Bible Commentaries
Romanos 3

Exposición de Morgan sobre toda la BibliaExposición de Morgan

Versículos 1-31

Pablo aqu� pas� a una breve discusi�n de ciertas objeciones. Primero, "�Qu� ventaja, entonces, tiene el jud�o?" �l respondi�: "Mucho, en todos los sentidos". Luego mencion� s�lo uno, del que habl� como "en primer lugar", es decir, de importancia suprema, "que se les confi� los or�culos de Dios". Ah� radica la ventaja suprema del jud�o.

Entonces surge una nueva pregunta. Si la fe del hombre falla, �ser� Dios infiel? A esto, el ap�stol respondi� que es imposible que Dios sea infiel. La fidelidad de Dios se demuestra por su actitud inmutable hacia el hombre. Si el hombre peca, Dios lo juzga; si el hombre se arrepiente, Dios lo perdona.

Y, l�gicamente, sigue otra pregunta. Si el pecado es el medio de glorificar a Dios demostrando su fidelidad, �es justo castigar al pecador? La respuesta es que, a menos que Dios castigue el pecado, no tiene ninguna base para juzgar al mundo.

Hasta ahora, todo el argumento presenta una imagen de la humanidad desde el punto de vista divino. Es tan terrible en s� mismo como para crear una sensaci�n de desesperanza en nosotros.

Con las palabras "pero ahora", el ap�stol comenz� la declaraci�n del Evangelio. El conjunto se resume en la declaraci�n de que "se ha manifestado una justicia de Dios". Esta justicia de Dios est� a disposici�n de los que creen.

El ap�stol luego habl� de la gran provisi�n de la gracia al nombrar primero la bendici�n fundamental, o justificaci�n, "por Su gracia"; y luego anunciar el medio a trav�s del cual la gracia ha operado con ese fin, "la redenci�n", una palabra cargada de significado infinito, que se desarrollar� m�s completamente a medida que avanza el argumento; y finalmente nombrando a la Persona, "Cristo Jes�s", que ha realizado la obra de redenci�n, que resulta en la justificaci�n del pecador.

La obra de la Cruz se sit�a en el coraz�n de este Evangelio de salvaci�n, y se ve como un cumplimiento del prop�sito de Dios, por el Hijo de Dios, para la vindicaci�n de la justicia de Dios, en la acci�n de la paciencia de Dios.

El resultado se presenta ahora en una declaraci�n que es tan sorprendente como llena de gracia: "Para que �l mismo sea justo", o justo; "y el Justificador", o Aquel que considera justo "al que tiene fe en Jes�s". Este es el glorioso Evangelio.

Información bibliográfica
Morgan, G. Campbell. "Comentario sobre Romans 3". "Exposición de Morgan sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gcm/romans-3.html. 1857-84.