Bible Commentaries
1 Corintios 10

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Introducción

VI. El uso de las carnes ofrecidas a los �dolos y la participaci�n en las fiestas de sacrificio. caps. 8-10.

El ap�stol pasa a un nuevo tema que, como el anterior, parece sugerirle la carta de los Corintios y pertenece al dominio de la libertad cristiana. Los creyentes de Corinto y de otras ciudades griegas se encontraron en una posici�n dif�cil con respecto a la sociedad pagana que los rodeaba. Por un lado, no pod�an renunciar absolutamente a sus relaciones familiares y amistosas; los intereses del evangelio no les permitieron hacerlo.

Por otro lado, estas relaciones estaban llenas de tentaciones y f�cilmente podr�an arrastrarlos a infidelidades, lo que los convertir�a en el esc�ndalo de la Iglesia y la burla de los paganos. Entre los puntos m�s espinosos de este orden de preguntas estaban las invitaciones a participar en banquetes id�latras. El centro de los cultos antiguos era el sacrificio; en este acto religioso culminaban todos los acontecimientos importantes de la vida dom�stica y social.

Como en el juda�smo (comp. Deuteronomio 27:7 , las ofrendas de paz), estos sacrificios eran seguidos por una fiesta. Todo lo que quedaba de la carne de la v�ctima, despu�s de que las piernas, envueltas en grasa, y las entra�as hab�an sido quemadas en el altar (ver Edwards), y despu�s de que el sacerdote hab�a recibido su porci�n, regresaba a la familia que ofrec�a el sacrificio, y estas carnes consagradas se com�an en los aposentos o madera sagrada perteneciente al templo, o en la casa del adorador; a veces, tambi�n, se vend�an en el mercado.

Y como el sacrificio sol�a tener lugar en relaci�n con alguna circunstancia gozosa, se invitaba a la fiesta a parientes y amigos, entre los cuales pod�a suceder f�cilmente que hubiera cristianos. As� tambi�n, cuando esas carnes se vend�an en el mercado, un cristiano pod�a verse expuesto a comerlas en su propia casa o en la de otros.

Ahora pueden surgir varias preguntas sobre este tema. Y en primer lugar, �es permisible que un cristiano est� presente en una fiesta ofrecida en el templo de un �dolo? Algunos, en nombre de la libertad cristiana, respondieron: �S�! Audazmente se aprovecharon del adagio: Todo me es l�cito ( 1 Corintios 6:12 , 1 Corintios 10:23 ).

Otros dijeron: �No! porque en tal regi�n uno se expone al peligro de influencias malignas y hasta diab�licas. Los escr�pulos de los m�s timoratos iban m�s all�: Incluso en una casa particular, incluso en la propia casa, �no es peligroso comer de esa carne que ha figurado en el altar del �dolo? �No ha contra�do una corrupci�n que puede contaminar a quien lo come? En absoluto, respondieron otros. Porque los dioses de los paganos son s�lo seres imaginarios; la carne ofrecida en su altar no es ni m�s ni menos que la carne ordinaria.

Estos �ltimos eran ciertamente del n�mero de los que, en Corinto, se llamaban a s� mismos disc�pulos de Pablo. �Debemos concluir de ah�, con Ewald y otros, que los primeros eran �nicamente cristianos de origen jud�o, que se hac�an llamar disc�pulos de Pedro? No hay nada que demuestre esto. Incluso es algo dif�cil de sostener, como veremos, en vista de ciertos pasajes del cap. 8, que estos rigurosos eran principalmente cristianos de origen jud�o.

Varios comentaristas, el �ltimo entre ellos Holsten, consideran m�s bien a esos t�midos cristianos, y creo que con raz�n, como creyentes de origen gentil, que no pudieron liberarse de una vez y por completo de la idea en la que hab�an vivido desde la infancia, la de la realidad. y el poder de las divinidades que hab�an adorado. Podr�an ser confirmados en este punto de vista por la opini�n jud�a, de la cual se encuentran rastros a�n m�s tarde en la Iglesia, de que los �dolos representaban esp�ritus malignos.

En cuanto a los cristianos jud�os, el pasaje Romanos 14 muestra que, en cualquier caso, no debemos excluirlos por completo. Estos eran hombres a quienes el evangelio hab�a liberado s�lo a medias de sus prejuicios nacionales, particularmente de aquellos que consideraban que las deidades paganas eran tantas personalidades diab�licas.

La soluci�n de estas cuestiones estuvo erizada de dificultades. Una parte se aferraba firmemente a su libertad, la otra no menos seriamente a sus escr�pulos. El ap�stol debe evitar favorecer la superstici�n en el segundo o el libertinaje en el primero. Necesit� toda su sabidur�a pr�ctica y todo su amor para trazar una l�nea de conducta sobre este tema que fuera clara y adecuada para unir los corazones, en lugar de dividirlos.

Se ha preguntado por qu� no aplic� aqu� simplemente el decreto del Concilio de Jerusal�n ( Hechos 15 ), que llamaba a los creyentes gentiles de Siria y Cilicia a abandonar el uso de las carnes ofrecidas a los �dolos, por consideraci�n a la repugnancia de jud�os cristianos. Y algunos incluso han llegado a alegar el silencio del ap�stol como argumento contra la realidad hist�rica del decreto.

Pero (1) este decreto, por su propia naturaleza, solo pod�a tener un valor temporal, y pronto se supo en Antioqu�a, en relaci�n con la estancia de Pedro ( G�latas 2 ), las dificultades pr�cticas que se interpusieron en el camino de su aplicaci�n. (2) En el momento y en las circunstancias en que Pablo la hab�a aceptado, este ap�stol a�n no ocupaba su posici�n normal en la Iglesia.

Su autoridad apost�lica acababa de ser reconocida con dificultad por los ap�stoles. En Siria y Cilicia todav�a no estaba en su propio dominio, porque no fue �l quien fund� la Iglesia all�. Pero ahora era completamente diferente en Grecia; y hubiera sido una derogaci�n de su posici�n apost�lica, as� como de su espiritualidad evang�lica, resolver una cuesti�n de vida cristiana por medio de un decreto externo como un art�culo de ley.

Era del esp�ritu del evangelio que, en virtud de su autoridad y sabidur�a apost�lica, deb�a derivar la decisi�n que la Iglesia necesitaba. (3) Era tanto m�s importante que Pablo actuara as� porque ten�a sobre todo en el coraz�n formar la conciencia de los mismos corintios, y deducir espont�neamente de ella el punto de vista del curso a seguir: �Os hablo como a los sabios; juzguen ustedes mismos lo que digo� ( 1 Corintios 10:15 ).

Es precisamente por este m�todo seguido por el ap�stol que la discusi�n contenida en estos tres Cap�tulos puede sernos todav�a tan �til, aunque se refiera a circunstancias completamente diferentes. Pablo en esta ocasi�n asciende a los primeros principios de la conducta cristiana, y s�lo tenemos que recogerlos para aplicarlos a nuestras propias circunstancias. (4) Finalmente, este tema presentaba un sinf�n de complicaciones que no pudieron ser resueltas por el decreto sumario de Hechos 15 , y que exig�an un examen detallado.

El orden adoptado por el ap�stol es el siguiente: primero trata la cuesti�n poni�ndose en el punto de vista del amor. Un cristiano no debe preguntarse: �Qu� me conviene m�s? sino: �Qu� contribuir� con mayor seguridad a la salvaci�n de mis hermanos? ( 1 Corintios 8:1 a 1 Corintios 9:22 ).

Luego el ap�stol pasa a una segunda consideraci�n: la de la salvaci�n del hombre mismo que es llamado a la acci�n. Debe tener cuidado al usar su libertad no solo para no destruir a otros, sino tambi�n para no destruirse a s� mismo ( 1 Corintios 9:23 a 1 Corintios 10:22 ).

Finalmente, concluye recapitulando toda la discusi�n y estableciendo algunas reglas pr�cticas con respecto a los diferentes casos particulares que podr�an presentarse ( 1 Corintios 10:23-33 ).

Versículos 1-2

�A la verdad, hermanos, no quiero que ignor�is que nuestros padres todos estuvieron debajo de la nube, y todos atravesaron el mar; y todos fueron bautizados en Mois�s en la nube y en el mar.�

La part�cula conectora ??, entonces , en el TR indicar�a una gradaci�n que las observaciones precedentes explican f�cilmente: �Y aqu� hay m�s que una simple figura, como la de los juegos�. Por lo tanto, esta lectura es bastante adecuada; el otro, encontrado en el Alex. y greco-latinos, ???, para , tambi�n es adecuado; el for se relaciona especialmente con la �ltima idea del vers�culo anterior, el ser hallado digno de rechazo. �Y de hecho el peligro existe; lo que les sucedi� a nuestros padres es la prueba de ello.� Esta segunda conexi�n es m�s sencilla.

Al decir: No quisiera que fueseis ignorantes , el ap�stol no insinuar�a que no conocen el relato del �xodo de Egipto; quiere decir que teme que no comprendan suficientemente el significado y el alcance de los acontecimientos a los que se refiere aqu�.

Meyer ha concluido de la expresi�n: nuestros padres , que Pablo est� hablando aqu� como jud�o, y en nombre de los cristianos jud�os. Pero por la direcci�n: hermanos , acaba de comprender a toda la Iglesia en un solo y mismo cuerpo. Por lo tanto, ve en la Iglesia cristiana la consecuencia de la antigua comunidad israelita. De hecho, seg�n Romanos, caps. 4 y 11, la Iglesia se injerta en el tronco patriarcal; y, en virtud de esta relaci�n espiritual, los padres del pueblo jud�o son tambi�n los de la casa cristiana.

El lugar prominente que le da a la palabra ??????, todos , as� como su repetici�n en 1 Corintios 10:2-4 (cinco veces), muestra que tenemos aqu� la idea esencial del pasaje: �Aquel pueblo que pereci� casi todo , comenz� con ser todos bendecidos por el Se�or.� Esta es la contrapartida de 1 Corintios 9:24 : �Todos corren, pero uno obtiene el premio�.

El verbo en imperfecto, ????, were , denota un estado prolongado, mientras que el cruce del Mar Rojo, habiendo sido un evento del d�a, se denota por el aoristo (???????).

La preposici�n ???, bajo , se construye con el acusativo, porque aqu� no tiene un sentido meramente local, sino que expresa la noci�n moral de protecci�n: estaban bajo el amparo de la presencia Divina manifestada por la nube.

vv. 2 . Despu�s de exponer el hecho, este vers�culo indica su significado y significado religioso; fue un verdadero bautismo el que se les confiri� a todos. As� como el bautizado entra en el agua y recibe la aspersi�n sobre su cabeza, y como esta agua por las palabras sacramentales se convierte para �l en prenda de salvaci�n, as� los israelitas, colocados bajo la nube y cruzando el mar, pose�an la prenda visible de la Divina bendici�n y salvaci�n.

Esta traves�a milagrosa los separ� desde entonces de Egipto, el lugar de esclavitud e idolatr�a, exactamente como el bautismo del creyente lo separa de su vida anterior de condenaci�n y pecado. En este paralelo no hay una tipolog�a mezquina y rab�nica; todo est� bien fundamentado desde el punto de vista moral. El agua material no jug� ning�n papel en el paso del Mar Rojo: tampoco se dice que lloviera de la nube sobre los israelitas, o que tuvieran los pies hundidos en el agua.

La traves�a era para ellos como el bautismo es para el creyente, el umbral de la salvaci�n. Esta analog�a espiritual es expresada por Pablo en las palabras: y todos fueron bautizados en Mois�s. Al seguir con confianza a su l�der dado por Dios en ese momento cr�tico, se unieron estrechamente y, por as� decirlo, se incorporaron a Mois�s para convertirse en su pueblo, de la misma manera que los cristianos al ser bautizados sobre la base de la fe en Cristo. convertirse en parte de la misma planta con �l ( Romanos 6:3-5 ); ellos son desde entonces Su cuerpo.

Hay lugar para la vacilaci�n entre las dos lecturas ??????????? (el medio), se hicieron bautizar , y la pasiva ????????????, fueron bautizados. A favor de la forma media, se puede decir que los copistas podr�an haberla sustituido f�cilmente por la forma pasiva, que se usa m�s generalmente en el Nuevo Testamento al hablar del bautismo cristiano. Entonces el ap�stol requiri� sacar a relucir en este contexto la idea de la fe en Mois�s como principio activo de la conducta de los israelitas.

