Bible Commentaries
1 Corintios 6

La Biblia Anotada de GaebeleinAnotaciones de Gaebelein

Versículos 1-20

CAP�TULO 6

1. Concerniente a disputas ante tribunales paganos. ( 1 Corintios 6:1 ).

2. La santidad de los creyentes; Sus cuerpos los templos del Esp�ritu Santo. ( 1 Corintios 6:8 ).

En lugar de resolver sus disputas entre ellos, como se convierte en los santos de Dios, llevaron sus dificultades ante una corte pagana. Al hacer esto, hab�an perdido de vista la dignidad de su vocaci�n. Los santos de Dios deben reinar con Cristo y compartir Su gloria; juzgar�n al mundo ya los �ngeles en ese d�a. Ir a una corte pagana para que estos asuntos fueran resueltos por alguien que no era un hijo de Dios, pero que era injusto, era indigno de ellos; estaban dando a conocer su propia verg�enza ante el mundo.

Si hubieran recordado ese d�a de gloria venidero, cuando como santos iban a participar en el juicio del mundo, no habr�an actuado de esa manera. Ellos mismos habr�an sufrido con mucho gusto el da�o y se habr�an permitido ser defraudados en lugar de apresurarse con sus quejas ante una corte pagana. Mateo 18:15 muestra la verdadera forma en que los creyentes pueden resolver estos asuntos.

Estaban haciendo mal y defraudando a sus propios hermanos. En todo esto deshonraron a Dios y negaron su relaci�n con �l. Y estos fracasos corintios se encuentran hoy plenamente desarrollados en la cristiandad profesante.

Los injustos no heredar�n el Reino de Dios. Les recuerda lo que algunos de ellos hab�an sido en su estado inconverso. Hab�an practicado las cosas viles de la carne, que eran tan comunes en Corinto. Y conectado con esto hay una advertencia. Si se permit�a que la poca levadura actuara, si continuaban en los malos caminos que estaban siguiendo, seguramente recaer�an en su estado anterior. Pero a�n m�s, el Ap�stol les recuerda lo que la gracia de Dios hab�a hecho por ellos al salvarlos de esa vida.

Hab�an sido trasladados del poder de las tinieblas al Reino del Hijo de Su amor. �Y as� erais algunos de vosotros, pero hab�is sido lavados, pero hab�is sido santificados, pero hab�is sido justificados en el nombre del Se�or Jes�s y por el Esp�ritu de nuestro Dios�. El lavado no tiene nada que ver con el bautismo, como algunos afirman. A trav�s de la regeneraci�n (llamada en Tito 3:5 , �el lavamiento de la regeneraci�n�), el pecador creyente se limpia hasta la m�dula ( Juan 13:10 ).

Entonces tambi�n es santificado en Cristo, apartado para Dios. Y el Esp�ritu Santo toma posesi�n del creyente como su propio templo. Este es el significado aqu� de "Justificado en el nombre del Se�or Jes�s, y por el Esp�ritu de nuestro Dios". El es el sello.

Luego se introduce la pregunta sobre el cuerpo del creyente. Un creyente ya no est� bajo la ley en cuanto a carnes y alimentos, como lo estaban los jud�os. "Todas las cosas me son l�citas, pero no todas las cosas me convienen". Un creyente no debe ser sometido al poder de ninguna de estas cosas. No est� esclavizado a nada, sino que debe tener perfecta libertad. Ser esclavo de cualquier cosa, por ejemplo, un h�bito, estar�a mal.

Las carnes son para el vientre; son temporales y desaparecer�n. "Dios destruir� tanto (el vientre) como a ellos (las carnes)". Pero el cuerpo en s� es algo diferente. En el cuerpo del creyente, el Esp�ritu Santo es el hu�sped permanente, el Morador divino. Por tanto, el cuerpo es para el Se�or y el Se�or para el cuerpo. El cuerpo tiene la promesa de redenci�n. Dios, quien levant� al Se�or, tambi�n nos levantar� a nosotros por su propio poder.

Y los cuerpos de los creyentes son miembros de Cristo, unidos a �l por el Esp�ritu de Dios. �Porque el que se une al Se�or, un solo Esp�ritu es�. Y todo es una advertencia contra el horrible pecado, que era tan prominente en Corinto, la fornicaci�n. Los cuerpos de los creyentes pertenecen al Se�or. Son los templos del Esp�ritu Santo. Por lo tanto, no somos nuestros. Adem�s, todo esto se ha logrado mediante el gran precio de redenci�n, el precio pagado en la cruz del Calvario. El cuerpo debe ser entregado a Dios como sacrificio vivo. �Porque hab�is sido comprados por precio; glorifica, pues, a Dios en tu cuerpo, que es de Dios �.

Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre 1 Corinthians 6". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/1-corinthians-6.html. 1913-1922.