Bible Commentaries
Romanos 3

La Biblia Anotada de GaebeleinAnotaciones de Gaebelein

Versículos 1-31

CAP�TULO 3: 1-20

1. Objeciones y sus respuestas. ( Romanos 3:1 .)

2. El mundo entero bajo pecado. ( Romanos 3:9 .)

Romanos 3:1

A continuaci�n, se plantean y responden varias objeciones. ��Qu� ventaja, pues, tiene el jud�o? �O de qu� aprovecha la circuncisi�n? Tal ser�a la pregunta natural del jud�o despu�s de leer el argumento de que el jud�o est� al mismo nivel que el gentil. Esta objeci�n se expresa aqu� por primera vez. Es importante, porque los jud�os son el pueblo escogido de Dios y, como el Ap�stol declara m�s tarde, a ellos les pertenece �la adopci�n, la gloria, los pactos, la promulgaci�n de la ley, el servicio de Dios y las promesas� ( Romanos 9:4 ).

Si Dios pone a jud�os y gentiles en pie de igualdad, �qu� pasar� entonces con todas estas peculiares bendiciones prometidas a los jud�os? Y en el cap�tulo 11 la pregunta vuelve a surgir. "�Entonces digo que Dios ha desechado a su pueblo?" �Qu� superioridad, pues, tiene el jud�o? Esta pregunta de una supuesta objeci�n es respondida de inmediato. La ventaja del jud�o es "en todos los sentidos". La principal ventaja se dice que �les fueron encomendados los or�culos de Dios.

Pose�an lo que no ten�an los gentiles, las Sagradas Escrituras, la Palabra de Dios. Lo que llamamos ahora el Antiguo Testamento es, por tanto, la Palabra de Dios, en la que Dios habl� a su pueblo del pacto. Y en estos or�culos de Dios se encuentran las grandes promesas para esa raza, que aguardan su glorioso cumplimiento en el d�a de su restauraci�n nacional.

Luego viene otra objeci�n. Y esto tambi�n se cumple y se responde ( Romanos 3:3 ). No todos creyeron, pero eso no anula la fidelidad de Dios para los que creen. Dios no falla a los que conf�an en �l, porque otros no creyeron. Parte de la respuesta es del Salmo penitencial de David ( Salmo 51:4 ).

David justific� a Dios, declar� que era veraz y luego se conden� a s� mismo. En el d�a del juicio se encontrar� que Dios es veraz y todo hombre mentiroso. Pero esta segunda objeci�n conduce a otra m�s, que tambi�n es respondida por el Ap�stol ( Romanos 3:5 ). Pero si nuestra injusticia alaba la justicia de Dios, �qu� diremos? �Es injusto Dios que inflige ira? Si eso fuera cierto, que �l necesita nuestros pecados para la alabanza de Su justicia, "entonces, �c�mo juzgar� Dios al mundo?" Pero m�s que eso.

Hab�an acusado al Ap�stol y a otros de decir: "Hagamos el mal para que venga el bien". Si fuera cierto que nuestra injusticia alaba la justicia de Dios, entonces esta declaraci�n calumniosa ser�a perfectamente correcta. Porque si nuestros pecados ayudan a glorificar a Dios, �por qu� debemos ser juzgados por ellos? Pero el Ap�stol lo tilda de completamente falso. Para aquellos que pecan sobre tal principio aguarda una condenaci�n (juicio) que es justa.

Romanos 3:9

Hemos visto que los vers�culos anteriores consideraron posibles objeciones a los argumentos del cap�tulo anterior. Romanos 3:1 tiene, por tanto, un car�cter entre par�ntesis. Y ahora llegamos al resumen. Se demostr� que los gentiles y los jud�os eran absolutamente injustos y, por lo tanto, culpables y perdidos. La ira del juicio de un Dios justo est� sobre los que no ten�an ley y sobre los que la pose�an.

Se da el veredicto de los Or�culos de Dios. Los siguientes pasajes de las Escrituras se citan para confirmar todo lo que se ha dicho: Salmo 14:1 ; Salmo 53:1 ; Salmo 5:9 ; Salmo 140:3 ; Salmo 10:7 ; Isa�as 59:7 ; Salmo 36:1 .

Se prueba que toda la raza humana es negativa y positivamente mala; nada bueno y todo malo est� en el hombre. Lea atentamente estas declaraciones positivas. Necesitamos recordarlos en un d�a en que casi universalmente no se crea la verdad de la condici�n perdida del hombre, y cuando los maestros religiosos hablan constantemente de "un yo mejor", "una chispa divina", "el germen del bien"; cuando miles siguen la ense�anza no b�blica de una Paternidad de Dios sin tener una fe verdadera y salvadora en el Se�or Jes�s.

