Lectionary Calendar
Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
Attention!
StudyLight.org has pledged to help build churches in Uganda. Help us with that pledge and support pastors in the heart of Africa.
Click here to join the effort!

Bible Commentaries
Apocalipsis 19

La Biblia Anotada de GaebeleinAnotaciones de Gaebelein

Buscar…
Enter query below:

Versículos 1-21

Cap�tulo S 19-20: 6

La Manifestaci�n del Rey y el Milenio

1. Aleluyas celestiales y las bodas del Cordero ( Apocalipsis 19:1 )

2. El cielo se abri� y su manifestaci�n visible ( Apocalipsis 19:11 )

3. La batalla de Armaged�n ( Apocalipsis 19:17 )

4. La atadura de Satan�s ( Apocalipsis 20:1 )

5. El reinado de los mil a�os ( Apocalipsis 20:4 )

Apocalipsis 19:1 .

Una vez m�s encontramos la frase significativa �despu�s de estas cosas� ( Apocalipsis 4:1 ; Apocalipsis 7:1 ; Apocalipsis 18:1 ). �Despu�s de estas cosas� - las cosas que se describen en los cap�tulos 17 y 18, la ca�da de Babilonia y la completa destrucci�n de la ramera y el sistema sobre el cual ella presidi� y domin�, despu�s de estas cosas, las voces en el cielo se escuchan nuevamente . Fuimos introducidos por primera vez a los cielos en este libro en el cap�tulo cuarto.

En Apocalipsis 18:20 escuchamos las palabras dirigidas al cielo: "Al�grate por ella, cielo, y santos ap�stoles y profetas, porque Dios te ha vengado de ella". Y ahora vemos el cielo regocij�ndose. "O� como una gran voz de una gran multitud en el cielo que dec�a:" Aleluya ". Aleluya significa �Alabad a Jehov�.

�Esta palabra hebrea no se encuentra en ninguna otra parte del Nuevo Testamento. Cuatro veces esta palabra de alabanza se encuentra al comienzo de este cap�tulo; los tiempos de Aleluya para el cielo y la tierra son inminentes. El libro de los Salmos se cierra con muchos aleluyas; el tiempo bendito que los Salmos tan a menudo anticipan, cuando la tierra sea juzgada con justicia y la gloria del Se�or sea manifestada, est� ahora cerca. La alabanza aqu� se debe a la justicia de Dios exhibida en el juicio de la gran ramera "que corrompi� la tierra con su fornicaci�n" y porque la sangre de los siervos de Dios derramada por ella ahora est� vengada.

La gran multitud cuyo Aleluya se escucha primero debe ser la compa��a de los m�rtires que murieron durante la tribulaci�n. Las almas debajo del altar y sus hermanos que fueron muertos m�s tarde pronuncian esta alabanza ahora. Se les ve como una empresa distinta de los veinticuatro ancianos. Ellos pronuncian un segundo aleluya, mientras que el humo de la ciudad destruida sube por los siglos de los siglos.

Todo el grupo de redimidos, los santos del Antiguo y del Nuevo Testamento, a�aden su am�n y aleluya al estallido de alabanza por la ejecuci�n del justo juicio. Y adoran a Dios, porque es de la justicia que llev� a cabo la destrucci�n de la gran ramera. En medio de esta maravillosa e impresionante escena de adoraci�n, el trono comienza a o�rse. Una voz desde el trono dijo: �Alabad a Dios todos sus siervos, y los que le tem�is, peque�os y grandes.

Y la orden se obedece de inmediato. Juan escucha el cuarto aleluya y es el m�s grande, el m�s magn�fico. Es el gran coro de aleluya del cielo. Como la voz de muchas aguas rugientes, como la voz de fuertes truenos, una gran multitud dice: "Aleluya, porque el Se�or nuestro Dios Omnipotente reina".

�Qui�n es esta gran multitud? En el primer verso escuchamos el Aleluya de las compa��as martirizadas. Los veinticuatro ancianos y cuatro seres vivientes no se unieron en este primer aleluya. Su aleluya sigui�. Y ahora el gran estallido de una gran multitud. Esta multitud incluye a todos los redimidos en gloria. Y se regocijan y dan gloria por una raz�n adicional que se da a conocer por primera vez en este libro.

