Bible Commentaries
Deuteronomio 14

La Biblia Anotada de GaebeleinAnotaciones de Gaebelein

Versículos 1-29

10. Los hijos de Dios y su separaci�n

CAPITULO 14

1. La declaraci�n de parentesco: Un pueblo santo ( Deuteronomio 14:1 )

2. Su comida como pueblo separado ( Deuteronomio 14:3 )

3. Con respecto a los diezmos ( Deuteronomio 14:22 )

Vosotros sois hijos del Se�or vuestro Dios. Debido a que Dios los hab�a elegido para que fueran un pueblo peculiar en s� mismo, por encima de todas las dem�s naciones, iban a ser un pueblo santo. A ellos pertenece todav�a �la adopci�n� ( Romanos 9:4 ). Dios llam� a Israel Su hijo primog�nito y esa naci�n ocupa ese lugar, en el prop�sito divino, entre las naciones.

La filiaci�n, en el Nuevo Testamento, otorgada al creyente individual, que est� pose�do por el Esp�ritu de filiaci�n (el Esp�ritu Santo) y que es heredero de Dios y coheredero con Cristo, es infinitamente m�s alto que el llamamiento nacional y terrenal de Israel. . Por eso nuestra responsabilidad es mucho mayor. Los hijos del Se�or no deb�an participar en las costumbres pecaminosas de los paganos, que no tienen esperanza.

No se permiti� ninguna desfiguraci�n como se menciona en el primer vers�culo. El Se�or a quien serv�an es Se�or de vida; le pertenec�an por completo; no eran los suyos. El dolor como los que no tienen esperanza tambi�n est� prohibido en el Nuevo Testamento ( 1 Tesalonicenses 4:13 ). Luego sigue una vez m�s el recordatorio sobre lo limpio y lo inmundo.

Ver Lev�tico 11 y las anotaciones. Las leyes concernientes a la comida que Israel deb�a comer y de la que deb�a abstenerse fueron dadas en Lev�tico a Mois�s y Aar�n; en Deuteronomio toda la congregaci�n escucha estas instrucciones. Tambi�n se mencionan varios animales en Deuteronomio, que no encontramos en Lev�tico. As� se enfatiza una vez m�s su separaci�n.

Pertenec�an a un Se�or santo y deb�an ser un pueblo santo. Tenemos como alimento el Pan vivo, que descendi� del cielo. Y a medida que nos alimentamos de Cristo, permaneciendo en �l, tambi�n llegamos a ser como �l. Bien se ha dicho que �que un cristiano participe en las vanidades y locuras de un mundo pecaminoso ser�a usar una frase t�pica, como un israelita comiendo lo que hab�a muerto por s� mismo�. �Cu�n triste es la condici�n de la gran mayor�a de los que profesan el cristianismo, que corren tras esta �poca perversa actual y se conforman a ella!

El diezmo mencionado en los vers�culos 22-29 es peculiar de Deuteronomio y forma una de las leyes complementarias. Israel y la tierra que deb�an poseer pertenecen a Jehov�. El diezmo expres� el hecho de la propiedad del Se�or. Y cuando vinieron delante de Jehov� para comer delante de �l en el lugar donde �l hab�a puesto Su Nombre, reconocieron en Su presencia toda Su bondad y misericordia y se regocijaron en el Se�or.

Los vers�culos 28 y 29 est�n m�s desarrollados en el cap�tulo 26: 12-19. All� se dan anotaciones sobre la feliz escena cuando, al final de cada tres a�os, el levita, el forastero, el hu�rfano y la viuda deb�an comer y quedar satisfechos.

Hay un lugar de reuni�n para su pueblo en el Nuevo Testamento. "Donde dos o tres est�n reunidos en Mi Nombre, all� estoy Yo en medio de ellos". Y cuando recordamos Su amor en Su mesa, nos regocijamos en �l y �l se regocija en nosotros. Pero el recogimiento de Israel en relaci�n con el diezmo tambi�n anticipa los pr�ximos d�as cuando habr� un recogimiento para Israel y las naciones. Ver Isa�as 2:1 ; Isa�as 11:10 ; Zacar�as 14:16 .

Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre Deuteronomy 14". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/deuteronomy-14.html. 1913-1922.