Aqu�, probablemente, con las palabras del Antiguo Testamento, en las que piensa el ap�stol, tenemos el �nico pasaje de la Escritura en el que se presenta al hombre como objeto de la fe; borrador �xodo 14:31 : �Y creyeron al Se�or, y a Mois�s su siervo.� Sin duda, la fe, seg�n el punto de vista de las Escrituras, s�lo puede tener un objeto divino, Dios mismo, su palabra, sus promesas, su obra; pero cuando un siervo de Dios est� absolutamente identificado con la voluntad y la obra divinas, como lo estaba Mois�s, entonces la confianza absoluta que se une a lo que es divino tambi�n puede extenderse a �l. Sin fe en la misi�n divina de Mois�s, Israel no lo habr�a seguido al desierto.

La preposici�n ?? tiene m�s bien el sentido instrumental ( por ) que el local ( en ).

Pero los jud�os no s�lo recibieron un bautismo, tambi�n participaron de una Santa Cena:

Versículos 1-4

Comienza recordando los favores otorgados a los jud�os durante y despu�s de su liberaci�n del cautiverio egipcio, y compara estos favores con los que disfrutan los cristianos. Porque la salvaci�n fundada por el ministerio de Mois�s en Israel es una y la misma obra con la salvaci�n tra�da por Cristo; y las leyes de la acci�n divina, que dirigieron la primera de estas liberaciones, son exactamente las mismas a las que est� sujeta la salvaci�n final.

Versículos 1-11

2. El ejemplo de los israelitas. 10:1-11.

Este pasaje es la continuaci�n del anterior. Lo que el ap�stol acaba de se�alar como posibilidad para s� mismo, ahora lo se�ala como una realidad en la historia del pueblo jud�o. En ellos tenemos una naci�n que, despu�s de haber sido objeto de los m�s amplios favores de Dios, favores incluso perfectamente an�logos a los que disfrutamos como cristianos, pereci� sin embargo por su fracaso en la abnegaci�n.

De hecho: 1, los israelitas que hab�an salido de Egipto hab�an participado todos en los favores extraordinarios que acompa�aron esta liberaci�n, 1 Corintios 10:1-4 ; 1 Corintios 10:2 , y sin embargo, casi todos perecieron en el desierto, 1 Corintios 10:5 ; 1 Corintios 3 , tal es la imagen de la suerte que amenaza a los corintios si hacen lo mismo, 1 Corintios 10:6-11 .

La analog�a entre este pasaje y el anterior es llamativa: esta naci�n, que hab�a salido de Egipto para llegar a Cana�n, corresponde al corredor que, despu�s de comenzar la carrera, pierde el premio, por falta de perseverancia en el sacrificio. El �nico corredor coronado por el juez del concurso es la contrapartida de los dos israelitas fieles, a quienes solo se les permiti� entrar en la Tierra Prometida.

Pero en el siguiente pasaje ya no se trata de una simple comparaci�n; es m�s grave; entramos en las realidades de la historia. El ap�stol, como se ha se�alado aqu�, se convierte en jud�o para los jud�os, como antes se hab�a convertido en griego para los griegos.

Versículos 1-22

II. La Cuesti�n considerada desde el Punto de Vista de la Salvaci�n de los Mismos Fuertes. 9:23-10:22.

As� como Pablo concluy� el desarrollo anterior dando su propio ejemplo, introduce lo siguiente de la misma manera. En 1 Corintios 9:23-27 muestra el peligro que �l mismo corr�a si se aventuraba a desviarse del austero camino de la renuncia voluntaria. Luego, en el cap. 1 Corintios 10:1-11 , presenta un segundo ejemplo a los corintios, el del pueblo de Israel cuando hab�a salido de Egipto, cuyos numerosos castigos en el desierto fueron provocados por su abandono suelto a sus lujurias.

Finalmente, 1 Corintios 9:12-22 , aplica estos ejemplos a la situaci�n actual de los corintios.

Versículos 3-4

�Y comieron todos la misma carne espiritual; 4. Y bebieron todos la misma bebida espiritual; porque bebieron de aquella Roca espiritual que los segu�a; y esa Roca era Cristo.�

As� como la Santa Cena sirve para mantener en la salvaci�n a los que han entrado en ella por la fe profesada en el bautismo, as� tambi�n los israelitas recibieron, despu�s de la liberaci�n inicial, los favores necesarios para su conservaci�n. Estos beneficios, correspondientes al pan y al vino de la Cena, fueron el man� recibido diariamente y el agua que Dios hizo brotar de una roca en dos casos de excepcional angustia.

El ep�teto ???????????, espiritual , no puede referirse a la naturaleza de estos dos dones divinos; porque eran materiales en sustancia. Podemos interpretarlo de dos maneras: o en el sentido de t�pico , si consideramos el don material como la figura de uno superior y futuro; o en el sentido de sobrenatural , en cuanto estos dones eran los productos inmediatos de la energ�a creadora, considerada como procedente del Esp�ritu Divino ( G�nesis 1:2 ; Sal 33:6).

Dudo que se puedan citar suficientes ejemplos para establecer el primero de estos dos significados; Apocalipsis 11:8 , el �nico pasaje aducido por Edwards, no es convincente. El segundo significado, por el contrario, est� en armon�a con el lenguaje b�blico en general y con el del ap�stol en particular, aunque Holsten alegue lo contrario; borrador

G�latas 4:29 . Adem�s, debe considerarse que el primer significado, al rebajar los regalos hechos a los israelitas al nivel de meras cifras, disminuir�a hasta ahora la fuerza del argumento; mientras que el segundo, al representarlos como dones milagrosos, le da una solidez adicional: �Alimento celestial, y �l no los salv�! �Agua sobrenatural, y los que la bebieron perecieron bajo condenaci�n! El pronombre ?? ????, lo mismo (alimento), no se refiere, como piensan Calvino y Heinrici, a la identidad de estos dones con los otorgados a los cristianos. El �nico punto en cuesti�n es la relaci�n de los israelitas entre s�. Todos participaron por igual de este alimento milagroso; �y dos se salvaron!

vv. 4 . Pablo aqu� se refiere a los dos eventos relacionados Exo 17:6 y N�meros 20:11 . El car�cter milagroso del agua que sali� de la roca se explica por la siguiente proposici�n ( por ); se sigue de la naturaleza espiritual de la roca de donde fluy�. Por lo tanto, la palabra espiritual no puede tener aqu� un significado exactamente similar al que ten�a en las proposiciones anteriores.

All� este ep�teto denotaba el origen sobrenatural de los dones materiales. Aplicado, como aqu�, a la fuente del agua milagrosa, s�lo puede designar la naturaleza de la roca; pues es esta naturaleza la que explica la energ�a creadora que le era inherente y los efectos sobrenaturales que pod�a producir. Para producir esta agua sobrenatural, se necesitaba una roca Divina en su naturaleza.

Varios comentaristas, R�ckert, Baur, de Wette, Meyer (1� ed.), han pensado que Pablo se estaba apropiando aqu� de la f�bula rab�nica, seg�n la cual una roca material rod� sobre colinas y valles a trav�s del desierto junto al campamento de los israelitas, de modo que como para suministrarles el agua que necesitaban; era Miriam, la hermana de Mois�s, quien sobre todo se dec�a que pose�a el secreto para obtener esta agua. Pero, �c�mo podemos imaginarnos por un momento al m�s espiritual de los ap�stoles sosteniendo y ense�ando a las Iglesias tales puerilidades? En todo caso, si bien ha querido aludir a tan rid�cula f�bula, cosa que dudamos mucho, lo ha hecho de manera que se hace palpable la amplia divergencia entre la opini�n rab�nica y la suya propia.

De hecho, el objeto de los dos ep�tetos ???????????? y ???????????, acompa�ante y espiritual , es ciertamente distinguir exactamente la Roca invisible y espiritual de la que �l mismo habla, de la roca material de la que habla el �xodo, aquella de la que el Se�or le dijo a Mois�s la primera vez: �Estar� delante de ti all� sobre la pe�a en Horeb, y golpear�s la pe�a, y saldr� agua de ella�, y la segunda vez en el desierto de Sin: �Toma la vara.

..y h�blale a la pe�a..., y har�s brotar agua de la pe�a.� Estas dos rocas ya estaban all� cuando Israel lleg� a estas localidades, y permanecieron all� cuando Israel las dej�. Pablo, por lo tanto, solo puede querer decir una cosa: que detr�s de estas rocas materiales e inamovibles, hab�a uno invisible y m�vil, el verdadero dador del agua, a saber, el mismo Cristo. Si de todos modos ese es el significado de la narraci�n del �xodo, en opini�n de Pablo, �d�nde queda lugar para un tercer tipo de roca a la vez espiritual y material y de una naturaleza totalmente incomprensible? El imperfecto ??????, bebi� , indica duraci�n, una repetici�n de casos similares; y esto porque la Roca espiritual estuvo siempre presente en la nube misteriosa que acompa�aba a Israel.

Esto es lo que expresa el ap�stol cuando a�ade: y esa Roca era Cristo. Meyer, despu�s de abandonar su primera explicaci�n, adopta la opini�n, desde su 4� ed., de que estas palabras nos obligan a sostener que Pablo consideraba la Roca como una manifestaci�n visible y real de Cristo, que acompa�� a Israel en la nube, seg�n el palabras del Targum de Isa�as ( 1 Corintios 16:1 ) y de Fil�n, quienes dicen que �la roca era sabidur�a.

Pero la idea de la encarnaci�n de Cristo en una roca es tan contraria al esp�ritu de San Pablo, que uno no puede considerarla seriamente, y 1 Corintios 10:9 representa al Cristo en el desierto actuando como representante de Jehov�, desde en medio de la nube! �No es perfectamente sencillo explicar esta figura de la que Pablo se sirve, por los numerosos dichos del Deuteronomio, en los que el Se�or es llamado la Roca de Israel: �La Roca, Su obra es perfecta� (Dt 32,4); �Israel menospreci� la Roca de su salvaci�n� (Dt 32,15); �De la Roca que te engendr� no te acuerdas� (Dt 32,18), etc.

, y por todos aquellos similares de Isa�as: �No te has acordado de la Roca de tu fortaleza� ( Isa�as 17:10 ); �en el Se�or est� la Roca eterna� ( Isa�as 26:4 )? S�lo que lo que es especial en el pasaje de Pablo es que este t�tulo de Roca de Israel, durante la historia del desierto, se atribuye aqu�, no a Jehov�, sino al Cristo.

El pasaje forma una analog�a con las palabras de Juan 12:41 , donde el ap�stol aplica a Jes�s la visi�n en la que Isa�as contempla a Adonai, el Se�or, en el templo de su gloria (cap. 6). Cristo es representado en estos pasajes, por Pablo y Juan, como preexistente antes de Su venida a la tierra, y presidiendo la historia teocr�tica.

Pulgada. 1 Corintios 8:6 , Pablo hab�a designado a Cristo como el Ser por quien Dios cre� todas las cosas. Aqu� lo representa como el Ser Divino que acompa�� al pueblo de Dios en la nube a trav�s del desierto, y que les dio las liberaciones que necesitaban. Tenemos aqu� la misma visi�n que aparece en el �ngel del Se�or , tantas veces identificado en G�nesis con el Se�or mismo, y sin embargo distinto de �l, en el Ser que es llamado en Isa�as el �ngel de su presencia ( Isa�as 63:9 ). , y en Malaqu�as el �ngel del pacto, Adonai (Mal 3,1), el Mediador entre Dios y el mundo, especialmente con miras a la obra de salvaci�n.

Es f�cil comprender la relaci�n que hay entre la menci�n de este gran hecho teocr�tico y la idea que el ap�stol quiere expresar en nuestro pasaje. La homogeneidad espiritual de las dos alianzas y de los dones que las acompa�an descansa sobre esta identidad de cabeza divina de ambas. La consecuencia pr�ctica salta a la vista: �Cristo vivi� en medio del pueblo antiguo, y el pueblo pereci�! �C�mo pod�is pensar vosotros mismos, vosotros cristianos, seguros de la misma suerte!

Est� claro que no hay buena base para sostener, como lo hace Holsten, que la segunda parte de este verso sea interpolada. Entra perfectamente en el curso del argumento.

Reuss alega que con una concepci�n de la historia como la que expresa aqu� el ap�stol, �uno se acerca mucho a ver en ella nada m�s que puras alegor�as, y no realidades�. Parece como si este cr�tico quisiera hacer de San Pablo el precursor de su propio sistema cr�tico. Olvida que una cosa es derivar una aplicaci�n moral de un hecho consumado y otra afirmar que el hecho mismo es s�lo una ilustraci�n de la idea moral.

Con justicia se ha observado que en este pasaje encontramos por primera vez la combinaci�n de los dos actos sagrados del bautismo y de la Cena del Se�or, como formando un todo completo: uno representa la gracia de entrada en la nueva vida, el otro la gracia por la cual somos sostenidos y fortalecidos en ella. La combinaci�n de estos dos actos, bajo el nombre particular de sacramentos , no es, pues, una invenci�n arbitraria de la dogm�tica.