Las bodas del Cordero est�n a punto de consumarse. "Goc�monos y alegr�monos y d�mosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado". La ramera, que dec�a ser la novia, siendo juzgada, la verdadera novia de Cristo se ve en gloria. Y son las bodas del Cordero. Su gozo ahora est� lleno por completo porque �l la recibe, que es hueso de Su hueso y carne de Su carne. El segundo Hombre, el postrer Ad�n, se une a ella, quien gobernar� y reinar� con �l.

Pero, �qui�n es la novia que est� a punto de convertirse en la esposa del Cordero? Algunos ense�an que Israel debe estar unido al Se�or en los lazos m�s estrechos. Pero estos expositores olvidan que la escena es celestial. Este matrimonio no tiene lugar en la tierra donde el remanente fiel mira hacia arriba, esperando que �l aparezca para su liberaci�n, pero este matrimonio es en gloria. Es cierto que en el Antiguo Testamento se declara que esa relaci�n es de Israel.

Estaba casada con Jehov� en un pacto legal y debido a su condici�n de infiel, porque Jerusal�n se prostituy� ( Ezequiel 16:35 ), fue repudiada. Por un tiempo Israel fue la esposa de Jehov� ( Isa�as 54:1 ) y luego a causa de su maldad se divorci�.

Ser� llevada de regreso en el d�a de su arrepentimiento nacional cuando el Se�or venga. Pero como alguien que se hab�a divorciado, no puede volver a ser esposa. La novia de Cristo que se convertir� en la esposa del Cordero es la Iglesia del Nuevo Testamento.

Todos los que aceptaron a Cristo como Salvador y Se�or desde el d�a de Pentecost�s constituyen la esposa de Cristo. La Iglesia comenz� en Pentecost�s y su finalizaci�n ser� la traslaci�n a la gloria ( 1 Tesalonicenses 4:17 ). Ella es tanto el cuerpo de Cristo como la esposa de Cristo, como Eva era del cuerpo de Ad�n y tambi�n su esposa. La Iglesia es el objeto m�s cercano y amado de Su coraz�n amoroso.

Pero, �c�mo se ha preparado? �Y qu� significa: �Y a ella se le concedi� que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente, porque el lino son las justificaciones de los santos�? La gracia de Dios ha provisto el manto y la sangre preciosa es su derecho a la gloria. A este respecto, estaba preparada. Pero las palabras aqu� nos refieren al tribunal de Cristo, ese trono ante el cual debemos comparecer.

Entonces se saca a la luz lo oculto y se queman la le�a, el heno y el rastrojo ( 1 Corintios 3:12 ). Entonces �todo hombre tendr� de Dios alabanza� ( 1 Corintios 4:5 ) y se manifestar� la gracia cumplida en cada uno ya trav�s de cada uno.

Y el lino blanco y limpio "es la justicia de los santos". La palabra "justicia" est� en plural. Significa m�s que la justicia que somos en Cristo o la fe en �l que se cuenta por justicia ( Romanos 4:3 ). Incluye todos los resultados benditos en la vida y el servicio producidos por el Esp�ritu Santo, la justicia pr�ctica de los santos. Y, sin embargo, incluso estos necesitan el lavamiento en esa sangre preciosa sin la cual todo es inmundo y profano.

Y as� es la gracia despu�s de todo, como lo indica la palabra "dada" (Versi�n Revisada); �Le fue dado vestirse de lino fino, resplandeciente y puro�. �l mismo la ha preparado y eliminado cada mancha, cada arruga y cada imperfecci�n. Que Dios nos conceda que Su pueblo meditemos diariamente en este glorioso evento venidero, las bodas del Cordero, y caminemos dignos de tal Se�or y tal llamado.

Una vez m�s, Juan recibe el encargo de escribir: "Escribe: Bienaventurados los que est�n invitados a la cena de las bodas del Cordero". �Y qui�n puede estimar la bienaventuranza de estar en Su siempre bendita presencia, en Su mesa, en la cena de las bodas del Cordero!

