4. Fiesta de los tabern�culos ( Deuteronomio 16:13 )
Lo que se dice en los vers�culos finales del cap�tulo 15 complementa la ley dada sobre el primog�nito en �xodo 13:2 ; �xodo 13:12 y N�meros 18 . No deb�an trabajarse ni cortarse.
�Delante de Jehov� tu Dios lo comer�s, a�o tras a�o, en el lugar que Jehov� escoja, t� y tu casa�. Nada que tuviera una imperfecci�n, que fuera cojo o ciego pod�a ser sacrificado. El Cordero de Dios sin mancha est� aqu� a la vista una vez m�s y se nos da el tipo de c�mo debemos alimentarnos de �l en la presencia de Dios, en el santuario.
Las fiestas se mencionan en �xodo 12 ; Lev�tico 23 ; N�meros 28-29. Aqu� s�lo se dan la Pascua, la fiesta de las semanas y la fiesta de los tabern�culos. Los cr�ticos afirman que existe una contradicci�n entre este cap�tulo y las leyes relativas a las fiestas en los libros anteriores del Pentateuco. Sin embargo, tal contradicci�n no existe. El hecho de que aqu� solo se mencionen estas tres fiestas est� en total armon�a con el car�cter y el mensaje de Deuteronomio.
La obediencia, como hemos aprendido repetidamente del estudio de los cap�tulos anteriores, es la exigencia de Jehov� de su pueblo. Las tres fiestas destacadas eran absolutamente obligatorias. Tres veces al a�o se orden� a todos los varones que se presentaran ante el Se�or para celebrar estas tres fiestas. No se hizo tal exigencia al guardar la fiesta de las trompetas y el d�a de la expiaci�n. Debido a que estas tres fiestas deb�an ser obedecidas, se mencionan en Deuteronomio.
Las objeciones de los cr�ticos surgen (como todas las dem�s objeciones y cr�ticas) de la falta de discernimiento espiritual. La contradicci�n que ven es solo otra evidencia de la perfecci�n de Su Palabra. �El lugar que Jehov� tu Dios elegir� aparece seis veces en este cap�tulo. Esto no se mencion� en �xodo, Lev�tico o N�meros. Esto nuevamente es caracter�stico del libro. M�s de veinticinco veces se menciona el lugar que Jehov� elegir�, el lugar de reuni�n de Su pueblo en Su presencia, y esto exige obediencia.
Lo que estas fiestas significan t�pica y dispensacionalmente se puede aprender consultando las anotaciones de Lev�tico 23 . Tambi�n hay que recordar el hecho de que salieron de Egipto (vers�culos 3 y 12). Se les ordena regocijarse en la fiesta de las semanas (Pentecost�s) y en la fiesta de los tabern�culos (t�pico del tiempo de alegr�a y bendici�n en la era venidera); pero la declaraci�n "te regocijar�s" se omite en relaci�n con la Pascua.
La redenci�n se tipifica en esa fiesta. Esto provoca gratitud y alabanza a Dios. La solemnidad de la muerte del Cordero de Dios y el juicio por el que tuvo que pasar nuestro Se�or, debe ser la raz�n por la cual el mandamiento de regocijarse est� ausente.
13. La justicia y la elecci�n de un rey
Cap�tulo S 16: 18-17: 20
1. Nombramiento de jueces y su instrucci�n ( Deuteronomio 16:18 ; Deuteronomio 17:1 )
2. El tribunal superior en el lugar que �l elija ( Deuteronomio 17:8 )
3. La elecci�n y el derecho del rey ( Deuteronomio 17:14 )
Este cap�tulo nos lleva a un terreno nuevo. Las obligaciones de la vida religiosa de Israel se establecieron en la primera parte del cap�tulo 16 y ahora se ordena el gobierno del pueblo en la tierra. �As� como en su adoraci�n religiosa la naci�n israelita deb�a mostrarse como la naci�n santa de Jehov�, as� tambi�n en sus relaciones pol�ticas. Este pensamiento forma el v�nculo entre las leyes ya dadas y las que siguen.
El orden civil, condici�n indispensable para la estabilidad y prosperidad de las naciones y los Estados, se basa en el mantenimiento consciente del derecho, mediante una constituci�n judicial bien ordenada y una administraci�n de justicia imparcial �(F. Delitzsch). Se nombrar�an jueces y funcionarios y se establecer�a un tribunal judicial superior para los casos m�s dif�ciles, este �ltimo en el lugar del santuario.