Los israelitas, despu�s de su �xodo de Egipto, recibieron todos favores divinos an�logos aunque inferiores a los que disfrutan los mismos cristianos; y, no obstante, �qu� juicio!

Versículo 5

�Pero de la mayor�a de ellos no se agrad� Dios, porque fueron derribados en el desierto.� ????? : a pesar de tan grandes favores. Fueron derribados ..., alusi�n a N�meros 14:29 : �Tus cad�veres caer�n en el desierto�. �Qu� espect�culo es el que evoca el ap�stol ante los ojos de los corintios satisfechos de s� mismos: todos esos cuerpos, saciados de comida y bebida milagrosas, esparciendo el suelo del desierto!

Versículo 6

�Ahora bien, estas cosas fueron nuestros ejemplos, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron�.

Estas cosas: este rechazo, esta maldici�n despu�s de tales bendiciones. Ejemplos para nosotros; estrictamente: ejemplos de nosotros , es decir, de lo que nos suceder� a nosotros mismos si seguimos su ejemplo. El uso del plural (??????????) se sigue por atracci�n del predicado ?????. La palabra ?????, tipo , que proviene de ?????, golpear , denota estrictamente una impresi�n en la que se reproduce una imagen ya existente.

Pero, por extra�o que parezca, en la historia del reino de Dios, la figura que sirve para producir la impresi�n no aparece hasta despu�s de la impresi�n misma; ciertamente tiene una preexistencia relativa a �l, pero s�lo en la mente Divina. En la historia, la impresi�n derivada aparece primero, en una de las etapas inferiores de la revelaci�n, y la figura modelo no aparece hasta una �poca m�s avanzada del reino de Dios.

Para que no codiciemos ... Literalmente: �para que no seamos lustres de cosas malas�. El sustantivo (??????????) denota la disposici�n permanente, el vicio interior, mientras que los actos particulares son denotados por el verbo en aoristo (??????????).

La palabra ????????, lujuria , expresa, como lo muestra su composici�n, el movimiento del alma (?????) hacia (???) un bien que Dios no da, aspiraci�n ego�sta y descontenta.

Por cosas malas se entienden los goces que Dios no concede, ya sea porque son malos en s� mismos, o porque, siendo perfectamente leg�timos, Dios exige que se sacrifiquen al servicio del amor o de la vigilancia. La frase: deseoso de cosas malas , incluye todos los pecados siguientes , y revela su causa com�n, as� como la frase ser derribado resume todos los juicios que est�n a punto de ser enumerados.

Estos ejemplos son cuatro en n�mero; dos se refieren a los placeres que Dios rechaza, 1 Corintios 10:7-8 ; dos a los sentimientos de irritaci�n y rebeli�n provocados por esta negativa, 1 Corintios 10:8-9 .

Versículos 6-11

De estos hechos el ap�stol deriva esta lecci�n: Las mayores bendiciones pueden resultar en los mayores juicios.

Versículos 7-8

�Ni se�is id�latras, como algunos de ellos; como est� escrito: El pueblo se sent� a comer y a beber, y se levant� a jugar. 8. Ni cometamos fornicaci�n, como cometieron algunos de ellos, y cayeron en un d�a veintitr�s mil.�

El ????, tampoco , conecta esta proposici�n estrechamente con la precedente; pasamos de la lujuria a los actos en los que busca su satisfacci�n.

El ejemplo citado es el del culto del becerro de oro, y de la fiesta profana que le sigui�, �xodo 32 . El verbo ???????, estrictamente: jugar , se usa especialmente para bailar.

vv. 8 _ El peligro de la fornicaci�n siempre estuvo relacionado con la idolatr�a. En Corinto, por lo tanto, podr�a seguir f�cilmente a la participaci�n en las fiestas de sacrificio.

El ejemplo citado es el mencionado en N�meros 25 , donde, seg�n el consejo traidor de Balaam, los israelitas fueron seducidos a un sacrificio ofrecido por los madianitas al dios Baal-Peor, y donde se dejaron arrastrar a este pecado.

El Antiguo Testamento relata ( 1 Corintios 10:9 ) que 24.000 perecieron de la plaga, infligida por la ira del Se�or. San Pablo habla s�lo de 23.000. Podr�amos admitir un error de memoria. Pero la cifra de 24.000 se reproduce exactamente en Philo and Josephus and the Rabbins. �Debemos suponer que Pablo no conoc�a su historia sagrada tan bien como ellos? El mismo hecho nos impide suponer una variante en el texto del Antiguo Testamento.

�No podemos sospechar aqu� una pieza de refinamiento rab�nico, similar a los cuarenta azotes menos uno , de los que se habla en 2 Corintios 11:24 ? Para evitar el riesgo de exageraci�n, se hab�a convertido en costumbre, podemos suponer en la ense�anza oral, hablar de 23.000 en lugar de 24.000 (ver Calvino).

La transici�n de la segunda persona ( que no se�is , 1 Corintios 10:7 ) a la primera ( que no nos comprometamos ) parece surgir del hecho de que el segundo peligro era mucho m�s com�n que el primero, y podr�a aplicarse a los cristianos. en general.

Versículos 9-10

�Ni tentemos al Cristo como algunos de ellos le tentaron, y fueron destruidos por las serpientes; 10. Ni murmur�is como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor.�

El primero de los dos pecados contra los que indirectamente se pone en guardia a los corintios en estos vers�culos, es evidentemente el descontento que sienten por la abnegaci�n que exige su vocaci�n cristiana. El ejemplo citado es el de los israelitas descontentos con el alimento al que son reducidos en el desierto, y que son castigados con el azote de las serpientes ardientes (N�m 21,5 ss).

La expresi�n tentar a Dios , tan usada en la Escritura, significa: poner a prueba a Dios, probar si manifestar� su bondad, poder y sabidur�a, o socorri�ndonos de un peligro al que nos hemos expuesto temerariamente, o liber�ndonos de una dificultad que nosotros mismos hemos creado voluntariamente al contar con �l, o perdonando un pecado por el cual previamente hab�amos descontado Su gracia.

Este, seg�n el punto de vista b�blico, es uno de los pecados m�s grandes que el hombre puede cometer. Los jud�os lo cometieron en el desierto con sus murmuraciones, porque as� buscaban desafiar el despliegue del poder divino al servicio de sus deseos. Los corintios, a su vez, lo cometieron al llevar al extremo el uso de su libertad cristiana con respecto a las fiestas paganas. �Podr�a nuestro cristianismo, dec�an, realmente prohibirnos esos placeres? �No es Dios capaz de evitar que caigamos incluso en tales circunstancias? Y aunque cay�ramos, �no estar�a lista su gracia para perdonarnos y resucitarnos? Pretend�an as� hacer que Dios se moviera a su antojo, incluso si fuera necesario obrar milagros de poder o de misericordia para salvarlos.

De las tres lecturas ??? ??????, el Se�or , ??? ???????, el Cristo , y ??? ????, Dios , la �ltima debe dejarse de lado sin dudarlo; s�lo tiene a su favor el Alejandrino; es una correcci�n siguiendo la habitual frase b�blica de tentar a Dios. Los otros dos vienen a lo mismo en cuanto a sentido; porque el t�rmino el Se�or siempre denota a Cristo en el Nuevo Testamento cuando no se encuentra en una cita del Antiguo.

Podr�a decirse a favor de la lectura del Se�or , que explica m�s f�cilmente las otras dos; pero a favor de Cristo , tenemos, primero, el acuerdo de las dos familias greco-latina y bizantina, luego la forma m�s extraordinaria y la mayor dificultad de la expresi�n, finalmente, su conveniencia en la aplicaci�n del dicho a los corintios. y la comparaci�n de 1 Corintios 10:4 .

Esta lectura tambi�n es preferida por Osiander, Reuss, Heinrici, Hofmann, etc. Para conocer su significado, ver com. 1 Corintios 10:4 .

vv. 10 _ Aqu� est� la cuarta transgresi�n de la que habla San Pablo: la murmuraci�n contra Mois�s y Aar�n. El hecho que cita es el relacionado con N�meros 16 ; la rebeli�n de Cor�, Dat�n y Abiram, como consecuencia de la cual una plaga repentina destruy� a los que despreciaban a los siervos del Se�or. Algunos han pensado en el hecho relatado N�meros 14 , donde, a consecuencia del informe de los esp�as enviados a Cana�n, el pueblo murmur� y se rebel�.

Pero este pecado no fue seguido por ning�n juicio inmediato; se convirti� en la ocasi�n de la sentencia pronunciada sobre los que ten�an m�s de veinte a�os cuando salieron de Egipto, una sentencia que se ejecut� lentamente durante todo su viaje por el desierto. La intervenci�n del �ngel destructor indica una plaga repentina y mortal; esta circunstancia ciertamente no se menciona en la narraci�n del castigo de Cor� y sus compa�eros; pero se supone por el t�rmino maggepha, la plaga , v.

48 (texto hebreo, 17,13), que san Pablo interpreta por �xodo 12:23 . Al citar este ejemplo, ciertamente tiene en cuenta la irritaci�n que siente un grupo de los corintios contra s� mismo, sus colaboradores y los l�deres del reba�o que junto con ellos desaprueban participar en los regocijos paganos.

Este grupo se irrit� por su severidad, que dio lugar a una situaci�n tan dolorosa para los cristianos en relaci�n con sus amigos, y pregunt�, como lo hicieron Cor� y sus seguidores con respecto a Mois�s y Aar�n, si la autoridad que ejerc�an sobre la Iglesia no era una usurpacion?

De las dos lecturas murmuremos y murmuremos , debe preferirse la primera, en primer lugar, porque probablemente la segunda surge de una asimilaci�n de este verbo a los verbos de 1 Corintios 10:8-9 ; y luego, porque tenemos aqu� una admonici�n del todo especial, aplicable s�lo a la Iglesia de Corinto, como la de 1 Corintios 10:7 , donde ya se usaba la segunda persona. El imperfecto ?????????, que perece , es preferible al aor. ????????, pereci�; nos hace testigos, por as� decirlo, de la escena l�gubre.

Versículo 11

�Todas estas cosas les sucedieron por ejemplo, y est�n escritas para nuestra amonestaci�n, sobre quienes ha llegado el fin del mundo.�

Este vers�culo es el resumen de todos los ejemplos anteriores; hecho que nos lleva a preferir la lectura del Sina�t. y del Greco-Lat., que conserva e incluso coloca en primer lugar la palabra ?????, todos.

Las dos lecturas ?????, �como tipos �, y ???????, t�picamente , tienen el mismo significado; pero el segundo es preferible, primero, porque se lee en MSS. de las tres familias; y luego porque la palabra ??????? no aparece en ning�n otro lugar. El sustantivo ????? probablemente proviene de 1 Corintios 10:6 .

De las dos lecturas ?????????? y ??????????, la primera va mejor con ?????, la segunda con ???????.

El ap�stol no quiere decir que estos hechos no sucedieran realmente, como se ha insinuado, sino que ten�an un alcance m�s all� de su significado inmediato. La compilaci�n b�blica de los hechos de la historia sagrada tiene el mismo fin que la historia misma. El mismo Dios que dirigi� esta �ltima quiso que se pusiera por escrito con miras a aquellos que vivir�an en la �ltima �poca del mundo, y para quienes aquellos hechos, sin la Escritura, ser�an como si no lo fueran.

La palabra ???????? significa: reprensi�n, correcci�n , 2 Timoteo 3:16-17 . Esto es lo que los corintios necesitaban en ese momento.

?? ???? ??? ??????, literalmente los fines de las edades , es un t�rmino correspondiente a acharith hajjamim, el fin de los d�as , en los profetas; borrador las expresiones los �ltimos tiempos (1Pe 1,20), y la �ltima hora (1Jn 2,18). Es la dispensaci�n del Mes�as que para nosotros se divide en dos per�odos, confundidos en uno a los ojos de los profetas, el de su reino puramente espiritual y el de su reino de gloria.

Pablo est� aqu� hablando de lo primero. Las edades , ??????, denotan toda la serie de per�odos hist�ricos, y el t�rmino � los fines de las edades�, muestra que el mismo per�odo mesi�nico contendr� una serie de fases.

El verbo ????????, encontrarse , representa las eras que se suceden en la dispensaci�n final, viniendo al encuentro de los vivos. Debemos preferir la perfecta ?????????? de Alex. lectura al aoristo del TR; Pablo no quiere hablar del encuentro en s� mismo, sino de todo el estado de cosas constituido por esta constante proximidad del fin. Este �ltimo per�odo es el m�s solemne de todos, porque es durante su curso que las leyes del Reino Divino, imperfectamente manifestadas en per�odos anteriores, despliegan sus efectos concluyentes.