Por tanto, lee lo que Dios dice sobre la condici�n de su criatura ca�da. "No hay justo, ni aun uno"; - "No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios"; - "No hay quien haga el bien, ni aun uno". Cu�n positivas son estas declaraciones. Y es una bendici�n leer en las Escrituras que Dios conoce todas las profundidades del pecado en el que hemos sido sumergidos. Dios lo sabe todo, y aqu� nos muestra la verdadera imagen de nosotros mismos.

�Por tanto, por las obras de la ley nadie ser� justificado delante de �l; porque por la ley es el conocimiento del pecado �. Los hombres tratan de hacer algo para cumplir con los requisitos de Dios, pero no pueden hacerlo. Todos los esfuerzos humanos por hacer buenas obras son in�tiles. Lo que nace de la carne, carne es. Y los que viven en la carne no pueden agradar a Dios. Por las obras de la ley, toda clase de observancias religiosas y buenas obras, ninguna carne ser� justificada ante �l.

As� termina la revelaci�n sobre el hombre culpable y perdido. El mundo entero est� probado bajo el pecado. El hombre no puede salvarse a s� mismo. Si hay salvaci�n, debe venir de Dios. Sobre este trasfondo oscuro y l�gubre, un Dios justo ahora destella la maravillosa historia del amor redentor.

3. La justicia de Dios revelada.

Justificaci�n, qu� es y qu� incluye. Cap�tulo 3: 21-5: 11.

CAP�TULO 3: 21-31

1. La justicia de Dios manifestada. ( Romanos 3:21 .)

2. Justo y Justificador. ( Romanos 3:23 .)

3. No por obras sino por fe. ( Romanos 3:27 .)

Romanos 3:21

Y ahora Dios se adelanta y manifiesta Su justicia. Romanos 3:21 debe estar conectado con Romanos 1:17 . Como se dijo anteriormente, el cap�tulo 1: 18-3.20 es un par�ntesis que prueba que todo el mundo est� destituido de justicia y, por lo tanto, culpable. La justicia de Dios como se revela en el Evangelio fue la declaraci�n en el cap�tulo 1:17 y es esto lo que se presenta m�s plenamente.

El t�rmino "justicia de Dios" es muy mal entendido. No pocos piensan que es la justicia de Cristo (un t�rmino que no se usa en ninguna parte de las Escrituras) lo que se atribuye al pecador creyente. Ense�an que Cristo cumpli� la ley, vivi� una vida perfecta en la tierra y que esta justicia se le da al pecador. Todo esto no es b�blico. La justicia no puede ser otorgada por la ley en ning�n sentido de la palabra.

Si la vida santa del Hijo de Dios, vivida en la tierra en perfecta justicia, hubiera podido salvar al hombre y darle justicia, no hab�a necesidad de que muriera. �Si la justicia vino por la ley, entonces Cristo muri� en vano� ( G�latas 2:21 ). Es la justicia de Dios la que ahora est� del lado del pecador creyente; la misma justicia que condena al pecador, cubre a todos los que creen.

Y esta justicia se revela en el Evangelio. La justicia de Dios se ha cumplido y mantenido plenamente en la obra expiatoria de Cristo en la Cruz. Por esa obra maravillosa, Dios ahora puede salvar a los pecadores y salvarlos con justicia. Por tanto, la justicia de Dios se revela ante todo en el Evangelio de Cristo. Aparte de la ley, se manifiesta la justicia de Dios, la justicia de Dios por la fe de Jesucristo.

Y esta justicia ahora revelada tambi�n fue testificada por la ley y los profetas. La ley de los diferentes sacrificios, insuficiente en s� misma para quitar los pecados, apuntaba al gran sacrificio, en el cual Dios ser�a plenamente glorificado y su justicia satisfecha. Hab�a muchos tipos y sombras. Ahora que la justicia de Dios se da a conocer plenamente en el Evangelio, podemos rastrear los maravillosos pensamientos y prop�sitos de Dios en los tipos e historias del Antiguo Testamento.

Negar que la ley testificara de la redenci�n venidera por la sangre de Jesucristo es negar el Evangelio mismo. Y esto se hace en el campo de la alta cr�tica. Pero los Profetas tambi�n lo testificaron ( Isa�as 41:10 ; Isa�as 46:13 ; Isa�as 51:5 ; Isa�as 51:8 ; Isa�as 56:8 ).

Es una bendici�n ver que el profeta Isa�as, que tiene m�s que decir acerca de los sufrimientos de Cristo, tambi�n da testimonio de la justicia que debe seguir. �Aunque tus pecados sean como escarlata, ser�n blancos como la nieve; aunque sean rojas como el carmes�, ser�n como lana �( Isa�as 1:18 ). �Me has hecho servir en tus pecados, me has fatigado con tus iniquidades.

Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor de m� mismo, y no me acordar� de tus pecados �( Isa�as 43:24 ). �Un Dios justo y Salvador� ( Isa�as 45:21 ). �Su Nombre ... Jehov� justicia nuestra� ( Jeremias 23:6 ).

La vieja, vieja pregunta nunca fue completamente respondida "�c�mo debe el hombre ser justo con Dios?" ahora est� resuelto. As�, los Or�culos de Dios dan testimonio de la justicia de Dios. Y esta justicia de Dios por la fe de Jesucristo es "para todos y sobre todos los que creen". Es para todos, lo que significa que el sacrificio propiciatorio de Cristo es suficiente para salvar a todos. El mundo entero puede salvarse. Es �sobre todos los que creen�, lo que significa que solo los que creen en Cristo est�n cubiertos por la justicia de Dios y son justificados.

Romanos 3:23

�Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redenci�n que es en Cristo Jes�s�. Cristo se ha enfrentado a todo, �l pag� por todos nuestros pecados. Si creemos en Jes�s somos justificados gratuitamente por Su Gracia, es decir, como un regalo gratuito. Y la justificaci�n es absoluci�n; somos absueltos del pecado y de cualquier acusaci�n por �l. �Es la justicia divina la que act�a para justificar; la justicia es solo ese atributo de Dios que se ocupa de ella.

Es como un escudo amplio y eficaz tendido sobre el creyente, y para todos como una casa que con la puerta abierta invita a los hombres a refugiarse de la tormenta del juicio que se avecina �. La obra redentora del Se�or Jesucristo ha satisfecho todos los reclamos para siempre. Cristo ha pagado el precio y todos los que creen quedan completamente exentos de toda acusaci�n y pena. �A quien Dios puso un propiciatorio mediante la fe mediante su sangre.

�En el d�a de la expiaci�n en el propiciatorio, eclipsado por los querubines, la sangre fue rociada. Y ahora la mejor sangre, la �nica que puede quitar el pecado, est� sobre el propiciatorio, y Dios es fiel y justo a causa de esa sangre, para justificar al creyente.

"Para declarar su justicia con respecto a la desaparici�n de los pecados que hab�an tenido lugar antes, mediante la paciencia de Dios". Los pecados que hab�an tenido lugar antes, no significan los pecados cometidos antes de la conversi�n de un creyente individual. Significa que los pecados de los creyentes antes de que Cristo vinieran y murieran. Cuando los pecados fueron perdonados en los tiempos del Antiguo Testamento, se manifest� la misericordiosa paciencia de Dios, pero cuando Cristo pag� el gran precio de la redenci�n, cuando Su sangre fue derramada, la justicia de Dios se manifest� al haber declarado creyentes justos que vivieron antes de que Cristo muriera.

En vista de lo que har�a el bendito Hijo de Dios, un Dios justo perdon� los pecados de todos los que creyeran. Y ahora Dios es justo; Su justicia no cambia y se mantiene completamente y, como el Dios justo, es el que justifica a Aquel que cree en Jes�s. La justificaci�n del creyente es completamente consistente con la justicia de Dios. Declarado negativamente "�y si Dios no justificara, declarara libre, a un pecador que cree en Jes�s?" Entonces Dios no ser�a justo con la sangre de Cristo.

Y en vista de estas maravillosas revelaciones del Evangelio de Cristo, tan por encima de la sabidur�a del hombre, semejante a Dios de principio a fin, �qu� espantoso el rechazo de este bendito Evangelio, as� como su perversi�n! Seguramente un Dios justo debe tratar con tales en juicio de ira eterna.

Romanos 3:27

Se excluye la jactancia por parte del hombre. La ley no pod�a hacer otra cosa que condenar al hombre. El principio de la fe simple excluye toda jactancia. "No por obras para que nadie se glor�e". Todo es de Dios y, por lo tanto, toda la alabanza le pertenece. Y hay otra pregunta. Dios justifica la circuncisi�n (los jud�os); Justifica la incircuncisi�n por la fe (gentiles). ��No invalidamos la ley por la fe? �Lejos sea el pensamiento! No, pero establecemos la ley.

�La ley no es invalidada, sino establecida por el Evangelio, no en el sentido de que sea para ayudar al pecador. Cristo carg� con la ley quebrantada y su maldici�n; por tanto, la ley ha sido vindicada, as� como la santidad y la justicia de Dios. El hombre que trata de estar bien con Dios por las obras de la ley anula la ley, porque no vivir� a la altura de la letra de la ley, como la ley exige y excusa sus faltas a expensas de la ley, que es santo y bueno.

Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre Romans 3". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/romans-3.html. 1913-1922.