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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
La Biblia Anotada de Gaebelein Anotaciones de Gaebelein
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre 1 Corinthians 15". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/1-corinthians-15.html. 1913-1922.
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre 1 Corinthians 15". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/
Versículos 1-58
III. LA RESURRECCI�N Y LA ESPERANZA DE LA IGLESIA Y LA CONCLUSI�N:
Cap�tulo S 15-16
1. Resurrecci�n y esperanza de la Iglesia.
CAPITULO 15
1. El evangelio y la resurrecci�n de Cristo. ( 1 Corintios 15:1 .)
2. Si Cristo no resucit�, �entonces qu�? ( 1 Corintios 15:12 .)
3. Cristo, las primicias y lo que sigue. ( 1 Corintios 15:20 .)
4. M�s argumentos pr�cticos sobre la resurrecci�n. ( 1 Corintios 15:29 .)
5. Sobre la resurrecci�n del cuerpo. ( 1 Corintios 15:35 .)
6. La Venida del Se�or y la Victoria. ( 1 Corintios 15:50 .)
La tercera secci�n nos eleva m�s alto y nos lleva a la cima de esta ep�stola. Hemos visto a la iglesia en relaci�n con el mundo, a la iglesia como el cuerpo de Cristo y ahora vemos la consumaci�n, el destino de la iglesia en la gloria de la resurrecci�n. De este cap�tulo aprendemos que algunos miembros de la iglesia de Corinto dijeron que �no hay resurrecci�n de muertos� (( 1 Corintios 15:12 ). La negaci�n de esta doctrina fundamental de la fe produjo esta bendita porci�n de la Ep�stola acerca de la resurrecci�n. y la venida del Se�or.
Lo primero que se menciona al abrir este tema es el evangelio que Pablo hab�a predicado a los corintios, que ellos hab�an recibido y en el cual estaban. Este es el orden: la predicaci�n del Evangelio, la buena noticia, su recepci�n por fe, seguida de la posici�n en la salvaci�n y el disfrute de ella. Por este Evangelio es la salvaci�n tal como se revela tan plenamente en la Ep�stola a los Romanos. El ap�stol Pablo les hab�a entregado lo que �l mismo hab�a recibido del Se�or ( G�latas 1:11 ).
Los tres grandes hechos seg�n las Escrituras (las Escrituras del Antiguo Testamento) son: (1) Cristo muri� por nuestros pecados. La muerte de Cristo, la cruz y la gran obra realizada all�, es el gran fundamento. Todo el Antiguo Testamento revel� de muchas maneras este hecho fundamental sin el cual no habr�a ni podr�a haber redenci�n. (2.) Fue sepultado. �l expir� como el cuerpo en la cruz. La muerte de Cristo fue real y no un enga�o.
Y Su entierro tambi�n tiene un significado en el Evangelio ( Romanos 6:4 ). Y el tercer gran hecho del evangelio: "Resucit� al tercer d�a seg�n las Escrituras". Esta es la gran verdad de este cap�tulo, una verdad, si se niega, debe resultar en el colapso total del evangelio. Y Su resurrecci�n hab�a sido predicha por �l mismo as� como por las Escrituras.
(Ver G�nesis 22:4 y Hebreos 11:17 ; Salmo 16:1 ). Esta gran verdad, el enemigo siempre la ha odiado. Los inventos mentirosos de los jud�os son bien conocidos por todos los lectores del Evangelio ( Mateo 28:11 ).
En Corinto se negaba esta verdad, y en nuestros d�as los que niegan la resurrecci�n f�sica del Se�or Jes�s est�n siempre en aumento en la iglesia profesante. Ocupan los p�lpitos principales y son prominentes en las instituciones de aprendizaje.
El Ap�stol trae varios testigos, pero no menciona a las mujeres que juegan un papel tan importante en el relato de la resurrecci�n del Evangelio. Da s�lo un n�mero de testigos, todos hombres, que aportan una prueba incontestable. Los incr�dulos a menudo han intentado rastrear la creencia en la resurrecci�n de nuestro Se�or hasta las mujeres. Cefas se menciona primero. �Pero id, d�selo a sus disc�pulos ya Pedro�, hab�a sido la instrucci�n angelical en la ma�ana de la resurrecci�n.
Y Pedro, que lo hab�a negado tan vergonzosamente, hab�a visto al Resucitado. �El Se�or ciertamente ha resucitado y se ha aparecido a Sim�n� ( Lucas 24:34 ). El d�a de Pentecost�s se convirti� en el maravilloso testigo de Cristo resucitado. El hecho de que se le apareciera primero a Sim�n Pedro muestra su gracia infinita. Entonces fue visto de los doce. Lucas 24:36 habla de los once; el duod�cimo hab�a ido a su espantoso lugar.