Apocalipsis 19:11 .

Y ahora llegamos al gran evento tan a menudo mencionado en el Antiguo Testamento, el evento que espera este mundo, la manifestaci�n visible de Aquel a quien los cielos recibieron, que vuelve para juzgar la tierra, para recibir el reino prometido y gobernar sobre �l. la tierra durante mil a�os. Hemos alcanzado el gran cl�max en Apocalipsis. Sus propias palabras ahora se cumplir�n. �Inmediatamente despu�s de la tribulaci�n de aquellos d�as se oscurecer� el sol, y la luna no dar� su resplandor, y las estrellas caer�n del cielo, y los poderes de los cielos ser�n conmovidos.

Y entonces aparecer� la se�al del Hijo del Hombre en el cielo, y entonces lamentar�n las tribus de la tierra, y ver�n al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria �( Mateo 24:29 ).

Palabras impresionantes: "Y vi el cielo abierto". El cielo se le abri� cuando sali� del Jord�n en su bautismo. Mientras que Su bautismo presagi� Su muerte en el lugar del pecador, Su resurrecci�n y ascensi�n se presagian al salir de las aguas y del cielo abierto. En el cielo, a la diestra de Dios, ha estado desde entonces, sin ser visto por los ojos humanos. Por fin ha llegado el momento en que Dios pondr� a sus enemigos por estrado de sus pies.

El cielo se abre para que �l pueda ser revelado en Su gloriosa majestad. Y de los cielos abiertos sali�. Viene como el poderoso Vencedor para juzgar con justicia y hacer la guerra. �Y he aqu� un caballo blanco; y el que estaba sentado sobre �l se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y hace la guerra �. El caballo blanco es un s�mbolo de la guerra victoriosa y la conquista gloriosa. Cuando, siete a�os antes de que se abriera el primer sello (6: 1), apareci� un jinete sobre un caballo blanco logrando una gran conquista, fue el falso rey quien fue visto en visi�n.

�l es como la bestia en la tierra con el Rey y sus ej�rcitos para hacer la guerra contra el Rey que viene del cielo abierto. �Vista gloriosa! Viene a conquistar y reclamar Su herencia. Ha llegado el d�a se�alado en que Dios �juzgar� al mundo con justicia por aquel hombre a quien �l orden�; de lo cual �l ha dado seguridad a todos, al levantarlo de los muertos �( Hechos 17:31 ). Sobre Su cabeza hay muchas diademas. Los santos llevan coronas, pero Aquel a quien pertenece todo el poder en el cielo y en la tierra lleva muchas diademas, rodeando Su cabeza con deslumbrante esplendor.

�Y ten�a escrito un nombre que nadie conoc�a sino �l mismo�. Y de nuevo est� escrito: "Su Nombre es el Verbo de Dios". Y en Su vestidura y en Su muslo hay un nombre escrito: "Rey de reyes y Se�or de se�ores". El Nombre desconocido es el nombre de Su deidad esencial. Ning�n nombre humano puede expresar lo que �l es en s� mismo "Nadie conoce al Hijo sino el Padre". Su nombre "la Palabra de Dios" nos remite al Evangelio de Juan.

Como Verbo, es la imagen expresa de Dios, es decir, hace visible a Dios. �l es la expresi�n de Dios en su car�cter, sus pensamientos y consejos. Y el tercer nombre mencionado, "Rey de reyes y Se�or de se�ores", expresa lo que �l es en relaci�n con la tierra.

�Y estaba vestido con una vestidura te�ida en sangre� - �Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y las regir� con vara de hierro, y pisa el lagar del ardor y la ira del Dios Todopoderoso ". La vestidura empapada de sangre no tiene nada que ver con su obra en la cruz. Se le describe en Isa�as 63:1 como Aquel que tiene el d�a de la venganza en Su coraz�n, y este pasaje de Isa�as se est� cumpliendo aqu�.

La espada de dos filos nos remite a Isa�as 11:4 : �Con la vara de su boca herir� la tierra, y con el esp�ritu de sus labios matar� al imp�o�.

