Bible Commentaries
Ezequiel 33

Exposición de Morgan sobre toda la BibliaExposición de Morgan

Versículos 1-33

A continuaci�n, Ezequiel entreg� una serie de mensajes sobre la naci�n elegida. El primer mensaje describ�a la funci�n y responsabilidades del profeta bajo la figura de un atalaya. En el d�a de peligro se nombr� un centinela para que avisara de la aproximaci�n de un enemigo. Si cumpl�a con su deber y no se prestaba atenci�n a su advertencia, la sangre de los muertos estar�a sobre sus propias cabezas. Si fallaba en dar una advertencia y la gente era asesinada, su sangre estar�a en su cabeza.

Esa fue la posici�n que ocup� Ezequiel. Establecido por Jehov� como atalaya para Israel, su deber era escuchar la palabra de la boca del Se�or y entregarla al pueblo. Si lo hac�a, y los malvados persist�an en la iniquidad, el alma del profeta ser�a liberada.

Entonces deb�a declarar al pueblo que lamentaba el juicio de sus pecados que a Jehov� no le agradaba la muerte de los malvados, sino que los malvados se apartar�an de sus caminos y vivir�an. Los actos pasados ??de justicia no expiar�an la transgresi�n actual. Los pecados pasados ??ser�an perdonados si el pecador se volviera a Jehov�. Sobre la base de este anuncio, el profeta defendi� a Jehov� contra las personas que lo acusaron de ser desigual en sus caminos.

Inmediatamente despu�s de la entrega de este mensaje, los fugitivos del saqueo de Jerusal�n vinieron al profeta. Esto hab�a sido predicho (24: 25-27), y el profeta hab�a recibido instrucciones de que cuando ellos vinieran, su boca se abrir�a y no estar�a m�s mudo. Esta profec�a que ahora declar� se hab�a cumplido, y abri� la boca y predijo que la desolaci�n de la tierra a�n estaba determinada, y que incluso los que quedaron en los lugares desolados ser�an destruidos.

Este mensaje se cerr� con una reprimenda al pueblo, que, excitado e incluso interesado por los mensajes del profeta, se hab�a reunido para escucharlos, interes�ndose por ellos como lo ser�an los que escucharan un c�ntico hermoso y una voz agradable y capaz. tocando un instrumento. Su inter�s era m�s sensual que espiritual. La diferencia entre los dos siempre puede detectarse por la actitud consecuente de quienes escuchan. La sensualidad escucha y no hace nada. La espiritualidad escucha y obedece.

Información bibliográfica
Morgan, G. Campbell. "Comentario sobre Ezekiel 33". "Exposición de Morgan sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gcm/ezekiel-33.html. 1857-84.