Antiguamente bendiciones y juicios, todos tienen s�lo un car�cter provisional y figurativo. Con el per�odo final de la historia, todo, ya sea para bien o para mal, toma un valor decisivo y eterno. Es por eso que todo lo que sucedi� en tiempos pasados ??tuvo lugar con miras a nosotros, a quienes nos ha tocado vivir en esta �ltima hora (???? ??? ???).

El ap�stol mismo no sab�a la duraci�n de este per�odo final, que en su mente coincid�a con el desarrollo de la Iglesia; pero la frase: los fines de los siglos , muestra que no lo consider� tan corto como com�nmente se alega; ver com. 1 Corintios 7:29 .

Versículos 12-13

��As� pues, el que piensa estar firme, mire que no caiga! 13. No os ha sobrevenido ninguna tentaci�n sino la humana; pero fiel es Dios, que no permitir� que se�is tentados m�s de lo que pod�is; antes bien, junto con la tentaci�n, preparar� una salida, para que se�is capaces de sobrellevarla.�

El ????, de modo que , que traducimos as� entonces , indica que esta exhortaci�n a la vigilancia es la inferencia que debe extraerse de los ejemplos anteriores. Hay aqu� en el t�rmino ??????, pensar , una noci�n, no de ilusi�n, sino de presunci�n. Pablo admite en efecto que la persona a la que se dirige est� de pie , pues luego habla del peligro en que se encuentra de caer; pero la pretensi�n misma de estar de pie puede conducir al descuido de la vigilancia y, por lo tanto, a una ca�da.

????????, infinitivo perfecto contra�do para ????????? o ?????????. Las dos figuras de estar de pie y caer no representan el estado de gracia o condenaci�n, sino el estado de fidelidad o pecado; borrador Romanos 14:4 .

vv. 13 _ Este vers�culo es sin duda uno de los m�s dif�ciles de toda la Ep�stola, al menos en cuanto a la conexi�n l�gica que lo une a lo que precede ya lo que sigue. Esto es muy evidente cuando estudiamos los comentarios. Muchos comentaristas (Meyer, Heinrici, Holsten, Beet) encuentran aqu� un est�mulo adecuado para suavizar la severidad de la advertencia de 1 Corintios 10:12 , en este sentido: �Y f�cil os es estar vigilantes para no caer; porque vuestras tentaciones anteriores no han excedido hasta ahora vuestras fuerzas, y si fueran a�n mayores, la fidelidad de Dios os es prenda de que no las superar�n en el futuro.

La ausencia de la part�cula ?? al comienzo del verso me parece incompatible con este significado. Adem�s, los corintios ten�an m�s necesidad de ser amonestados que tranquilizados. Finalmente, y sobre todo, el as�ndeton con el contexto precedente nos lleva m�s a esperar una reafirmaci�n enf�tica de la necesidad de vigilancia, que un est�mulo. Esto ha sido sentido por los antiguos comentaristas griegos, Cris�stomo, etc.

, y varios modernos, como Bengel, Olshausen, R�ckert, Neander y, en cierta medida, Edwards. El significado, seg�n ellos, es este: �Cuidado tanto m�s cuanto que a�n no est�is fuera de peligro. Hasta ahora no hab�is sido muy tentados� (Edwards: �A�n no ha pasado� la longitud de la sangre, de la persecuci�n; Hebreos 12:4 ); pero �c�mo ser� si os sobrevienen tentaciones m�s fuertes que las primeras? Dios, sin duda, seguir� protegi�ndote, pero con la condici�n de que vigiles.

�Pero no es muy complicada toda esta serie de ideas? Entonces, la fuerza con la que se expresa la fidelidad de Dios en la segunda parte del vers�culo no est� de acuerdo con un sentido tan amenazador. El siguiente, seg�n me parece, es el verdadero orden de los pensamientos del ap�stol: �Si cayereis as� ( 1 Corintios 10:13 ), no tendr�ais excusa; porque las tentaciones que os hab�is encontrado hasta ahora no han sido de naturaleza irresistible, y en cuanto a las que os puedan sobrevenir en el futuro, Dios est� siempre listo para sosteneros y salvaros en el tiempo del peligro.

La conclusi�n se extrae en 1 Corintios 10:14 : �Guardaos, pues, de arrojaros en tentaciones a las que no est�is expuestos por Dios mismo, y a las que ciertamente sucumbir�is�. Este significado me parece ser casi el de Hofmann. Hay que hacer comprender a los corintios que no corren peligro de pecar y de apartarse de la fe, si s�lo tienen que hacer frente a las tentaciones que Dios les asigna, pero que no tienen garant�a alguna de victoria en el caso de las tentaciones en las que se lanzan con despreocupaci�n. Por lo tanto, el pasaje es a la vez un est�mulo con respecto al primero y una grave advertencia con respecto al segundo.

El t�rmino ?????????, prueba, tentaci�n , comprende todo lo que pone a prueba la fidelidad moral, si esta prueba tiene por fin manifestar y fortalecer la fidelidad es en este sentido que Dios puede tentar, G�nesis 22:1 ; Deuteronomio 13:3 ; o si busca hacer caer al hombre en pecado es en este sentido que Dios no puede tentar, Santiago 1:13 , y que el diablo siempre tienta.

Tambi�n puede suceder que el mismo hecho caiga a la vez en estas dos categor�as, como por ejemplo, la tentaci�n de Job, que por parte de Satan�s ten�a por fin hacerle caer, y que Dios, por el contrario, permiti� con el punto de vista de sacar a la luz la fidelidad de Su siervo, y de elevarlo a un grado m�s alto de santidad y conocimiento. Incluso hay casos en que Dios permite que Satan�s tiente, no sin consentir que alcance su fin de inducir al pecado.

As� en el caso de David, 1 Cr�nicas 21:1 ; borrador con 2 Samuel 24:1 . Es entonces cuando la soberbia del hombre ha llegado a tal punto que es un obst�culo mayor para la salvaci�n que la comisi�n de un pecado; Entonces Dios se sirve de una ca�da para quebrantar este coraz�n orgulloso por la humillante experiencia de su debilidad. Indudablemente, tal es el significado en el que debemos decir: �No nos dejes caer en tentaci�n�. Estas observaciones encontrar�n su aplicaci�n en la continuaci�n inmediata.

Es posible referir el t�rmino ??????????, humano , al origen de la tentaci�n. No hay ninguna de vuestras tentaciones que no haya venido del hombre, ya sea del coraz�n malvado y de sus concupiscencias naturales, o del ejemplo de otros pecadores. Las tentaciones de las que as� habla Pablo se opondr�an a las que vienen de Dios, o m�s bien a las que tienen por autor a Satan�s.

Y ciertamente el contexto podr�a hacernos pensar en las tentaciones diab�licas a las que los corintios no tem�an exponerse cuando participaban en aquellas fiestas donde el soplo de Satan�s difund�a una atm�sfera toda impregnada de idolatr�a y sensualidad; �Dios nunca te ha puesto en posiciones tan diab�licas; sois vosotros los que los busc�is.� Este significado ser�a bastante natural en el contexto; pero las siguientes palabras del vers�culo parecer�an en este caso destinadas a animar a los corintios a enfrentarse a tales peligros mediante la promesa del socorro divino, que es imposible cumplir.

Por lo tanto, es mejor, con la mayor�a de los comentaristas, aplicar el ep�teto humano a la naturaleza de la tentaci�n: �Una tentaci�n proporcionada a la fuerza del hombre�; pero sin aislar al hombre de Dios, pues s�lo Dios puede dar al hombre la victoria incluso en la m�s m�nima tentaci�n. Y para dar cuenta m�s plenamente de esta expresi�n sin precedentes, �no debemos contrastarla con una tentaci�n angelical ? Supongamos que los corintios, impacientes por las exacciones del ap�stol, en su mal humor se expresaran as�: ��Deber�amos necesitar ser �ngeles para vivir como �l exige!� �No�, respond�a Paul; �No os pido sacrificios sobrehumanos en nombre de vuestra profesi�n cristiana.

Tu fe no te ha puesto en una situaci�n que un hombre d�bil no pueda soportar; pero Dios es fiel, y mide la tentaci�n a la cantidad de fuerza.� Luego el ap�stol agrega que si la situaci�n se tornara tan dif�cil que pareciera totalmente intolerable, la fidelidad de Dios se manifestar�a poniendo fin a tal situaci�n. As� todo me parece encontrar su conexi�n natural.

Las palabras ???? ? ???????, m�s all� de lo que pod�is , vienen como una sorpresa. �Tiene entonces el hombre alg�n poder? Y, si de lo que se trata es de lo que el hombre puede hacer con la ayuda divina, �no es ilimitado el poder de esta ayuda? Pero no hay que olvidar que si el poder de Dios es infinito, la receptividad del creyente es limitada: limitada por la medida del desarrollo espiritual que haya alcanzado, por el grado de su amor a la santidad y de su celo en la oraci�n. , etc.

Dios conoce esta medida, quiere decir Pablo, y proporciona la intensidad de la tentaci�n al grado de poder que el creyente es capaz de recibir de �l, como el mec�nico, si se nos permite tal comparaci�n, proporciona el calor de la tentaci�n. el horno a la potencia resistente de la caldera. Es evidente por las palabras: con la tentaci�n , que Dios coopera con ella en el sentido del que hemos hablado m�s arriba, y esta es precisamente la raz�n por la cual �l tambi�n puede poner fin a ella en cualquier momento que �l quiera.

El problema , ???????, se puede obtener de dos formas. O Dios por su providencia puede poner fin a la situaci�n misma, o por un rayo de luz de lo alto puede librar al coraz�n del creyente del encanto fascinante que ejerce sobre �l el objeto tentador, y cambiar en repugnancia la atracci�n seductora que ejerce sobre �l. ejercido De los dos caminos, la lucha a muerte entre la inclinaci�n y el deber resulta en la victoria del creyente.

La conclusi�n es esta: �Teniendo la victoria asegurada sobre las tentaciones que Dios os env�a, no busqu�is arrojaros en las que �l no env�a� ( 1 Corintios 10:14 ).

Hofmann observa correctamente que nada hizo que la ruptura del pagano convertido con su pasado y con su entorno fuera tan evidente como su negativa a participar en las fiestas de sacrificio. Y as�, muchos corintios trataron de persuadirse a s� mismos de que podr�an armonizar esta participaci�n con su profesi�n cristiana. �No hab�an declarado la nada de los �dolos? Tal fiesta, por lo tanto, ya no ten�a para ellos el car�cter de un sacrificio; era un acto puramente social, al que se aplicaba la gran m�xima de la libertad cristiana respecto a las cosas exteriores: �Todo me es l�cito.

Pablo bien sab�a que aqu� estaba el sacrificio m�s dif�cil de obtener. En consecuencia, �con qu� prudencia procede! Todo su manejo de la cuesti�n es una obra maestra de la estrategia. En caps. 8 y 9 trata a los corintios como fuertes; s�lo por amor a sus hermanos les pide que se nieguen a s� mismos las carnes ofrecidas a los �dolos; los alienta describiendo los sacrificios que ha hecho y est� haciendo diariamente por las Iglesias y el evangelio.

Luego, de repente ( 1 Corintios 9:23 ) pasa a un orden completamente nuevo de consideraciones: �Y si obro as�, agrega, �es tambi�n por mi propia salvaci�n, la cual ciertamente comprometer�a obrando de otra manera. .� Luego demuestra la realidad de este peligro con el caso de los israelitas que atrajeron sobre s� mismos la condenaci�n divina al rebelarse contra la abnegaci�n que les impuso la vida en el desierto.

��Tened tambi�n vosotros, pues, miedo de caer rehusando a Dios los sacrificios que �l os pide!� En este punto, despu�s de haberlos encerrado gradualmente en su red, de una sola vez ata el nudo por tanto tiempo preparado, y finalmente pronuncia en 1 Corintios 10:14 la palabra decisiva:

Versículos 12-22

3. La aplicaci�n de estos ejemplos a la Iglesia de Corinto. 1 Corintios 10:12-22 .

Se cierra el paralelo que el ap�stol se hab�a propuesto trazar entre israelitas y cristianos. Ahora hace la aplicaci�n pr�ctica de ella al estado espiritual de los corintios, una aplicaci�n que tiene, en primer lugar, un car�cter general ( 1 Corintios 10:12-13 ), pero que pronto pasa m�s especialmente al punto importante que Pablo tiene a la vista desde 1 Corintios 9:23 , la participaci�n en los banquetes de sacrificio ( 1 Corintios 10:14-22 ).

Versículos 14-15

�Por tanto, amados m�os, huid lejos de la idolatr�a. 15. Hablo como a sabios; juzgad lo que digo.

El discurso tan lleno de ternura: mi amada m�a , expresa cu�nto le cuesta verse obligado a imponerles un sacrificio que sabe tan doloroso.

