Bible Commentaries
1 Timoteo 2

La Biblia Anotada de GaebeleinAnotaciones de Gaebelein

Versículos 1-15

II. CON RESPECTO A LA ORACI�N

CAPITULO 2

1. Oraci�n por todos los hombres y por los que tienen autoridad ( 1 Timoteo 2:1 )

2. El lugar para el hombre y la mujer ( 1 Timoteo 2:8 )

1 Timoteo 2:1

El ap�stol ahora da instrucciones. El primero se refiere a la oraci�n. �Por tanto, exhorto a que, ante todo, se hagan s�plicas, oraciones, intercesiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que est�n en autoridad; para que podamos llevar una vida tranquila y pac�fica con toda piedad y honestidad (literalmente, gravedad). Porque esto es bueno y agradable a los ojos de Dios nuestro Salvador, quien quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.

�El Dios que es nuestro Padre es tambi�n el Dios Salvador, que act�a en el evangelio de su gracia con amor y compasi�n hacia todos los hombres. Como tal, manifiesta una disposici�n misericordiosa para que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad y sean salvos. Debemos, por lo tanto, conoci�ndolo a �l y conociendo la gracia sumamente abundante hacia nosotros, actuar con amor hacia los que est�n afuera. Dios act�a en gracia y la familia de la fe debe hacer lo mismo.

As� como el evangelio de la gracia llega a todos los hombres, y Dios quiere que todos los hombres sean salvos, as� debemos orar por todos los hombres. Especialmente los reyes y todos los que tienen autoridad deben ser mencionados en las oraciones de intercesi�n. Este es el verdadero esp�ritu de gracia; el esp�ritu de la ley jud�o no sab�a nada del amor hacia todos los hombres. A los gentiles y a los reyes gentiles se les consideraba ajenos y no se los consideraba objetos del amor divino.

Habiendo llegado la dispensaci�n de la gracia de Dios, la salvaci�n por gracia se ofrece al mundo entero. �Y c�mo se ha descuidado esta exhortaci�n! �Qu� poca oraci�n verdadera por la salvaci�n de todos los hombres se hace! ( 1 Timoteo 2:4 desecha completamente la idea antib�blica de que Dios ha predestinado a una parte de la raza humana a perderse.) Tambi�n debemos recordar que el cruel Ner�n estaba en el trono del Imperio Romano cuando se escribi� esta exhortaci�n.

La casa de Dios debe ser casa de oraci�n para todas las naciones y ejercer la funci�n sacerdotal de intercesi�n. Bien se ha dicho: "Nada m�s que el fuerte sentido de la bendici�n infinita del lugar que la gracia nos ha dado podr�a llevarnos o mantener esa oraci�n". Pero a menudo estamos dispuestos a asentarnos en el goce de la gracia, sin reflexionar sobre nuestra responsabilidad hacia aquellos que no son alcanzados por esa gracia, que tambi�n est� a su disposici�n.

A trav�s de la preocupaci�n interior, �cu�ntas veces olvidamos a los de fuera! Cu�n necesario hoy, cuando los tronos se tambalean, cuando surgen las democracias, cuando se derrumban todas las formas de gobierno y se alarga la sombra del malvado venidero, ser obedientes a esta instrucci�n divinamente dada, para que incluso en estos d�as de confusi�n el pueblo de Dios pueda liderar � una vida tranquila y pac�fica �!

�Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre; quien se dio a s� mismo en rescate por todos, testimonio que se rendir� a su debido tiempo �. El juda�smo fue la revelaci�n y el testimonio del �nico Dios. El cristianismo tambi�n revela al Dios verdadero, pero presenta la verdad igualmente grande de que hay un solo mediador, como hay un solo Dios. Y este �nico mediador es Jesucristo Hombre, que vino al mundo y se dio a s� mismo en rescate por todos.