La idolatr�a se menciona de nuevo de manera prominente porque es el asunto m�s serio, tanto individual como nacionalmente, abandonar al �nico Jehov�. La apostas�a de Jehov� y Su pacto es iniquidad. El cap�tulo 16: 21-22 tambi�n se refiere a la idolatr�a. Los altares e im�genes id�latras se colocaron debajo o junto a �rboles verdes. Ver 1 Reyes 14:23 ; 2 Reyes 17:10 ; Jeremias 17:2 .
Luego se hace una provisi�n para la elecci�n de un rey. El Se�or previ� el tiempo de Samuel, cuando la gente lo rechazar�a como su Rey y desear�a ser como otras naciones; y previendo sus fracasos, hizo provisiones para esta emergencia.
�Y, sin embargo, la sabidur�a y la gracia de Dios son m�s, no menos, conspicuas en esta provisi�n. Es cierto que de Sa�l se dijo: "Te di un rey en mi ira, y lo quit� en mi ira" ( Oseas 13:11 ). Pero esto solo saca a relucir la verdadera elecci�n de Dios: David, 'el amado', tipo de Aquel que es en verdad eso, y en quien se encuentra un Rey que reina para siempre.
�l es Aquel de quien el rey que anuncia Deuteronomio es la sombra. Nacido cuando el sacerdocio ha fallado en El� y el profeta en Samuel, el verdadero rey es el recurso de Dios para Israel y la tierra. Porque ni el sacerdocio ni la profec�a por s� solos enderezar�n la tierra, ni traer�n el tiempo en que se llene de la gloria del Se�or. Debe venir aquel a quien pertenece el trono, y quien traer� de vuelta el juicio a la justicia; Aquel en quien Profeta, Sacerdote y Rey son uno, una cuerda triple que nunca se romper� �(Biblia Num�rica).
Una comparaci�n de los vers�culos 16 y 17 con 1 Reyes 9-11 es muy interesante. Qu� fracaso es el hombre en s� mismo. Y Salom�n fue el m�s sabio e influyente de todos los reyes. Este hecho de que Salom�n hizo todo lo contrario de lo que deber�a hacer el rey ha llevado a los cr�ticos a decir que este pasaje fue escrito despu�s de Salom�n. �Como si Dios no supiera todo esto de antemano! Pero no hay ninguna alusi�n al reino de Salom�n en las palabras que habl� Mois�s.
Información bibliográfica Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre Deuteronomy 16". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/deuteronomy-16.html. 1913-1922.
Versículos 1-22
12. Los primog�nitos y las tres fiestas
Cap�tulo S 15: 19-16: 17
1. Sobre los primog�nitos ( Deuteronomio 15:19 )
2. Pascua ( Deuteronomio 16:1 )
3. Fiesta de las semanas ( Deuteronomio 16:9 )
4. Fiesta de los tabern�culos ( Deuteronomio 16:13 )
Lo que se dice en los vers�culos finales del cap�tulo 15 complementa la ley dada sobre el primog�nito en �xodo 13:2 ; �xodo 13:12 y N�meros 18 . No deb�an trabajarse ni cortarse.
�Delante de Jehov� tu Dios lo comer�s, a�o tras a�o, en el lugar que Jehov� escoja, t� y tu casa�. Nada que tuviera una imperfecci�n, que fuera cojo o ciego pod�a ser sacrificado. El Cordero de Dios sin mancha est� aqu� a la vista una vez m�s y se nos da el tipo de c�mo debemos alimentarnos de �l en la presencia de Dios, en el santuario.
Las fiestas se mencionan en �xodo 12 ; Lev�tico 23 ; N�meros 28-29. Aqu� s�lo se dan la Pascua, la fiesta de las semanas y la fiesta de los tabern�culos. Los cr�ticos afirman que existe una contradicci�n entre este cap�tulo y las leyes relativas a las fiestas en los libros anteriores del Pentateuco. Sin embargo, tal contradicci�n no existe. El hecho de que aqu� solo se mencionen estas tres fiestas est� en total armon�a con el car�cter y el mensaje de Deuteronomio.
La obediencia, como hemos aprendido repetidamente del estudio de los cap�tulos anteriores, es la exigencia de Jehov� de su pueblo. Las tres fiestas destacadas eran absolutamente obligatorias. Tres veces al a�o se orden� a todos los varones que se presentaran ante el Se�or para celebrar estas tres fiestas. No se hizo tal exigencia al guardar la fiesta de las trompetas y el d�a de la expiaci�n. Debido a que estas tres fiestas deb�an ser obedecidas, se mencionan en Deuteronomio.
Las objeciones de los cr�ticos surgen (como todas las dem�s objeciones y cr�ticas) de la falta de discernimiento espiritual. La contradicci�n que ven es solo otra evidencia de la perfecci�n de Su Palabra. �El lugar que Jehov� tu Dios elegir� aparece seis veces en este cap�tulo. Esto no se mencion� en �xodo, Lev�tico o N�meros. Esto nuevamente es caracter�stico del libro. M�s de veinticinco veces se menciona el lugar que Jehov� elegir�, el lugar de reuni�n de Su pueblo en Su presencia, y esto exige obediencia.