Pero �l no est� solo. Los ej�rcitos del cielo siguen al gran Rey. Est�n, como �l, sobre caballos blancos y est�n vestidos de lino fino, blanco y limpio. Estos ej�rcitos no son �ngeles. Es cierto, los �ngeles estar�n con �l cuando venga, porque est� escrito, entonces �l ser� revelado con Sus santos �ngeles. Los �ngeles ser�n los segadores en el juicio ( Mateo 13:41 ) cuando termine la era y ser�n usados ??en el recogimiento de Israel ( Mateo 24:31 ).

Pero los ej�rcitos aqu� no son �ngeles. Son los santos glorificados; el lino fino, blanco y limpio, los identifica plenamente. Con fe y bendita seguridad, usted, querido lector, y el escritor pueden decir, estaremos en esa compa��a con �l como l�der. El Hijo lleva a Sus muchos hijos a la gloria ( Hebreos 2:10 ). �Qu� espect�culo ser� para los habitantes de la tierra! Cada uno en esa compa��a lleva su propia imagen; cada uno refleja su propia gloria.

Apocalipsis 19:17 .

�Y qu� visi�n sublime viene a continuaci�n! El Vidente contempla a un �ngel de pie al sol, y con voz fuerte convoca a los p�jaros que vuelan en medio del cielo para que se re�nan en la gran cena de Dios para comer la carne de los muertos. Las aves rapaces son convocadas en previsi�n de la batalla de Armaged�n, que entonces es inminente. Y ahora ha llegado la hora del juicio. Un �ngel, de pie al sol, el lugar de la autoridad suprema, invita a las aves de rapi�a a prepararse para la fiesta que un Dios santo y justo les ofrecer�. Ha llegado el d�a de la ira. Los muertos del Se�or ser�n muchos ( Isa�as 66:16 ).

Y en la tierra hay la mayor reuni�n de ej�rcitos que el mundo haya visto jam�s. La bestia, la cabeza del Imperio Romano revivido, es el comandante en jefe. Los reyes de la tierra est�n con �l. Vastos ej�rcitos acampan por todos lados. El gran valle de las llanuras de Esdrel�n est� lleno de soldados. Las colinas y monta�as est�n repletas de hombres armados. El poder de Satan�s ha reunido y cegado al m�ximo a esta vasta multitud.

Los esp�ritus inmundos, los demonios que obran milagros, los han reunido para la batalla de ese d�a. Y las hordas del norte, bajo el mando del Pr�ncipe de Rosh, vendr�n m�s tarde. Estas vastas multitudes del norte y m�s all� del �ufrates se describen en Ezequiel 38:1 ; Ezequiel 39:1 .

Y en esa profec�a del Antiguo Testamento encontramos una declaraci�n que nos recuerda la gran cena de Dios en Apocalipsis. �Habla a toda ave y a todo animal del campo, reun�os y venid; reun�os por todos lados para Mi sacrificio que Yo sacrifico por vosotros, un gran sacrificio sobre los montes de Israel, para que com�is carne y Ezequiel 39:17 sangre �( Ezequiel 39:17 ).

�As� os hartar�is a mi mesa de caballos y carros, de valientes y de todos los hombres de guerra, dice el Se�or Dios� ( Apocalipsis 19:20 ).

Zacar�as 14:2 ahora se est� cumpliendo. Mientras los vastos ej�rcitos cubren valles y colinas, el objetivo ser� Jerusal�n. Todas las naciones se juntaron contra ella. �Porque reunir� a todas las naciones contra Jerusal�n para la batalla; y la ciudad ser� tomada, y las casas saqueadas, y las mujeres violadas; y la mitad de la ciudad ir� al cautiverio, y el resto del pueblo no ser� cortado de la ciudad.

�Y ahora que estos ej�rcitos se agrupan, tiene lugar la gran batalla del Armaged�n. Est�n listos para hacer la guerra contra �l, que entra por los portales del cielo. �Entonces saldr� Jehov� y pelear� contra aquellas naciones� ( Zacar�as 14:3 ). La batalla no consume mucho tiempo. El ej�rcito de Senaquerib fue repentinamente herido y todos murieron, y aqu� hay ej�rcitos en comparaci�n con los que las fuerzas de Senaquerib eran insignificantes.