??????, precisamente por esto: porque pod�is contar con la ayuda de Dios en las tentaciones que �l mismo os se�ala, pero no en las dem�s.

La expresi�n: huir lejos de , ciertamente se usa intencionalmente. En un pasaje similar, 1 Corintios 6:18 , Pablo hab�a usado el verbo huir simplemente con el sustantivo como objeto. Si aqu� interpone la preposici�n ???, lejos de , es para decirles, no s�lo que huyan de la idolatr�a misma (eso hubiera sido superfluo), sino que huyan lejos de todo lo que se le acerque o pueda conducir a ella. Las fiestas de los sacrificios no eran del todo idolatr�a, pero bordeaban la misma y pod�an llevar a caer en ella.

vv. 15 _ Luego apela a su propio juicio. Porque �l tendr�a la decisi�n de proceder de su conciencia. Los corintios se jactan de sabidur�a; �l apela a esta misma sabidur�a. La segunda proposici�n de este verso ha sido a veces tomada como objeto del verbo del primero: �Os ruego como gente inteligente que juzgu�is lo que digo�. Pero es mucho m�s natural tomar como objeto del verbo digo todo el argumento que sigue en el pasaje, 1 Corintios 10:16-22 : �Procedo a exponeros mi pensamiento; juzguen ustedes mismos lo que adelanto.

Sobre el t�rmino ????, ver com. 1 Corintios 7:29 . �l no les impondr�a nada; pero procede a someterles ciertas premisas que no pueden contradecir, y de las cuales se seguir� una consecuencia, que no pueden rechazar, sin rechazar esas premisas mismas.

El siguiente pasaje descansa sobre estos principios: que cualquier acto religioso cualquiera que sea nos pone en comunicaci�n con el mundo espiritual, que �ste ejerce un poder, y que la naturaleza de la influencia as� ejercida depende cada vez del car�cter del Ser invisible al que el As� se aborda la adoraci�n. As�, la Santa Cena trae al creyente bajo la influencia de Cristo ( 1 Corintios 10:16-17 ); el sacrificio jud�o pone al israelita en contacto con el altar de Jehov� ( 1 Corintios 10:18 ); y la fiesta del sacrificio pagano pone al hombre bajo la influencia de los demonios cuyas artes han dado origen a la idolatr�a.

Versículos 16-17

�La copa de bendici�n que bendecimos, �no es la comuni�n de la sangre de Cristo? El pan que partimos, �no es la comuni�n del cuerpo de Cristo? 17. Puesto que el pan es uno solo, nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo, pues todos somos part�cipes de un solo pan. La Santa Cena es, en el Nuevo Testamento, la acci�n correspondiente a la fiesta que completaba la ofrenda de paz en el Antiguo.

Una vez ofrecido el sacrificio, el adorador jud�o con su familia celebraba una fiesta sagrada en el atrio del templo, en la que participaba el sacerdote, y en la que se com�a en com�n la parte de la v�ctima no consumida en el altar. Era en cierto modo la prenda de la reconciliaci�n que el Se�or daba al pecador en su restauraci�n a la gracia. As� la v�ctima sacrificada es comida por el creyente en la Cena del Se�or en se�al de reconciliaci�n, y el resultado de este acto es la formaci�n de una verdadera comuni�n por parte del adorador, primero con la v�ctima ( 1 Corintios 10:16 ), luego tambi�n con todos los dem�s adoradores ( 1 Corintios 10:17 ).

Como en la segunda proposici�n de 1 Corintios 10:16 el acusativo ?????, el pan , es una atracci�n que surge del siguiente ??, Meyer, Hofmann, Holsten, etc., han pensado que debe ser as� tambi�n con ?? ????????, la copa , en la primera proposici�n. Pero esta raz�n s�lo ser�a v�lida si se colocara primero la proposici�n relativa al pan; leyendo el texto tal como est�, es imposible tomar ?? ???????? de otra manera que no sea como nominativo.

El genitivo ????????, de bendici�n , debe contener una alusi�n a la famosa copa de la fiesta pascual, que lleva el nombre de cos habberakia , la copa de bendici�n; era la tercera que el padre de familia hac�a circular en el transcurso de la fiesta; lo hizo mientras pronunciaba sobre �l una oraci�n de acci�n de gracias por todos los beneficios de Dios en la naturaleza y hacia Israel. Jes�s hab�a reproducido este rito en la instituci�n de la Santa Cena, pero sustituyendo, sin duda, la acci�n de gracias israelita por una oraci�n de agradecimiento por la salvaci�n, m�s alta que la liberaci�n de Egipto, que estaba a punto de efectuar con su muerte, fundamento del nuevo pacto.

Por lo tanto, el significado es: "La copa sobre la cual el Se�or pronunci� la acci�n de gracias que repetimos cuando celebramos esta ceremonia". Algunos le dan al genitivo ???????? un significado activo: �La copa que produce bendici�n�. Heinrici compara, en sentido an�logo, Salmo 116:13 : �la copa de salvaci�n�, e Isa�as 51:17 : �la copa de furor�; explica as� este complemento: �La copa que contiene la bendici�n de Cristo.

Este significado es menos natural en s� mismo; y luego, no responde al significado de la expresi�n hebrea correspondiente. S�lo hay una raz�n que podr�a llevarnos a aceptarlo, el deseo de escapar de una tautolog�a con la siguiente frase: los que bendecimos. No podr�amos escapar de esta torpeza si, con Meyer, consider�ramos esta �ltima expresi�n como s�lo la par�frasis explicativa del ??? ????????, de bendici�n.

Tal repetici�n ser�a superflua. Adem�s, Pablo habr�a requerido decir en este caso ???? ?? ( por lo cual ), y no ?, � que bendecimos�. Este pronombre en acusativo muestra precisamente que estas palabras contienen una idea nueva. No s�lo Dios fue bendecido por esta copa, s�mbolo de salvaci�n; pero la copa misma fue bendecida como representaci�n de lo que Cristo hab�a sostenido en Su mano cuando instituy� la Cena y dijo: �Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre.

El complemento: de bendici�n , expresa la idea: ��Bendito sea Dios por esta copa!�. y las palabras: que bendecimos , esto: "�Bendita sea esta copa para nosotros!" compensaci�n la frase Lucas 9:16 : Bendijo los panes. Fue por esta bendici�n o consagraci�n de la copa como un signo figurativo de la sangre de la redenci�n que la copa se convirti� para la conciencia de la Iglesia en el medio de participaci�n en la sangre de Cristo.

El plural: bendigamos , alude al am�n por el cual la Iglesia se apropi� de la f�rmula de la consagraci�n. En la �poca de Justino (mediados del siglo II), era el presb�tero, presidiendo la asamblea, quien realizaba este acto; no podemos decir si ya era as� en tiempos del ap�stol. La Didache (??????) de los Doce Ap�stoles , describiendo la ceremonia de la Cena (cap. 9), no nos dice nada sobre este punto.

En la proposici�n principal, la noci�n de ser (????) ciertamente no es la idea esencial en opini�n de Pablo, como si quisiera insistir y decir: �es realmente. En este sentido la palabra ???? habr�a requerido ser colocada en primer lugar ambas veces, antes del predicado ????????, la comuni�n. El �nfasis est� en el predicado: la comuni�n.Con este t�rmino ????????, �quiere el ap�stol designar una participaci�n material en la sangre de Cristo, o una participaci�n moral en su eficacia ben�fica y saludable para la expiaci�n de los pecados? En el primer caso debemos sostener que como efecto instant�neo de la consagraci�n se realiza un acto f�sico, ya sea bajo la forma de una transubstanciaci�n, que hace del vino la sangre misma de Cristo, o bajo la forma de una conjunci�n de la sangre con el vino de la Cena.

Pero si la sangre real de Cristo fue en una de estas dos formas ofrecida al comulgante, este elemento tan esencial del rito ciertamente habr�a faltado la primera vez que se celebr� cuando Jes�s lo instituy�; porque su sangre, no siendo a�n derramada, no pod�a ser comunicada a los ap�stoles. La referencia, por lo tanto, solo podr�a ser a la sangre de Su cuerpo glorificado. Pero el Ap�stol Pablo ense�a expresamente que la sangre, como principio corruptible, no entra como elemento en el cuerpo glorificado ( 1 Corintios 15:50 ).

Las dos teor�as, la cat�lica y la luterana, nos parecen anuladas por esta simple observaci�n. Por otra parte, las palabras del ap�stol no pueden denotar simplemente, como han supuesto algunos comentaristas, la profesi�n de fe que hace el comulgante en la virtud expiatoria de la sangre de Cristo, y la acci�n de gracias con la que acompa�a esta profesi�n. �Qu� quiere probar Pablo al apelar aqu� a la analog�a de la Santa Cena? Quiere demostrar, por la influencia saludable que la comuni�n ejerce sobre el coraz�n del creyente, que los demonios ejercen una influencia perniciosa sobre el que toma parte en las fiestas sacrificiales de los paganos.

La Santa Cena no es, por tanto, seg�n la visi�n del ap�stol, un simple acto de profesi�n y acci�n de gracias por parte del creyente. Es, al mismo tiempo, participaci�n real de la gracia comprada por Cristo, y que �l comunica al alma devota del comulgante. Esta concepci�n es una especie de concepci�n intermedia entre las dos opiniones opuestas que acabamos de dejar de lado, una concepci�n del tipo que Calvino trat� de formular.

Especialmente en cuanto a la copa, la comuni�n es una participaci�n eficaz en la expiaci�n realizada por la sangre de Cristo y en la reconciliaci�n con Dios que nos es as� asegurada; es nuestra toma en posesi�n de esa remisi�n de los pecados, de la que habl� el mismo Jes�s al pasar el c�liz, y por la cual somos colocados en la atm�sfera pura y luminosa de la adopci�n divina.

El acusativo ??? ?????, el pan , se explica por la atracci�n del siguiente pronombre ?? ( Mateo 21:42 ). Est� ocasionado por el hecho de que el pan se contempla aqu� en su estrecha relaci�n con el acto como un todo; el pan solo aparece como partido.

Las palabras no se usan en relaci�n con el pan, ni con la acci�n de gracias, ni con el acto de consagraci�n, sino �nicamente con su fracci�n. Es as�, sin duda, para evitar repeticiones; porque tambi�n el pan estaba consagrado con acci�n de gracias. Esto se desprende del pasaje de Justino en el que llama a la Santa Cena: ? ?????????????? ?????, el alimento eucar�stico, por el que se da gracias, as� como en un per�odo a�n anterior, de la Doctrina de los Doce Ap�stoles , en la que hay menci�n expresa de la doble acci�n de gracias por la copa y el pan en las primitivas Iglesias judeocristianas.

El plural ??????, partimos , o sugiere la participaci�n moral de toda la iglesia en este acto que el presidente realiz� en memoria de Jes�s partiendo el pan para los disc�pulos, o supone una forma como la que prevalece en las Iglesias donde cada comulgante parte �l mismo. de un trozo de pan que pasa de uno a otro. El t�rmino ????????, comuni�n , se repite en relaci�n con el pan; es, de hecho, la noci�n que une los dos actos en uno, y de la que ha surgido el nombre ordinario del sacramento, la comuni�n.

Holsten cree que puede aplicar esta palabra a la relaci�n formada entre los creyentes por la participaci�n en la Cena. Esto es violentar el t�rmino que denota el lado interior de la participaci�n de los creyentes en el sacramento; borrador 1 Corintios 1:9 . La idea de la relaci�n entre comulgantes no vendr� hasta 1 Corintios 10:17 , como corolario de la idea de su uni�n con Cristo.

Es para llegar al mismo significado de ???????? que algunos comentaristas, como Erasmo, Zwingle, etc., han aplicado aqu� el t�rmino ???? ???????, el cuerpo de Cristo , a la Iglesia, la comunidad de los que creen en Cristo. Esta explicaci�n es tan insostenible como la de Holsten. Es incompatible con la proposici�n paralela relativa a la sangre de Cristo; a este respecto, es bastante cierto que el cuerpo de Cristo s�lo puede denotar el organismo f�sico que Cristo pose�a aqu� abajo, un organismo representado por el pan partido en la Cena, y del cual la sangre, tomada literalmente, era la vida.

La comuni�n del creyente con el cuerpo del Se�or a�ade un elemento nuevo a la comuni�n con Cristo, fundada en la participaci�n de su sangre; la segunda es participaci�n en un beneficio comprado por �l, el de la reconciliaci�n; la primera es participaci�n en su persona, la asimilaci�n de la sustancia misma de su ser. En la sangre, representada por la copa, contemplamos y nos aplicamos a Cristo muerto por nosotros; en el cuerpo, representado por el pan, nos apropiamos de Cristo que vive en nosotros.

