Bible Commentaries
Apocalipsis 14

Versículo 1

En el cap�tulo 7, vimos estos sellados para mantenerlos a salvo. Ahora, vemos que ninguno de ellos se perdi�, porque est�n con el Cordero en el Monte Si�n, que es la iglesia, el vest�bulo del cielo. ( Salmo 125:1 ; Hebreos 12:22-24 ) Hay un sentido en el que el cielo es nuestro mientras todav�a estamos en la tierra.

( 1 Juan 2:24-25 ) Es nuestra posesi�n en la promesa y solo puede ser quitada si no somos fieles. El nombre del Padre escrito en sus frentes debe ser el sello del cap�tulo 7.

Versículos 2-3

El hablante, o los hablantes, no se identifica, pero la voz viene del cielo con un sonido impresionante como una gran masa de agua que fluye y un gran trueno. Tambi�n ten�a una melod�a dulce como la de los arpistas tocando sus arpas. La palabra "ellos" aqu� aparentemente se refiere a aquellos que forman la voz en el cielo. Est�n cantando un c�ntico nuevo que los hombres no pueden aprender, salvo los 144.000 redimidos. Quiz�s el canto es de redenci�n y de sus gozos y beneficios que s�lo pueden ser conocidos por los redimidos.

Versículos 4-5

Estos vers�culos parecen describir en t�rminos simb�licos la pureza espiritual de los hombres y mujeres que componen la novia de Cristo. ( 2 Corintios 11:2 ; Santiago 4:4 ) Su pureza contrasta claramente con la fornicaci�n espiritual que otros hab�an cometido con Babilonia la gran ciudad.

(vers�culo 8) Siguen a Cristo dondequiera que vaya. ( 1 Pedro 2:21 ; Mateo 16:24 ) Las primicias fueron consagradas a Dios en reconocimiento del hecho de que toda la cosecha y todo lo que hab�a en la tierra era suyo. Los cristianos tambi�n est�n consagrados a Dios en reconocimiento de su propiedad y poder.

Al igual que su Se�or, no dir�an una mentira, especialmente neg�ndose a llamar a C�sar, Se�or. ( 1 Pedro 1:19 ; 1 Pedro 2:22 ; Isa�as 53:9 )

Versículos 6-7

Hailey dice que el significado de "en medio del cielo" es el punto m�s alto que alcanza el sol. As� tenemos un �ngel en un lugar prominente proclamando el evangelio en alta voz a todas las personas de la tierra. Esta puede ser una forma simb�lica de representar la predicaci�n del evangelio a todo el mundo. El prop�sito de esta proclamaci�n del evangelio es hacer que los hombres reverencien a Dios y le den la gloria que se merece porque �l cre� todo lo que conocemos. Se a�ade un sentido de urgencia cuando uno sabe que ha llegado el momento del juicio de Dios.

Versículo 8

Dios est� tan seguro de la victoria que la anuncia antes de que comience la batalla. Babilonia la gran ciudad debe ser Roma y todos sus vicios paganos. El resto del mundo se hab�a unido a ella en adoraci�n id�latra, especialmente al C�sar, y se dar�a cuenta de que la copa de su rebeli�n tambi�n se convertir�a en la copa de la ira de Dios.

Versículo 9

-11 Los que han adorado �dolos tendr�n que beber la copa de la ira de Dios sin diluir. No habr� misericordia para aquellos que despreciaron la sangre del Cordero y adoraron con Babilonia. (Comp�rese con Hebreos 10:26-31 ). El fuego y el azufre se han usado tanto literal como figurativamente en los juicios de Dios sobre los malvados.

( G�nesis 19:24 ; Isa�as 30:33 ; Isa�as 34:9-10 ; Ezequiel 38:22 ) Los justos adorar�n d�a y noche y los imp�os sufrir�n eternamente.

Versículo 12

Los tres vers�culos anteriores han descrito el juicio de aquellos que se oponen al Se�or. La paciencia de los fieles ser� finalmente recompensada con la victoria.

Versículo 13

Las expresiones "en �l" y "en Cristo" aparecen repetidamente en el Nuevo Testamento y est�n asociadas con una serie de bendiciones. Uno debe ser bautizado para estar en Cristo. ( G�latas 3:26-27 ; 1 Corintios 12:13 ) Antes se hab�a dado la seguridad de que los ya martirizados estaban en reposo y los que sal�an de la gran tribulaci�n adoraban alrededor del trono.

( Apocalipsis 6:9-11 ; Apocalipsis 7:9-17 ) Aqu�, la promesa se hace a aquellos que de ahora en adelante mueran en servicio fiel. Se les dar� descanso de sus obras terrenales. Sin embargo, los buenos efectos de aquellas obras seguir�n obrando sobre la tierra en la vida de quienes las conocieron.

Este es el mensaje del Esp�ritu Santo tanto aqu� como en otros pasajes. ( 1 Tesalonicenses 4:13-18 ; 1 Corintios 15:20-23 ; 1 Corintios 15:58 )

Versículo 14

Juan ahora ve a Jes�s sentado sobre una nube blanca con una corona dorada de victoria sobre su cabeza. En su mano hay una hoz, por lo que suponemos que se est� preparando para una gran cosecha.

Versículo 15

-16 Dios habita en su templo. Este �ngel sale del templo gritando la orden del Padre. Ya que solo �l conoce algunas estaciones, particularmente el tiempo del fin, es apropiado que le indique a Jes�s cu�ndo comenzar la cosecha. ( Hechos 1:7 ; Mateo 24:36 ) La palabra "maduro" lleva la idea de seco, como cuando el per�odo de crecimiento ha terminado y est� listo para la cosecha. Jes�s, por supuesto, hace lo que el Padre le indica.

Versículos 17-18

Este �ngel que sale del altar con poder sobre el fuego es probablemente el mismo que en Apocalipsis 8:3-5 . �l tambi�n ha de cosechar. Los racimos se describen como completamente maduros, por lo tanto maduros para el juicio. Puede ser que este �ngel simplemente ayude al Se�or a cosechar toda la tierra para el juicio. Sin embargo, a la luz de otras descripciones del orden de la resurrecci�n, parece probable que Jes�s cosech� a los justos y este �ngel cosech� a los malvados.

Versículos 19-20

Dado que los que este �ngel cosecha son echados en el lagar de la ira de Dios, creemos que son los malvados. El lagar se usa como s�mbolo de juicio en otros lugares. ( Joel 3:13 ; Isa�as 63:1-6 ) La ciudad fuera de la cual se encuentra el lagar puede ser la nueva Jerusal�n.

As�, los malvados ser�an castigados fuera de la vista del cielo. Se podr�a llegar a mil seiscientos estadios, o 200 millas, por m�ltiplos del n�mero terrestre, cuatro, y un n�mero completo, diez, o podr�a ser el cuadrado de 40 desde que Israel vag� por el desierto durante 40 a�os por sus pecados y algunas ofensas. recibi� 40 latigazos. ( N�meros 24:23 ; Deuteronomio 25:3 ) De cualquier manera, nos encontramos con un n�mero que representa el juicio completo de los imp�os, ya que es su sangre la que fluye.