Pero el pasaje de Lucas tambi�n nos informa que otros estaban con ellos cuando apareci� el Se�or. Se juntaron los once y los que estaban con ellos. ( Lucas 24:33 ). Probablemente Mat�as, el agregado al Apostolado ( Hechos 1:26 ), estaba en esa compa��a.
"Despu�s de eso, se le vio a m�s de quinientos hermanos a la vez, de los cuales la mayor parte permanece hasta el presente, pero algunos se han quedado dormidos". Probablemente fue en Galilea. �Y c�mo podr�a enga�arse a un n�mero tan grande de hombres o inventar una falsedad? Es una imposibilidad. Tarde o temprano, si todos hubieran acordado enga�ar al mundo, se habr�a descubierto el fraude. Tambi�n fue visto por Santiago y por todos los Ap�stoles.
Por �ltimo, fue visto por el ap�stol Pablo en el camino a Damasco, donde, como perseguidor ciego de la iglesia, el mayor de los pecadores, lo contempl� en la luz de la gloria. Era como uno nacido fuera de tiempo. Fue un nacimiento prematuro. Seg�n su experiencia, era un tipo de naci�n a la que pertenec�a. As� como vio a Cristo en la gloria, el resto de Israel lo contemplar� en el momento de Su segunda venida. Por tanto, fue una primicia de la naci�n.
(El significado correcto de la palabra griega "ektroma" parece apuntar a un ni�o nacido de una madre muerta, por lo que se llama la operaci�n ces�rea. El sistema jud�o muerto dio a luz a la vasija elegida que se convertir�a en lo que Israel deber�a haber sido , y lo ser�, cuando se complete el misterio de la presente dispensaci�n ( Romanos 11:25 ).
El ap�stol Pablo es uno de los mayores testigos de la resurrecci�n del Se�or Jes�s. El argumento que sigue (( 1 Corintios 15:12 ) es tan claro y poderoso que no se necesita ning�n comentario. Si Cristo no ha resucitado de entre los muertos, si fuera cierto lo que algunos dijeron en Corinto �no hay resurrecci�n de los muertos. muerto �- �entonces qu�? La respuesta es espantosa, porque despoja al cristiano de todo.
�Tu fe es vana; todav�a est�s en tus pecados; tus amados que murieron en Cristo perecieron, se fueron para siempre; somos los m�s miserables de todos los hombres ". Y a este terrible abismo los hombres que niegan esta doctrina fundamental est�n conduciendo a los que aceptan esta condenable herej�a ( 2 Pedro 2:1 ).
Pero triunfante es el hecho incontrovertible, "Cristo ha resucitado de entre los muertos"; y m�s que eso, "ha llegado a ser la primicia de los que durmieron". As� como �l resucit�, no como lo tenemos en la versi�n autorizada "de entre los muertos", sino "de entre los muertos", as� habr� en el futuro una "resurrecci�n de entre los muertos", que es la primera resurrecci�n de todos los que son de Cristo.
En la Biblia no se ense�a m�s una resurrecci�n general que un juicio general. Por el hombre vino la muerte (el primer Ad�n) por el hombre tambi�n es la resurrecci�n de los muertos (por el �ltimo Ad�n, Cristo). ( 1 Corintios 15:22 no ense�a una salvaci�n universal. Aquellos que ser�n vivificados son los que est�n "en Cristo". Pero s�lo los que han cre�do en �l y han nacido de nuevo est�n en Cristo.
( 1 Corintios 15:20 , despliega las etapas sucesivas en el cumplimiento de los prop�sitos de Dios. (1) La resurrecci�n de Cristo, luego despu�s de que se cumpla el prop�sito de la era presente. (2) Su segunda venida (( 1 Corintios 15:23 ).
(3) La resurrecci�n de los que le pertenecen. (4) El derrocamiento de todos sus enemigos y el establecimiento de su reinado y glorioso gobierno sobre la tierra. (5) Su entrega del Reino a Dios para que Dios sea todo en todos.
( 1 Corintios 15:29 contin�a el razonamiento sobre los resultados fatales si no hubiera resurrecci�n. ( 1 Corintios 15:29 conecta con ( 1 Corintios 15:19 y lo que est� entre, ( 1 Corintios 15:20 , forma un par�ntesis.
Entonces, �cu�l es el valor del sufrimiento cristiano, la abnegaci�n, la prueba y la persecuci�n si no hubiera resurrecci�n? Esta conexi�n con el argumento anterior nos ayuda a comprender la muy controvertida declaraci�n �si no, �qu� har�n los que se bautizan por los muertos, si los muertos no resucitan en absoluto? �Por qu�, entonces, se bautizan por los muertos? " Se dice que existen unas treinta interpretaciones diferentes de esta afirmaci�n, la mayor�a de ellas tan fantasiosas y tensas que no merecen una menci�n adicional.
