Bible Commentaries
Deuteronomio 34

Comentario de Hampton sobre libros seleccionadosComentario de Hampton

Versículos 1-12

Un profeta como ning�n otro

Deuteronomio 34:1-12

Hizo falta la muerte de Mois�s para evocar las palabras que hoy nos sirven de t�tulo. Ir�nicamente, esa muerte marca el comienzo del camino de Israel hacia la tierra prometida. Mois�s tuvo que dejar el manto de liderazgo y Josu� lo tom� para que el pueblo de Dios entrara en Cana�n.

Cuando el pueblo lleg� a Cades en N�meros 20:1-29 , murmuraron contra Dios y sus l�deres. Mois�s y Aar�n fueron ante Dios para saber qu� les pedir�a que hicieran en respuesta a las quejas. Dios les dijo que tomaran la vara, reunieran al pueblo y hablaran a la roca.

Mois�s reprendi� al pueblo en lugar de hablarle a la roca. Tambi�n golpe� la roca dos veces y dej� la impresi�n de que �l y Aar�n eran los �nicos responsables de proporcionar agua al pueblo ( Salmo 106:33 ). Los dos hermanos no hab�an santificado a Dios en sus acciones, aunque �l fue santificado cuando castig� r�pidamente a los dos l�deres por sus malas acciones. Mois�s y Aar�n actuaron como incr�dulos cuando no siguieron la voluntad de Dios exactamente como �l les hab�a indicado, por lo que Dios les neg� la entrada a la tierra prometida.

Mois�s le rog� a Dios que lo dejara ir a la tierra prometida para ver el final de las obras que hab�a comenzado para liberar al pueblo de Egipto. Mois�s le dijo al pueblo: "Pero el Se�or se enoj� conmigo por causa de ustedes, y no quiso escucharme. Entonces el Se�or me dijo: '�Basta! No me hables m�s de este asunto" ( Deuteronomio 3:21-29 ).

Dios le dijo que subiera al monte Pisga y viera toda la tierra que el pueblo poseer�a. Tambi�n le dijo que encomendara a Josu� el trabajo de liderazgo y lo alentara en el trabajo que estaba por comenzar.

En Deuteronomio 34:1-12 , Mois�s sube a la cima del monte Nebo, tambi�n llamado Pisga, en la cordillera de Abarim ( N�meros 33:47-48 ). All� Dios le mostr� toda la tierra que heredar�an los hijos de Israel.

Coffman dice que varios escritores dicen que en esos tiempos un hombre que compraba un terreno tomaba posesi�n de su compra al examinarlo con sus ojos. Si es as�, eso sin duda har�a de este un buen final para la vida de un gran hombre. Hebreos 11:23-26 parece decir que Mois�s esperaba una recompensa de Dios m�s all� de lo que podr�a recibir en esta vida.

Si es as�, es posible que se haya sentido como Pablo en 1 Pedro 1:23 . Ciertamente, anhelaba entrar en Cana�n y terminar la obra que hab�a comenzado con el pueblo de Israel, pero tambi�n anhelaba un hogar eterno.

El vers�culo 5 de Deuteronomio 34:1-12 nos dice que Mois�s muri� "conforme a la palabra del Se�or". Leslie G. Thomas dice que esto significa literalmente "por la boca del Se�or" y los rabinos jud�os dicen que el significado es por el beso de Dios. En otras palabras, se fue a dormir con el beso del amoroso Padre que est� en los cielos, como un ni�o se duerme por la noche despu�s del beso de su padre. Entonces, Dios tom� su cuerpo y lo enterr� en un lugar desconocido para cualquier hombre. Todo lo que nos dice el texto es que su lugar de sepultura fue en el valle de Moab cerca de Beth-peor.

Mois�s hab�a guiado al pueblo durante cuarenta a�os, desde que cumpli� los ochenta hasta su muerte a la edad de ciento veinte a�os. El texto nos dice que su fuerza f�sica nunca lo abandon� ni su vista se debilit�. Durante treinta d�as, los hijos de Israel lloraron a su l�der muerto, luego Josu� tom� el manto de liderazgo dejado por Mois�s, al que hab�a ministrado durante tanto tiempo.

Es interesante notar que Mois�s un d�a logr� entrar a la tierra prometida. No se le permiti� caminar por el lecho seco del Jord�n, pero lo cruz� para estar con Jes�s en el monte de la transfiguraci�n ( Mateo 17:1-5 ).

Información bibliográfica
Hampton, Gary. "Comentario sobre Deuteronomy 34". "Comentario de Hampton sobre libros seleccionados". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ghc/deuteronomy-34.html. 2014.