Bible Commentaries
1 Corintios 3

Exposición de Morgan sobre toda la BibliaExposición de Morgan

Versículos 1-23

La raz�n de los cismas fue que estas personas eran carnales. "Los celos y la contienda" son evidencias de carnalidad. Continuando, Pablo declar� el verdadero valor del ministerio cristiano. "Porque somos colaboradores de Dios". La sublimidad de su trabajo se evidencia por el hecho de que est�n cooperando con Dios. La base del edificio es Jesucristo. Sobre esa gran base est�n construyendo otros hombres.

Parte del trabajo es precioso y permanente, de la naturaleza del oro, plata, piedras costosas. Puede ser que algo sea indigno: madera, heno, rastrojo. La naturaleza de la obra se revelar� en el gran bautismo de fuego, que ser� el proceso final antes de la finalizaci�n del gran edificio de Dios. Por tanto, es evidente que el asunto de suprema importancia es el edificio.

El prop�sito del edificio se revela en la declaraci�n: "Vosotros sois un santuario de Dios". La palabra "santuario" aqu� tiene un valor especial ya que indica no meramente un templo, sino un templo apropiado para su verdadero uso, una vivienda.

A la luz de esta declaraci�n acerca de la Iglesia, el ap�stol escribi� la solemne advertencia: "Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo despojar�". El ap�stol resume y respalda su argumento de que la "sabidur�a del siglo" es una locura para Dios.

Si un hombre se vuelve de esta necedad a la sabidur�a de Dios, posee todas las cosas. Los propios maestros: Pablo, Apolos, Cefas; todos los hechos que tocan la personalidad y la afectan - "el mundo", "la vida", "la muerte", "las cosas presentes", "las cosas por venir" - todos estos son pose�dos por el hombre que ha aprendido su propia locura y glorias solo en el Se�or. Un hombre as� no solo posee, est� pose�do. �l es de Cristo1 Y, una vez m�s, la seguridad final es Dios mismo, porque "Cristo es de Dios".

Información bibliográfica
Morgan, G. Campbell. "Comentario sobre 1 Corinthians 3". "Exposición de Morgan sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gcm/1-corinthians-3.html. 1857-84.