Nuestra comuni�n con este cuerpo partido por nosotros, y luego glorificado, es por lo tanto de una naturaleza m�s �ntima, m�s directa, m�s viva que la comuni�n con la sangre. El mismo San Pablo ha expresado este profundo hecho en toda su fuerza y ??realidad en las palabras: �Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en m� ( G�latas 2:20 ).

Sin duda este hecho es sobre todo de naturaleza espiritual; es su santa persona a quien su Esp�ritu hace vivir en nosotros; pero esta persona espiritualmente santa es al mismo tiempo una persona corporalmente glorificada, y el mismo Pablo nos ense�a que estamos en una relaci�n viva con ella, similar a aquella por la cual nuestra descendencia natural nos une al primer Ad�n ( 1 Corintios 15:48-49 ).

La participaci�n en Su cuerpo glorificado se sigue as� de la comuni�n con Su santa persona por el poder del Esp�ritu. Si es as�, encontramos aqu�, aunque Holsten intenta mostrar lo contrario, el mismo grupo de pensamientos que en Juan, cuando, en el cap. 6, Jes�s habla de la necesidad de comer Su carne y beber Su sangre para tener vida y resucitar en el �ltimo d�a ( Juan 6:39-40 ; Juan 6:44 ; Juan 6:54 ).

Es cierto, Juan usa la palabra carne en vez de cuerpo. Pero esto se debe a que quiere designar la sustancia en relaci�n con la idea de comer , que es naturalmente la dominante en el contexto (despu�s de la multiplicaci�n de los panes); mientras que Pablo habla del cuerpo , como un organismo, y eso en relaci�n con la noci�n de quebrantamiento , que es particularmente prominente tanto en este pasaje como en 1 Corintios 11:24 . Esto no muestra ninguna diferencia de punto de vista, sino s�lo de relaci�n.

Se ha preguntado por qu� en nuestro pasaje se coloca la copa delante del pan, mientras que en el cap. 11, y en la instituci�n de la Santa Cena encontramos el orden inverso. Meyer responde: Porque la idea de pan permiti� una transici�n a la de la carne de los sacrificios jud�os y paganos, de la que se habla inmediatamente; Hofmann: Porque el vino jugaba el papel principal en las fiestas paganas y, por lo tanto, requer�a que se le pusiera en primer lugar.

Edwards, casi lo mismo: Quiz�s porque las comidas de sacrificio eran m�s bien ???????? que ????????. Me inclino a pensar que Pablo, hablando aqu� en nombre de la conciencia cristiana, pone la sangre en primer lugar, porque es la expiaci�n de lo que la fe se apropia en primer lugar; mientras que el pan se coloca en segundo lugar, porque representa la comunicaci�n del poder y la vida de Cristo, que sigue a la fe en la reconciliaci�n por su muerte.

El orden opuesto fue requerido por las circunstancias de la instituci�n de la Cena; ver en el cap. 1 Corintios 11:24 ss.

vv. 17 _ De la comuni�n de todo creyente con el Se�or, Pablo deduce la comuni�n de los creyentes entre s�; ya veremos con qu� vista. Este vers�culo puede interpretarse gramaticalmente de tres maneras. La primera y m�s obvia ser�a hacer el ???, viendo que , se relaciona con el vers�culo anterior, entendiendo el verbo ???? en la primera proposici�n: �...es la comuni�n del cuerpo de Cristo, siendo que es uno solo pan de molde.

Entonces, dando por sentada esta construcci�n, podr�a aplicarse tambi�n a lo que sigue: �(y) siendo, pues, un solo cuerpo, siendo muchos�. As� Meyer, Osiander, etc. Seg�n esta interpretaci�n, se alegar�a aqu� que la comuni�n de los cristianos entre s� prueba la comuni�n de los cristianos con su Cabeza en la Santa Cena. La construcci�n no es sostenible: 1, porque la existencia de dos proposiciones paralelas no conectadas por ???, y , no tendr�a ning�n ejemplo en los escritos de Pablo; 2, porque el verbo ????, es , no pod�a entenderse en la primera proposici�n; requerir�a expresarse como correspondiente al ?????, somos , en el segundo; 3, porque la demostraci�n ser�a defectuosa.

La comuni�n de los cristianos con Cristo en la Santa Cena no puede ser demostrada por la comuni�n de los cristianos entre s�, porque este segundo hecho es mucho menos evidente para la conciencia cristiana.

La segunda construcci�n tambi�n hace que el ???, al ver que , dependa de 1 Corintios 10:16 , pero hace que los dos sustantivos sean un pan y un cuerpo dos predicados coordinados de los muchos : �viendo que nosotros, los muchos , somos un pan, un cuerpo ;� entonces Holsten. � Qu� extra�a forma de expresi�n: somos un solo pan! Tanto m�s, como observa Meyer, que el t�rmino pan s�lo puede tomarse aqu� en sentido figurado; de lo contrario habr�a una tautolog�a con la siguiente proposici�n: �Todos somos part�cipes de un solo pan.

Pero si la palabra pan se toma por primera vez en su sentido m�stico, �por qu� a�adirle la expresi�n: un solo cuerpo? �En ning�n sentido puede el ap�stol concluir del hecho de que todos los comulgantes participan de un pan, que todos se conviertan en ese pan!

Por lo tanto, debemos recurrir a una tercera construcci�n, la �nica admisible, seg�n nos parece; es la seguida por la Vulgata, Calvino, Beza, R�ckert, Hofmann, Heinrici, etc. La conjunci�n ???, viendo que , es el comienzo de una nueva oraci�n; y la proposici�n subordinada: � siendo que hay un solo pan�, se considera dependiente de la siguiente proposici�n, que es la principal: �Siendo que hay un solo pan, nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo.

El nexo l�gico que une estas dos proposiciones se explica con la siguiente frase: Porque todos somos part�cipes del mismo pan. Los comulgantes, al recibir todos un trozo del mismo pan, est�n unidos, moralmente hablando, por numerosos que sean, en un solo cuerpo espiritual; porque este pan del que todos participan ha sido consagrado solemnemente para representar uno y el mismo objeto, el cuerpo de Jes�s.

El lazo que los une as� a Jes�s como cabeza com�n, los une tambi�n entre s� como miembros del mismo cuerpo. Aqu� hay una consideraci�n subsidiaria que el ap�stol agrega al argumento principal, indicado en 1 Corintios 10:16 . Y de hecho, al participar en las fiestas paganas de sacrificio, los corintios no solo se separar�an de Cristo, a quien se unieron en la Cena; tambi�n romper�an el v�nculo formado por esta misma ceremonia entre ellos y la Iglesia, el cuerpo de Cristo.

En el uso de este t�rmino ????, cuerpo , Pablo pasa del sentido literal (el cuerpo del Se�or), 1 Corintios 10:16 , al sentido figurado (la Iglesia), 1 Corintios 10:17 ; este pasaje es natural debido a la estrecha relaci�n entre las dos nociones. Si llegamos a ser uno y el mismo cuerpo espiritual unos con otros, es porque todos participamos por la fe de aquel �nico y mismo cuerpo de Cristo, con el que entramos en relaci�n en la Cena.

El verbo ????????, participar , generalmente se construye con un genitivo simple; toma aqu� la preposici�n ??, de, de: �Todos recibimos (un trozo que viene) del mismo pan�. Este t�rmino difiere de la expresi�n m�s interna ????????, comuni�n , en que denota participaci�n externa en el pan de la Cena. Es obvio que no podemos, con Rodatz y Heinrici, entender las palabras un solo cuerpo en el sentido de: �un solo cuerpo con Cristo.

Porque el asunto en cuesti�n en 1 Corintios 10:17 es la ruptura del v�nculo que une a los creyentes con la Iglesia como un todo.

El ap�stol cita como segundo ejemplo las fiestas sacrificiales jud�as.

Versículo 18

�He aqu� Israel seg�n la carne: �no son los que comen de los sacrificios en comuni�n con el altar?�

Israel se coloca aqu� a modo de transici�n de la Iglesia a los paganos. Hab�a tambi�n entre los jud�os fiestas sacrificiales celebradas en el recinto del templo, sobre las cuales Dios mismo deb�a presidir, como consecuencia de la comuni�n establecida con �l por el sacrificio expiatorio; borrador Lev�tico 8 y Deuteronomio 12 , donde se encuentran las prescripciones sobre las ofrendas de paz.

El especial llamado a la atenci�n de los lectores contenido en el imperativo ???????, he aqu� , surge del hecho de que se trata de un uso que es m�s extra�o en su �mbito que el anterior. Al calificar ???? ?????, seg�n la carne , Pablo quiere resaltar el car�cter externo del culto israelita, en oposici�n al culto espiritual del verdadero Israel, la Iglesia.

Es sin duda bajo la influencia del mismo pensamiento que dice: �En comuni�n con el altar �, m�s bien que en comuni�n con Jehov�. Mediante el sacrificio, el israelita culpable fue reemplazado dentro de la organizaci�n teocr�tica, de la cual el altar era el centro, en lugar de estar en comuni�n con Dios mismo. Como expresi�n an�loga, Heinrici cita la descripci�n de Philo, quien llama al sacerdote israelita ???????? ??? ?????. La Ep�stola a los Hebreos muestra por qu� la sangre de las v�ctimas no pudo m�s.

Es evidente que un israelita que hab�a comido su parte de la v�ctima en la mesa de Jehov�, y as� hab�a asegurado el lazo que lo un�a a la teocracia, no pod�a tomar parte en adelante en una ceremonia pagana sin cometer una enormidad moral. En los siguientes vers�culos el ap�stol da la aplicaci�n de estos ejemplos.

Versículos 19-20

��Qu� digo entonces? que la carne ofrecida al �dolo es algo? �O que un �dolo es algo?...20. Pero lo que sacrifican, lo sacrifican a los demonios, y no a Dios. Ahora bien, no quisiera que estuvierais en comuni�n con los demonios.�

La forma en que Pablo acababa de citar los dos ejemplos anteriores evidentemente asum�a que atribu�a una influencia diab�lica a las fiestas de sacrificio de los paganos; ahora bien, esta idea parec�a estar en contradicci�n con el cap. 1 Corintios 8:4 ; 1 Corintios 8:6 , donde se hab�a declarado que los dioses de los paganos no son divinidades reales, y que la carne ofrecida en su altar es, por consiguiente, ni m�s ni menos que simple comida, como cualquier otra.

Por lo tanto, Pablo anticipa la objeci�n que prev�: ��No est�s ahora, contrariamente a tus declaraciones anteriores, permitiendo una influencia perturbadora a las comidas dedicadas a los �dolos y, en consecuencia, una realidad divina a los �dolos mismos?� En el orden de las preguntas, sigo la lectura del Vatic. y el Cantabrig. , porque me parece l�gico que Pablo comience con la pregunta relativa a la carne ofrecida, para ascender de all� a la pregunta relativa al �dolo. Admito, sin embargo, que el orden contrario tambi�n puede estar justificado.

La omisi�n de la pregunta relativa al �dolo en el Sina�t. , etc., es una de esas muchas lagunas, especialmente en este manuscrito, que son causadas por la recurrencia de las mismas letras a la distancia de unas pocas palabras. En la primera pregunta: � Que la carne ofrecida al �dolo es algo? la palabra cualquier cosa significa algo excepcional, que tiene poder para ejercer una influencia particular.

En la segunda pregunta: � Que un �dolo es algo? el algo significa algo real. A veces se ha tomado como adjetivo la palabra ??: �Que cualquier �dolo sea lo que sea, es decir existe� (??????? ?? ?????, en lugar de ??????? ?? ?????). Pero el ?? ser�a superfluo en este sentido. Es m�s natural tomarlo como predicado en las dos preguntas.

vv. 20 _ El ap�stol ni siquiera se toma la molestia de enunciar la respuesta negativa que da a estas dos preguntas; pasa directamente a la afirmaci�n que le concierne: J�piter, Apolo, Venus, ciertamente, no son seres reales; pero Satan�s es algo. Detr�s de toda esa fantasmagor�a mitol�gica se esconden poderes malignos que, sin ser divinidades, son sin embargo muy reales y muy activos, y que han logrado fascinar la imaginaci�n humana y desviar el sentimiento religioso de las naciones paganas hacia seres de la fantas�a; de ah� los cultos id�latras, cultos dirigidos a esos poderes diab�licos y no a Dios.

El subst. ?? ????, los gentiles , es omitido por el Vatic. y los Greco-Lats.; ciertamente es una adici�n explicativa. Este sustantivo neutro, una vez introducido, arrastr� al TR el singular ????, en lugar del plural ???????.

El sujeto de este �ltimo verbo se entiende; es evidente.