Un poderoso golpe desde arriba, un destello de gloria y toda su fuerza y ??poder se ha ido. La piedra ha ca�do ( Daniel 2:1 ). De un golpe, el dominio y el mal gobierno de los gentiles llega a su fin.

Los reyes de la actualidad podr�an escuchar provechosamente la carta de Nabucodonosor en Daniel 4:1 . Comenz� en tiempos de los gentiles y dej� esta carta para que la leyeran sus sucesores. Se han cumplido las palabras que nuestro Se�or pronunci� mientras estaba en la tierra �sobre quien caiga esta piedra, lo triturar� hasta convertirlo en polvo� ( Mateo 21:44 ).

Tal es el terrible destino al que se acercan r�pidamente la "civilizaci�n cristiana" (?) Y la "Kultur" (!) Y una cristiandad sin Cristo. Y mientras los ej�rcitos perecen en cuanto al cuerpo y la ira de Dios barre la tierra limpia de la masa de ap�statas, tomando venganza de los que no conocen a Dios y que no obedecen al evangelio, la bestia (la cabeza del imperio) y el falso profeta (la segunda bestia del cap�tulo 13), que es el falso Mes�as, el Anticristo, son arrojados vivos a un lago de fuego que arde con azufre.

No fueron aniquilados, pues mil a�os despu�s todav�a los encontramos all� (20:10); y todav�a existen y siempre estar�n como individuos en ese lugar de castigo eterno. Y los que fueron muertos en cuanto al cuerpo ser�n resucitados despu�s del milenio y tambi�n compartir�n el lugar con los dos, a quienes siguieron y adoraron.

Apocalipsis 20:1 .

Y ahora Satan�s, que fue arrojado del cielo tres a�os y medio antes de la venida visible y gloriosa del Se�or, y que ha estado en la tierra en persona, aunque no ha sido visto por ojos humanos, es apresado para ser puesto en su prisi�n. por mil a�os. Y los demonios, que fueron liberados por Satan�s (cap�tulo 9) tambi�n est�n encerrados en el abismo, aunque esto no se menciona porque es evidente por s� mismo.

Los t�rminos "llave" y "gran cadena" son, por supuesto, figurativos. Se le menciona en todos sus infames t�tulos. Se le llama drag�n por su horrible crueldad y vileza, la serpiente vieja por su malicia, astucia y enga�o; �l es el diablo, el architentador del hombre, y Satan�s porque es el acusador de los hermanos, el que se opuso a Cristo y su pueblo. Ahora est� destronado como el dios de esta era, completamente despojado de su poder; y su destronamiento significa la entronizaci�n completa de nuestro Se�or Jesucristo. Y aqu� est� la importante declaraci�n de que este ser, el otrora glorioso Lucifer, el Hijo de la ma�ana y el portador de la luz, que cay� por orgullo, ha sido el enga�ador de las naciones.

Apocalipsis 20:4 .

A continuaci�n, la vidente ve los tronos. �Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos y se les dio el juicio�. Daniel tambi�n vio tronos en relaci�n con el juicio de la bestia, pero no se dice nada de los que ocupan los tronos en la visi�n de Daniel. Aqu� tenemos la revelaci�n completa, y varias veces se hace la bendita declaraci�n de que Cristo y sus santos reinar�n con �l por mil a�os.

Comienza la nueva era en la que todas las cosas est�n sujetas bajo sus pies, el reinado personal de Cristo, en el que todo su pueblo redimido participa. Durar� mil a�os. Seis veces leemos sobre los mil a�os en este cap�tulo. Debido a que esta era venidera durar� mil a�os, ha sido llamada por la palabra latina "milenio". No pocos han hecho la asombrosa declaraci�n de que ese per�odo de tiempo durante el cual Cristo y sus santos reinan sobre la tierra tiene poco fundamento en las Escrituras.

