Bible Commentaries
Deuteronomio 32

La Biblia Anotada de GaebeleinAnotaciones de Gaebelein

Versículos 1-52

2. El c�ntico de Mois�s

CAP�TULO 32: 1-43

1. La introducci�n y el tema ( Deuteronomio 32:1 )

2. La gente necia ( Deuteronomio 32:5 )

3. C�mo los amaba Jehov� ( Deuteronomio 32:7 )

4. Su apostas�a ( Deuteronomio 32:15 )

5. Los resultados de la apostas�a ( Deuteronomio 32:19 )

6. El trato final de Jehov� con Israel ( Deuteronomio 32:34 )

7. La gloriosa consumaci�n ( Deuteronomio 32:43 )

El c�ntico de Mois�s es una gran profec�a. La primera gran expresi�n prof�tica se encuentra en las par�bolas de Balaam. El segundo discurso prof�tico es este c�ntico. El c�ntico de Mois�s abarca toda la historia de Israel, pasada, presente y futura. Lleva de la manera m�s notable todas las marcas de ser un testimonio prof�tico del l�der inspirado del pueblo de Dios. Los hombres que niegan esto y que se jactan de su capacidad literaria, deben ser deliberadamente ciegos.

Los cr�ticos le han negado a un hombre, que Mois�s escribi� una sola palabra de esta canci�n. Pero no nos han informado qui�n escribi� esta maravillosa oda. �La afirmaci�n de que toda la oda se mueve dentro de la �poca de los reyes, que vivieron muchos siglos despu�s de la �poca de Mois�s, se basa en una total comprensi�n err�nea de la naturaleza de la profec�a� (Keil).

Mois�s comenz� su c�ntico llamando al cielo y a la tierra para que escucharan las palabras de su boca. Lo que estaba a punto de decir se refer�a ciertamente al cielo y la tierra. Isa�as tambi�n comenz� su libro con el mismo llamado ( Isa�as 1:2 ). El nombre de Jehov� es exaltado. �l es la Roca y Su obra es perfecta. �l es un Dios de verdad, justo y recto. Pero Su pueblo, �qu� son? Su car�cter se describe en los vers�culos 5 y 6.

�C�mo descubre la verdadera naturaleza del pueblo que lo reconoci� como Jehov�! Corruptos, perversos, torcidos, necios, imprudentes, son los t�rminos usados ??para describir su car�cter. El fracaso que ser�an, su apostas�a y la necesidad de tratos disciplinarios de Jehov� con ellos, se mencionan as� en la primera estrofa de esta canci�n.

La tercera secci�n, vers�culos 7-14, revela la bondad y el amor del Se�or por ellos. El octavo verso tiene un significado profundo. "Cuando el Alt�simo dividi� a las naciones su herencia, cuando separ� a los hijos de Ad�n, estableci� los l�mites del pueblo seg�n el n�mero de los hijos de Israel". Este vers�culo nos lleva hacia atr�s. Los l�mites de las naciones fueron establecidos por Dios con una referencia directa a los hijos de Israel.

El nombre de Dios que se usa aqu�, "el Alt�simo", es el t�tulo milenial, que tendr� cuando Su bendito Hijo nuestro Se�or reciba Su Reino. (V�ase G�nesis 14:19 .) Cuando llegue ese tiempo de bendici�n e Israel convertido ya no sea la cola sino la cabeza de las naciones, esta divisi�n divina se dar� a conocer plenamente.

�Y c�mo se les recuerda nuevamente lo que Jehov� hizo por ellos! "Lo encontr�, lo condujo, lo instruy� y lo guard�". Los vers�culos 9-14 son palabras maravillosas. Y se aplican a nosotros espiritualmente al describir la bondad de Jehov� para con Israel.