El t�rmino ?????????, demonio , que no aparece en ning�n otro lugar de los escritos de Pablo excepto en 1 Timoteo 4:1 , tiene un significado bastante diferente en el Nuevo Testamento que en los cl�sicos. En este �ltimo es sin�nimo de ?????, algo Divino. Plat�n en el Banquete , dice que �el demonio es algo intermedio entre Dios y los mortales�; y, en otro pasaje: �Que los demonios interpretan a los dioses las cosas de los hombres, ya los hombres las cosas de los dioses.

Importada al lenguaje b�blico por la versi�n de la LXX., la palabra all� denota a los �ngeles ca�dos, de los que tan a menudo se habla en las Escrituras. As� Deuteronomio 32:17 , la LXX. traduce las palabras: jizebekou laschsch�dim ..., ?????? ?????????? ??? ?? ??? ( sched probablemente denota en hebreo �dolos, de schad , gobernar).

Los jud�os identificaron las divinidades paganas con los mismos demonios; as� es que la LXX. traduce en Isa�as 65:11 , la frase: �preparar mesa para las huestes del cielo�, por: �preparar mesa para el demonio�. El pagano Plutarco ( De defectu orac. , cap. 13) atribuye a los esp�ritus malignos todo lo que era b�rbaro y cruel, por ejemplo, los sacrificios humanos en las religiones paganas.

Podemos comparar tambi�n Salmo 96:5 : �Porque todos los dioses de las naciones son demonios� (en hebreo �dolos ), y Baruc, cap. 4: �Sacrifican a los demonios, no a Dios�. Es en esta acepci�n jud�a que el t�rmino se usa aqu�. Pero las palabras del ap�stol no implican la idea de que todo dios falso adorado por los paganos corresponda a un demonio particular; significan simplemente que las religiones paganas emanan de esos esp�ritus malignos y que, en consecuencia, el hombre que toma parte en tal culto se pone a s� mismo bajo su influencia.

��C�mo era posible�, dice Heinrici, �sentarse en tal fiesta, ser rociado con el agua bendita, obedecer la prescripci�n del sagrado silencio, participar en la alegr�a de los himnos y danzas que llenaban el intervalo entre el sacrificio y el banquete, y finalmente ser entregado a la alegr�a de la fiesta que coronaba el d�a festivo a la gloria del dios falso, sin actuar como un adorador de la divinidad pagana? El car�cter diab�lico de la idolatr�a pod�a enmascararse hasta cierto punto en el paganismo griego por el encanto o la majestuosidad de las formas; pero �no se revela claramente en las religiones paganas modernas, particularmente en las formas de adoraci�n hind� y africana, en las que la santa imagen de Dios finalmente ha venido a dar lugar por completo a figuras horribles e innobles? Adem�s, el sentimiento inspirador de estos cultos es �nicamente el del miedo.

La ?? es progresiva: � Ahora no lo har�a�. Esta forma autorizada se explica por la solicitud del amor. Un padre no puede permitir que sus hijos se entreguen en malas manos.

Versículos 21-22

�No pod�is beber la copa del Se�or, y la copa de los demonios; no pod�is ser part�cipes de la mesa del Se�or, y de la mesa de los demonios; 22. �O provocamos a celos al Se�or? �Somos m�s fuertes que �l?"

Edwards piensa que el asunto en cuesti�n aqu� es una imposibilidad de hecho. El coraz�n no puede recibir al mismo tiempo las santas inspiraciones de Cristo y las influencias impuras de los demonios. Pero en ese caso el ap�stol habr�a usado palabras de un car�cter m�s interior y espiritual que copa y mesa. La imposibilidad es m�s bien de derecho: �No puedes moralmente, es decir, sin contradecirte a ti mismo y acarrearte un juicio terrible, tomar parte al mismo tiempo en dos cultos tan opuestos entre s�.

La copa de los demonios es una expresi�n f�cilmente comprensible, cuando recordamos que en las fiestas solemnes de los antiguos se hac�a la consagraci�n del banquete con la de la copa, acompa�ada de la libaci�n en honor de los dioses. La primera copa fue ofrecida a J�piter; el segundo a J�piter y las Ninfas; el tercero a J�piter Soter. Participar de estas tres copas que circulaban entre los invitados, �no era esto hacer un acto de idolatr�a, y ponerse uno mismo bajo el poder del esp�ritu del mal, tan realmente como el jud�o al sacrificarse se pon�a bajo la influencia de Jehov�, y el cristiano comunic�ndose bajo el de Cristo? Materialmente, sin duda, era posible actuar as�, pero no sin incompatibilidad criminal.

Y lo que prueba que este es el sentido del: No pod�is , es el hecho de que, en lo sucesivo, Pablo afirma expresamente que los corintios ya se aventuran a obrar as�; porque �l declara el destino que les espera si persisten ( 1 Corintios 10:22 ).

vv. 22 . La ? se toma en su sentido habitual en los escritos de Pablo: � O si, no obstante�. En otras palabras: �O si persisten en actuar as�, �sab�is lo que hac�is, ya qu� os expon�is? �Provoc�is en el coraz�n de Dios ese fuego m�s terrible que el fuego de la ira, que se llama celo!� �Qu� es el odio jurado contra un enemigo declarado en comparaci�n con la furia que cae sobre un c�nyuge infiel? El t�rmino ??????????, excitar a celos , est� tomado de Deuteronomio 32:21 : �Me han provocado a celos con lo que no es Dios� (�dolos puestos en el lugar de Dios).

El texto dice brevemente: ��Provocamos a celos?� Holsten considera inadmisible este indicativo y considera indispensable el significado del subjuntivo: ��Provocar�amos (???????????)?� Por lo tanto, toma la terminaci�n ????? como una forma de subjuntivo irregular, como la que se supone que se encuentra en 1 Corintios 4:6 y G�latas 4:17 (ver en el primero de estos pasajes).

Pero la suposici�n me parece innecesaria. El indicativo significa: ��Realmente estamos actuando as�?� El formulario supone que realmente se estaba haciendo; y esto es ciertamente lo que prueba el dicho 1 Corintios 8:10 , que de ninguna manera tiene el efecto de una suposici�n sin realidad.

El ap�stol alude a la m�xima con la que los fuertes corintios justificaban su conducta carnal: �Todo nos es l�cito�. La forma comunicativa: �llegamos a...? Estamos...? sirve para suavizar la severidad de la iron�a despiadada: �m�s fuerte que Dios...? El t�rmino ??????, Se�or , podr�a aplicarse a Dios, como suele ser el caso en los pasajes citados del Antiguo Testamento.

Pero prefiero pensar, con de Wette, Meyer, Hofmann, siguiendo 1 Corintios 10:4 ; 1 Corintios 10:9 ; 1 Corintios 10:21 , que en este caso Pablo lo aplica a Cristo.

Y ahora, despu�s de haber ajustado esta cuesti�n candente, el ap�stol vuelve en un tono m�s tranquilo a la menos dif�cil, del uso de las carnes ofrendadas, dando algunas reglas pr�cticas muy simples y precisas sobre el tema, que se derivan de los principios establecidos. en el Cap�tulo anterior s. 1 Corintios 10:23-24 ; 1 Corintios 10:32-33 , prueba que estos mandatos est�n especialmente dirigidos a los fuertes (ver Heinrici y Holsten).

Versículo 23

vv. 23 forma la transici�n a este tercer pasaje, que es, por as� decirlo, la recapitulaci�n de todo el asunto tratado en estos tres Cap�tulos.

vv. 23 . �Todo es l�cito, pero no todo conviene; todo es l�cito, pero no todo edifica�.

El ap�stol repite aqu� el adagio ya enunciado, 1 Corintios 6:12 , aplic�ndolo, sin embargo, a un asunto completamente diferente. Debemos cuidarnos de concluir de esta repetici�n, como se ha hecho, que toda la parte intermedia no ha sido m�s que una digresi�n. Tal posici�n subordinada no estar�a de acuerdo con la gravedad de los temas tratados.

Lo que nos encontramos en estas palabras es simplemente una especie de dictamen que se hab�a utilizado en Corinto en todas las ocasiones, sin discernimiento y sin tener suficientemente en cuenta las limitaciones impuestas por la vigilancia y la caridad. El v�nculo l�gico entre esta temeraria afirmaci�n de la libertad cristiana y el pensamiento de 1 Corintios 10:22 es obvio.

El t�rmino todas las cosas se aplica a actos externos, en s� mismos indiferentes, tales como usar tal o cual alimento. El pronombre ???, para m� , probablemente deber�a omitirse en esta oraci�n, as� como en las siguientes, con la mayor�a de las autoridades, no obstante, no sin notar que este pronombre se lee en las dos proposiciones del verso, no solo en KL y Peschito , pero tambi�n en Coislinianus (H), un MS. del siglo VI, transcrito del aut�grafo MS. de P�nfilo de Cesarea.

El mismo significado suele darse a los dos verbos ????????, conviene , y ?????????, edifica. Pero esto ser�a una tautolog�a pura. Me parece probable, a partir de 1 Corintios 10:33 , que el primero se aplica al bien espiritual en general, incluido el nuestro (comp. 1 Corintios 9:23 a 1 Corintios 11:22 ), y el segundo m�s especialmente al de nuestro pr�jimo. (comp.

1 Corintios 8:1 a 1 Corintios 9:22 ).

Tal es el principio general; se repetir� al final ( 1 Corintios 10:31 ) en diferentes t�rminos. 1 Corintios 10:24 lo reproduce inmediatamente en forma negativa, para excluir el gran obst�culo para su realizaci�n.

Versículo 24

�Que nadie busque lo suyo propio, sino cada uno el bien de su pr�jimo�.

Es la idea de ??????????, edificante , la que gobierna en este verso. No es necesario comprender el adverbio ????? : �Que nadie busque s�lo ...� La exclusi�n es absoluta, porque condena toda b�squeda del inter�s propio inspirada en el ego�smo: �Que nadie busque su propio disfrute o ventaja ; pero que en su conducta tenga siempre en cuenta el inter�s de los dem�s.�

En la aplicaci�n de esta regla al tema particular que Pablo est� tratando, al cristiano se le pueden presentar dos casos: el de una comida en su propia casa ( 1 Corintios 10:25-26 ), o el de una comida en un casa extra�a ( 1 Corintios 10:27-30 ).

Versículos 25-26

�Todo lo que se vende en el ba�l, comedlo sin preguntar por causa de la conciencia: 26. porque del Se�or es la tierra y su plenitud�.

Un cristiano cuya conciencia est� libre de todo escr�pulo en cuanto a comer las carnes ofrecidas, env�a y compra carne en el shambles; no tiene que preguntar si es o no carne de sacrificio; es puro en s� mismo, como todo lo que Dios ha creado. El t�rmino ????????, shambles , est� relacionado con el lat�n macellum , y con la antigua palabra francesa mazel. La palabra griega apropiada habr�a sido ??????????.

Las �ltimas palabras, ??? ??? ??????????, en aras de la conciencia , est�n naturalmente conectadas con ????? ????????????. Edwards tambi�n lo explica as�, aplic�ndolo, sin embargo, a una conciencia fuerte: una conciencia iluminada y firme es raz�n para abstenerse de toda indagaci�n. Holsten, por el contrario, alega que la conciencia aqu�, como en el resto del pasaje, s�lo puede ser la del cristiano d�bil, de la cual el cristiano fuerte no necesita tener en cuenta cuando est� comiendo solo en su propia casa.

Pero, en estos dos sentidos, Pablo habr�a agregado, como en 1 Corintios 10:29 , alguna calificaci�n u otra para indicar de qu� conciencia quer�a hablar. El punto de vista m�s simple es sostener que est� pensando en la conciencia , hablando en t�rminos absolutos, como en nuestra expresi�n: por causa de la conciencia. La interpretaci�n m�s falsa es la de Cris�stomo, Erasmo, etc.

: �No averiguando, y para que, si llegas a saber que es carne ofrecida a los �dolos, no tengas el peso de ello sobre tu conciencia�. Este significado supondr�a que la direcci�n se dirige a los d�biles.

vv. 26 . Esta es una cita de Salmo 24:1 , un pasaje que, al proclamar que todo lo que llena el mundo viene de Dios y le pertenece, mina de ra�z el prejuicio de los d�biles en Corinto. Al citar este dicho del Antiguo Testamento, Pablo deseaba elevar a los d�biles a la altura de los fuertes. Heinrici hace la interesante observaci�n de que estas palabras del salmista se usan entre los jud�os como acci�n de gracias en la mesa.

El segundo caso, el de una invitaci�n a la casa de un pagano: 1 Corintios 10:27-30 . Nuevamente, se deben distinguir dos alternativas; en primer lugar, el caso de un fest�n en que ninguno de los comensales hace observaci�n de las carnes que se presentan.

