Bible Commentaries
1 Corintios 15

Versículos 1-58

El �ltimo hecho de las "espiritualidades" es la resurrecci�n, y el ap�stol primero da la prueba de la resurrecci�n de Cristo. Su prueba final fue su propia experiencia.

Es evidente que hab�a algunos en la Iglesia de Corinto que ten�an puntos de vista racionalistas y negaban la resurrecci�n. Negar la resurrecci�n es, por supuesto, negar la resurrecci�n de Cristo, y hacer esto es acabar con el cristianismo. Si Cristo no resucit�, entonces el testimonio apost�lico acerca de Dios es falso, porque eso ha sido que �l resucit� a Jes�s. Si ese testimonio es falso, tambi�n lo son las doctrinas del perd�n de los pecados y la salvaci�n definitiva de los hombres. El resultado adicional es que los que durmieron en Cristo, es decir, los que fallecieron en tranquila confianza, descansando sus almas en �l, perecieron.

Las suposiciones son descartadas por el ap�stol, "Pero ahora". "Pero ahora", al ver que los hombres est�n libres de pecados, y que todos los dem�s hechos quedan demostrados, la verdad fundamental de la resurrecci�n de Cristo queda absolutamente demostrada.

Habiendo abordado todos los asuntos gloriosos de la resurrecci�n, el argumento del ap�stol se centra en la forma de la resurrecci�n. Dos cosas son seguras. Estos dos asuntos los argumenta extensamente: primero, que habr� continuidad de la personalidad en la resurrecci�n; y, segundo, que habr� una diferencia en el resucitado.

El mandamiento �ltimo de la ep�stola debe leerse en relaci�n con la proposici�n fundamental (1: 9). Para comprender correctamente el significado de este mandamiento, debemos preguntarnos detenidamente cu�l es la obra del Se�or. Su obra, como �l mismo declar� claramente, es buscar y salvar a los perdidos. Eso, entonces, es obra de la Iglesia. En este trabajo estamos llamados a la constancia, es decir, la continuidad y la perseverancia y la inmutabilidad, es decir, la constancia incluso a pesar de la oposici�n; y ser siempre abundante, es decir, un servicio desbordante m�s que la mera observancia del deber.