Bible Commentaries
Apocalipsis 18

La Biblia Anotada de GaebeleinAnotaciones de Gaebelein

Versículos 1-24

CAPITULO 18

Apocalipsis 18:1 .

Babilonia se ve ahora bajo otro aspecto. En el primer cap�tulo tenemos el centro religioso de Roma y sus perversas idolatr�as, en el presente cap�tulo tambi�n incluye todo el sistema de la cristiandad ap�stata en su aspecto social y comercial, la llamada "civilizaci�n cristiana" en su condici�n ap�stata final y condenar. La Roma papal, en su breve avivamiento, se convierte en la cabeza de la cristiandad ap�stata y controla todo hasta que le sobreviene su destino.

Si bien vimos en el cap�tulo anterior la desolaci�n de la ramera por los diez reyes y la bestia, aqu� vemos c�mo Dios la ve y que �l destrona este sistema en Su juicio. Un �ngel fuerte desciende para anunciar su perdici�n y dejar al descubierto su corrupci�n interior y m�s terrible. Un fuerte �ngel descendente cuya gloria ilumin� la tierra, muestra en qu� se ha convertido la cosa jactanciosa, ella, que llev� el bendito nombre de Cristo.

(Este �ngel puede representar al Se�or mismo. Si esto es correcto, tenemos la tercera manifestaci�n de nuestro Se�or en el atuendo de un �ngel: 8: 3 en Su dignidad sacerdotal; 10: 1 en Su dignidad real y aqu� como el heraldo y albacea. de la venganza de Dios sobre Babilonia). Se la ve como la habitaci�n de los demonios. Incluso ahora, detr�s de todas las negaciones de la doctrina de Cristo y las falsas doctrinas que marcan la marcha hacia adelante de la apostas�a predicha, los demonios son los l�deres ( 1 Timoteo 4:1 ).

Y las naciones bebieron con entusiasmo su copa y los reyes fornicaron con ella. Estos reyes no son los diez reyes del Imperio porque son usados ??en el juicio de la ramera, mientras que los reyes mencionados aqu� lamentan su destrucci�n ( Apocalipsis 18:9 ). Y con el sistema estaba conectado un gran comercio; los comerciantes a trav�s de ella se hicieron ricos.

Apocalipsis 18:4 .

Dios siempre llama a sus verdaderos hijos de lo que es malo. Los suyos deben ser un pueblo separado. Los santos de los siglos pasados ??han escuchado este llamado y han dejado atr�s las abominaciones romanas y miles sellaron su testimonio con su sangre. Y en estos d�as en los que nuestra suerte est� echada, d�as de se�ales crecientes, anunciando como nunca antes el fin que se acerca y el llamado a casa de Su pueblo para encontrarse con �l en el aire, en estos d�as Dios exige la separaci�n de Sus verdaderos hijos.

La cristiandad se est� convirtiendo cada d�a m�s en el campo religioso de la apostas�a. Y, por lo tanto, llama: �Salgamos a �l fuera del campamento, llevando su oprobio� ( Hebreos 13:13 ). El que permanece en lo que niega Su Nombre, participa de sus pecados ( Apocalipsis 18:4 ; comp�rese con 2 Juan 1:10 ).

Mientras todo regresa a Roma ya la futura confederaci�n pol�tica y religiosa, esta �ltima Babilonia se asoma; El pueblo de Dios debe escuchar ese llamado. �A qui�n va dirigida esta llamada? Sin duda, al resto del antiguo pueblo de Dios, al resto de creyentes y tambi�n a ese gran n�mero de gentiles que escuchan el mensaje final, el evangelio del reino.

Apocalipsis 18:6 .

Como la antigua Babilonia, todo el sistema ap�stata, Roma y toda su descendencia, estaba lleno de orgullo. Ella fue levantada en toda su gloria terrenal y ahora Dios la quebranta por completo. "Ella ser� totalmente quemada con fuego". Como su humo se levantar� por los siglos de los siglos ( Apocalipsis 19:3 ), es posible que la orgullosa ciudad, Roma, el centro del sistema de apostas�a y comercio, sea destruida por la acci�n volc�nica, y donde la ciudad de siete colinas una vez parado all� puede haber en cambio un inmenso cr�ter, testificando a trav�s del milenio de la justa retribuci�n de Dios. En vista de las condiciones volc�nicas en la pen�nsula italiana, esto es m�s que posible.

Apocalipsis 18:9 .

Y ahora sigue el gran y universal lamento por la destrucci�n del gran sistema-mundo. Hay llantos y lamentos cuando por fin esta civilizaci�n anticristiana, toda la cristiandad unida a Roma, y ??por un tiempo controlando el comercio del mundo, es aniquilada por la mano de Dios. Los reyes, los comerciantes, los capitanes de barco, la compa��a de barcos y los marineros, todos se ven lament�ndose, llorando y lament�ndose.

La destrucci�n del sistema y de su orgullosa ciudad los afecta a todos. Se lamentan por su gran p�rdida. Observe que ellos mencionan veintiocho cosas. El primero es el oro y el �ltimo son las almas de los hombres. �C�mo describe esto a Roma! Ella es la traficante de almas y tambi�n la destructora de almas. Y al estudiar los art�culos del comercio de la cristiandad ap�stata, notamos que casi todos son art�culos de lujo.

Entonces ha llegado el p�nico m�s grande y no habr� recuperaci�n del mercado. Los ricos llorar�n y aullar�n porque les ha sobrevenido la miseria ( Santiago 5:1 ). Ver tambi�n Sofon�as 1:11 ; Sofon�as 1:15 .

El cielo est� llamado a regocijarse por ella, y se mencionan tres clases (Versi�n Revisada), santos, ap�stoles y profetas. "Porque Dios ha juzgado tu juicio sobre ella". Esta es la mejor representaci�n. El juicio que los santos pronunciaron sobre ella ahora se ejecuta. El pr�ximo cap�tulo nos muestra m�s plenamente los cielos regocijados.

Apocalipsis 18:21 .

En Jeremias 51:60 leemos que Jerem�as le encarg� a Sera�as que colocara una piedra en el libro que conten�a las palabras del profeta y la arrojara al �ufrates. �Y dir�s: As� se hundir� Babilonia y no se levantar� del mal que yo traer� sobre ella, y se cansar�n�. Aqu� un �ngel tom� una piedra de molino y la arroj� al mar, mostrando con esta acci�n la destrucci�n completa y final del sistema inicuo y de la ciudad igualmente inicua.

Y qu� revelaci�n hay en la declaraci�n, "porque por tus hechicer�as fueron enga�adas todas las naciones". En el cap�tulo 20 leemos que la serpiente antigua enga�a a las naciones. Hechicer�as, esp�ritus malignos, poderes demon�acos cegaron los ojos de las naciones para seguir la tentaci�n seductora de Roma. Y as� es con un protestantismo sin vida y sin esp�ritu y su evangelio sin sangre. Las hechicer�as de Roma, los demonios debajo de todo, atraen a la cristiandad ap�stata para que todos se unan en la gran y final Babilonia.

Para que no cuestionemos que ambos Cap�tulos se refieren a Roma, aunque toda la cristiandad ap�stata tambi�n est� a la vista, se menciona una vez m�s su culpa de sangre.

Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre Revelation 18". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/revelation-18.html. 1913-1922.