Bible Commentaries
Apocalipsis 3

Comentario de Hampton sobre libros seleccionadosComentario de Hampton

Versículos 1-6

a la iglesia muerta

En una meseta al pie del Monte Timolous, en un valle f�rtil, en la intersecci�n de varios caminos, se encontraba la ciudad de Sardis. Estaba a 35 millas al sureste de Tiatira. Tres lados de la meseta eran acantilados perpendiculares, por lo que los habitantes pensaron que solo ten�an que defender un lado. La iglesia en Sardis ten�a un nombre con los hombres, pero no con Dios ( 1 Samuel 16:7 ).

Ten�a reputaci�n de vida, vigor y gran fuerza espiritual. Probablemente era una iglesia grande y puede ser que la gente de la comunidad quisiera unirse al crecimiento. En Sardis no se ense�aba ninguna doctrina falsa y no se hab�a arraigado ninguna falsedad, pero se aferraba despiadadamente a la verdad. Su apariencia exterior era enga�osa porque escond�a un cementerio espiritual. Cristo sab�a de sus obras. Los hombres consideraban sus obras como ropa hermosa, pero el Se�or las vio como vendas funerarias que ocultaban un cad�ver ( Mateo 15:7-8 ; 1 Timoteo 5:6 ).

Mateo 8:22 nos dice que Jes�s dijo que los muertos espirituales enterraran a los muertos f�sicos ( Apocalipsis 3:1 ; comparar Efesios 2:1 ).

El exceso de confianza de Sardis en una defensa f�cil la llev� a la derrota en 549 y 218 a. C., cuando dej� los acantilados sin vigilancia. Qu� apropiado que su Se�or le diga a una iglesia demasiado confiada que est� alerta ( Marco 13:35-37 ). Su l�mpara se estaba apagando y, si no actuaban r�pidamente, pronto se apagar�a.

Necesitaban encender la chispa para volver a encender el todo. Alguien ha dicho que no hay suficiente fuego en un cristiano de domingo por la ma�ana para encender una vela. Esos son los que necesitaba Sardis para bombear los fuelles para reavivar el fuego porque las brasas estaban listas para morir ( Efesios 5:14-16 ). Dios no hab�a encontrado sus obras llenas, completas o perfectas.

Eran una c�scara vac�a que Dios quer�a llenar con su prop�sito ( Apocalipsis 3:2 ; Mateo 23:27-28 ).

Verso 3 Para devolverle la vida a una iglesia muerta, el Se�or los exhortar�a a recordar, o podr�amos decir, a mirar hacia atr�s en una historia larga y gloriosa como un desaf�o para hacer la voluntad del Se�or nuevamente. La mayor�a de las personas obedecen los mandamientos del Se�or con gran entusiasmo y en esa recepci�n verdaderamente se regocijan. ( Hechos 2:41 ; Hechos 8:39 ; Hechos 16:33-34 ) Recordar ese gozo y el alivio que se siente al ser liberado del pecado debe aguijonear la conciencia y reavivar el deseo.

Necesitaban aferrarse a la palabra o de lo contrario nos desviar�amos. ( Hebreos 2:1-3 ) Adem�s, se les instruy� que se arrepintieran, o abandonaran su inactividad y espiritualidad muerta. ( 2 Corintios 7:10 ) Una vez m�s, se les dice que velen porque el Se�or iba a venir sin previo aviso e inesperado para algunos. ( Mateo 24:43 )

El vers�culo 4 Hendriksen nos se�ala que el Se�or conoce a los fieles por su nombre. Incluso en una iglesia de cad�veres, Dios ve las almas vivas. Los que hacen la voluntad de Dios no se pierden en una multitud muerta. ( G�nesis 6:5-8 ; G�nesis 19:15-16 ; 1 Reyes 19:10 ; 1 Reyes 19:18 ) Nuestros pecados son lavados en la sangre de Jes�s.

( Isa�as 1:18 ; Hebreos 9:22 ; Efesios 1:7 ; Apocalipsis 7:14 ) Porque hab�an guardado limpias sus vestiduras espirituales ( 1 Juan 1:7 ), ser�an vestidos con las vestiduras de pureza en el cielo ( Isa�as 61:10 ; Apocalipsis 19:8 )

Verso 5 Cuando las personas mueren en la tierra, sus nombres se eliminan de las listas de votantes. Parece que Israel ten�a un libro de los vivos ya los muertos se les quitaron los nombres. ( Isa�as 4:3 ; Ezequiel 13:9 ; Nehem�as 12:22 f; Salmo 69:28 ; Apocalipsis 20:11-15 ) Sardis ten�a muchos nombres en el "rollo de la iglesia" que no estar�an escritos en las p�ginas de El libro de la vida de Dios.

Los que sigan venciendo tambi�n oir�n sus nombres confesados ??por el Se�or ante el Padre. ( Mateo 10:32 ; Lucas 13:24-27 )

Verso 6 Como siempre, se pronuncia una bendici�n sobre aquellos que escuchan y prestan atenci�n a las palabras de la carta.