Es muy cierto que el �nico lugar en el que se da la duraci�n de tal edad es este gran libro final de Apocalipsis. Y eso deber�a ser suficiente para que cualquier cristiano crea en esa edad de mil a�os. Sin embargo, esta era de indescriptible bendici�n y gloria para esta tierra se revela en toda la Biblia. El Antiguo Testamento contiene cientos de promesas de bendici�n incumplidas para Israel, las naciones de la tierra e incluso para toda la creaci�n, que nunca han visto ni siquiera un cumplimiento parcial.

Isa�as est� lleno de tales promesas. En el Nuevo Testamento tambi�n hay pasajes que claramente ense�an y apuntan a tal era de gloria para esta tierra. Lea Mateo 19:28 ; Hechos 3:19 ; Romanos 8:19 ; Efesios 1:10 ; Colosenses 1:20 ; Filipenses 2:9 .

Qu� pesimismo tan descorazonador ser�a si tuvi�ramos que creer que las terribles condiciones que prevalecen en la tierra ahora, condiciones que han empeorado constantemente, continuar�an y que el trabajo del hombre es remediarlas y producir algo mejor. Esta tierra tiene un futuro brillante y glorioso. Alg�n d�a las naciones ya no convertir�n, como lo hacen ahora, sus rejas de arado en espadas, sino que cambiar�n sus espadas en rejas de arado. La justicia y la paz seguramente se besar�n y la maldici�n de la creaci�n y los dolores de parto terminar�n. La misericordia y la verdad se encuentran.

�Pero cuando? Nunca mientras no se hayan cumplido los grandes desarrollos de este libro, que hemos seguido brevemente. No puede haber mejor d�a para la tierra mientras �l est� ausente y no en el trono que le pertenece. Pero cuando �l venga, cuando haya aparecido en gloria y majestad, entonces la tierra encontrar� su descanso y la creaci�n que gime ser� liberada. Como no escribimos sobre las grandes bendiciones y glorias que vendr�n cuando �l venga, debemos abstenernos de seguir estas cosas. Aqu� en nuestro libro se da la revelaci�n de que Cristo reinar� por mil a�os y sus santos reinar�n con �l.

Notemos brevemente las diferentes clases mencionadas que est�n asociadas con Cristo en Su reinado personal. Toda la compa��a de los redimidos, como los vimos bajo la figura simb�lica de los veinticuatro ancianos, que ocupan tronos y llevan coronas, indudablemente se entiende por la primera declaraci�n, "se sentaron sobre ellos y se les dio el juicio". Juzgan con �l. Esta es la compa��a arrebatada a la que vimos por primera vez en gloria en los cap�tulos 4 y 5; y nosotros, querido compa�ero creyente, pertenecemos a esta empresa.

Luego siga a los m�rtires, a quienes vimos bajo el quinto sello ( Apocalipsis 6:9 ): "Y vi las almas de los que hab�an sido decapitados por el testimonio de Jes�s y por la Palabra de Dios". Entonces tenemos una tercera empresa. �Y vi a los que no hab�an adorado a la bestia, ni a su imagen, y no hab�an recibido su marca en la frente ni en las manos.

Estos son los otros m�rtires que murieron durante la gran tribulaci�n, cuando la bestia coloc� la imagen y exigi� su adoraci�n ( Apocalipsis 6:13 ). Vivieron y reinaron con Cristo mil a�os. La primera resurrecci�n ha pasado y todos los que tienen parte en ella reinar�n con Cristo, son sacerdotes de Dios y de Cristo y reinar�n con �l mil a�os.

�Oh! maravillosa gracia que nos ha salvado! �Gracia que nos ha salvado en Cristo y por Su sangre siempre preciosa nos libr� de la perdici�n eterna! �Gracia que nos salv� del poder de Satan�s, del pecado y de toda su maldici�n! �Gracia que se ha elevado a tales alturas de gloria y nos ha hecho hijos de Dios y coherederos del Se�or Jesucristo! Y cu�n poco, despu�s de todo, entramos en todas estas cosas, que deben ser nuestro gozo y nuestro deleite diario. �Qu� poco sabemos del poder de la gloria venidera de estar con Cristo y reinar con �l!

Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre Revelation 19". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/revelation-19.html. 1913-1922.
 
adsfree-icon
Ads FreeProfile