Bible Commentaries
Proverbios 8

La Biblia Anotada de GaebeleinAnotaciones de Gaebelein

Versículos 1-36

CAP�TULO 8

1. El llamado y atractivo de la sabidur�a ( Proverbios 8:1 )

2. Qu� es la sabidur�a y qu� da la sabidur�a ( Proverbios 8:12 )

3. Sabidur�a; la Persona, qui�n es �l ( Proverbios 8:22 )

4. La apelaci�n renovada ( Proverbios 8:32 )

Proverbios 8:1 . Este es uno de los cap�tulos m�s interesantes de todo el libro. Comienza con un llamado y llamado a la sabidur�a, muy parecido al llamado y llamado del primer cap�tulo. Si la sabidur�a llama, tiene voz, entonces la sabidur�a tambi�n debe ser una persona. En este cap�tulo aprendemos con mayor bendici�n qui�n es la sabidur�a personificada. La sabidur�a llama a los hijos de los hombres; la sabidur�a habla de cosas claras y excelentes; ella dice la verdad; sus palabras son palabras de justicia; la sabidur�a es mejor que los rub�es.

Proverbios 8:12 . Esta secci�n bien puede considerarse como una introducci�n a la sublime revelaci�n de Proverbios 8:22 . La sabidur�a es una persona y lo que la sabidur�a da, el poder que tiene la sabidur�a, deja en claro que la sabidur�a es una persona divina. Los reyes y pr�ncipes gobiernan por esa persona, as� como los nobles y jueces de la tierra. Los poderes f�cticos est�n ordenados por esta sabidur�a. Y esa persona dice:

Yo amo a los que me aman

Y los que me buscan temprano me encontrar�n.

Esta sabidur�a tiene riquezas y honor para conferir; tiene riquezas duraderas y justicia; mejor es su fruto que el oro fino; los que aman la sabidur�a recibir�n una herencia. En el siguiente lugar escuchamos qui�n es esa persona.

Proverbios 8:22 . La Sabidur�a es el Hijo de Dios. La personificaci�n de la sabidur�a se encuentra en la persona del Se�or Jesucristo. Este maravilloso pasaje es un gran preludio de la encarnaci�n y la subsiguiente obra de redenci�n del Hijo de Dios. Aqu� Salom�n contempl� el m�s alto de todos; tuvo una visi�n del Mes�as de Israel, el Hijo de David, cuya sabidur�a, paz y reino de paz y gloria presagi� d�bilmente.

La escuela cr�tica, por supuesto, debe negar esta aplicaci�n a nuestro Se�or. �El pasaje jug� un gran papel en el pensamiento posterior, ya que se encuentra detr�s de gran parte de la especulaci�n de Fil�n, y en un per�odo posterior fue muy empleado por los te�logos cristianos en apoyo de su doctrina de la persona de Cristo a trav�s de su identificaci�n de sabidur�a en este pasaje con el Logos (la Palabra) del cuarto Evangelio �(Biblia del Nuevo Siglo).

La sabidur�a fue pose�da por el Se�or al principio de sus caminos, antes que sus obras de anta�o. Pero ese es el principio sin principio.

En el principio era la palabra; y debido a que el Verbo, el Hijo de Dios, es Dios, �l como Dios no tiene principio. La palabra "pose�do" tiene tambi�n el significado de "formado". �Esta palabra ha sido un campo de batalla de controversia desde los d�as de la herej�a arriana. Pero es bueno recordar que, dejando a un lado todas las cuestiones teol�gicas, es imposible entender la palabra, cualquiera que sea la traducci�n que adoptemos, como una indicaci�n de que la sabidur�a alguna vez tuvo un principio, o que alguna vez fue creada propiamente dicha.

La sabidur�a es inseparable de cualquier concepci�n digna de Aquel que es "el �nico Dios sabio" ( 1 Timoteo 1:17 ), y por lo tanto es como �l "desde la eternidad hasta la eternidad" (Perowne). La sabidur�a, el Hijo de Dios, estuvo siempre con Dios desde la eternidad. Antes de que existiera algo creado, antes de que se asentaran las monta�as, o incluso que se hiciera la tierra, �l lo era.

Y cuando comenz� la creaci�n, �l estaba all�. �l, el Hijo, estaba por �l, como uno criado con �l. De la mayor revelaci�n en el Nuevo Testamento aprendemos que todas las cosas fueron creadas no solo para �l, sino tambi�n por �l ( Colosenses 1:16 ). La sabidur�a habla: �Y yo era continuamente su deleite, regocij�ndome siempre delante de �l.

�Esto solo puede ser cierto en el caso de Dios el Hijo. Y adem�s dice: �Regocij�ndose en la parte habitable de Su tierra; y mi deleite fue con los hijos de los hombres �. Su deleite fue tan grande, que se acost� por Su gloria, y dej� Su morada eterna para convertirse en hombre y redimir al hombre por la muerte de la cruz.

Es interesante observar que este destello, este esbozo de una gran verdad, que s�lo se har�a completamente clara en Cristo Jes�s nuestro Se�or, fue presentado con un t�tulo en claridad y plenitud por un libro que no se considera inspirado, el tan -llamado Libro de la Sabidur�a, en un pasaje que debe citarse: �Porque ella (es decir, la Sabidur�a) es un soplo del poder de Dios, y una pura influencia que fluye de la gloria del Todopoderoso; por tanto, nada inmundo puede caer en ella.

Porque ella es el resplandor de la luz eterna, el espejo sin mancha del poder de Dios y la imagen de su bondad. Y siendo una sola, puede hacer todas las cosas; y permaneciendo en s� misma, hace nuevas todas las cosas; y en todos los tiempos, entrando en las almas santas, las hace amigos de Dios y profetas. Porque Dios no ama a nadie m�s que al que habita en la sabidur�a. Porque ella es m�s hermosa que el sol, y sobre todo el orden de las estrellas; siendo comparada con la luz, ella se encuentra ante ella ".

Proverbios 8:32 . Luego sigue la apelaci�n renovada. La sabidur�a dice: "Todo aquel que me halla, halla la vida". Cu�n cierto de nuestro Se�or; en �l encontramos y tenemos vida. tenga en cuenta las dos apariciones de "bendito" en este p�rrafo.

Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre Proverbs 8". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/proverbs-8.html. 1913-1922.