esdras y Nehem�as.

Demos gracias a Dios por los fuegos purificadores en la experiencia nacional y personal. No les temamos cuando los maneje la mano del amor. Ver Malaqu�as 3:3 y Juan 15:2 .

Información bibliográfica
Meyer, Frederick Brotherton. "Comentario sobre Isaiah 1". "Comentario 'A través de la Biblia' de F.B. Meyer". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/fbm/isaiah-1.html. 1914.