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Bible Commentaries
Salmos 22

La Biblia Anotada de GaebeleinAnotaciones de Gaebelein

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Versículos 1-31

Salmo 22

Los sufrimientos de Cristo y la gloria que sigue

1. El sufrimiento ( Salmo 22:1 )

2. La gloria ( Salmo 22:22 )

Salmo 22:1 . En muchos aspectos, este Salmo es el m�s notable de todo el libro y una de las profec�as m�s sublimes de toda la Biblia. Los sufrimientos de Cristo y la gloria que vendr�a despu�s se predicen aqu� maravillosamente. La inscripci�n menciona A yeleth Shahar, que significa "la cierva de la ma�ana". La tradici�n jud�a identifica a esta cierva con la luz de la ma�ana, cuando amanece y los rayos del sol naciente aparecen como los cuernos de la cierva.

El eminente profesor hebra�sta Delitzsch, hace la siguiente observaci�n: �Incluso la sinagoga jud�a, en la medida en que reconoce a un Mes�as sufriente, escucha Su voz aqu�, y toma la cierva de la ma�ana como nombre de la Shejin�, y la convierte en un s�mbolo de la redenci�n venidera ". Y el Targum recuerda el cordero del sacrificio de la ma�ana, que se ofreci� tan pronto como el centinela en el pin�culo del templo grit�: �Los primeros rayos de la ma�ana brotaron.

�Todo esto es muy sugerente. La inscripci�n tambi�n nos dice que el Salmo fue escrito por David. �Sin embargo, no conocemos ninguna circunstancia en su vida a la que pueda referirse. En ninguna de las persecuciones de Saulo fue jam�s reducido a situaciones como las que aqu� se describen �(Perowne). La experiencia personal de David est� fuera de duda. Habla como un profeta, tal como era ( Hechos 2:30 ) y el Esp�ritu de Dios lo usa para dar una de las im�genes m�s completas de Cristo, Su sufrimiento y gloria, que para David debe haber sido un misterio, de modo que con otros profetas, busc� e indag� sobre su significado.

(Ver 1 Pedro 1:10 ). Nuestro Se�or, al pronunciar la palabra solemne con la que este Salmo comienza en la oscuridad que envolv�a la cruz, nos da la evidencia concluyente de que es de �l de quien habla el Salmo. El Esp�ritu de Dios igualmente en Hebreos 2:11 muestra que es Cristo. Y el lado glorioso de esta joya de la profec�a prueba plenamente que no se trata de otro que el Cristo de Dios.

La obra preciosa, bendita e insondable del portador del pecado en la Cruz y sus resultados de gran alcance en bendici�n y gloria se despliegan aqu� para nuestra fe, as� como para nuestro gozo y consuelo. El coraz�n de la expiaci�n ocupa el primer plano, no los sufrimientos f�sicos, sino el sufrimiento que soport� del lado de Dios, cuando hizo pecado por nosotros al que no conoci� pecado. �Dios m�o, Dios m�o, �por qu� me has desamparado?� �Pero t� eres santo! Esa es la respuesta al "�Por qu�?" Y cuando el Bendito fue as� abandonado, y se enfrent� como sustituto de los pecadores al Dios santo que odia el pecado, termin� la obra, la obra que permite a Dios ser justo y el justificador de todos los que creen en Jes�s.

"�Esta terminado!" fue Su grito triunfante, expresado en griego por una obra: "tetelestai". Y nuestro Salmo termina con una palabra similar: "�l ha hecho", la palabra hebrea "ohsa" expresa el mismo pensamiento: se termin�.

A�n m�s asombrosos son los detalles de Sus sufrimientos f�sicos, que se cumplieron tan minuciosamente en el Calvario. Aqu� encontramos pronosticado la perforaci�n de manos y pies, la sed excesiva que padec�a, la terrible agon�a de colgarse suspendido, cada hueso descoyuntado; aqu� se dan las risas y los gritos de sus enemigos, las mismas expresiones que usaban en torno a la cruz, y se revelan prof�ticamente la divisi�n de las vestiduras y echar suertes sobre ellas y otros detalles.

Y a esto hay que a�adir otro dato. La crucifixi�n era un m�todo de muerte desconocido en la ley jud�a. Entre las naciones antiguas, el c�digo penal romano parece contener exclusivamente esta cruel pena; Roma evidentemente lo invent�. Sin embargo, aqu� esta desconocida pena de muerte se describe de manera perfecta. �Qu� evidencia de inspiraci�n divina!

�Y los cr�ticos, c�mo han tratado de explicar esta gran profec�a! Y todav�a est�n tratando de explicarlo. Algunos lo aplican a Ezequ�as; otros dicen que puede describir los sufrimientos de Jerem�as; otros dicen que es la naci�n jud�a. Y algunos tratan de hacer que sea solo una coincidencia que los hebreos tuvieran tal pieza de literatura y que uno de los suyos, Jes�s de Nazaret, tuvo tal experiencia. Seguramente estos infieles son tontos, porque solo un tonto puede adoptar y creer tal m�todo de razonamiento contra estas pruebas concluyentes de la revelaci�n.

Salmo 22:22 . La liberaci�n del que sufre viene con el vers�culo veintiuno. Tres veces pide ayuda. "Date prisa en ayudarme" - "Libera mi alma de la Espada" - "S�lvame de la Boca del Le�n". Entonces escuchamos la respuesta: "Me has respondido desde los cuernos de los bueyes salvajes". Estaba rodeado por los perros (gentiles) y la asamblea de los malvados (jud�os) como se menciona en el vers�culo 16, pero ahora Dios le ha respondido.

Los sufrimientos terminan y comienza la gloria. Los cuernos de los bueyes salvajes denotan poder; el poder de Dios le respondi�, lo levant� de entre los muertos y le dio gloria. Por lo tanto, lo contemplamos de inmediato como el Resucitado con una gran declaraci�n. "Anunciar� tu nombre a mis hermanos". Y as� habl� despu�s de Su pasi�n y resurrecci�n: �Id y decid a mis hermanos que subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.

�Esto pone de manifiesto el primer gran resultado de Su obra terminada. Es la Iglesia, Su cuerpo, tra�do a esta relaci�n definida y bendita consigo mismo. En medio de la congregaci�n (la Iglesia) canta alabanzas. �l est� en medio. �Porque ambos, el que santifica, y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se averg�enza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciar� tu nombre a mis hermanos, en medio de la iglesia te cantar� alabanzas �( Hebreos 2:11 ).

Y luego el c�rculo se ensancha. Israel tambi�n lo alabar�, toda la simiente de Jacob lo glorificar�. Los confines de la tierra se acordar�n y se volver�n al Se�or. Todos los linajes de las naciones le adorar�n. Recibir� el reino y la gloria. As�, este Salmo, que comienza con el sufrimiento, termina con la gloria, una gloria a�n por venir para Israel y las naciones de la tierra.

Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre Psalms 22". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/psalms-22.html. 1913-1922.
 
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