Bible Commentaries
1 Samuel 2

La Biblia Anotada de GaebeleinAnotaciones de Gaebelein

Versículos 1-36

2. Canci�n prof�tica de Ana

CAP�TULO 2: 1 - 10

1. La alabanza de Jehov�-Dios ( 1 Samuel 2:1 )

2. El poder y la gracia de Jehov� en la liberaci�n ( 1 Samuel 2:4 )

3. La perspectiva prof�tica ( 1 Samuel 2:9 )

El coraz�n de Ana, lleno del Esp�ritu Santo, se desborda con una maravillosa expresi�n. Las m�s altas cr�ticas afirman que �esta hermosa letra sagrada no podr�a haber sido cantada por Ana en las circunstancias descritas. Las palabras del vers�culo 5 por s� solas se acercan a su situaci�n, y sin duda condujeron a la inserci�n del salmo en su contexto actual ". Tambi�n dicen �que el c�ntico de la Virgen ( Lucas 1:46 ) se inspira en gran medida en el c�ntico de Ana� (Prof.

ARS Kennedy). Tales declaraciones niegan la inspiraci�n. Las canciones de Ana y Mar�a son muy parecidas porque el mismo Esp�ritu habl� a trav�s de ambas. �Por qu� habr�a de creerse imposible que la piadosa Ana pronunciara palabras tan sublimes y de largo alcance que est�n tan estrechamente relacionadas con todas las profec�as posteriores, si creemos que el Esp�ritu Santo la inspir� como lo hizo con Isa�as y otros profetas?

Como cualquier otro c�ntico dado por el Esp�ritu de Dios, as� su c�ntico comienza alabando al Se�or, glorificando Su nombre. Las primeras cuatro estrofas dan su propia experiencia. Conoce a Jehov� y se regocija en Su salvaci�n. Especialmente hermosas son las declaraciones que el Esp�ritu de Dios hace a trav�s de ella al describir el poder y la gracia de Jehov� en la liberaci�n. Debemos pensar aqu� ante todo en nuestro Se�or Jesucristo. Baj� al polvo de la muerte y resucit� de entre los muertos.

Fue llevado a la tumba y levantado; Se hizo pobre y se enriqueci�; Fue humillado y enaltecido (vers�culos 6-7). Y, por tanto, �l se inclina hacia nuestra miseria y levanta del polvo al pobre, y al mendigo del muladar para ponerlo entre los pr�ncipes para heredar el trono de la gloria. �Qu� vislumbre tuvo ella, cuyo nombre significa "gracia", de la gracia que se inclina tan bajo y se eleva tan alto! Sus palabras se acercaron m�s en el Antiguo Testamento al evangelio de la gracia revelado en el Nuevo.

A la mitad del octavo verso ella habla del futuro. El d�a del Se�or con su juicio aparece a la vista. Los pies de Sus santos ser�n guardados; los malvados estar�n en tinieblas; los adversarios hechos pedazos. Entonces el cielo ya no est� en silencio. El Se�or juzga. El Rey, el Rey verdadero y una vez rechazado de Israel, nuestro Se�or Jesucristo, ser� exaltado. En el comienzo de los libros de los Reinos, el verdadero Rey del cielo se ve en visi�n prof�tica.

El ni�o que ministraba, Samuel, ante el Se�or, es un cuadro muy hermoso y dulce. Fielmente, sus manitas hicieron todo lo que pudieron, y a Jehov� le agrad� mucho.

3. El fracaso de Eli y sus hijos

CAP�TULO 2: 12-36

1. Los hijos malvados de El� ( 1 Samuel 2:12 )

2. Samuel ante Jehov� y Ana bendecida ( 1 Samuel 2:18 )

3. La advertencia vac�a de El� ( 1 Samuel 2:22 )

4. Se anuncia el juicio ( 1 Samuel 2:27 )

A continuaci�n se expone la corrupci�n de los hijos del anciano Eli. Eran hijos de Belial; no conoc�an a Jehov� y, sin embargo, ministraban en las cosas exteriores del santuario. Solo podr�a resultar en la peor corrupci�n. Manejaban cosas santas y eran malvados de coraz�n y de vida. Bien se ha dicho que "una santidad que es externa es la peor impiedad". As� sucede hoy en la cristiandad. Los hombres que no conocen a Jehov�, que no est�n sirviendo al Se�or sino a s� mismos y, por lo tanto, est�n bajo el control de Satan�s, el dios de esta era, ministran en las cosas de Dios.

Da lugar a todo tipo de salidas y corrupci�n. Es la maldici�n de la cristiandad. �El pecado de los j�venes fue muy grande delante de Jehov�, porque los hombres despreciaron la ofrenda de Jehov�. Al contemplar una conducta tan perversa en los sacerdotes, los hombres se disgustaban con todas las actuaciones religiosas y la verdad que presagiaban. Se apartaron de la ofrenda de Jehov�. Est� tan quieto. Un ministerio ego�sta e imp�o es el mayor obst�culo para la gran masa del pueblo.

�Y luego el contraste! Se menciona una vez m�s al ni�o Samuel en su peque�o ministerio. �Qu� imagen tan encantadora debe haber sido en su peque�o efod y la peque�a t�nica terminada por su amada madre! Sobre �l, un simple ni�o, tan inocente y simple, se le hab�a otorgado la t�nica de lino blanco. Todo lo dem�s en Shiloh estaba corrompido.

El� intenta advertir a sus hijos de su conducta inmoral y perversa. Su esfuerzo d�bil pero revela el estado de su propia alma. La ley exig�a como pena la muerte de los infractores. La falta de celo en la protesta de El� no impresion� a sus hijos malvados. Entonces, un hombre de Dios sin nombre se acerc� a El� y le llev� el mensaje de juicio. Ofni y Finees morir�n ambos en un d�a. Luego est� la promesa de levantar a un sacerdote fiel. Tal sacerdote era Sadoc, pero la promesa encuentra su cumplimiento final en Aquel que es el Rey-Sacerdote, nuestro Se�or Jesucristo.

Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre 1 Samuel 2". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/1-samuel-2.html. 1913-1922.