��Preciosa verdad! Estamos en debilidad, somos culpables, no pudimos acercarnos a Dios. Necesit�bamos un mediador que, mientras manten�a la gloria de Dios, deber�a ponernos en una posici�n tal que pudiera presentarnos a Dios en justicia de acuerdo con esa gloria. Cristo se dio a s� mismo en rescate. Pero debe ser un hombre para sufrir por los hombres y representar a los hombres. Y este era El. Pero esto no es todo.

Somos d�biles, aqu�, donde vamos a recibir la revelaci�n de Dios; y d�bil, con respecto al uso de nuestros recursos en Dios y nuestra comuni�n con �l, incluso cuando nuestra culpa es borrada. Y, en nuestra debilidad para recibir la revelaci�n de Dios, Cristo ha revelado a Dios, y todo lo que �l es, en Su propia persona, en todas las circunstancias escritas en las que el hombre podr�a tener necesidad, ya sea en cuerpo o en alma. �l descendi� a las profundidades m�s bajas para que no hubiera nadie, ni siquiera los m�s miserables, que no pudieran sentir que Dios en su bondad estaba cerca de �l y era enteramente accesible para �l - venga a �l - Su amor encontrando su ocasi�n en la miseria; y que no hab�a necesidad a la que no estuviera presente, que no pudiera satisfacer.

��l descendi�, particip� en todos los dolores de la humanidad, y entr� en todas las circunstancias en las que pod�a estar el coraz�n humano, y fue herido, oprimido y desanimado, inclin�ndose bajo el mal. Sin ternura, sin poder, sin simpat�a, sin humanidad como la Suya; no hay coraz�n humano que pueda entender as�, sentir con nosotros, cualquiera que sea la carga que oprime el coraz�n del hombre. Es el Hombre, Jesucristo, nuestro mediador; ninguno tan cerca, ninguno que haya descendido tan bajo, y haya entrado con poder divino en la necesidad, y toda la necesidad, del hombre. La conciencia es purificada por Su obra, el coraz�n aliviado por lo que �l era y lo que es para siempre.

�S�lo hay uno: pensar en otro ser�a arrebatarle su gloria y nuestro perfecto consuelo. Su venida de lo alto, Su naturaleza divina, Su muerte, Su vida como hombre en el cielo, todo lo se�ala como el �nico mediador �(Sinopsis de la Biblia).

�Un rescate por todos, el testimonio que se rendir� a su debido tiempo�. Esta declaraci�n ha sido pervertida por algunos, que manejan la Palabra de Dios con enga�o, para significar que toda la raza humana finalmente ser� salva, incluyendo a todos los malvados muertos. Y m�s que eso, algunos de estos maestros han hecho la asombrosa declaraci�n de que el testimonio de su invenci�n no b�blica deb�a reservarse por un tiempo determinado, y que lleg� el �momento oportuno� cuando predicaron su �esperanza m�s grande� y la salvaci�n universal.

�l se ha dado a s� mismo en rescate por todos, lo que significa que mediante Su sacrificio propiciatorio se hace provisi�n para la salvaci�n de toda la raza, pero la fe es necesaria para la apropiaci�n de esta salvaci�n.

Todos los que no aceptan a Cristo por fe personal no est�n cubiertos por Su sacrificio sustitutivo. Si mueren en sus pecados, el gran rescate no puede Job 36:18 ( Job 36:18 ). El tiempo debido, o su propio tiempo, cuando ese testimonio de todo esto iba a ser dado, lleg� cuando se termin� la obra en la cruz. Desde que el �nico mediador entre Dios y el hombre se dio a s� mismo en rescate por todos, se ha predicado el mensaje del amor y la gracia de Dios.

Y Pablo, a quien el evangelio de la gloria del Dios bendito estaba especialmente encomendado, pudo por tanto decir: �Para lo cual fui designado predicador (literalmente� heraldo �; tambi�n usado en 2 Timoteo 1:11 ; y de No� en 2 Pedro 2:5 ) y ap�stol (digo la verdad, no miento) maestro de los gentiles en la fe y en la verdad �.