Pero, �cu�n grande es el contraste cuando llegamos a la cuarta secci�n de este c�ntico prof�tico? (Vea los vers�culos 15-18.) El primer paso en su apostas�a es el abandono de Dios y la adoraci�n de dioses falsos. El siguiente paso es que "estimaron ligeramente la roca de su salvaci�n". Sin duda, esta �ltima declaraci�n se refiere al rechazo del hijo de Dios, cuando apareci� en medio de su pueblo.

Las terribles consecuencias de este rechazo se ven prof�ticamente. Aqu� nuevamente tenemos la historia preescrita. Pero estas predicciones se cumplieron tan minuciosamente que el coraz�n incr�dulo del hombre se niega a aceptar estas palabras como si fueran las palabras de Mois�s. Aqu� nuevamente tenemos una evidencia sorprendente de inspiraci�n. Dios predice a trav�s de Mois�s el futuro de un pueblo ap�stata. Compare el vers�culo 21 con Romanos 10:19 ; Romanos 11:10 .

El llamado de los gentiles se anticipa en el c�ntico de Mois�s; la salvaci�n nos lleg� a los gentiles por su ca�da. Parece casi como si fueran a perecer por completo como naci�n. Pero la canci�n cambia de repente. Jehov� todav�a se levantar� a favor de ellos. Ser� en un momento en que su poder se haya ido, cuando est�n indefensos y sus enemigos los presionen como nunca antes en su larga y oscura noche de sufrimiento y l�grimas.

Eso suceder� al final de esta era presente, durante el tiempo predicho de gran angustia que les sobrevendr�. Compare el vers�culo 39 con Oseas 5:15 ; Oseas 6:1 . El juicio anunciado por Mois�s en los vers�culos 40-42 es el juicio que caer� sobre las naciones gentiles el d�a en que el Se�or aparezca en Su gloria. Seguir esto a lo largo de toda la Palabra prof�tica es tan �til como interesante.

El �ltimo verso de esta canci�n (verso 43) muestra la gloriosa consumaci�n. Despu�s de la tormenta de juicio e indignaci�n, la paz vendr� a esta tierra. Las naciones no aprender�n m�s la guerra; aprender�n justicia. Entonces el mundo se convertir�. El Se�or tendr� misericordia de su tierra y de su pueblo. Las bendiciones y glorias prometidas a Israel han llegado. Por tanto, las naciones se regocijar�n con su pueblo. El c�ntico de Mois�s es la clave de toda profec�a.

3. La bendici�n de Mois�s

Cap�tulo S 32: 44-33: 29

1. Introducci�n ( Deuteronomio 32:44 )

2. La manifestaci�n de Jehov� ( Deuteronomio 33:1 )

3. La bendici�n de Rub�n, Jud� y Lev� ( Deuteronomio 33:6 )

4. La bendici�n de Benjam�n y Jos� ( Deuteronomio 33:12 )

5. La bendici�n de Zabul�n e Isacar ( Deuteronomio 33:18 )

6. La bendici�n de Gad, Dan, Nephtali y Aser ( Deuteronomio 33:20 )

7. �Feliz eres t�, Israel! ( Deuteronomio 33:26 )

Mois�s y Josu� (igual que Oseas) cantaron la canci�n a los o�dos del pueblo. Ten�an que aprenderlo. Les exhorta una vez m�s a que pongan su coraz�n en hacer todas estas palabras. �No es algo en vano para ti; porque es tu vida ". Pero no pudieron guardar la ley y, por lo tanto, no pudieron obtener la vida y la bendici�n que se les prometi�. La ley no puede otorgar vida y bendici�n. Solo puede maldecir. Pero la gracia da vida.

Para ilustrar este mismo hecho, que la ley es para condenaci�n, Jehov� anuncia una vez m�s la muerte de Mois�s, as� como su pecado en Meribah-Kadesh. Pod�a ver la tierra desde lejos, pero no pod�a entrar. El gran hombre por medio del cual se dio la ley, el humilde Mois�s, el siervo fiel y abnegado de Jehov�, a causa de una sola transgresi�n, fue excluido de la posesi�n. de la tierra.