Versículos 7-13

A la Iglesia Perdurable

Verso 7 Veintiocho millas al sureste de Sardis estaba la ciudad de Filadelfia. Estaba ubicado en una zona muy f�rtil pero peligrosamente volc�nica. La ciudad fue fundada por Attalus II, apodado el hermano-amante. Se inform� que estaba muerto en una batalla, por lo que persuadieron a su hermano para que asumiera el trono. Cuando el rey regres�, su hermano renunci� para poder gobernar nuevamente. La regi�n era conocida por sus terremotos y esta ciudad fue casi totalmente destruida por uno en el 17 A.

D. Isa�as 22:22 describe a Eliaquim, el mayordomo fiel del rey Ezequ�as. Se le dio la llave del palacio para que ning�n hombre pudiera entrar al palacio real o presencia sin que �l dijera que estaba permitido. Por lo tanto, solo hab�a un camino al trono. Qu� apropiado que se describa a Jes�s como el que tiene la llave de David.

( Juan 14:1-6 ; Hechos 4:12 ; 1 Corintios 3:11 ) Como indicaci�n de la autoridad de Jes�s, dice, "el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre.

" Mateo 28:18 ; Efesios 1:22-23 ; Apocalipsis 1:18 )

Verso 8 La ciudad de Filadelfia se estableci� para difundir la cultura griega en la regi�n circundante. El idioma que una vez hab�a sido nativo de esta �rea fue abandonado por esta ciudad y se adopt� el idioma griego. Ahora, Jes�s quiere que la iglesia tenga la misma mentalidad misionera que la ciudad. Una puerta de oportunidad estaba delante de ellos en la difusi�n del evangelio. ( 1 Corintios 16:8-9 ; 2 Corintios 2:12 ; Colosenses 4:3-4 ) El Se�or le dice a la iglesia que tiene un poco de fuerza, lo que puede indicar su necesidad de crecer.

El crecimiento es posible y la victoria puede ser nuestra. ( Romanos 8:31 ; 1 Pedro 4:13 ) Si guardamos la palabra, podemos usar la puerta para ense�ar a otros el mensaje salvador de Dios. ( Romanos 1:16-17 ) No hab�an negado el nombre de Jes�s.

Verso 9 Los verdaderos jud�os, la naci�n de Dios, en la era cristiana son miembros de la iglesia del Se�or. ( Romanos 2:28-29 ; 1 Pedro 2:9 ; 1 Pedro 3:3 ) Cuando los jud�os rechazaron a Jes�s como Hijo de Dios, dejaron de ser pueblo de Dios.

Por lo tanto, "dicen que son jud�os y no lo son". En lugar de que su sinagoga estuviera dedicada a Dios, ahora estaba dedicada a Satan�s, el adversario de Dios que anima a las personas a rebelarse contra Dios y cometer pecado. Sabemos que Jes�s tiene toda la autoridad y todos tendr�n que ceder ante ella en adoraci�n alg�n d�a. ( 1 Pedro 2:9-11 ) Esto puede ser a lo que Cristo se refiere como adoraci�n de la iglesia como el verdadero Israel de Dios por parte de los llamados jud�os.

Verso 10 Ellos hab�an soportado pacientemente, as� como Cristo hab�a soportado. ( 2 Tesalonicenses 3:5 lectura marginal) Por su perseverancia, Jes�s prometi� guardar, o proteger, en la hora de la prueba que pronto vendr�a sobre toda la tierra, la cual debe describir persecuci�n mundial. Se hab�an aferrado a ellos y �l se aferrar�a a ellos.

Verso 11 La palabra "pronto" se puede traducir repentinamente o inesperadamente. Si el fin de los tiempos est� a la vista, este es el significado aqu�. Sin embargo, este vers�culo podr�a estar hablando de una de las venidas providenciales del Se�or para proteger a su pueblo y juzgar a sus enemigos.

Verso 12 En una ciudad que hab�a conocido terremotos devastadores, qu� tranquilizador pensar que el que venza ser� un pilar que, una vez en su lugar, no sobresaldr� m�s, o permanecer� para siempre. Para identificar al due�o y al �nico honor que se le da por ser esta morada de Dios, hay nombres escritos en sus pilares. El nombre de Dios estar� sobre ellos porque son su pueblo, hijos. Adem�s, el nombre del cielo, o la nueva Jerusal�n, estar� sobre ellos porque son ciudadanos de ella. Finalmente, el nombre nuevo del Salvador porque somos salvos por su sangre.

Verso 13 Nuevamente, la importancia de prestar atenci�n a las palabras de la carta se usa para cerrarla.

Versículos 14-22

A la iglesia tibia

Verso 14 Laodicea estaba a 40 millas al sureste de Filadelfia. Estaba en un valle f�rtil en el cruce de varias rutas comerciales importantes. Era una ciudad rica famosa por mucho oro, porque era un centro bancario, sus ovejas de lana negra y prendas finas hechas de esa lana, y un polvo para los ojos que se usaba para ayudar a los ojos d�biles y d�biles. Hubo un terremoto que destruy� la ciudad en el a�o 60 dC La gente estaba orgullosa de decir que la reconstruyeron sin ninguna ayuda de Roma.