1 Timoteo 2:8

�Quiero, pues, que los hombres oren en todas partes, levantando manos santas, sin ira y sin dudar�. Esto se refiere a rezar en p�blico. La oraci�n audible en la congregaci�n debe ser hecha por hombres y no por mujeres. Esta es la ense�anza apost�lica. (Existen sectas en la actualidad que afirman haber regresado a las doctrinas y pr�cticas apost�licas, pero ignoran el mandamiento apost�lico en cuanto al lugar de la mujer en la iglesia.

De hecho, en muchas de estas sectas las mujeres son las l�deres. Las manos que se levantan en oraci�n p�blica deben ser manos santas ( Santiago 4:8 ). La piedad verdadera y el caminar separado deben caracterizar al hombre que levanta las manos en oraci�n p�blica. Y debe ser "sin ira", sentimiento de enojo contra un hermano, y sin disputas o "razonamientos". Para albergar un sentimiento de malestar contra otro mientras ora o para presentar una disputa, un argumento de razonamiento (como se hace con bastante frecuencia) hace que la oraci�n no sea efectiva.

Y ahora, en lo que respecta a las mujeres, da la acusaci�n de que "se adornan con ropa modesta, con verg�enza y sobriedad, no con trenzas, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos". Ella debe dar su testimonio de esta manera y demostrar que no est� siguiendo al mundo, sino que est� por encima de estas cosas. La vestimenta inmodesta, rayana en la indecencia, para complacer la lujuria de la carne y de los ojos, es algo notable entre las mujeres del mundo.

La mujer cristiana debe dar testimonio de una manera externa de que est� separada de estas cosas. Luego da el cargo sobre la autoridad docente de las mujeres. �Que la mujer aprenda en silencio con toda sujeci�n. Pero no permito que una mujer ense�e, ni que usurpe autoridad sobre el hombre, sino que est� en silencio ". Esto es y pertenece a la sana y sana doctrina. La mujer tiene su esfera de servicio, de trabajar en el evangelio y tambi�n de ense�ar la verdad, entre su propio sexo y sus hijos.

Pero el lugar de autoridad no le pertenece a ella; no debe usurpar la autoridad ni ejercerla. Este es el orden divino, que la autoridad para ense�ar est� conferida al hombre. (Ver 1 Corintios 11:1 ; 1 Corintios 14:1 ). "Porque Ad�n fue formado primero, luego Eva". Este es el orden de la creaci�n, que debe mantenerse sobre la base de la redenci�n.

Y la ca�da ense�a otra lecci�n. "Y Ad�n no fue enga�ado, pero la mujer que fue enga�ada cometi� la transgresi�n". El h�bil expositor Bengel escribi� sobre esto: "M�s f�cilmente enga�ada, ella enga�a m�s f�cilmente". Cuando abandona el lugar que le fue dado de acuerdo con este mandato apost�lico, es f�cilmente enga�ada y luego, a su vez, enga�a f�cilmente a los dem�s. La segunda ep�stola habla de "mujeres tontas cargadas de pecados, llevadas por diversas concupiscencias". Las mujeres que rechazan la sana doctrina, usurpan la autoridad, se han convertido en instrumentos del enemigo al inventar doctrinas sat�nicas y pervertir la verdad de Dios.

(El Adventismo del S�ptimo D�a tuvo a la Sra. White como profetisa; Teosof�a: Sra. Blavatsky y Annie Besant; Espiritismo: las hermanas Fox y las miles de mujeres-m�diums malvadas y a menudo inmorales; Ciencia Cristiana: la Sra. Mary Baker Eddy y las miles de mujeres sanadoras; el movimiento irvingita - profetisa pose�da por demonios, que hablaba en lenguas extra�as; el nuevo pensamiento tiene sus mujeres l�deres, etc. C�mo esto confirma la verdad divina declarada aqu�.)

1 Timoteo 2:15 refiere a G�nesis 3:16 . Ser� preservada en la maternidad, entregada en la hora de la prueba y el trabajo, si contin�an en la fe y el amor. y santidad con sobriedad.

Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre 1 Timothy 2". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/1-timothy-2.html. 1913-1922.