En el primer plano de la bendici�n prof�tica de Mois�s a las tribus se encuentra una descripci�n de la manifestaci�n de Jehov� en Su gloria. Esta teofan�a es m�s que una descripci�n de c�mo vino Jehov� del Sina�. Es una imagen prof�tica de c�mo vendr� de nuevo. Compare esto con Habacuc 3 . La bendici�n de las tribus es diferente de la bendici�n que Jacob puso sobre sus hijos cuando se reunieron a su alrededor ( G�nesis 49 ).

Jacob previ� la historia completa de su descendencia. (Se remite al lector a la secci�n sobre G�nesis, donde se dan los diferentes per�odos de la naci�n como se indica en la profec�a de Jacob.) La bendici�n de Mois�s describe la bendici�n que disfrutar� el pueblo de Israel cuando el Se�or se haya manifestado. Por esta raz�n es correcto decir (un hecho que rara vez se menciona por exposici�n), la bendici�n de Mois�s es una expansi�n inspirada del �ltimo verso de su canci�n. Ese vers�culo (32:43) habla del regocijo del pueblo del Se�or y del regocijo de los gentiles con ellos.

Lo que Israel poseer� y disfrutar� durante el milenio es el contenido de estas �ltimas declaraciones de Mois�s. Como una exposici�n m�s cercana de estas bendiciones est� m�s all� del alcance de estas anotaciones, nos limitamos a algunas sugerencias que mostrar�n el camino hacia un estudio m�s profundo de esta notable secci�n final de Deuteronomio. Las bendiciones de Rub�n, Jud� y Lev� revelan la salvaci�n del Se�or que Israel disfrutar� en esa era de bendici�n venidera.

Las bendiciones de Benjam�n y Jos� representan de la manera m�s hermosa las cosas de las que disfrutar� la naci�n sagrada durante el milenio. Esta secci�n es una de las m�s preciadas. Las bendiciones de Zabul�n e Isacar dan a conocer el hecho de que la naci�n disfrutar� de la abundancia de los mares (los gentiles). La traducci�n correcta del vers�culo 19 es "llamar�n a los pueblos (gentiles) al monte". El monte es el monte de Sion y la casa del Se�or, que ser� casa de oraci�n para todas las naciones.

Las naciones ir�n all� a adorar ( Isa�as 2:14 ). Por lo tanto, tenemos una descripci�n prof�tica de las bendiciones que los gentiles reciben a trav�s de un Israel salvo. Las bendiciones de Gad, Dan, Neftal� y Aser hablan de la bendici�n y supremac�a plenas que disfrutar� la naci�n convertida y restaurada.

Sime�n se queda fuera. No daremos las diferentes explicaciones que se ofrecen, ni cargaremos nuestras p�ginas con las indignas teor�as de la alta cr�tica. 3

Citamos el hermoso final de este cap�tulo en una versi�n m�trica revisada:

No hay nadie como el Dios de Jesurum (recto), que cabalga sobre los cielos en tu ayuda, y en su majestad, sobre las nubes. El Dios eterno es tu hogar y debajo, los brazos eternos. Y �l echar� al enemigo de delante de ti, y dir�: �Destruye! Entonces Israel habitar� confiado solo, Fuente de Jacob, En tierra de trigo y mosto, Sus cielos tambi�n destilar�n roc�o. �Feliz, Israel! �Qui�n como t�, pueblo salvado por Jehov�, el escudo de tu ayuda, y la espada de tu excelencia? Ciertamente tus enemigos se agachar�n delante de ti, Y pisar�s sus lugares altos.

Y el mismo Jehov� es nuestro Se�or. Que podamos conocerlo m�s plenamente como nuestro hogar, con los brazos eternos debajo y gustar la felicidad de nuestra salvaci�n, hasta que lo veamos cara a cara.

Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre Deuteronomy 32". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/deuteronomy-32.html. 1913-1922.