Algunos dicen que se refer�a a aquellos que estaban a punto de ser bautizados y otros creen que tiene un significado para aquellos que ten�an parientes que hab�an muerto sin bautizar. No es necesario inventar estas teor�as. Si lo miramos de la forma m�s sencilla, la dificultad desaparece. Hab�an sido bautizados y ocuparon el lugar como muertos con Cristo. En este sentido, hab�an sido bautizados por los muertos. Pero si los muertos no resucitan, entonces esta ordenanza, que est� tan estrechamente relacionada de manera simb�lica con la muerte y la resurrecci�n, no tiene ning�n significado ni valor.
�Bautizado, pues, porque los muertos es llegar a ser cristiano con la vista fija en los que durmieron en Cristo, y particularmente como muertos por �l, tomando la porci�n de uno con los muertos, s�, con el Cristo muerto; es el significado mismo del bautismo ( Romanos 6:1 ). �Qu� insensato si no se levantan! Como en 1 Tesalonicenses 4:1 , el tema, aunque habla de todos los cristianos, se mira de la misma manera. La palabra traducida 'para' se usa con frecuencia en estas ep�stolas para 'en vista de', 'con referencia a' "(Sinopsis de la Biblia)
Luego, los que hab�an sido afectados por estas dudas sobre la resurrecci�n hicieron preguntas sobre la resurrecci�n del cuerpo y el proceso de la resurrecci�n. �C�mo resucitan los muertos? �Y con qu� cuerpo vienen? Pero califica de locura sus dubitativos razonamientos. Por supuesto, hay dificultades para la raz�n, pero ninguna para la fe. Si se admite y se cree el poder omnipotente de Dios, toda dificultad desaparece. Sus dificultades y objeciones no eran de fe. La naturaleza y las obras de Dios dan abundante evidencia de la resurrecci�n del cuerpo. Habr� en la resurrecci�n una continuidad de identidad.
�Ellos sembraron grano desnudo, ya sea trigo o cualquier otro, pero sab�an muy bien que ese grano no deb�a continuar siendo grano, pero que pronto se revestir�a de un cuerpo muy diferente al que ten�a cuando se sembr� en la tierra. Dios le dio el cuerpo que hab�a querido para �l, y a cada semilla su propia clase de cuerpo. As�, la individualidad de lo sembrado se mantuvo en todo momento, a pesar de la desorganizaci�n.
Dios en ella, como en innumerables casos en la naturaleza, ha estampado las cosas en todas partes con Su propio sello de resurrecci�n. Las cosas est�n en su mano. Puede llamar al proceso natural porque est� muy familiarizado con �l, porque est� sucediendo constantemente bajo sus ojos. De todos modos, Dios est� trabajando en �l y a trav�s de �l.
��Y qu� ventaja tendr�a, si no hubiera resurrecci�n, morir diariamente, negarse a s� mismo, pasar por toda clase de pruebas, sufrir persecuci�n y pelear, como Pablo lo hab�a hecho en �feso, con las fieras? Si no hubo resurrecci�n, entonces el hombre es como la bestia: comamos y bebamos, que ma�ana moriremos. Aquello que parece tan meramente sin vida tiene, sin embargo, en s� mismo la determinaci�n de su vida futura. Ninguna semilla produce otra cosa que no sea su propia especie, y sin embargo, �cu�n diferente es lo que brota de ella de la semilla de la que brota! " (Biblia num�rica)
Es cierto de todo esto que aprendemos que la resurrecci�n del mismo cuerpo est� prometida y mientras se preserva su identidad ser� un cuerpo diferente al mismo tiempo. Entonces es la resurrecci�n de los muertos.
(A lo largo de este cap�tulo de la resurrecci�n solo se contempla la resurrecci�n de los creyentes. No se dice nada acerca de la resurrecci�n de los imp�os muertos. Ellos tambi�n ser�n resucitados en cuanto al cuerpo para existir para siempre en la terrible condici�n del castigo eterno).
Se siembra en corrupci�n; se levanta en incorrupci�n. Se siembra en deshonra; resucita en gloria; se siembra en debilidad; se eleva en poder; se siembra cuerpo natural; se levanta un cuerpo espiritual. �Qu� clase de cuerpo ser� este cuerpo espiritual? La Escritura da la respuesta. ��Qui�n cambiar� nuestro cuerpo de humillaci�n para que sea semejante a su cuerpo glorioso, conforme a la obra por la cual puede someter todas las cosas a s� mismo?� ( Filipenses 3:21 ). Seremos como �l porque lo veremos como �l es.
