Bible Commentaries
Zacarías 1

La Biblia Anotada de GaebeleinAnotaciones de Gaebelein

Versículos 1-21

An�lisis y anotaciones

1. LAS VISIONES NOCTURNAS

CAP�TULO 1

1. La introducci�n ( Zacar�as 1:1 )

2. La primera visi�n nocturna ( Zacar�as 1:7 )

3. La segunda visi�n nocturna ( Zacar�as 1:18 )

Zacar�as 1:1 . La primera expresi�n de Zacar�as se refiere al pasado. �El SE�OR se ha enojado mucho con vuestros padres�. Eran un pueblo desobediente y terco. Los profetas anteriores al exilio los hab�an llamado al arrepentimiento, pero no escucharon. Luego da el mensaje de volverse al Se�or, con la promesa de que se volver� a ellos; no deber�an ser como sus padres. Y sus padres, �d�nde estaban? Hab�an fallecido como los desobedientes en el desierto; El juicio y el disgusto de Dios se hab�an apoderado de ellos y perecieron.

Zacar�as 1:7 . Despu�s de este mensaje de apertura con su llamado a regresar, entregado probablemente ante la congregaci�n reunida, el profeta recibi� sus grandes visiones nocturnas. Estos no eran meros sue�os, sino que las cosas que describe pasaron ante �l en visi�n divina. Los contempl� en una noche. No solo se dieron en una noche, sino que as� como uno sigui� al otro sin intervalo, tambi�n est�n estrechamente conectados, dando sucesos que se avecinan progresivamente.

Por supuesto, hay hasta cierto punto en algunas de estas visiones el mensaje de esperanza para el remanente jud�o de ese d�a, pero las visiones se refieren al futuro, y solo pueden entenderse a la luz de otras profec�as relativas al fin del siglo XX. edad y el futuro glorioso de Israel y Jerusal�n. Aplicarlos a la Iglesia produce la mayor confusi�n posible. Veremos c�mo estas visiones conciernen primero a los gentiles y al derrocamiento de las potencias mundiales, seguidas de las bendiciones y la gloria prometidas a Israel, que todas ser�n dadas a la naci�n en el d�a en que el dominio gentil cese para siempre. Cuando terminan las visiones, llega la ma�ana despu�s de esa memorable noche de revelaci�n, se da el mandato de coronar al sumo sacerdote.

Sin citar el texto completo damos la interpretaci�n de cada visi�n. Contempl� un ej�rcito de jinetes sobre caballos de diferentes colores, encabezados por un hombre montado en un caballo rojo, que es el centro de la visi�n. Hay un mensajero celestial que interpreta, a quien el profeta se dirige para averiguar qui�nes son los jinetes. No representan a los persas, como han dicho algunos expositores; son �ngeles. Es el hombre sobre el caballo rojo quien habla.

"Estos son los que el Se�or ha enviado a caminar de un lado a otro por la tierra". Los jinetes a caballo dan su informe al hombre del medio. "He aqu�, toda la tierra est� quieta y en reposo".

�Qui�n es el jinete del caballo rojo? Se le llama el "�ngel del SE�OR". No hay duda de que el jinete y el �ngel del SE�OR son la misma persona. Y el �ngel del SE�OR en el Antiguo Testamento es un Ser increado; �l es el Hijo de Dios en la gloria de su preencarnaci�n. Hay tres muy buenas razones para esta interpretaci�n. 1. El color rojo lo identifica con nuestro Se�or. �l es el Cordero de Dios que derram� su sangre en redenci�n; �l es el Le�n de la tribu de Jud� ( Apocalipsis 5:1 ) que se levantar� para juzgar a la naci�n en los pr�ximos d�as de venganza y pisotear� a Sus enemigos ( Isa�as 63:1 ).

2. �l es el l�der y el centro de las huestes celestiales; est�n sujetos a �l; todas las cosas est�n en sus manos. 3. �l hace intercesi�n, lo que lo marca como el intercesor ante Dios en nombre de su pueblo. Nuestra exposici�n m�s amplia de Zacar�as cita la interpretaci�n jud�a (Estudios en Zacar�as, p�gs. 11-12).

El informe de las huestes angelicales fue que la tierra est� quieta y en reposo. Las naciones estaban en reposo, en estado de prosperidad; pero su pueblo est� en problemas, la tierra prometida bajo el dominio y el dominio de los gentiles. Mientras las ciudades de las naciones aumentaban y abundaban, la ciudad del Rey estaba bajo las pezu�as de los gentiles; Su pueblo sufri�. Tal es la condici�n de las cosas a lo largo del tiempo de los gentiles. En nuestro comentario, escrito en 1899, hicimos las siguientes observaciones:

�Prosperidad, prosperidad universal, y con ella paz universal, es el grito al final de otro siglo, y lo ser� m�s a medida que avanzamos hacia el final de esta era. La civilizaci�n, la conquista mundial, la extensi�n comercial y la paz universal parecen ser los pensamientos principales entre las naciones de nuestro tiempo. Verdaderamente algunos se dan cuenta de que nuestra civilizaci�n, libertad y prosperidad jactanciosas, no es m�s que un volc�n humeante que puede estallar en cualquier momento y poner fin a toda jactancia; pero la mayor�a de la gente, incluso en la cristiandad, se enga�a tristemente a s� misma con sue�os vanos.

�Y qu� hay de los pensamientos de Dios y sus prop�sitos eternos? �Qu� hay de las promesas de su pacto con juramento? Est�n siendo malinterpretados, apartados y olvidados. As� continuar� hasta que se alcance el cl�max, tan claramente predicho en el Salmo Segundo ".

Este pron�stico se ha hecho realidad; la gran guerra ha venido y se ha ido y ahora la era se acerca r�pidamente a su fin previsto.

Luego sigue en la visi�n el clamor intercesor del �ngel del SE�OR. Se trata en primer lugar de la indignaci�n de los setenta a�os. Pero esa dispersi�n es el tipo prof�tico de su mayor dispersi�n. Lo que era cierto entonces respecto a las naciones y el estado de Jerusal�n, es cierto para el presente y el futuro. Las naciones ayudaron a avanzar en su aflicci�n odiando al jud�o. El gran pecado de las naciones es el antisemitismo, que es el resultado de no creer en la Palabra de Dios.

El odio de los gentiles culminar� al final de la era al venir contra la naci�n parcialmente restaurada, como aprenderemos al final de nuestra profec�a. Entonces se da la seguridad de que el Se�or en Su celo recordar� a Su pueblo y Jerusal�n ser� elegida y Sion consolada.

Zacar�as 1:18 . Vio a continuaci�n cuatro poderosos cuernos, los emblemas de las poderosas naciones gentiles que han esparcido a Jud�, Israel y Jerusal�n. Los cuatro cuernos son los mismos cuatro poderes mundiales anunciados en el sue�o de Nabucodonosor y en la visi�n de Daniel 2:1 ; Daniel 7:1 .

Est�n simbolizados por las langostas en sus cuatro etapas Joel 1:1 . Aparecen cuatro herreros en la visi�n para deshilacharlos y expulsarlos. La visi�n ense�a dos hechos: primero, los cuernos ser�n quebrados y derribados; y en segundo lugar, Dios tiene para cada poder que ha pecado contra su pueblo un instrumento correspondiente, para vencer y hacer pedazos.

Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre Zechariah 1". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/zechariah-1.html. 1913-1922.