Lo que estas fiestas significan t�pica y dispensacionalmente se puede aprender consultando las anotaciones de Lev�tico 23 . Tambi�n hay que recordar el hecho de que salieron de Egipto (vers�culos 3 y 12). Se les ordena regocijarse en la fiesta de las semanas (Pentecost�s) y en la fiesta de los tabern�culos (t�pico del tiempo de alegr�a y bendici�n en la era venidera); pero la declaraci�n "te regocijar�s" se omite en relaci�n con la Pascua.
La redenci�n se tipifica en esa fiesta. Esto provoca gratitud y alabanza a Dios. La solemnidad de la muerte del Cordero de Dios y el juicio por el que tuvo que pasar nuestro Se�or, debe ser la raz�n por la cual el mandamiento de regocijarse est� ausente.
13. La justicia y la elecci�n de un rey
Cap�tulo S 16: 18-17: 20
1. Nombramiento de jueces y su instrucci�n ( Deuteronomio 16:18 ; Deuteronomio 17:1 )
2. El tribunal superior en el lugar que �l elija ( Deuteronomio 17:8 )
3. La elecci�n y el derecho del rey ( Deuteronomio 17:14 )
Este cap�tulo nos lleva a un terreno nuevo. Las obligaciones de la vida religiosa de Israel se establecieron en la primera parte del cap�tulo 16 y ahora se ordena el gobierno del pueblo en la tierra. �As� como en su adoraci�n religiosa la naci�n israelita deb�a mostrarse como la naci�n santa de Jehov�, as� tambi�n en sus relaciones pol�ticas. Este pensamiento forma el v�nculo entre las leyes ya dadas y las que siguen.
El orden civil, condici�n indispensable para la estabilidad y prosperidad de las naciones y los Estados, se basa en el mantenimiento consciente del derecho, mediante una constituci�n judicial bien ordenada y una administraci�n de justicia imparcial �(F. Delitzsch). Se nombrar�an jueces y funcionarios y se establecer�a un tribunal judicial superior para los casos m�s dif�ciles, este �ltimo en el lugar del santuario.
La idolatr�a se menciona de nuevo de manera prominente porque es el asunto m�s serio, tanto individual como nacionalmente, abandonar al �nico Jehov�. La apostas�a de Jehov� y Su pacto es iniquidad. El cap�tulo 16: 21-22 tambi�n se refiere a la idolatr�a. Los altares e im�genes id�latras se colocaron debajo o junto a �rboles verdes. Ver 1 Reyes 14:23 ; 2 Reyes 17:10 ; Jeremias 17:2 .
Luego se hace una provisi�n para la elecci�n de un rey. El Se�or previ� el tiempo de Samuel, cuando la gente lo rechazar�a como su Rey y desear�a ser como otras naciones; y previendo sus fracasos, hizo provisiones para esta emergencia.
�Y, sin embargo, la sabidur�a y la gracia de Dios son m�s, no menos, conspicuas en esta provisi�n. Es cierto que de Sa�l se dijo: "Te di un rey en mi ira, y lo quit� en mi ira" ( Oseas 13:11 ). Pero esto solo saca a relucir la verdadera elecci�n de Dios: David, 'el amado', tipo de Aquel que es en verdad eso, y en quien se encuentra un Rey que reina para siempre.
�l es Aquel de quien el rey que anuncia Deuteronomio es la sombra. Nacido cuando el sacerdocio ha fallado en El� y el profeta en Samuel, el verdadero rey es el recurso de Dios para Israel y la tierra. Porque ni el sacerdocio ni la profec�a por s� solos enderezar�n la tierra, ni traer�n el tiempo en que se llene de la gloria del Se�or. Debe venir aquel a quien pertenece el trono, y quien traer� de vuelta el juicio a la justicia; Aquel en quien Profeta, Sacerdote y Rey son uno, una cuerda triple que nunca se romper� �(Biblia Num�rica).
Una comparaci�n de los vers�culos 16 y 17 con 1 Reyes 9-11 es muy interesante. Qu� fracaso es el hombre en s� mismo. Y Salom�n fue el m�s sabio e influyente de todos los reyes. Este hecho de que Salom�n hizo todo lo contrario de lo que deber�a hacer el rey ha llevado a los cr�ticos a decir que este pasaje fue escrito despu�s de Salom�n. �Como si Dios no supiera todo esto de antemano! Pero no hay ninguna alusi�n al reino de Salom�n en las palabras que habl� Mois�s.