Ahora nuestro bendito Se�or no se levant� de entre los muertos con un cuerpo et�reo y aireado. El suyo era un cuerpo humano real de carne y huesos. Comi� en presencia de sus disc�pulos; Pudo tomar comida, aunque no la necesitaba. Era capaz de atravesar puertas cerradas y de ninguna manera estaba limitado por las condiciones terrenales, como el espacio. Y as� ser� el cuerpo espiritual de los creyentes resucitados. No es un fantasma espiritual, sino un cuerpo espiritual en su adaptaci�n al esp�ritu.
As� como ahora tenemos un cuerpo natural que es adecuado para una vida terrenal, as� el creyente tendr� un cuerpo adecuado para una vida de gloria. Seremos como �l para estar con �l en la gloria eterna y en estos maravillosos cuerpos gobernaremos y reinaremos con �l.
�Esto digo, hermanos, que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupci�n hereda la incorrupci�n �(( 1 Corintios 15:50 ). Simplemente significa que el hombre, tal como est� aqu� abajo, no puede heredar el reino de Dios. No significa el reino que alg�n d�a se establecer� en la tierra en el cual Israel convirti� y se convirti� naciones ser�n los s�bditos. Significa el reino de Dios al otro lado de la muerte. El reino en la tierra por mil a�os ser� algo terrenal, el reino mencionado en este vers�culo es el reino de Dios en gloria.
�La sangre se aplica a la vida presente. Es el veh�culo del cambio. Es lo que implica la necesidad de un continuo sustento y renovaci�n. Un cuerpo que no necesita renovaci�n no puede necesitar sangre para renovarlo, y as� el Se�or habla de s� mismo como resucitado de entre los muertos, no como si tuviera carne y sangre, sino como si tuviera carne y huesos. "Un esp�ritu no tiene carne ni huesos", dice, "como veis que yo tengo". Ha derramado Su sangre y la ha dejado con la vida terrenal que hab�a vivido.
Ha entrado en una nueva esfera, reteniendo todo lo que lo hace verdaderamente hombre, pero no las condiciones de la antigua vida terrenal. Se cambian las condiciones. La carne y la sangre no son adecuadas para el reino de Dios en este sentido. Por supuesto, no est� insinuando en lo m�s m�nimo que haya alg�n mal en la carne y la sangre ".
�Y qu� cambio ser� para el pueblo redimido de Dios recibir estos maravillosos cuerpos de gloria y entrar en el reino de Dios en gloria! �Y cuando vendr�? Pablo escribe sobre un misterio.
(Los maestros que dicen que no existe una Venida del Se�or por Sus santos bien pueden detenerse ante esta palabra "misterio". Ellos ense�an que esta venida aqu�, cuando los muertos resucitar�n y los creyentes vivos ser�n transformados, es la Venida visible de Cristo al final de la gran tribulaci�n. Pero esta Venida visible es la revelaci�n que se encuentra en toda la Palabra prof�tica del Antiguo Testamento. Fue y no es un misterio. Pero la Venida del Se�or por Sus santos, que ser�n arrebatados en las nubes para encontrarse con �l en el aire, es una nueva Revelaci�n, desconocida en �pocas pasadas).
No todos dormiremos (moriremos), pero seremos transformados. Ser� algo repentino. En un momento, en un abrir y cerrar de ojos. Estar� en el �ltimo triunfo. Esta trompeta no tiene nada que ver con la s�ptima trompeta en Apocalipsis. Antes que alguna trompeta haya sonado, antes que el Cordero de Dios, el Le�n de la tribu de Jud�, abra los sellos, �l viene por Sus Santos �en un momento, en un abrir y cerrar de ojos.
�La trompeta es un t�rmino militar. La primera trompeta orden� a los ej�rcitos que se levantaran y estuvieran preparados; la �ltima trompeta les orden� partir, fue la se�al para marchar. Cuando ese grito ( 1 Tesalonicenses 4:13 ) venga del aire y �l venga por Sus santos, los muertos (los muertos en Cristo, solo los que creyeron) resucitar�n incorruptibles.
Y "seremos transformados". El Ap�stol no escribi� "ellos" ser�n cambiados. No esperaba la muerte, pero la bendita Esperanza para �l y los corintios fue el cambio en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, lo que significa traslaci�n y no muerte. Habla de los muertos cuando escribe "porque es necesario que esta corrupci�n se reviste de incorrupci�n". Habla de los creyentes vivos con estas palabras: �este mortal debe vestirse de inmortalidad.
�Esto da el verdadero significado de Romanos 8:11 . La venida del Se�or es la esperanza de la iglesia. Y luego tenemos el grito de victoria. �Y qu� tipo de vida deber�amos vivir y qu� tipo de servicio deber�amos tener en vista de tal destino, tal gloria, que en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, puede estallar sobre nosotros! �Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, inamovibles, abundando siempre en la obra del Se�or, sabiendo que vuestra labor en el Se�or no es vana�.