Versículo 27

�Si alguno de los incr�dulos os invita, y quer�is ir; todo lo que se os ponga delante, comedlo, sin hacer preguntas por causa de la conciencia�. La lectura ??, pero , puede sustentarse como contrastando este nuevo caso con el anterior; pero los dos casos tambi�n se pueden poner simplemente en yuxtaposici�n sin part�cula, seg�n la lectura de Alex.

Hay mucha delicadeza en el: y estad dispuestos ... Pablo no proh�be aceptar la invitaci�n; porque los lazos familiares deben ser respetados; incluso pueden convertirse, en el caso del creyente, en un medio para hacer avanzar el reino de Dios. Pero, hablando como lo hace, y remitiendo expresamente la decisi�n a la conciencia del cristiano, le hace sentir la necesidad de la reflexi�n; porque muchos peligros pod�an acompa�ar tales invitaciones a casas paganas, incluso en una vivienda privada, donde la comida siempre iba acompa�ada de ciertas ceremonias religiosas.

Las palabras ??? ???????, a una fiesta , en el Greco-Lat. lectura, son sin duda una glosa. Para el ??? ??? ??????????, ver com. 1 Corintios 10:25 . Holsten da a estas palabras el significado: �El creyente fuerte no necesita hacer preguntas, y eso debido a la conciencia del hermano d�bil, presente o no presente, quien podr�a ofenderse si resultara como resultado de la pregunta que la carne hab�a sido ofrecido a los �dolos.� Las mismas razones que hemos dado en 1 Corintios 10:25 nos parecen excluir este significado.

La segunda alternativa, 1 Corintios 10:28-30 : el caso en que se plantea la cuesti�n del origen de las carnes ofrecidas en un banquete.

Versículos 28-29

�Pero si alguno os dijere: Esto es ofrecido en sacrificio, no com�is, por causa del que lo mostr�, y por causa de la conciencia. 29. Conciencia, digo, no la tuya propia, sino la del otro: porque �para qu� mi libertad puede ser juzgada por la conciencia de otro?

El ???, cualquiera , de 1 Corintios 10:28 no puede, como piensa Grotius, denotar a la misma persona que el ??? del vers�culo anterior, el pagano que invit� al cristiano. No ser�a designado por un pronombre indefinido. Por lo tanto, debe ser uno de los invitados. �Debemos suponerlo, como ha sido pensado por Cris�stomo, de Wette, etc.

, un pagano malicioso, que desea avergonzar al cristiano con el comentario, o un pagano serio que desea llamar su atenci�n sobre el error que est� a punto de cometer sin saberlo (Ewald)? Pero en estos dos casos el deber del creyente hubiera sido, no abstenerse, sino, por el contrario, participar de la carne expresando el motivo de su conducta, y justificando su libertad de todo escr�pulo con respecto a los �dolos en los que no cree; fue una excelente oportunidad para exponer su fe.

La persona en cuesti�n, por lo tanto, es un cristiano sincero, cuya conciencia est� todav�a estorbada por los escr�pulos, y a quien su hermano fuerte est� obligado a tratar con consideraci�n. De esta manera, las siguientes palabras: Por �l que lo mostr�, y por conciencia , se explican f�cilmente. Los dos motivos se refieren a la misma persona, permaneciendo, sin embargo, distintos. La primera se dirige contra la influencia que el ejemplo puede ejercer sobre el cristiano d�bil, induci�ndolo a comer contra su conciencia; la segunda, al choque que infaliblemente sufrir� su conciencia al ver comer al fuerte creyente, aun suponiendo que resista el ejemplo que se le da.

La repetici�n de la cita de Salmo 24 al final de 1 Corintios 10:28 , en el TR, se debe evidentemente a una interpolaci�n. El �nico significado que se podr�a dar a las palabras aqu� ser�a este: "Hay en la mesa muchas otras carnes que puedes usar". Pero tal reflexi�n est� lejos de ser natural.

vv. 29 . El ap�stol declara expresamente que tal sacrificio de ninguna manera implica que el creyente fuerte renuncie a su convicci�n y derecho; su conciencia permanece independiente de la de su hermano, aunque subordina voluntariamente su conducta al escr�pulo del otro.

La raz�n que da el ap�stol para esta conducta ha sido entendida de otra manera. Meyer y de Wette piensan que Pablo quiere decir: ��Por qu� motivo debo someter tu conciencia al juicio de tu pr�jimo? Conserv�is, pues, en lo que os concierne a vosotros mismos, vuestra entera libertad.� Pero la conjunci�n ????? no significa: �Con qu� raz�n, con qu� derecho? Esta conjunci�n compuesta, tras la cual debemos entender ???????, significa literalmente: �qu� bien puede venir? Por lo tanto, el significado es: �Porque �qu� ventaja puede haber en que mi libertad sea condenada?

..?� Tenemos en la discusi�n paralela de Romanos 14 un dicho perfectamente similar, que no deja dudas en cuanto al significado de esto. Pablo dice all�, 1 Corintios 10:16 : ��Que no se hable mal de vuestro bien (blasfemado)!� Este bien es la libertad de los fuertes, y Pablo les pide que no hagan un uso tal que provoque el juicio de desaprobaci�n de los d�biles.

Aqu� pregunta, adem�s, qu� provecho puede tener tal juicio, imprudentemente provocado; qu� edificaci�n puede proporcionar a los cristianos presentes o a los no cristianos, que se convierten en testigos de las contradicciones mutuas entre los creyentes y de las condenas que se transmiten unos a otros. La pregunta hecha en 1 Corintios 10:29 se reproduce a�n m�s claramente en 1 Corintios 10:30 .

Versículo 30

�Si yo soy part�cipe de la acci�n de gracias, �por qu� se me insulta por aquello por lo que doy gracias?�

El as�ndeton por s� mismo prueba que este verso reafirma y explica la idea de lo anterior. Pone de relieve a�n con m�s fuerza el absurdo de la conducta del cristiano fuerte por la repugnante contradicci�n que surgir�a entre la acci�n de gracias con la que participa del alimento que se le ofrece y la herida de la conciencia testimoniada por la culpa del d�bil. �Qu�! �aquello por lo que un creyente da gracias, el otro lo convierte en motivo de difamaci�n contra �l! Esto es lo que expresa la palabra ??????????.

��Qu� clase de religi�n es esa?� dir�an los paganos, que fueron testigos de ambas acciones. El ap�stol concluye declarando en general el principio que, en tales asuntos de la libertad cristiana, debe ser la gu�a suprema de la conducta del creyente:

Versículos 31-32

�Ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, h�ganlo todo para la gloria de Dios. 32. No ofend�is a los jud�os, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios;�

Aqu� nuevamente tenemos tanto el ????????? como el ?????????? (la promoci�n del bien en general, y la edificaci�n de nuestro pr�jimo en particular), que Pablo hab�a recomendado, 1 Corintios 10:23 ; s�lo que aqu� se expresa de una manera m�s concreta; primero positivamente, 1 Corintios 10:31 , luego negativamente, 1 Corintios 10:32 .

En cuestiones que no son en s� mismas cuestiones de bien o de mal, y que pueden quedar indecisas para la conciencia cristiana, el creyente debe preguntarse, no: �Qu� ser� lo m�s agradable para m�, o lo que m�s conviene a mis intereses? sino: �Qu� contribuir� m�s a promover la gloria de Dios y la salvaci�n de mis hermanos?

La gloria de Dios es el esplendor de sus perfecciones, particularmente de su santidad y amor, manifestado en medio de sus criaturas. La pregunta para el cristiano se traduce, por tanto, en esta: �Qu� es lo que mejor har� comprender a mis hermanos el amor y la santidad de mi Padre celestial?

vv. 32 . A este criterio positivo se suma otro de car�cter negativo. �No se escandalizar� la conciencia de mi hermano por el uso que hago de mi libertad, si obro de tal o cual manera? El ap�stol menciona los tres c�rculos de personas en los que los cristianos de Corinto deber�an pensar en caso de incertidumbre: primero, los griegos , que aqu� se ponen por los paganos en general; luego, los jud�os , quienes son colocados intencionalmente entre los paganos y la Iglesia; y, por �ltimo, los cristianos, a los que llama Iglesia de Dios, para enfatizar la preciosidad del m�s peque�o de los miembros de tal cuerpo, en virtud de que es propiedad de Dios. El creyente debe evitar tanto lo que puede impedir que los que est�n fuera entren como lo que puede enajenar y expulsar a los que ya est�n salvados.

Pablo concluye record�ndoles c�mo este principio gu�a toda su conducta.

Versículo 33

vv. 10:33-11 :1. �As� como yo agrado a todos los hombres en todas las cosas, no buscando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos. 1 Corintios 11:1 . H�ganse imitadores de m�, como yo lo soy de Cristo�.

En el cap. 9 el ap�stol hab�a desarrollado extensamente el ejemplo de la abnegaci�n, que daba constantemente a la Iglesia al someterse a la necesidad de ganarse la vida y, en general, al someterse, cuando era necesario, a las leyes observancias, de las cuales se sent�a libre por la fe en Cristo. Al concluir todo este pasaje, en el que ha pedido a los corintios que hagan muchos sacrificios que les son dolorosos, se refiere una vez m�s a su ejemplo, porque sabe que no tenemos libertad para pedir sacrificios a los dem�s sino en proporci�n a los que hacemos nosotros mismos.

La frase agradar a los dem�s puede denotar un vicio o una virtud. Eso depende del objeto que se proponga, si ganar ego�stamente las gracias del pr�jimo, o ganar el apego de nuestro pr�jimo para ganarlo para Dios. Estos son los dos casos que Pablo contrasta en este vers�culo, para excluir el primero, en lo que se refiere a su propia conducta; borrador G�latas 1:10 .

El: en todas las cosas , comprende por supuesto s�lo las cosas que pertenecen a la provincia de la libertad cristiana. Lo m�ltiple se opone a Pablo como individuo, y su salvaci�n a su inter�s individual (???????, de m� mismo ).

vv. 1 Corintios 11:1 . S�lo Cristo es el modelo perfecto; cada creyente es un modelo para sus hermanos s�lo en la medida en que es una copia en relaci�n con Cristo.

Pablo tiene en mente especialmente la abnegaci�n absoluta que fue la base de la vida terrenal de nuestro Se�or, Romanos 15:1-3 .

Es s�lo el hecho expresado en la segunda parte del vers�culo lo que le da al ap�stol el derecho y la libertad de escribir la primera. Para ser bastante exactos, debemos entender en la segunda proposici�n no el verbo ser , sino el verbo volverse , usado en la primera.

La imitaci�n en cuesti�n no es servil. As� como Pablo no estaba en circunstancias id�nticas a las de Cristo, los corintios no estaban en circunstancias del todo an�logas a las de Pablo. Lo que pide a la Iglesia es que se deje guiar por el esp�ritu de abnegaci�n que la anima, como se deja guiar por el esp�ritu de abnegaci�n que fue el alma de la vida de Cristo.

Ya hemos echado un vistazo al curso seguido por el ap�stol al tratar este delicado tema. Era necesario limitar el uso que hac�an de su libertad muchos de los cristianos corintios, y entre ellos sin duda, los que dirig�an la opini�n de la Iglesia, sin ponerlos de nuevo bajo el yugo de una ley externa, y al tiempo que los llevaban comprender por s� mismos la necesidad del sacrificio.

Este sacrificio hiri� su vanidad tanto como su amor por el placer. Es f�cil ver la extrema prudencia con la que el ap�stol requiri� conducir esta discusi�n. Comienza por se�alar el punto en el que todos est�n de acuerdo, el monote�smo que excluye la realidad de los �dolos. Deja de lado por el momento la frecuentaci�n de fiestas id�latras, apelando s�lo a la caridad para con los hermanos d�biles. Alienta a los fuertes con su ejemplo, los desalienta con el de los israelitas.

Despu�s de esta preparaci�n, asesta el gran golpe. Luego concluye tranquilamente con algunas reglas sencillas y pr�cticas respecto al consumo de carnes, reglas que establecen admirablemente la armon�a entre los derechos de la libertad y las obligaciones de la caridad.

Justamente exclama R�ckert, al cerrar el an�lisis del pasaje: �Verdaderamente no podr�a concebir un curso m�s prudente o mejor calculado; tenemos aqu� una obra maestra de verdadera elocuencia.� L�stima, solamente, que este eminente ex�geta no se detenga all�, sino que crea que debe atribuir a la elocuencia del ap�stol, en este caso, cierto car�cter de astucia. Evidentemente en el curso seguido por el ap�stol estamos obligados a reconocer la sabidur�a de la serpiente; pero no excluye ni por un momento la sencillez de la paloma. Porque la prudencia est� siempre al servicio del amor a la verdad y del celo por el bien de las personas y de la Iglesia.

Información bibliográfica
Godet, Frédéric Louis. "Comentario sobre 1 Corinthians 10". "Comentario de Godet sobre Libros Seleccionados". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gsc/1-corinthians-10.html.