En este capítulo tenemos la descripción del último de los cuatro signos. Al profeta se le ordenó tomar una espada, afilada como navaja de barbero, y con ella cortarse el cabello y la barba. El cabello así tomado debía pesarse y dividirse en tres partes. El primero iba a ser quemado en medio de la ciudad al final del sitio; el segundo sería herido a espada alrededor de la ciudad; y el tercero para ser esparcido al viento. Finalmente, algunos cabellos debían ser recogidos y atados en su falda, y de ellos algunos debían ser arrojados al fuego.
La explicación de la señal se le dio luego a Ezequiel. Jerusalén, en medio de las naciones, se había rebelado contra Jehová, y por eso él estaba contra ella. Una tercera parte del pueblo moriría de pestilencia en medio de la ciudad, otra tercera parte moriría en batalla alrededor de ella; el tercio restante se esparciría a los vientos.
Información bibliográfica Morgan, G. Campbell. "Comentario sobre Ezekiel 5". "Exposición de Morgan sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gcm/ezekiel-5.html. 1857-84.
Versículos 1-17
En este capítulo tenemos la descripción del último de los cuatro signos. Al profeta se le ordenó tomar una espada, afilada como navaja de barbero, y con ella cortarse el cabello y la barba. El cabello así tomado debía pesarse y dividirse en tres partes. El primero iba a ser quemado en medio de la ciudad al final del sitio; el segundo sería herido a espada alrededor de la ciudad; y el tercero para ser esparcido al viento. Finalmente, algunos cabellos debían ser recogidos y atados en su falda, y de ellos algunos debían ser arrojados al fuego.
La explicación de la señal se le dio luego a Ezequiel. Jerusalén, en medio de las naciones, se había rebelado contra Jehová, y por eso él estaba contra ella. Una tercera parte del pueblo moriría de pestilencia en medio de la ciudad, otra tercera parte moriría en batalla alrededor de ella; el tercio restante se esparciría a los vientos.