Jes�s es descrito como el "Am�n, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creaci�n de Dios". Dentro de estas palabras, encontramos declaraciones respaldadas y veraces provenientes del mismo creador de todas las cosas que conocemos. ( Colosenses 1:16-17 ; Juan 1:1-3 ) �l hab�a hecho a estas personas, sab�a c�mo eran realmente y testificar�a sobre el verdadero estado de las cosas.

Verso 15 Hab�a fuentes termales cerca, en Hier�polis. La palabra "caliente" se traduce como "celosa" en algunos lugares y significa agua hirviendo. Las aguas termales fueron valoradas por la medicina y el tratamiento de diversos dolores. Debajo de la ciudad de Laodicea, en Colosas, se pod�a encontrar agua potable agradable y fr�a. Las aguas termales de Hier�polis fluyen sobre la meseta y se vuelven tibias cuando se derraman por un acantilado junto a Laodicea.

Tal agua no era buena para la medicina o la bebida, por lo que era in�til. La iglesia en Laodicea era, como el agua fuera de la ciudad, in�til. Jes�s dese� que fueran refrescantes o ayudaran en la curaci�n. Cabe se�alar que algunos han tomado la posici�n de que Jes�s preferir�a que fueran pecadores inconversos que cristianos tibios y citan Hebreos 4:4-6 y 2 Pedro 2:20 . Dios aborrece a aquellos que no toman posici�n y tratan de enga�ar a otros, cuando de hecho solo se enga�an a s� mismos.

Verso 16 Cuando uno tiene agua tibia en la boca, se inclina a vomitar, o m�s literalmente, a vomitar. Esta fue la reacci�n del Se�or a una iglesia in�til. Hendricksen dice: "Cristo realmente no dice: 'Te vomitar� de mi boca', sino 'Estoy a punto de vomitarte de mi boca'. El Se�or todav�a est� esperando".

Verso 17 Eran autosuficientes. As� como la ciudad no necesit� la ayuda de Roma para reconstruir en el a�o 60 dC, la iglesia no vio la necesidad de Dios. Se ve�an a s� mismos como ricos y cada vez m�s ricos, por lo tanto, no necesitaban nada de nadie. De hecho, su condici�n espiritual era la de un hombre "soportando trabajos y problemas; afligido, miserable", seg�n Thayer. Tambi�n eran dignos de l�stima, es decir, cuando los dem�s miraban hacia la iglesia, volv�an la cabeza por el espect�culo pat�tico que hab�an visto.

La palabra "pobre" aqu� sugiere uno en las calles mendigando. Su visi�n hab�a sido nublada por el humo para que no pudieran ver estas cosas. En una ciudad con un polvo para ojos usado en el tratamiento de la oftalm�a, eran tan miopes que no pod�an ver su condici�n. Estaban sin ropa espiritual en una ciudad conocida por su industria textil.

Verso 18 Aunque estaban espiritualmente destituidos, el Se�or no los obligar� a cambiar, sino que les aconseja que cambien como lo har�a un hermano o amigo amoroso. No necesitaban riquezas f�sicas sino las riquezas del conocimiento de Dios ( Mateo 13:44-46 ; Colosenses 2:1-3 ) y una fe probada en el crisol de las pruebas.

( 1 Pedro 1:7 ) Las vestiduras blancas representar�an la santidad y la pureza que provienen de la sangre purificadora del cordero. ( Apocalipsis 1:5 ; Apocalipsis 7:14 ; Hechos 22:16 ) Tambi�n necesitaban que se les abrieran los ojos espirituales para poder mirarse en el espejo de la palabra de Dios y ver sus faltas.

( Santiago 1:25 ) Los cristianos no deben preocuparse tanto por la apariencia externa como por la interna. ( 2 Corintios 4:18 )

Verso 19 A pesar de sus problemas y del lenguaje muy severo que el Se�or ha usado, deben estar seguros de que �l todav�a los amaba. ( Hebreos 12:7-11 ) La palabra "celoso" viene de la misma ra�z que la palabra "caliente" en el vers�culo 15. El Se�or quer�a que se apartaran del pecado para no tener que vomitarlos.

Verso 20 El Se�or quer�a que lo dejaran entrar por la puerta del coraz�n de cada cristiano. No se rindi�, pero continu� buscando una entrada. Sigui� llamando a la puerta del coraz�n de cada cristiano y sigui� pidiendo una entrada para poder cambiar la iglesia. Para escuchar la voz del Se�or, uno debe prestar atenci�n y obedecer. La palabra "sup" nos hace pensar en cenar con el Salvador en su mesa. Aqu� hay una iglesia fuera de la comuni�n con su Se�or.

Verso 21 Jes�s ha vencido la tumba y ahora est� sentado con Dios en su trono y est� reinando. ( Hechos 2:32-36 ; Hebreos 1:3 ) As� como venci� y comenz� a reinar, el cristiano que venza reinar� con Cristo en la gloria.

Verso 22 Necesitamos escuchar estas palabras y obedecer.

Información bibliográfica
Hampton, Gary. "Comentario sobre Revelation 3". "Comentario de Hampton sobre libros seleccionados". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ghc/revelation-3.html. 2014.